Capítulo 2.- Un Objeto Rubio volador Si Identificado
— Uuy usted perdone no me di cuenta, disculpe, no sabía que estaba hablando con la PUTA REINA DE INGLATERRA —le contestaba mientras hacía a modo de burla una reverencia
— A ver ya que eres tan graciosa, dime ¿Qué hago ahora? Tengo un asunto importantísimo y no me puedo presentar con esta mancha enorme en mi ropa, y tú, tu haciéndote la graciosa. YA DEJA DE REÍRTE! —se ponía como loca al ver que la coreana tenía una sonrisa en su rostro
— Uy mira se me acaba de ocurrir una idea, escucha bien eeee? Pasó uno: vuelves a tu casa. Paso dos: te cambias, ¿me oyes bien? Te cambias —y Tzuyu seguía burlándose de la rubia
— AAAAA pero que lista eres —toma aire — ¿NO TE DAS CUENTA QUE ESTOY APURADA? SOY MINATOZAKI SANA, LA FOTÓGRAFA MÁS FAMOSA DE NEW YORK. TODAS LAS REVISTAS QUIEREN QUE YO TRABAJE CON ELLOS Y HOY CIERRO UN TRATO IMPORTANTE Y NECESITO MI CAMISA DE LA SUERTE Y-
— Bueno calma calma señorita famosa y ven conmigo —decía Tzuyu mientras tomaba la mano de la chica y la tironeaba entrando a una tienda que tenía enfrente.
— ¿Qué haces? Tengo que irme llego tarde, además no creo que tú puedas pagar la ropa de este negocio, con la pinta que te cargas, mejor déjame a mí que me la...
— POR DIOS por dios —baja la voz porque nota que las empleadas la están mirando— ¿Qué nunca te callas? Tú elige algo que te sirva y métete al probador que yo me encargo del resto ¿sí? —le decía Momo que ya había perdido la paciencia con la fotógrafa-
— ¿Qué elija algo dices? Como si algo de aquí podría reemplazar a mi camisa de la suerte —decía la rubia mirando a la taiwanesa
— Bueno a ver ¿Qué tal esto? —le mostraba una remera blanca muy fina
— NO
— ¿No? Bueno está bien y ¿Qué tal esta? —esta vez era una remera negra con mangas
— Menos —contestaba Sana sin siquiera mirar la remera
— ¿y esta? —hacia el gesto pero en realidad no estaba agarrando ninguna prenda
— Tampoco
— ¡BUENO YA!, ¡ni siquiera estas mirando! —ahora si había despertado a la bestia— Me cansaste —le decía Tzuyu mientras tirando de su brazo la metía al probador— te pones esta otra camisa parecida a la que tenías y listo —salió del pequeño cubículo dejando a la rubia con la boca abierta a punto de protestar
— ESTA CAMISA NI SE PARECE A LA MÍA, ESTA CAMISA ES ES ES —decía mientras se la ponía— ES perfecta, me queda perfecta —salía del probador— oye quien diría que alguien como tu tendría buen ojo —levanta la vista buscando a la taiwanesa sin tener suerte— disculpe señorita, la morena que venía conmigo ¿donde se ha ido? —Preguntaba Sana a una de las chicas que trabajaba en la tienda.
— ¿Cuál? ¿la morena musculosa pero muy guapa, con una cola que te dan ganas de...?
— EEEE no te pases que ya entendí, ¿la has visto o no? —Sana le dice a la empleada con mala cara
—Pues sí, se fue. Pagó la camisa y se fue
Departamento de Tzuyu 11:00 hrs
— ¿acaso tú no sabes quién soy? Soy Minatozaki Sana bla blab bla —repetía Tzuyu mientras entraba a su departamento dispuesta a pegarse una ducha— pero habrá que ver la cantidad de locas que hay sueltas en la calle
Sus pensamientos fueron interrumpidos por su celular
— ¿Quién de todas será? —se preguntaba mientras miraba que en la pantalla del móvil solo se leía "chica rubia del pub" — ¡Hola hermosa rubia!
— ¡Hola preciosa! ¿Te acuerdas de mí?
— Mmmmm si claro, tu eres la chica que conocí en el pub, aquella vez —Tzuyu iba con cautela
— Pero muy bien muy bien ¿me puedes decir entonces si nos vemos esta noche?
— Solo tienes que decirme por donde y a qué hora paso por ti nena —contestaba Tzuyu con una sonrisa muy picara en la cara.
Así es, una más. Una chica más que caía en los brazos de la deportista. Nunca se aprende sus nombres, nunca más de una noche, nunca hacer el amor, solo sexo, simple y puro sexo. Ya en Europa Tzuyu había salido con toda clase de chicas, famosas, no famosas, deportistas, modelos, arquitectas, etc. etc. Su reputación de mujeriega era conocida por todas y aun así ninguna se le negaba.
— Ok bye —cierra su llamada una vez que tiene todos los datos necesarios
— Rosanne, Rosanne, Rosanne – se repetía así misma— Rosa - nne se llama Tzuyu no te olvides —se volvía a repetir pero esta vez dándose pequeños golpes en la frente— Menos mal que no se llama Minatozaki Sana la famosa fotógrafa bla bla bla —volvía a aparecer la rubia en su cabeza mientras se metía a la ducha— Ya Tzuyu concéntrate... Rosana Rosana no no no era Rosario Rosario no no uuffff ¿Cómo era?.
Estudio de fotografía de Sana 13:00
— Muy bien señores, de más está decir que exijo lo mejor de ustedes, como así también ustedes van a tener lo mejor de mí —Sana estrechaba la mano de varios señores en traje mientras estos se iban retirando del salón— Hasta pronto —los despedía.
— ¡CHAEWON CHAEWON UNA ASPIRINA URGENTE! —demandaba la fotógrafa a su asistente
— Aquí tienes Sana, ¿me puedes explicar qué diablos te pasó? ¿Por qué llegaste tan tarde? Ya no sabía qué hacer para entretenerlos
— ¿Qué me paso? ¿Qué me paso quieres saber? Una inútil me paso. Una estúpida que con su cuerpo todo marcado, su hermosa sonrisa, su sexy flequillo, sus espectaculares piernas se piensa que puede andar llevándose a todo el mundo por delante —explicaba mientras se movía de un lado al otro recogiendo cosas, ordenando papeles.
—¿sonrisa, hermosa, flequillo, piernas? ¿de qué hablas Sana, me puedes explicar mejor? —exigía Chaewon
— Nada nada Chaewon ya déjalo. ¿oye alguna novedad? ¿algún llamado? ¿Llamo Olivia o mis padres?
— No ellos no llamaron, la que si llamo fue Sooyoung , y dijo que te espera en el restaurante de siempre para almorzar —afirmaba su asistente mientras inspeccionaba su libreta de llamadas.
— ¿para almorzar dices? ¿PARA ALMORZAR? Pero Chaewon ¿Cómo me dices eso ahora? ¡Si ya es la hora de almorzar pasadas! Por dios que Sooyoung me va a matar —agarra sus cosas y sale protestando del estudio rumbo al restaurante
Por las calles de Manhattan, cerca del estudio de Sana.
— A ver a ver un buen lugar para comer comida vegetariana por aquí —se preguntaba Sana mientras miraba para todos lados para ver que podía encontrar.
Cuando gira de golpe— CUIDADOOOO — esta vez no volaron objetos sino que voló una rubia a la que Tzuyu identificaba y recordaba muy bien...
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