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Capítulo 10.- Vamos al zoológico

Departamento de Sana - Domingo bien temprano

Momo, Sana, Jihyo y Yoon Ah estaban sentadas en el desayunador esperando a la morena. La bailarina y la pequeña no paraban de hablar de lo que querían hacer en el zoo, de que animales iban a ver, etc etc. Mientras Momo sostenía su cabeza entre sus manos y miraba como Sana moviendo su pie de un lado al otro miraba el reloj de la pared a cada rato.

— Cualquiera diría que estas nerviosa Minatozaki —comentaba la japonesa que ya desde temprano comenzaba a provocar a su amiga. Le iba a hacer pagar la levantadita temprano un día Domingo

— Ayyy que pasa ¿la dominada esta idiotita hoy? Acucucu —Sana imitaba los sonidos de un bebe— la rubia estaba de muy buen humor ¿Por qué será?

Momo estaba por contestar cuando se escuchó la puerta...

— ¡YO VOY! —gritaron las Minatozaki al unísono y salieron las dos corriendo hacia la puerta para encontrar una Tzuyu que venía bastante cargada.

— ¡hola! —saludo la morena a sus rubias preferidas— ¿Me ayudas con esto? —pidió a la mayor de ellas

— Dios mío Tzuyu ¿Cuántos cafés has traído? —cuestionaba Sana. Debían de haber 8 vasos al menos

— El vaso blanco es leche con chocolate para Yoon Ah y el resto es de todos los otros tipos de cafés que vendían en el bar. Es que no se cual suelen tomar ustedes —explicaba Tzuyu sonrojada llegando a la sala.

— Chou, por esto —le dijo Momo agarrando el café negro— y solo por esto, te perdono la idea del zoológico

Jihyo le dio un fuerte abrazo y agarro el capuchino— Gracias Tzu. Y a mí me encanto tu idea

— Yo me quedo con el latte —Sana se acerca a Tzuyu tímidamente y le saca la bebida de las manos— Hola —le dice al mismo tiempo que le da un beso en la mejilla. Tzuyu se queda mirándola— y bien ¿nos vamos? —agrega la rubia mientras camina hacia la puerta moviendo exageradamente sus caderas, sentía la mirada de la morena clavada en ella.

— Momo creo que le pasa algo —Jihyo le decía a su novia mientras pasaba su mano por los ojos de Tzuyu y esta no reaccionaba

— Dale un momento para recuperarse Jihyo, cayó en la trampa del trasero Minatozaki —este comentario hizo reaccionar a Tzuyu quien sacudió su cabeza fuertemente y salió por la puerta en busca de madre e hija.

En el Zoológico

— ¡Carajo! Mis pies están matándome — Momo se quejaba mientras se sentaba en un banco enfrente de los monos

— ¿a quién se le ocurre venir al zoológico, a un paseo de 3 horas, en unas putas botas Channel? —cuestionaba la rubia al escuchar como chillaba su amiga

— ¡Cuidado con lo que hablas de mis bebes Minatozaki! ¡1500 dólares! Por ese dinero me las pongo hasta para escalar el condenado Everest, además no las insultes, te pueden escuchar y ofenderse —decía Momo acariciando una de sus botas— Espera un momento ¿3 HORAS DIJISTE? ...tenemos que caminar 3 putas horas mirando cochinos animales aparearse entre ellos...! Dios mío! ¡Señor ayúdame!

— Ya deja el escandalo amargada, porque no aprendes de tu prometida — señalaba a Jihyo que estaba con Yoon Ah y Tzuyu arrojándole maní a los monos— ella la está pasando bastante bien.

— Momoring, Sana...vamos a darle de comer a los pajaritos ahora —anunciaba Jihyo

— AHORA VAMOS CARIÑO —le hizo señas a su prometida para luego dirigirse a Sana— la próxima vez que a tu noviecita se le ocurra otra idea de estas, te voy a patear tanto el trasero que te va a quedar más colorado que a esos monos Minatozaki —con eso dicho corrió hacia su novia

— NO ES MI NOVIECITA —la corrigió Mina porque la japonesa no alcanzó a escucharla

La jaula de los pájaros no era precisamente una jaula pequeña, más bien era como una gran carpa donde las aves podían volar libremente. Estaba llena de ramas y sogas que se entrelazaban entre si

Tzuyu se acercó a la rubia— toma —le ofreció un pequeño botecito con néctar para alimenta a las aves— espero que no te lo vayas a beber como hizo Momo — Sana levantaba la cabeza y veía como Yoon Ah y Jihyo retaban a la japonesa mayor por haberlo hecho— ven acerquémonos —Tzuyu agarró la mano de la fotógrafa y la guio sin darse cuenta del color rojo que había agarrado la cara de Sana

— Bien —le dijo Tzuyu a las otras 4, incluida Momo que ya tenía su néctar de nuevo— ahora solo hay que estirar el brazo y esperar a que las aves se acerquen —explicó la morena que aún no soltaba a Sana y esta otra no tenía apuro porque lo hiciera

Sana y Jihyo tenían 5 o 6 aves comiendo cada una de sus néctar. Yoon Ah, que también sostenía el vasito de Tzuyu tenía más. La Japonesa mayor en cambio no atraía a ninguno— pajarracos de porquería, ya quisieran tener la suerte de comer de mi —se quejaba Momo— si no vienen a comer este cochino néctar voy a ir a Tokio en sus traseros ¿me oyeron? —la paciencia de la abogada no era su fuerte

— Oye si los sigues tratando así no van a venir —trataba de ayudar la morena— tienes que relajarte un poco —aconsejaba Tzuyu al ver como la japonesa rechinaba sus dientes

— Estoy relajada Chou —movía sus hombros— ¿ves? Relajada —volvió a sacudirse pero esta vez más fuertes, lo que provoco que el néctar se callera sobre sus botas— MIERDA...NO NO MIS BEBES... —lo que pasó en el momento siguiente nadie lo veía venir. Los pájaros atacaron las botas de Momo y las empezaron a picotear— SHHUUU SHUUUU —Momo trataba de espantar a los pájaros, pero más se movía mas néctar caía— SOCORROOOOO, AUXILIO, ME ATACAN LOS PÁJAROS —Momo empezó a correr por toda la carpa— AUXILIOOOOO SOCORROOOOOO...

— ¿Puedes apurarte? —le exigía la japonesa mayor a Tzuyu. Después de que el calzado de 1500 dólares de Momo no pudo ser salvado del "ataque salvaje" según la japonesa, Tzuyu se había ofrecido a cargarla hasta la tienda de regalos

— Momoring no trates mal a Tzu. Ella no tiene la culpa de lo que le paso a tus botas —Jihyo defendía a la jugadora

— No me las nombres Jihyo... las voy a extrañar tanto... ¿ahora con que botas voy a a ir a los jueves a la corte? — Lagrimeaba la abogada— Este zoológico de mierda ME LAS VA A PAGAR. Los voy a demandar por criar animales salvajes. Mis botas ¿PORQUEEEE?

— Mami ¿Por qué Tzuyu tiene que cargar a la tía Momoring y yo tengo que caminar? —preguntaba la niña que se había quedado totalmente ofendida por no ser ella la que estaba arriba de su persona favorita

— Porque tu tía Momoring es una llorona Sully por eso —a la rubia mayor tampoco le gustaba mucho la idea de que Momo estuviera arriba de Tzuyu

— ¡cállense ustedes, envidiosas! ¡Ahí esta! ¡La tienda de regalos! ¡Arre Tzu arre! —imitaba a un jinetee

— Por fin —fue lo único que pensó Tzuyu

— Momoring mira cómprate estos zapatos con un tigre adelante —Jihyo le mostraba a su novia unos horrorosos zapatos a los cuales les sobresalía una cabeza de un Tigre de bengala

La japonesa mayor veía que sus otras 2 amigas hacían fuerza para no reírse— olvídalo Jihyo no pienso ponerme esas cosas. Y es mi última decisión

— Pero que lindos zapatos Momorin ¿No sabes si vienen en 38? —la fotógrafa llevaba más de media hora burlándose de su mejor amiga

— Jihyo mírala se está burlando de nuevo —la acusaba Momo

— Déjala Momoring esta noche vas a recibir tu recompensa. Lo prometo —la japonesa mayor le saco la lengua a Sana y siguió camino contando las horas para el final del día

Ya al final del paso Jihyo y Yoon Ah, que iba de la mano de Tzuyu, se adelantaban rápidamente hacia el sector de los pingüinos. Momo y Sana, que no le sacaba la mirada de encima a la deportista, iban más retrasadas.

— Si la sigues mirando así la vas a gastar —Momo llamaba la atención a su amiga

— Momo no empieces —Sana advertía a la abogada

— En serio Sana. No puedes negarlo. Te trae loca la basquetbolista, y no me mires así —la apuntó con el dedo al ver la mirada que recibía de su amiga

— Nunca nos hemos ocultado nada entre nosotras Sana ¿cierto? —La rubia asintió— entonces, dime que está pasando por tu 1 cabeza Sana. Dime que no te mueres por comerte ese bomboncito musculoso. Y no me digas que es por Sooyoung, por que la bruja y tú no tienen nada en común

— Con Sooyoung tengo alguien seguro Momo, ella me recuerda que no estoy sola —Sana trataba de explicar lo inexplicable

— Sana no te puedes conformar con eso, tienes la posibilidad de amar y ser amada ¿Por qué la vas a dejar pasar? - modo sensible activado

— Es...es miedo Chou Tzuyu no es mujer de una sola chica. Tú misma has visto como hoy la han mirado al menos 6 07 desconocidas —la rubia no podía evitar sentirse celosa al recordar como varias de esas mujeres le habían coqueteado a Tzuyu

— Si lo vi Sana, pero ella no le prestó atención a ninguna. Toda la mañana lleva preocupada porque lo que tú o tu hija quieren. Carajo Sana le acaba de comprar otro peluche a la niña —señaló al nuevo Flan esta vez rosado que sostenía Sana— solo porque el pequeño demonio le hizo caritas ¿y a ti? A ti no te saca los ojos de encima

— No se Momoring No sé yo...

— MAMI MAMI —Yoon Ah venia corriendo hacia su madre— dice Tzuyu que me agarres fuerte de la mano porque ella va a hablar con el señor de los pingüinos

Sana agarro a su hija y levanto la mirada para encontrar a Tzuyu hablando con un señor de unos 40 y pico años según sus cálculos. Parecía que le estaba diciendo algo importante porque Tzuyu lo escuchaba atentamente con su cabeza abajo y asintió a todo lo que el hombre decía. La rubia pudo ver como Tzuyu se secaba una lagrima y el hombre la abrazaba durante un segundo para luego dejarla ir. Cuando Sana se dio cuenta que la morena se movía hacia ellas, se hizo la que no había visto la situación

— ¿estas lista para ver el Pingüinito bichito? —le preguntaba Tzuyu a Yoon Ah mientras le agarraba una de sus manos. La niña sin dudarlo agarro con su mano disponible la mano de su madre y las tres se dirigieron al estanque donde Robert, el señor pingüino las esperaba

— ¿Momoring estás pensando lo mismo que yo? —pregunto Jihyo a su prometida mientras veía la escena que tenía enfrente

— Si amor, exactamente lo mismo — contestó la abogada dándole un corto beso a su futura esposa— pero me temo que va a pasar un tiempo para que estas dos se den cuenta —le dio la mano a Jihyo y caminaron hacia donde estaban los demás

— ¿conocerlos? Yo diera más bien que ellos salvaron mi vida. Gracias a Huan y Mei hoy soy lo que soy. Ellos me ayudaron a salir adelante con mi adicción al juego y bueno aquí estoy — levantaba los hombros— déjeme decirle una cosa señorita...

— Minatozaki —agregó Sana

— señorita Minatozaki esa mujer que está allí —señaló a Tzuyu que en este momento estaba muy ocupada tratando de evitar que Yoon Ah se tirara al estanque a nadar con Junior— esa mujer que está allí, podrá parecer muy fuerte, podrá parecer que nada ni nadie puede hacerle daño, pero cuando la miro, aún sigo viendo a aquella jovencita de 15 años que no se movió del lado de la tumba de sus padres durante todo un día. Aquella jovencita destrozada que se fue a Londres en uno de los peores momentos de su vida.

— Disculpe ¿y usted porque me está diciendo esto a mí? —preguntó Sana que todavía seguía pensando en las palabras del hombre

— Porque puedo ver como usted la mira. Puedo ver como ella la mira a usted y no quiero que Tzuyu sufra. Así que si me deja darle un consejo Sana. Cuando llegue el momento, que yo sé que va a llegar, tome el corazón de esa muchacha y cuídelo, dedíquele tiempo, mímelo, disfrútelo, amelo, pero sobre todas las cosas, amelo y le aseguro que esa señorita la va a hacer la persona más feliz de la tierra —y así se fue al estanque a contarles la alimentación de Junior entre otras curiosidades

"amelo" "amelo" esa palabra retumbaba por los oídos de Sana

Después del zoológico - Departamento de Sana

— ¿porristas? ¿Las tres? —preguntaba Tzuyu curiosa ante las historias que estaba escuchando del trió. Después del zoológico había decidido volver a la casa de la fotógrafa a comer algo. Yoon Ah había caído rendida en los brazos de Tzuyu nuevamente y ahora quedaban solo las cuatro mayores.

— Oye no sé porque suenas tan sorprendida Chou —agregaba Momo que estaba sentada enfrente de Tzuyu y al lado de Jihyo— podría patear tu trasero en cualquier momento. Además en esa época no había nadie que no nos tuviera miedo. Aquí como la vez a esta rubia con su carita angelical —la japonesa mayor señala a Sana que estaba sentada una silla al lado de la deportista— levantaba un dedo y tenía a toda la escuela a sus pies.

— No no. Si eso no lo pongo en duda — miro a la rubia— cuando quieren las dos Minatozaki pueden conseguir lo que quieran

— ¿y tú? —preguntaba Sana a Tzuyu

— ¿y yo que? —preguntaba la morena sin sacarle la vista de encima al rollo de sushi que estaba por meterse a la boca

— ¿Digo...como eras tú en el colegio? —Sana sabía que se estaba metiendo en terreno delicado pero no podía evitar querer saber sobre la vida de Tzuyu

Para sorpresa del resto Tzuyu no tardó en responder. Ni tampoco lo hizo dubitativamente

— Mmmm muy normal de hecho. El primer año aquí en New York no fue nada especial, solo me dedicaba a jugar básquet, frecuentar fiestas de vez en cuando y lo que se suele hacer a esa edad. Sin embargo luego del accidente de mis padres fue distinto. Después de un tiempo me fui a vivir a Londres y me gradué allí

— ¿Tienes novia? —de la nada Jihyo sorprendió con la pregunta

— Jihyo —la retó Sana— ni siquiera sabes si a Tzuyu le gustan las mujeres — mintió Sana porque la verdad era que desde que supieron el nombre de la morena habían googleado todo lo que pudieran de ella

— Soy gay desde que tengo razón de ser. De hecho mi madre solía decir que desde el parto ya coqueteaba con las enfermeras —recordaba Tzuyu con una sonrisa— Y no. No tengo novia — agregó la morena

— ¿Tus padres sabían? —esta vez era Momo la que sentía curiosidad y preguntaba

— ¿Mis padres? Jajá si por supuesto. Todavía me acuerdo el día que les dije "Mama, papa creo que me gustan las mujeres" tenía 14 años —contaba con toda naturalidad

— ¿Y que dijeron? —a esta altura todas estaban metidas en el relato

— Jajaja —reía Tzuyu. Nunca podía olvidar ese día— Se miraron como diciendo "chocolate por la noticia" y luego mi padre me pregunto ¿creo dices? ¿Cómo que creo? Los mire y les dije que creía que me gustaban las mujeres porque despertaban cosas en mi pero que aún no había estado realmente con ninguna

— ¿Y? —preguntó Sana para que la morena siguiera con el relato

— Y esa noche me llevaron a un club de strippers —contó como estuviera leyendo un puto cuento

— ¿QUEEEEEE? —esta vez fueron las 3. Sana casi se atraganta

— Eso. Me llevaron a un club de strippers —Tzuyu sonreía ante la reacción de las otras. Le encantaba contar esa historia porque siempre ocasionaba el mismo impacto. Lo cierto era que sus padres fueron geniales

— ¿Y? —ahora era Momo

— Veredicto final de esa noche: 100% GAY —concluyó Tzuyu orgullosa

— ¡Amen hermana! —agregó Momo y le puso la mano a Tzuyu para chocar los 5. Obviamente fue correspondida

— De hecho luego de mi primera vez, ¿saben que hicieron mis padres? —le preguntaba la morena a las otras 3 que la miraron curiosas sin saber que esperar

— Me organizaron una fiesta jajá, había un cartel gigante que decía "FELICITACIONES". Mis padres eran todo un espectáculo. Jamás tuvieron problemas con esas cosas, para ellos hablar de sexo era como si estuvieran hablando de la cirugía del día anterior que mi padre o de la nueva obra de mama. —esta vez Tzuyu agacho la cabeza tristemente. Cuando le venían muchos recuerdo de golpe le era difícil manejarlos— ¿puedo pasar al baño? — pregunto a la rubia dueña de la casa

— Si si claro ya sabes a donde es ¿cierto? —Sana se dio cuenta de que Tzuyu necesitaba unos minutos a solas

La basquetbolista asintió y se perdió en el pasillo

— Guaaaaa —decía Momo— ¿y yo que pensaba que mis padres eran geniales por haberme aceptado sin ningún berrinche? —En ese momento el celular de Tzuyu empezó a sonar

Sana lo tomó y vio que en la pantalla decía "Rubia bar de los Domingos" y sin pensarlo dos veces atendió

— Hola —contestó Sana sin hacer caso a las miradas de reproche de sus amigas

— Hola morena preciosa ¿sabes cuánto estoy extrañando tus manos? Ya va siendo hora de que me recuerdes como se siente un buen orgasmo ¿nos vemos esta noche cierto? —preguntaba de forma sensual la voz del otro lado del celular

Sana al escuchar sonidos del baño corto la llamada. Pero ya era tarde lo que había escuchado despertó el monstruo verde de los celos de Sana

— Bueno será mejor que me vaya, mañana empiezan los verdaderos entrenamientos. Estamos a un mes del inicio del torneo —Tzuyu les contaba a las chicas tratando de olvidar el tema de sus padres

— SI claro seguro te iras a descansar ¿cierto? —Sana preguntaba sarcásticamente

— Mmmm —Tzuyu miraba a la pareja a ver si estaba todo bien para luego volver a dirigirse a Sana— si a descansar ¿estás bien? —preguntaba la morena al ver la cara de pocos amigos de la fotógrafa

—!Yo estoy perfecta, de hecho creo que voy a llamar a Sooyoung para ver si quiere darme un buen orgasmo esta noche —Ni Sana podía creer lo que estaba diciendo. Trataba de esquivar la mirada de Momo

Tzuyu al escuchar Sooyoung y orgasmo en la misma oración no dudo en hablar— Bien por ti, solo trata de que no esté Yoon Ah cerca. No quiero que traumes a la niña

— ¿perdón? ... ¿tú me vienes a dar consejos de madre a mí? No soy yo la que seguramente anda de cama en cama espantando a vaya saber cuántos hijos de madres solteras de esas con las que te acuestas a diario. "Chica Domingo"

— Oye cuidado con lo que dices —La apunta con el dedo

— No voy a tener ningún cuidad. Te lo advierto Tzuyu no quiero que Yoon Ah conozca a ninguna de las zorras con las que te acuestas. Porque si no olvídate de ella. No quiero que Yoon Ah se convierta en alguien como tú —Sana se dio cuenta apenas las palabras salieron de su boca que se había pasado. Eran los celos los que estaban hablando por ella

— Tzuyu...yo yo lo siento no quería... —trato de disculparse rápidamente

— Déjalo así Sana ya entendí —agarró su chaqueta— será mejor que me vaya. hasta luego —saludo a Momo y Jihyo para luego dirigirse a la puerta

La otra rubia se quedó esperando un saludo que nunca llego

— Paso por Yoon Ah a la salida del colegio. Si te arrepientes por favor mándame un mensaje —Fue lo último que dijo antes de abrir la puerta y salir

— Tzuyu... —murmuró Sana pero ya era tarde.

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