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Capítulo 32.- ¿Una cocinita?

Espacio común del edifico de Sana - sábado a la mañana

Por empezar, después de la noche del "trágico" accidente del parque por el cual Tzuyu fue declarada culpable y sentenciada a pasar la noche en su últimamente desalojado departamento, Minatozaki Sana despertaba lista para iniciar su semana laboral con una imagen que la desestabilizo emocionalmente... la mismísima Chou Tzuyu durmiendo en su sillón. Pero no estaba sola, en sus pies se acurrucaba un pequeño Beagle y entre sus brazos se acomodaba una niña rubia idéntica a Sana pero que cada vez se parecía más a Tzuyu. Durante el resto de ese día no pudo concentrarse en nada, no lograba enfocarse en su trabajo, no encontraba un lugar para meter todos los invitados al cumpleaños de su hija... no podía hacer nada. Lo único que su mente hizo fue divagar entre varias imágenes: su novia y ella, su novia y su hija durmiendo en el sofá como dos ángeles, su novia y ella en la cama un día domingo jugando con cinco o seis mini Sana o mini Tzuyu. La foto de una familia perfecta la persiguió durante todo ese día. Sana quería a Tzuyu a su lado para toda su vida y lo quería ya. El problema fue que, al día siguiente, durante la segunda prueba del vestido de Momo y el suyo de dama de honor, a la rubia se le ocurrió la brillante idea de consultar su futuro con la japonesa mayor, y recibió una respuesta que al parecer ya era común entre sus amigos "¿estás loca, borracha o qué?" Momo, no solo estaba opuesta a la idea de una numerosa familia, sino que pensaba que su ex capitana se estaba apurando demasiado. La artista se volvió a sacar esa imagen de su cabeza

Pero Tzuyu no ayudaba. Ese mismo día la morena jugaba en su estadio, y a pesar de que la jugadora insistió que Sana, su hija y sus amigos vieran el partido desde el palco porque no quería que su rubia tuviera que aguantar las cosas que se dicen desde la tribuna, el grupo, liderado por Jeongyeon y Momo, no se dejó convencer y se sentaron en la misma fila del primer partido. La fotógrafa le aseguro a su novia que no tenía que preocuparse, pero como la morena no quería pasar otra noche sola en su departamento recurrió a las demostraciones públicas. ¡Y por demostraciones publicas me refiero a que luego de que el locutor del estadio la presentara como "la estrella del equipo" y Tzuyu saliera a la cancha lista para jugar, la deportista cruzo varias filas de las gradas para llegar a su novia, agarrarla de la cintura, levantarla y besarla al mejor estilo "! ¡OIGAN! MIREN TODOS, ELLA ES MINATOZAKI SANA Y ES MI NOVIA" Este gesto no solo hizo que Tzuyu sumara puntos ante la LPDS, sino que hizo volver las imágenes a la cabeza de la rubia fijándolas aún más si era posible

Obviamente esa noche a ninguna revista o diario le importo que Tzuyu hubiera hecho 47 puntos rompiendo un récord absoluto del club, la noticia era otra y los periodistas ya tenían su tapa para el día siguiente. Los periodistas, otro tema que a Sana no le sentaba muy bien. Ya no solo hacían vigilancia en su estudio, sino que también se los encontraba en la puerta de su casa, en el colegio de Yoon Ah y hasta Momo se quejaba de haber visto uno que otro rondando por su vecindario. Sin contar que luego de la famosa declaración de amor publica de su novia los celulares de ambas chicas no pararon de sonar. Sana recibió todo tipo de llamadas, familiares, de amigos, empresarios, firmas que la querían para hacer negocios y hasta inclusive amenazas de distintas mujeres, una en especial le llamo mucho la atención porque la voz de la mujer era sospechosamente parecida a la de la maestra Kim. En el teléfono de la morena, por el contrario, no se podían identificar los nombres, solo aparecía "chica noche de lluvia en boliche", "Chica karaoke", "rubia noche la playa", etcétera, etcétera. Sana hizo que su novia atendiera una por una de las llamadas y se disculpara con las mujeres que llamabas. Bueno esos fueron los primeros llamados, porque apenas la artista empezó a anotar como esta modalidad, en vez de que las mujeres se alejaran de su novia, hacía que la vieran más interesante aun, fue ella misma que quien se encargó de las disculpas. De mas esta decir que eso no termino muy bien y que Tzuyu nuevamente termino en el sillón de Sana con el cachorro y Yoon Ah acomodándose en ella

Finalmente, el resto de los días de la semana fueron los peores, no por la organización del festejo ni tampoco por los periodistas, ni mucho menos porque BangChan y Lily estaban en la ciudad sino porque SU morena viajo al oeste del país a completar una ronda de partidos de visitante. Cada día la extrañaba más, ¡Carajo!, no podía dejar de pensar en ella ni un minuto y lo peor de todo es que no solo su hija estaba igual sino también su cachorro. Tzuyu era el alma de su hogar y nadie podía negarlo

— ¿Qué pasa Minatozaki, para que me querías? —Momo interrumpía sus pensamientos— Más vale que sea importante porque si algo les pasa a mis tartas te juro que no respondo —la mayor tenía una estrecha alianza con esa repostería

— ¿Puedes dejar de ser tan pesada con eso? —la retó Sana— necesito que vayas a buscar a mis padres al aeropuerto, ya deben estar por llegar y yo todavía tengo que ir a sacar a Yoon Ah de la cama —le pidió

— ¿Todavía duerme? —preguntó sorprendida, la niña no aguantaba tanto en la cama

— Anoche nos quedamos hasta tarde esperando la sorpresa de Tzuyu —contó la rubia con una sonrisa enorme

— ¿Mas regalos? —volvió a preguntar la mayor. La deportista se había encargado de hacerle llegar los días que no estuvo con ella algo a su hija. Y si la mini Sana recibía, también lo hacia la Gran Sana. Esa era la ley de Tzuyu— Por dios dime que no fue otro condenado pingüino — Momo llegó a tener pesadillas con ellos

— No te preocupes —la calmo Sana— "Ocho" es el último peluche en casa —ese había sido el primero de los regalos

— Entonces...

— Bueno, al parecer Yoon Ah ahora, no solo tiene una batería en casa de Tzuyu sino también en la mía —reveló el regalo de su novia

— Dime que estás pensando en hacerle el cuarto a prueba de sonido por favor —la mayor no podía imaginar tener que aguantar a su sobrina todo el día dándole al tamborcito

— Tzuyu ya se ocupó de eso. Este mismo lunes tengo hombres trabajando en casa —obviamente que lo había pensado— y no solo en la habitación de Yoon Ah —le guiñó un ojo a su amiga

— ¡OH DIOS! Sana... amiga... no sé cómo vas a sobrevivir a la bestia —Momo ya se había rendido a los pies de su poderío

— No te das una idea de lo que he extrañado esas garras en estos días —le dijo la rubia soñando despierta

— Y por como jugo el bomboncito ayer — se refería a lo pasada de energía que se veía la morena por televisión— estoy segura de que esta afilando sus colmillos Sanake —eso se daba por sentado— sabes que puedes contar conmigo y con Jihyo para ¿no? —y dale con eso domarla

— ¡MOMO! —esto conseguía despertarla — ¿Vas a ir a buscar a mis padres o no? —presionó

— Está bien, está bien —aceptó la mayor cuídame las tartas rubia hueca —exigió antes de irse

En el cumpleaños

— ¡DEJEN DE CORRER ENTRE LA MESA DE LOS POSTRES! —Momo no entendía que a los niños no les importan los postres tanto como a ella

— Momoring deja en paz a los niños, solo se están divirtiendo —Jihyo trataba de tranquilizar a su prometida

— ¿Por qué no pueden ir a jugar al fondo con los payasos o hacer otra cosa? Estoy segura de que el pequeño demonio de sobrina que tengo lo está haciendo a propósito —Momo se sentaba al lado de su prometida cruzándose de brazos y asesinando a cualquiera que pasara por su tesoro

— No sabía que mi nieta tuviera tantos amigos —Maiko les comentaba a las amigas de Sana mientras trataba de llegar a la mesa esquivando a varios niños

— Pregúntale a Sana —Nayeon señaló a la rubia que ahora se acercaba frustrada al grupo— se está volviendo loca —y no era mentira, la fotógrafa llevaba dos horas tratando de que Yoon Ah se quedara quieta para poder sacarle una foto, pero no lograba nada

— Oh oh ¡Perra a la vista! —Mina anunciaba la llegada del coche de BangChan que obviamente venía con Sinb

— ¡YOON AH! —Sana quería hablar con su hija antes de que la pareja llegara a ella. A pesar de la mini mirada asesina que la adulta se ganó por interrumpir la charla de su hija con su amiga Yuri, la pequeña acudió al llamado

— Mamá no ves que estaba lista para hacer mi movida —sin querer o no el cangurin siempre enterraba a la morena

— ¡Voy a matar a Tzuyu! —Les dijo a sus amigos para después volver a dirigirse a su hija— escucha Yoon Ah, llego tu padre con Lily —señaló a la pareja que en ese momento trataba de bajar un paquete de la parte de atrás del auto. En realidad, BangChan trataba, Lily solo le gritaba a su novio— sea lo que sea que te regalen tienes prohibido decir cualquiera de las frases que has aprendido de tu madre ¿entiendes? —la rubia no necesitaba ningún reproche más— Te guste o no te pones contenta igual ¿Puede ser? —a esta altura suplicaba

— ¿Tengo que mentir? —preguntó la niña escandalizada— La mamá de Sheldon Cooper dice que las mentiras hacen llorar al niño Jesús —Ver The Big Bang Theory se había convertido en una actividad familiar entre los canguros

— No es mentir cangurin es... —Chaeyoung intervenía para ayudar a su amiga

— ¡No me digas así! —el innombrable

Todos en el grupo giraron los ojos— no es mentira si te gusta el regalo y si no te llega a gustar simplemente lo agradeces sin decir nada mas

— ¿No puedo decirle que está loca o borracha? —le encantaba hacer rabiar a Lily

— ¡Esa es mi preferida! —Jihyo se emocionaba

— A mí me gusta... "Eres tan perra que te presentaría a mi cachorro" —Nayeon recordaba uno de los últimos inventos de la deportista

— Jamás van a superar al "loca desquiciada" —a la japonesa mayor le encantaba pelear con la morena solo para escuchar ese insulto

— ¡BASTA! —sus amigos no servían para nada— No cariño no repitas nada de nada —alcanzó a decir la rubia justo cuando BangChan y Lily aparecían con el paquete enorme en mano

— ¡PAPI! —Yoon Ah corrió a abrazarlo. Solo abrazo, los saltos estaban reservados

— ¡Hola Sully! —respondió el saludo

— Hola Lily —Sana volvía a respirar

— ¡HOLA CANGURITO! —Yoon Ah miró a su madre apretando fuerte los labios. El resto de los mayores también los apretaba, pero para evitar soltar la carcajada. El que se reía primero se ganaba una mirada asesina totalmente gratuita por parte de Sana— Tenemos una sorpresa para ti ¿Cierto cucuruchito? —Y la ganadora es.... ¡Momo! La abogada no pudo aguantar la risa por el sobrenombre de BangChan

— Lily te dije que no me digas así delante de mis amigos —le recordaba su novio

— ¡Déjate de quejas y dale el regalo a la niña! —BangChan levantó el paquete que era más o menos del tamaño de Yoon Ah y lo puso enfrente de su hija— Estoy segura de que va a ser el mejor regalo de todos —le dijo emocionada la mujer a la pequeña. Yoon Ah miraba el regalo con desconfianza— ¿Qué esperas? ¡Ábrelo! —insistía tanto que Yoon Ah empezó a romper la envoltura

Cuando por fin llego a la parte interesante dijo— Es una... una...

— ¡UNA COCINITA! —aplaudía Lily

Yoon Ah miró a su mamá rogándole que la dejara decir un par de palabras, pero Mina le gesticulo un gigantesco NO con su boca. La niña suspiro— Gracias, me encanta —mintió con todo su esfuerzo

— ¿Quieres que se la mostremos a tus amigos? —le preguntó la novia de su papá

Y Yoon Ah no pudo aguantar más....— ¿ESTAS LOC...

— YO CREO —interrumpió la artista— que es mejor que la guardemos con el resto de los regalos, no queremos que la envidia de los demás niños la rompa ¿cierto? —Sana le sacaba una sonrisa a la perra ... digo a Lily— ¿Por qué no la llevas a tu habitación Yoon Ah? Si quieres pídele a Yuri que te acompañe —le dio un pequeño empujón a su hija que antes de irse murmuro algo así como "porque no mejor lo pongo en tu cuarto"— TE ESCUCHE —le advirtió a su hija para luego darse vuelta hacia sus recientes invitados— BangChan, Lily pónganse cómodos por favor —les dijo mientras respiraba aliviada porque su hija no había metido la pata— Ya les digo a los meseros que les traigan algo de beber —se fue en busca de la gente que su novia había insistido en contratar

— Siéntate por aquí cucuruchito —se burló Momo en voz baja

— Cierra la boca Momo —BangChan odiaba ese sobrenombre

— Al contrario de los payasos —Nayeon señalaba una esquina del lugar donde se podía ver a varios hombres disfrazados entreteniendo a unos pocos chicos— el trampolín parece tener mucho éxito —en el medio del salón había una cama elástica enorme

— Fue idea del bombón —Contó Momo

— ¿Y dónde está mi nuera? —Maiko se refería a Tzuyu claro

— Primero que no tienes ninguna nuera mama —Sana volvía y alcanzaba a escuchar a su madre— y segundo que apenas se bajaba del avión venían. Así que las iba a traer el autobús del equipo

— ¿QUE DIJISTE? —Jeongyeon y Momo preguntaron a la vez — ¿Viene todo el equipo? —esta fue solo Jeongyeon

— Sí, casi todas creo —o al menos eso le había dicho su novia

— ¿Y LO DICES AHORA? —le reprochaba su amiga— ¡Por lo menos hubiera traído mi camiseta para que la firmaran!... OH DIOS... las Liberty van a probar mis tartas... tengo que ir a espantar a esos niños de ahí ¡OIGAN USTEDES! ¡YA LOS VI ENANOS! —la abogada no podía con los niños

— ¡AHÍ VIENE LA BRUJA! —gritó uno de los chicos que salió corriendo

La japonesa volvió al lado de su futura esposa— ¿OÍSTE JIHYO? ¿OÍSTE? —le preguntaba exaltada— me dijeron Bruja.... —la bailarina la consolaba— Con este cuerpazo, como mínimo soy la bruja más sexy ¿cierto? —su novia asentía

— Pero son como veinte jugadoras — Toshio volvía a la conversación anterior. Se había cansado de escuchar las quejas de la amiga de su hija

— Fueron las terceras a las que Yoon Ah invitó —contó sin darle importancia Sana— bueno excepto a la capitana claro —ni la niña la soportaba

— ¿Las terceras? —preguntó Toshio— me imagino que nosotros fuimos los primeros ¿cierto? —celoso el abuelo

— O como mínimo los segundos —agregó Maiko— parece que los celos eran algo de familia

— Lo siento señora Minatozaki, pero estoy segura de que el primero fue su papa —la perra se metía en la conversación

— Van a tener que cerrar sus bocas porque estoy segura de que las primeras fueron sus tías ¿cierto Sanake? —la abogada entraba en la lucha

— O sus otras tías —corrigió Jeongyeon

— Algo así... —Fue lo único que dijo Sana que no quería seguir con el tema

— Algo así nada, ahora nos dices —exigió la abogada

— No insistas Momo —La rubia quería taparla la bocota a su amiga que no entendía sus caras

— Las primeras fueron sus madres —Jihyo presente

— Su madre —la intentó corregir Lily— Sana es la única madre de Yoon Ah

— Lily no quiero entrar en discusiones y menos en el cumpleaños de mi hija —esto hizo que cerrara la boca momentáneamente

— ¿Y después? —Chaeyoung rompía el huelo que se estaba formando

— ¿Después qué? —no sabía a qué se refería

— Digo si Tzuyu y tu fueron las primeras y las del Liberty terceras ¿Quiénes vienen segundos? —era algo importante sin duda alguna

— Pues los únicos ocho invitados que están quietos en sus mesas —señaló uno de los muebles que tenía ubicado a su alrededor ocho pingüinos distintos, uno en cada silla

Mientras el resto reía por la ocurrencia de la niña, Sana recibía un mensaje que automáticamente le dibujo una enorme sonrisa en el rostro "En quince minutos te veo amor. No sé cómo voy a aguantar para no raptarte de la fiesta y mostrarte todo lo que te he extrañado"

— ¿En serio Sana? Mensajes sexuales en pleno cumpleaños de tu hija. Eso no se hace —Momo hacia que el color de su amiga cambiara rotundamente de un blanco celestial a un rojo tomate

— ¡SANAKE! —la retaron sus padres

— ¿Puedo leerlo? —preguntó Jihyo

— ¿Momo porque en vez de decir estupideces no me ayudas a buscar a Yoon Ah, que Tzuyu está por llegar? —No dejó que su amiga respondiera directamente la agarró del brazo y la obligo a acompañarla

— No se ve por aquí —observaba la abogada

— Debe haber ido al departamento a dejar el regalo de Lily. Vamos —exigió

— CUÍDENME LAS TARTAS —volvía a pedir

— ¿Era necesario que dijeras eso delante de mis padres? —iban en el ascensor cuando Momo recibía un golpe en el brazo de parte de su amiga

— ¡AUCHH! Cuidado con lo que haces rubia hueca, y se me escapo —se defendió mientras se dirigían hasta la puerta del departamento de la fotógrafa

Sana giró la llave y empujó— La próxima vez que se te escape algo así... —no pudo seguir por la cara de susto que tenía Momo— ¿Qué? —preguntó al mismo tiempo que miro para su sala— ¡YOON AAAH! ¿SE PUEDE SABER QUE HACES? — las adultas habían pescado a la niña dándole un inocente beso en la boca a su amiga Yuri

— Hija de Yoda tenía que ser —la mayor sonreía pícaramente. Al parecer las lecciones de Tzuyu daban su fruto

— Momo llévate a Yuri por favor, quiero hablar con Yoon Ah —De esta no la salvaban ni sus pucheros. Apenas Sana vio que la abogada salía con la otra niña miró a su hija que tenía la cabeza agachada y las manos en la espalda, Sana no lo podía creer, el mismo gesto de su novia— ¿Me puedes explicar que se te paso por la cabeza? —No podía aflojar. Modo madre activado

— Estaba besando a...

— Ya sé que la estabas besando —encima el descaro— pero no puedes ir besando niñas por ahí Yoon Ah, tienes solo 8 años — recién cumplidos

— Mami Tzu le dio su primer beso a una niña cuando tenía seis —los cálculos le cerraban. A la que no le iban a cerrar iba a ser a la deportista cuando tuviera que rendirle cuentas a su chica

— Después vamos a seguir hablando de esto ¿me oyes? —Sana no lo podía dejar pasar— pero ahora tenemos que bajar —le agarró la mano a su hija que seguía sin decir una palabra

Ambas Minatozaki llegaron a tiempo para ver la llegada del bus de las Liberty. Yoon Ah miro a su madre como pidiendo permiso y la mayor se lo concedió. La niña y sus amigos salieron corriendo para esperar la llegada de las jugadoras

— ¿Cómo estoy Jihyo? —le preguntó Momo a su prometida

— ¡FELIZ CUMPLEAÑOS A TI! ¡FELIZ CUMPLEAÑOS A TI! —las jugadoras bajaban cantando del autobús— ¡FELIZ CUMPLEAÑOS QUERIDA YOON AH! —las últimas cuatro bajaban con un pastel de feliz cumpleaños enorme con ocho velas prendidas— ¡TE DESEAMOS A TIIII! — todos los invitados se unían en un aplauso— Sopla pequeña, sopla —Shuhua llegaba al lado de la mini rubia

Y Yoon Ah no se hizo esperar. Apago cada una de las velas con todas sus fuerzas, volviendo a encender los aplausos

— Shuhua —Sana llamaba la atención de la jugadora— ¿Dónde está Tzuyu? — pero no pudo escuchar la respuesta porque SeokJin empezó a hablar

— Pequeña, es un honor para nosotros entregarte este presente —el coach tenía en sus manos un paquete finito y largo

Yoon Ah no tardo en abrirlo— ¡WOOOWWW! —Era una camiseta del equipo enmarcada y en la parte de atrás decía Yoon Ah "cangurin" Minatozaki

— Te hemos nombrado miembro honorario del equipo —anunció el coach

— ¿estas llorando Momo? —Jeongyeon notaba lágrimas en los ojos de la japonesa

— CALLATE YOO —no quería que nadie se enterara

La pequeña miraba para todos lados buscando a alguien que no encontraba. Miro a su mami Sana cuestionándola

— ¿Acaso me buscas a mí? —Tzuyu aparecía por detrás del grupo

— ¡MAMI! —ahora era el turno del salto  canguro, la pequeña se colgaba de su madre. Y de repente empezaba a lagrimear, las emociones la habían sobrepasado— ¡Te extrañe mucho! —le dijo aferrándose aún más a la morena

— Aquí estoy osito Pooh, aquí estoy —le susurraba en el oído mientras acariciaba su espalda— Oye hay un regalo más para ti —le dijo y aprovecho que la pequeña aflojaba para bajarla

— ¿En serio? —preguntó intrigada abriendo sus ojos enormes cuando Shuhua y otra jugadora bajaron del autobús una caja enorme

— Si. Es de parte del equipo, lo compramos con lo que juntamos en los tarros de groserías. Pero antes de que lo abras necesito hacer algo urgente —buscó los ojos que la perdían y apenas la encontró se movió hacia su novia y sin perder un segundo más la beso hasta que Momo con su sutil "consigan un cuarto" las pudo separar— Hola hermosa —saludó la morena

— Hola —Sana casi no podía hablar de la vergüenza. Enterró su cara en el cuello de su chica sin dejar de abrazarla

— ¿Ya puedo abrir mi regalo? —la pequeña estaba ansiosa ante la cajota. la morena asintió sin despegarse de Sana. Y entre la enana y varias jugadoras despedazaron la envoltura

Yoon Ah se quedó con la boca abierta. Y no fue la única. El silencio era asombroso

— ¿Tzuyu era necesario regalarle una moto a la niña? —la famosa ceja Minatozaki aparecía en la fiesta

— Es como la mía amor, nada más que más pequeña —se defendió la deportista— Además si fuera por Shuhua le hubieramos regalado una estúpida cocinita ¿Te imaginas? Jajajajaj —Ay Tzu, Tzu si no te entierra Yoon Ah te entierras tu sola

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