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Capítulo 26.- Esta es la noche (Parte 2)

Departamento de Sana - sábado por la noche

— ¿Cena? Terminando de hacerse en el horno, ¿Botella de coca light en la heladera por más que aun no entiendo la obsesión de mi novia por esta gaseosa? Listo —Sana estaba repasado para ella misma la lista de cosas que consideraba imprescindibles para su cita con Tzuyu— ¿Velas? Listo —Los nervios empezaban a hacer su presencia— Bueno todo está perfecto, solo falta que te animes a hablar con ella Sana y te perdone por haber roto la promesa, Pufff —suspiró la rubia— solo eso —Sana no sabía cómo iba a reaccionar su chica. Unos golpes en la puerta la sacaron de su repaso

Antes de abrir Sana se paró frente al espejo para mirarse una última vez, para la noche junto a su novia había elegido un vestido negro corto sencillo pero muy sensual y se había recogido el pelo con un peinado muy sofisticado. Las palabras que Momo dijo cuando vino a recoger a Yoon Ah fueron las siguientes "Epa alguien quiere dejar mucha piel a la vista parece" haciendo mención al cuello despejado de su amiga. Después de aportar gotas de perfume a su look Sana fue a abrir la puerta— Hol.... —Sin palabras. Al parecer era costumbre de la morena sorprender a su novia cada vez que se abría una puerta

Allí estaba Tzuyu, distintamente hermosa. Al parecer a la deportista no solo le quedaban bien los jeans o pantalones de vestir, también sabia llevar un elegante vestido y en este caso había elegido un vestido corto de color rojo que se pegaba a su cuerpo. En la mano de la morena descansaba una hermosa rosa— Buenas noches mi reina —saludó Tzuyu a su novia— Jamás pensé que iba a tener tanta suerte de que la mujer más linda del mundo, la mujer que me quita la respiración cada vez que la miro fuera mi novia —se acercó a la rubia— esto es para ti —le dio la rosa— es una sola porque es única, como tú —le explico acercándose aún más. Quería su beso de bienvenida

— Tzu... estas ... estas ... GUAUU... HERMOSA fue lo único que pudo alcanzar a decir Sana después del shook que había recibido

— Me encanta dejarte sin palabras bonita, pero quiero mi beso, más que querer lo necesito —exigió la basquetbolista haciendo sonreír a su novia

— Ven aquí tonta —jugó con ella la rubia poniendo sus brazos alrededor del cuello de la morena y dejando que la boca de su novia atrapara la suya en un beso para nada forzado

— Hola —saludó Tzuyu pegando su frente a la de Sana— te extrañe —agregó

— Hola —respondió al saludo
— El reloj se movía muy lento para mi gusto —comentaba Sana mientras con sus manos buscaba las manos de su novia para agarrarlas suavemente— ¿llueve mucho? —preguntó al sentir algunas gotas rezagadas que quedaban en la piel de la morena

— Bastante —respondió volviendo a besar de forma menos intensa a su chica— Huele delicioso —Tzuyu rompía el encanto. Ambas sabían que la cena era lo menos esperado de esa noche.

— Espero sea de tu agrado —Sana tiró de la mano de Tzuyu para llevarla a la sala en la que había una silla enfrente de la otra separadas obviamente por la mesa— ¿puedes sacar las bebidas mientras busco la cena? —pidió amablemente la rubia

— Por su puesto su majestad —bromeaba Tzuyu guiñándole un ojo a su novia

Cuando ambas volvieron a la sala, Sana dejó la cena en la mesa y miro como Tzuyu nuevamente trasladaba su silla al lado de la suya y la fotógrafa supo que era el momento de preguntar— Siempre hacer eso -referencio

— ¿Qué cosa? —preguntó mientras corría la silla de su novia para dejar que se sentara

— Gracias... siempre corres la silla al lado mío, o si yo me siento en un lugar tú te mueves hasta donde estoy yo —explicó su duda

— ¿Te molesta? —preguntó mientras se sentaba

— No... es solo que me llama la atención y quiero saber porque lo haces nada mas —volvió a explicarse a su vez que agarraba la bandeja y le servía a su novia

— Eeee... me da vergüenza... —Tzuyu agachaba la cabeza mirando a su plato

— No puedo creerlo Chou Tzuyu tiene vergüenza —bromeaba Sana— Vamos... Dime —golpeó su hombro suavemente. La deportista volvía a sacudir su cabeza negándose— ¿no? Mmmm —pensó la artista— ¿Y qué tal si yo te cuento algo vergonzoso de mí? —cuando la morena la miró Sana supo que había llamado su atención

— Podría ser... depende de cuan vergonzoso sea —Tzuyu no se iba a dejar chantajear tan fácilmente

— Bueno tal vez no es vergonzoso, pero si es algo de lo cual me arrepiento enormemente y que me de vergüenza contarlo -la rubia se ponía colorada

— Me encanta ese color en tu piel — Tzuyu acariciaba el rostro de su chica— cuéntame bonita, por favor —la animó

— Cuando me entere que estaba embarazada de Yoon Ah —Sana empezaba su relato— yo... yo no sabía qué hacer, Christopher y yo no estábamos juntos, solo había sido algo de una noche y -tomó aire y sintió la mano de su novia apoyándose en su pierna— y lo primero que pensé es en darla en adopción... Hoy en día cada vez que me acuerdo de eso me da vergüenza haber pensado así —Sana no quería arruinar el ambiente, pero cada vez que se acordaba de ese momento no podía evitar que las lágrimas quisieran salir de sus ojos

— Ey —Tzuyu la agarró del rostro— Pero no lo hiciste -puntualizó la deportista— la tienes aquí contigo y eso es algo por lo que yo te tengo que agradecer cada uno de mis días. Me diste una hija que es una de las cosas más hermosas que me ha pasado en mi vida —la morena besó cada una de las lágrimas que caían por el rostro de su chica— todos tenemos nuestros momentos bonita, yo tengo varios, —le dijo tocando su tatuaje— lo importante es que ahora Yoon Ah está contigo, con nosotras —esta vez el beso fue directo a sus labios

— Tu turno —le dijo Sana apenas se separó— cuéntame porque necesitas estar pegada a mi todo el tiempo — presionó bromeando y agarrando las manos de su novia

— Cuando yo era pequeña...

— ¿Más aun? —interrumpió la fotógrafa

— OYE esta bebé que estas mirando hace 40 puntos por partido —Tzuyu no iba a tolerar que se metieran con su apariencia

— Ya ya estrella, continua —pidió Sana

— Bueno... cuando yo era pequeña DE ESAS, tenía pesadillas. Siempre se trataban de lo mismo, mi madre o mi padre se iban, se alejaban de mi de un momento al otro o a veces simplemente desaparecían. Una noche mi mamá me despertó del mal sueño y yo le conté lo que me pasaba...ella agarró mi mano apretándola fuerte —la morena apretó las manos de su novia y me dijo "Chewy, hija ¿me sientes? Yo asentí ¿ves? Si me sientes es porque aún estoy contigo, nunca te voy a dejar" —Tzuyu miró a la rubia— Eso me pasa contigo, necesito sentirte cerca, tocarte en todo momento, me hace sentir segura y de esa forma sé que nunca me vas a dejar, que estas a mi lado —terminó de contar y escondió su cabeza en el hombro de su chica

— Tzu... bebe... mírame por favor —pidió la artista consiguiéndolo exitosamente— eso es .... Hermoso. Me haces sentir especial —agregó

— Eres especial —aseguró la deportista

— Quiero decir algo —Sana sabía que tenía que ser sincera con su chica—sobre lo que dijo Momo esta tarde —la rubia vio como la otra mujer fruncía el ceño con gesto de preocupación— Ayer por la noche te seguir —soltó sin anestesia— sé que estuve mal, pero de solo pensar que tenías a otras mujeres a tu alrededor me volví loca y no se me ocurrió otra idea que seguirte —A la rubia no le gustaba nada la cara que estaba poniendo Tzuyu

— Sana... tu... tú me prometiste que...

— Si si, lo sé. Sé que te prometí que te iba a decir la verdad por eso cuando estábamos en la celda yo...

— ¿En la celda? ¿Cómo que en la celda? —Tzuyu se paró y empezó a caminar nerviosa por la sala

— Bueno es que Jihyo había llevado el bolso con los binoculares y el resto de los juguetes que tú y Yoon Ah usan para jugar y sin querer a Momo se le cayó el arma entonces bueno... terminamos en la comisaria —resumió

— Espera un momento —Tzuyu se frenó— ¿Me estás diciendo que no solo me seguiste al bar, si no que me estuvieron espiando con los binoculares y todo? — Tzuyu necesitaba entender

— Lo se... sé que suena como una locura, pero...

— No suena.... ES UNA LOCURA SANA — sentencio la morena— Resulta que mientras yo salgo a un lugar que no tenía ganas de esta y que el poco tiempo que estoy me la paso pensando en ti, tu estas con tus amigas espiándome a través de unos binoculares —la deportista agarró su abrigo.

— ¿Qué haces? —la rubia alcanzó a agarrar el abrigo— Tzu perdona, fue una locura del momento...

— Me lo prometiste Sana, me prometiste que ibas a ser sincera conmigo —como su novia no soltaba el abrigo la morena decidió salir sin el— Me tengo que ir, necesito pensar —y así como si nada Tzuyu se había ido

— Tzu.... —Sana no lograba entender como en un momento tenía a Tzuyu en sus manos y en un abrir y cerrar de ojos la morena ya no estaba

Aún en el departamento de Sana - una hora más tarde

— No se Momo. Claro que no atiende el celular si dejo todo acá —Sana le había contado lo sucedido a su amiga— Ni las llaves del auto se llevó. Estoy preocupada —Decía la rubia al mismo tiempo que alguien golpeaba en su puerta— Momo voy a tener que dejarte, están golpeando la puerta, gracias por quedarte con Yoon Ah. Nos vemos —colgó y camino a la entrada

Y efectivamente sus rezos se habían cumplido, por segunda vez en la noche Chou Tzuyu estaba parada en su entrada, pero esta vez estaba toda empapada- Tzuyu yo...

La rubia no pudo terminar de hablar, Tzuyu en un movimiento había entrado, cerrado la puerta y tenía apretada a Sana contra la misma— TU NADA SANA. TU TE VAS A CALLAR MIENTRAS YO HABLO —la morena la miraba endemoniada, la rubia sabía que la deportista iba a terminar la relación

— Te amo —pero Tzuyu la sorprendió

— ¿Qué dijiste? —preguntó la fotógrafa

— TE AMO —esta vez lo dijo mucho más fuerte. Agarró el rostro de la rubia no tan suavemente y se puso a escasos centímetros de ella— Te amo y te deseo y no me importa que aún no confíes en mí, me lo merezco, mi pasado se lo merece. Pero esta noche te voy a demostrar que mi presente no se lo merece. Te voy a demostrar que cada milímetro de mi piel te pertenece, te voy a demostrar que este —con su mano derecha agarró la mano de Sana y se la puso en su corazón— que este corazón solo late por ti... y te voy a demostrar con esta parte de mi cuerpo — movía la misma mano de la rubia y la puso en su entrepierna— esta parte de mi cuerpo solo te desea a ti —Y Tzuyu no perdió más tiempo, besó a Sana brusca pero intensamente— Sana —las miradas se volvían a encontrar— Pídemelo —exigió la morena al mismo tiempo que dejaba un pequeño mordisco en el lóbulo de la oreja de la rubia— Pídeme que te haga el amor —volvió a exigir

Sana no necesitó que se lo dijera una vez más, trato de besar a la morena, pero la otra mujer fue más rápida y la esquivo— Dímelo —Tzuyu necesitaba escucharlo

— Tzuyu no quiero... NECESITO que me hagas el amor —y esta vez la morena no esquivo el beso

Creo que ninguna de las dos se dio cuenta de cómo llegaron a la habitación. Pero cuando lo hicieron se frenaron una enfrente de la otra. Tzuyu agarró su vestido y tiró de el para sacárselo, estaba empapado. Cuando Sana trató de imitarla, la morena la frenó— Eso lo hago yo —ordenó y Sana levantó sus brazos para dejar que su chica le quitara el vestido que en este momento lo único que hacía era molestar

Ambas se miraron en silencio, admiraron sus cuerpos desnudos en silencio, es este momento las palabras sobraban. Se volvieron a unir por sus bocas. Sus manos trataban de rozar todo lo que encontraban a su paso. Tzuyu llevó suavemente a su rubia a la cama para quedar sobre ella

Sana sabía que tenía que decir algo, algo que quiera decir hace bastante tiempo, pero no encontraba las palabras ni la fuera para decirlo. Cuando por fin hablo, la voz le salió suave y pausada— Te amo

Tzuyu frenó lo que estaba haciendo y busco los ojos de Sana— Dilo de nuevo — pidió

— TE AMO —volvió a repetir la rubia sonriendo

Tzuyu agarró a Sana por la espalda y tiró de ella hasta que sus pechos sensibles se encontraron y volvió a atrapar la boca de su chica con la suya. Las manos de la morena recorrieron todo el cuerpo de la otra mujer, iban tan despacio que la rubia creyó que jamás llegarían al destino. Cuando una de ellas apretó suavemente uno de sus pechos Sana no pudo evitar que se le escapara un suave gemido— me gusta —dijo Chaeyoung

— ¿Qué te gusta? —preguntó Sana

— El ruido que has hecho —volvía a apretar el mismo lugar sacando el mismo resultado— Ese gemido... me gusta — repetía la morena

Sana no podía ruborizarse aún más, su piel había llegado al límite del enrojecimiento— Lo siento —se disculpó

— Por qué te disculpas si te dije que me gustaba, me vuelve loca. Tu voz es una de las cosas que más me gusta — explicaba Tzuyu mientras esta vez llevaba su boca hacia uno de los pezones de su novia mordiéndolo suavemente. Sana volvía a gemir— Y ya me estoy enamorando de tus gemidos también — volvía a subir para agarrar el labio inferior de su chica con sus dientes

— Mmmm —la fotógrafa no los podía contener

— Sí, así —murmuró la morena— o así —pasó muy suavemente uno de sus dedos por la entra de su novia, logrando que esta gimiera nuevamente hasta que el recorrido se frenó en la entrada y la morena suavemente entro en su chica— He pensado mucho en este momento — contaba Tzuyu mientras recorría cada parte del cuerpo de la rubia con su boca y mientras sus dedos hacían de las suyas dentro de Sana, la respiración de la rubia cada vez era más acelerada

— Tzuyu por favor —suplicó Sana, no le faltaba mucho para llegar y necesitaba que la morena acelerara los movimientos

— Todavía no mi reina —volvía a morder sus pechos- Todavía no. Tenemos tiempo. Y quiero escuchar tus gemidos una y otra vez. Aunque no quieras. Porque no podrás evitarlo —esta vez Sana gemía porque Tzuyu con su otra mano apretaba fuertemente su trasero— Quiero hacerte suspirar, quiero que tu corazón llegue al límite de velocidad, quiero que grites de deseo hasta que caigas en mis brazos —le decía dulcemente en el oído mientras agregaba más fricción en la parte inferior de su mujer

Pero Sana no pudo aguantar mucho más, luego de arquear su espalda, se desplomo en su cama sin fuerzas. Sentía como si estuviera flotando, como si no tuviera huesos que la sostuvieran. Era incapaz de hablar con coherencia, lo único que salía de sus labios eran suaves gemidos y murmullos sin sentido. Esto hasta que sintió como la morena abría aún más sus piernas y se colocaba entre ellas

— No —trato de frenarla— no creo que pueda otra vez —Sana todavía podía sentir como palpitaba el orgasmo anterior

— Claro que puedes. —Afirmó Tzuyu dejando que ambos centros se encontraran- puedes porque te amo -la morena dejaba un suave beso en la boca de su novia— puedes porque te deseo y lo vas a hacer porque esta vez lo vamos a hacer juntas —le aseguró a su novia mientras movía su cuerpo para que luego de varios intensos movimientos terminara dejándose caer encima de su mujer.

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