Capítulo 38-. Un verdadero zoológico
— Una de dos, o dejo de encontrar material prohibido o busco otra forma de destruirlo —Sana había descubierto lo peligrosa que se ponía la tarea de eliminar todo rastro de la obsesión por las revistas y los vídeos de su novia cuando la última fogata que hizo casi se le sale de las manos. Una vez hecho el trabajo sucio tenía todas las intenciones de irse a la piscina, mejor dicho, que tirarse bajo el sol durante un tiempo largo. Por más que no quisiera hacerlo tenía que darle la razón a su amiga, necesitaba un poco de color para luci el vestida de la fiesta de mañana— Estúpida Momo y su idea de usar ropa blanca —Se acordó de la mayor apenas se disponía a elegir su bikini. Se había comprado dos, uno blanco y uno negro. Los dos colores con los que Tzuyu se perdía automáticamente— Vamos a ver Chou Tzuyu cuanto tiempo puedes seguir prestándole atención a tus cuatriciclos cuando me tengas así —La regla era muy clara...si Sana quería atención. Sana la tenía. Y esta no iba a ser la excepción, la rubia quería que su novia tuviera todo el tiempo arriba de ella, tocándola, mirándola, celandola, lo que sea con tal de tenerla para ella. Se podía decir que Sana estaba antojada de su novia y cuando una mujer tiene un antojo es un pecado no saciarlo— Por ser el primer día, no voy a ser tan mala y me voy a poner el negro —Hablaba con ella misma— No quiero que sufra tampoco —La rubia tenía tenía claro que, si Tzuyu descubría el color blanco en sus prendas interiores o en este caso en el bikini, era muy probable que Sana no saliera sana y salva de la situación.
— No creo que a mami Tzu le guste que uses ese bikini mamá —Yoon Ah aparecía sin aviso dentro de su habitación haciendo que su madre pegará un pequeño salto.
— ¡YOON AH! Me asustaste —Le decía con una mano en el pecho— Además estoy segura que si le va a gustar —Sana lo tenía todo calculado— ¿Por qué dices que no? —No le iba a venir mal la opinión de su hija.
— ¿Te acuerdas la vez que fuimos las tres a la plaza y un chico dijo algo sobre tu parte de atrás que no me quisieron decir? —Le preguntó la niña.
— Si me acuerdo pero que tiene que ver con...
— ¿Qué le pasó al chico? —Volvió a preguntar.
— Tzuyu le tiro un pelotazo en la cara —Contestó Sana— Aún así, no entiendo que tiene que ver con bikini —Cangurito preguntón.
— Tzuyu le tiró las palomitas al piso y le volcó el vaso de gaseosa sobre la cabeza —Iba entendiendo el punto de su hija.
— Y cuando el mozo de aquel restaurante te dejó su número de teléfono arriba de la mesa ¿Qué hizo? —Yoon Ah quería que su madre hiciera memoria.
— Casi lo hace despedir —Como olvidar ese día.
— Y cuando...
— YA YA...mira cariño —Sana se agachó al nivel de su hija— Cuando tú seas grande vas a conocer a alguien que te va a traer loca —La niña miraba con atención— Y vas a querer llamar la atención de esa persona...como tú con Yuri por ejemplo —La fotógrafa encontró la forma de explicarle— ¿Que haces cuando quieres que Yuri te presté atención? —Puntualizó.
— Nada —Contestó simplemente.
— ¿Cómo que nada? —No podía creer la sencillez de su hija.
— Mami Tzu dice que nosotras nunca vamos a las damas...las damas vienen a nosotras —Recitó.
— ¿Con que eso dice? —Por su puesto que Tzuyu va a decir eso.
— ¿Qué haces mamá? —La niña vio como si madre dejaba el bikini negro y tomaba el blanco.
— Vamos a ver quién viene a quien cariño —Se metió al baño a cambiarse— Que la sufres la sufres morena —Murmuró.
Cuando Sana salió del baño vestida ya con su traje de baño vio a su hija sentada en la punta de su cama— Cangurin...
— No me digas así...
— Yoon Ah —Corrigió— ¿Necesitas algo? —La presencia de su hija la estaba poniendo nerviosa.
— Si...quiero ir a trabajar con mamá en el cuatriciclo —Le dijo.
— Cariño sabes que a ti madre le va a encantar eso, no veo el problema —En verdad no lo veía.
— No hay problema, solo que...solo que quiero usar ropa como la que está usando ella —Tzuyu se había puesto su antiguo overol azul— y...¿Crees que se va a enojar si me pongo uno de ella? —La morena tenía de varios tamaños.
Sana no pudo evitar sonreír ante lo delicada que era su hija con la situación de su novia— Creo que la va a hacer muy feliz. Porque mientras yo me terminó de cambiar, tú no lo bas a buscar y yo te ayudo a ponértelo —No terminó de decirlo que su hija ya había desaparecido— Bueno ahora somos tú y yo —Le hablaba al bikini— Contra mi hija y un cuatriciclo —La batalla no iba a ser nada fácil— Por suerte tenemos refuerzos —Se tocó sus pechos y se miró al espejo— ¡Pan comido! —Era más que evidente que Tzuyu iba a perder la batalla. Sana se puso un vestido de día, agarró sus lentes de sol y ayudo a su hija a ponerse el pequeño overol. Le quedaba un poco corto de las piernas, pero no importaba— ¡Mírate! Eres una mini mecánica —Le dijo entusiasmada— ¿Vamos? —Le tendió la mano a su hija.
— Espero que nadie salga lastimado _Le dijo Yoon Ah a su madre agarrándola de la mano. La pequeña aún recuerda la vez que Tzuyu le pegó una pared.
Apenas pisaron el césped decidieron pasar primero por la piscina para que Yoon Ah le mostrar a sus tías su nuevo conjunto. Al parecer Jeongyeon y Chaeyoung disfrutaban salpicando a las demás porque Sana podía escuchar los gritos amenazadores de Momo hacia ellas. Las otras cuatro chicas estaban acostada cada una en sus respectivas reposeras. Las sillas apuntaban al garaje donde alejada de la piscina, pero perfectamente visible estaba su novia— ¡Mierda! —Sana empezaba perdiendo la pelea a medida que se acercaba lidia ver más de cerca como Tzuyu le hacía un perfecto homenaje a una chica calendario. Producto del calor, al parecer, la morena se había bajado la ropa de trabajo y su parte superior solo estaba cubierta por un top negro. Toda sudada y manchada con, lo que parecía ser grasa de moto, Tzuyu estaba lista para una jodida sesión de fotos según el punto de vista de la artista ¿Cómo alguien que usaba solo un cochino trapo azul se podía ver han condenadamente sexy?.
Y la respuesta se la dieron sus amigas— ¡Demonios!. Si tan solo pudiera ser esa moto para que al bomboncito me metería mano —Ninguna de las chicas se había dado cuenta de la presencia de las Minatozaki.
— Quince minutos más mirándola y Tzuyu me va a hacer recordar porque soy gay —Aseguró Nayeon.
— Si tan solo Sana nos dejara tocar ese estómago —Mina no se quedaba atrás— Dejaría de pensar que es una ilusión óptica —Obviamente la poca roba de Tzuyu en su parte superior dejaba ver lo mejor de ella.
— ¡Que lo haga de nuevo! —Jihyo pedía algo y Tzuyu sin querer se lo concedían. La deportista se agachaba paga mirar la parte inferior del cuatriciclo dejando a la vista de las chicas su segundo mejor atributo.
— Definitivamente me quedo con su trasero —Cuadritos versus trasero. Al parecer la japonesa elegía lo segundo.
En ese momento Tzuyu destapaba una botella de agua y se la echaba desde la cabeza. Su novia era una jodida provocadora.
— ¡DIOS MÍO!. Si yo fuera gota de agua... —Este era el último comentario que Sana iba a permitir.
— ¿PUEDEN DEJAR DE MIRAR A MI NOVIA? —Cuál de las cuatro saltó más alto.
— ¡SANA! —Dijeron a la vez.
— Mira que eres jodida rubia hueca. Casi me matas de un susto...¿Y tú de qué te ríes ratita?...¿Otra mecánica? —Momo ya se había dado cuenta del atuendo de su sobrina.
— Quiere trabajar con su madre —Le explicó Sana sin sacarle la vista de Tzuyu que ahora estaba metida debajo de la moto.
— ¿Podemos seguir con la función? —Alguien que le explique a Jihyo que no está en el cine.
— Yoon Ah dile a tu madre... —La fotógrafa se agachó y le dijo algo en el oído a su hija.
La pequeña salió corriendo tal cual paloma mensajera. Cuando llegó cerca de su madre, la morena pudo ver dos piecitos esperándola. Salió de debajo del vehículo para encontrarse con su hija— ¿Te aburriste de la piscina can...? Pero mira que tenemos acá —Tzuyu le agarró la mano a su hija y le dio una vueltita— ¿A qué se debe este atiendo señorita bichito? —Ya se lo imaginaba.
— Quiero ayudarte —Le confesó.
— ¿En serio? —La pequeña asintió con su cabecita— Pero te falta algo aún —Le dijo.
— ¿Qué? —Yoon Ah se miró de pies a cabeza.
— Esto —Tzuyu le pasó una mano engrasada por la cara dejando una buena parte de ella manchada— ¡Ahora si! Ven que te enseño —Empezaba las clases de mecánica parece.
— Antes tengo que darte un mensaje de mamá —La pequeña señaló hacia la piscina.
Cuando la morena miró, vio como su hija estaba discutiendo, o eso creo ella, con sus amigas— Dime bichito.
— Tzuyu: súbete el overol —Le informó tal cual lo hizo su madre.
En la piscina Sana trataba de hacerle entender a sus amigas que su novia no era la estrella de una puta película porno.
— ¡Mamá! —La paloma mensaje volvía— Tengo un mensaje para ti —Anunciaba.
— A ver —A lo lejos vio a Tzuyu mirándolas.
— Sana: no quiero tengo calor. Te amo —Terminó.
Yoon Ah volvía a correr en dirección a sus más reciente madre y a escasos centímetros de llegar pegó un salto— jajaja sabía que ibas a hacer eso —Le dijo Tzuyu alejándola— ¿Otro mensaje? —Quería darle tiempo a la niña para que se recuperará de la corrida y del salto.
— Tzuyu: esta sería tu tercera advertencia en la lista "lista de sillón" y tres advertencias equivalen a...
— Una noche en el sillón —La morena terminó el mensaje de Sana y tragó saliva.
— Tengo otro mensaje —Le dijo Yoon Ah— Bomboncito: no le hagas caso a la amargada de tu novia, mientras menos ropa mejor —Ya sabemos quién era el remitente.
— Dile a...
— Espera me falta uno —La interrumpió la niña— Tzu: nuestra habitación es la segunda a la derecha —Jihyo ofrecía alternativas.
Esta vez llegaba al grupo de la piscina, donde estaba su otra madre, caminando. La pequeña se estaba agotando. Miró a su madre y dijo— Sana: tú te lo pierdes. Te amo —Esa si que la rubia no la vio venir— Momo: Sana definitivamente no es amargada. Espero me entiendas —Sana giraba los ojos ante ese mensaje— Jihyo: gracias por la oferta, pero prefiero el sillón —Fin de los mensajes.
La cara con la que llegó el bichito hasta la morena no era la mejor. La estaban poniendo de mal humor— Tzuyu: te voy a dar una última oportunidad para que te subas el overol...Bomboncito: ¡Bien hecho!...Tzu: los pechos de Moguri son más cómodos que el sillón —La pequeña no había tomado ni aire. Directamente lo dijo todo corrido.
Cuando Sana vio que su hija volvía había ella y que su novia seguía semi desnuda supuso que el mensaje no era positivo— ¿Y ahora? —Le preguntó a la mini rubia.
— Amor: no tengo miedo, he amo. Momo: lo sé. Sana: aún sigo prefiriendo el sillón —Informó— No quiero jugar más a esto —Dijo la mira tirándose de panza en una de las reposeras.
Tzuyu siguió de cerca el trayecto de su hija sonriendo, desde que se fue quejándose por tener que llevar un mensaje más hasta que se tiró en la reposera— Vamos a ver cuál será tu siguiente carta Minatozaki —Murmuró al mismo tiempo que veía como Sana caminaba por el borde de la piscina y se frenaba justo en una de las puntas— ¿Qué hace? —Lo que Tzuyu no se esperó fue el poker de reyes que puso su novia sobre la mesa. Cómo si fuera una puta escena de película, la artista había agarrado el borde de su vestido y poco a poco lo fue subiendo dejando ver la parte de debajo de su diminuto bikini blanco— ¡DEMONIOS! ¡SANA! ¡YA ME LO ESTOY SUBIENDO! —La morena pasaba sus brazos por las mangas de su ropa de trabajo— ¡SANA! ¡MIRA! YA ESTA, ESTOY VESTIDA —Subió el cierre de la ropa.
— ¡BUUUUUU! —Abuchearon desde la piscina.
—¡!DOMINADA! —Le gritó Momo
— ¡MORMONAL! —Le gritó Yoon Ah que al parecer había adquirido un nuevo concepto, con error, pero nuevo al fin.
La rubia frenó el vestido justo antes de que pasará por su cabeza. Miró a su chica y le hizo la sonrisa más maliciosa que Tzuyu había conocido hasta ahora. Y fuera vestido...
— ¡FIUUUU FIUUUU! —Silbidos de Jeongyeon.
— ¡CÁSATE CONMIGO MINATOZAKI! —Esta era Chaeyoung.
— ¡QUE GOD JIHYO BENDIGA LOS PECHOS DE SANA! —Al parecer la bailarina tenía su propia deidad.
— ¡HAZME TUYA! —Momo se unía a las provocaciones.
— ¡TENGO HAMBRE! —Ante no decir nada Yoon Ah prefirió agregar algo.
Pamela Anderson corriendo con flotador en la mano hacia la playa era insignificante al lado de lo que Sana iba a hacer. La rubia retrocedió varios pasos como tomando impulso y frenó para volver a mirar a su novia, la morena estaba exactamente paralizada en el mismo lugar que cuando sana la miró desafiante la primera vez. Y la rubia corrió, lentamente, pero corrió ante la atenta y penetrante mirada de su novia...¡SPLASH!...Un 10 fue la puntuación del clavado que hizo. No salió a la superficie hasta tocar la otra punta de la piscina. Gracias a Dios por esos años en las porristas.
Salió de debajo dela agua con una sonrisa triunfante. Definitivamente había ganado la batalla, la guerra y rodó lo que se le ocurriera. Se apoyó deen la pared y miró a sus amigas, pero las encontró mirando hacia el frente de nuevo — ¡DIOS! —Lo primero que pensó es que Tzuyu había osado de volver a desnudarse, pero antes de poder asomarse algo saltaba por arriba de ella.
Sin perder el tiempo apenas vio el clavado de su novia Tzuyu corrió hacia el agua y no dudó en meterse. Ese cuerpo le pertenecía.
— ¡EL AGUA! —Se quejaba Momo que ni siquiera se había metido a la piscina. Por lo visto la deportista no había perdido el tiempo en sacarse la ropa.
A la morena poco le importaron las protestas, localizó el par de ojos marrones que la estaban mirando y había ella fue.
— Ni se te ocurra acercarte —Sana iba a jugar a la difícil. Salpicó a su novia tratando de detenerla, pero la morena a la fiel imitación de Terminator siguió avanzando sin sacar la vista de su objetivo— Tzuyu —Esta vez la salpicó con todas sus fuerzas— Te lo advierto. El sillón va a ser tu cama durante todos los días —Apenas llegó la frenó con sus brazos.
Tzuyu esta vez no estaba jugando, agarró los brazos de su novia y los subió arriba de su cabeza sosteniendolos fuertemente en ese lugar— No voy a necesitar una cama para hacer lo que quiero hacer —Le dijo sin dejar de mirarla a los ojos. Sana seguía forcejeando, pero evidentemente la morena era más fuerte— ¿Tienes idea de lo que acabas de hacer? ¿Tienes idea de lo jodidamente sexy que eres? —Preguntó— Así fuera en el sillón trescientas noches más, tú de esta piscina no sales hasta que yo lo permita ¿Lo oyes? —Sana no podía distinguir los tres colores que caracterizaban los ojos de su chica, ahora mismo parecían de un rojo intenso.
— No te tengo miedo Chou —Pero deberia, la deportista agarró ambas manos de su novia con la mano izquierda de ella y sin dejar pasar más tiempo atacó la boca de su novia con un beso iata nada sutil.
— Creo que es mejor que llevemos a Yoon Ah a comer algo —Mina fue la primera en darse cuenta de la tensión sexual.
— ¿En lo mejor de la película? —La bailarina decía.
— Vamos cariño. Después de todo el bomboncito ya manchó el agua —Momo sabía que era hora de tocar retirada. El grupo fue desalojando el lugar uno por uno.
Cuando Tzuyu soltó los brazos de Sana, la fotógrafa aprovechó y bajó el cierre de la ropa de su novia— ¡Sacatelo! —Ordenó. Y sin tener las fuerzas para desobedecer a su reina, la morena sacó de la piscina el overol— Escúchame bien Chewy — Sana agarró la cara de su chica— No quiero juegos, no quiero provocaciones, no quiero interrupciones, solo quiero que de una puta vez entres en MI —Sus deseos eran órdenes.
— ¿Así? —Tzuyu ya lo había hecho. Espero a que la rubia se acomodará y luego empezó a mover su mano. Su otra mano ya están haciendo de las suyas con uno de los pezones de la rubia— Ni te das una idea de lo bien que se siente...delo mucho...Dios...De lo mucho que me gusta tenerte así...a mi disposición —Mientras sus dedos seguían tocando todos los botones justos, su boca dejaba rastros doquier.
— ¡HAZLO CON GANAS! —Sana necesitaba más. Y lo que pide lo tiene. Tzuyu agregó más— Mmmm...¡Eso!... ahí...¡DIOS TZUYU! —Sana no pudo sostenerse más, dejó que su morena aguantará su cuerpo— Fal...Falta poco —Murmuró apretando los dientes.
— Un poco más —Pidió la morena.
— Ufff...No...creo...que qué pue...da —Entre los viajes de su novia y las interrupciones Sana no podía aguantar más. Aún así, trató, con sus manos se aferró a la fuerte espalda de Tzuyu mientras reprimía sus gritos mordiendo el hombre de la mujer que estaba a punto de darle un nuevo orgasmo.
Mientras tanto en la cocina.
— ¿Qué fue eso? —Yoon Ah escuchó un fuerte grito.
Todas sus tías se miraron entre si— Debe ser un animal salvaje —Lo primero que le pasó a Jeongyeon por la mente.
— ¿En serio? —Eso no espantaba a Yoon Ah para nada— ¿Un tigre? ¿Un león? ¿Qué? —Por supuesto que siendo hija de Minatozaki Sana va querer saber cuál es el jodido animal.
Miraron a Jeongyeon para que las sacará del lío que las metió— Pero a mí me parece un oso —Dentro de todo era el mas probable.
— Moguri —Jihyo se acercaba al oído de su futura mujer— ¿A caso el oso acaba de tener un orgasmo? —La bailarina había identificado perfectamente el origen del grito.
— Si Jihyo —Afirmó su prometida— El oso la pasa estupendo mientras nosotras tenemos que responder las millones de preguntas que hace la ratita —Evidentemente Momo quería estar en el lugar del oso.
— ¡Voy a ver! —La pequeña se bajó de su silla.
— ¡Tu no vas a ningún lado! —Momo alcanzo a agarrarla— A ver si te ataca el oso —La originalidad era algo pendiente en el grupo.
— ¿Y si ataca a mis mamás? —La niña se preocupaba.
— ¿Quién va a atacar a quien? —Sana entraba a la cocina temblando.
— ¡MAMI! ¡HAY UN OSO CERCA DE AQUÍ! —Decía el cangurin.
— ¿Un oso? —Sana no entendía nada.
— Bueno eso creemos por el RUIDO que escuchamos —Le remarcó Nayeon.
La rubia de color tomate por favor que hable— Eeeee... —Si la traga la tierra ahora es un buen momento
— Tenemos que decirle a mami Tzu —La niña intento irse de nuevo. Nada cobarde la cangurin.
— Tú te quedas aquí —La volvió a frenar Momo.
— No te preocupes cariño...ahora le digo...pero antes necesito que me pasen el botiquín —Sana señalaba una puerta cerca de Chaeyoung la chica se levantó a buscarla.
— ¿A caso el oso atacó a Tzuyu? —Le preguntó en voz baja la japonesa mayor a su ex capitana.
— Le dejo marcada una garra —Se refería al rasguño de sus uñas en la espalda de la morena— Y le clavó los dientes en el hombro —Peligroso el oso.
— Ahora veno —Sana se fue a hacer de enfermera una vez más.
— !voy contigo! —Insistió la niña.
— !QUE TE QUEDAS CONMIGO! —Otra vez Momo se lo impedía.
— Bueno al menos ahora sabemos quién gana entre el ojo y la bestia ¿No? —Concluyeron.
— Moguri —Nuevamente la bailarina se acercaba a su novia.
— Dime cariño —La autorizó.
— Tengo ganas de jugar al zoológico...
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