Miles de excusas pasaron por la mente de Isabela, el cruzarse con un gato, el tráfico exagerado, un desmayo, en fin, al ver la cara de su madre, sabía que, aunque hubiera llegado con una pierna rota igual Sara la terminaría regañando.
—Mamá, buenas noches, te traje algo de pizza, he... ¿quieres que te la caliente?
Un silencio abismal se apodera de la casa.
—¿Qué hora es Isabela? —pregunta Sara conteniendo su enojo.
—Las diez. —responde Isa apenada.
—¿Y a qué hora te dije que regresaras?
—A las ocho en punto.
—¿Y por qué diablos regresas dos horas después?
—Mamá, es que me entretuve con las chicas y...
—¡Mentirosa! ¡no me trates de ver la cara de estúpida! —grita Sara haciendo que Isabela brinque de miedo.
—¿Dónde estabas?
—Ya te dije... estaba con
En eso Sara se para delante de su hija y le da una bofetada tan fuerte que le saca la sangre de la nariz.
—Camila me habló por teléfono llorando, me dijo que lamentaba haber sido tu cómplice, confeso que nunca te pusiste de acuerdo con ella para ir a comer, que fuiste a ver a un amigo tuyo a un partido de futbol, no puedo creer que ella tuviera más valor que tú.
—¿Qué? ¿ella te dijo eso? —pregunta Isa llorando.
—¿Por qué demonios me mientes? ¿Quién es ese amigo tuyo? ¿desde cuándo le mientes a tu madre para escaparte con un muchacho?
—¡Perdóname mamá! No quise mentirte, te juro que no hice nada malo.
—¿Tú crees que te voy a creer? ¿enserio fuiste a verlo jugar? Jajaja si como no, ¿dejaste que te manoseara? ¿es tu novio? ¿he?
¿Qué? ¡no! ¡Solo somos amigos! Fuimos con su mamá a comer pizza, todo el tiempo estuvo con nosotros.
De pronto unos toquidos llaman a la puerta, se trata de Kevin y Dany.
—Hola Sara, Vine a traer a Dany mañana tengo una cita con el doctor y estaré todo el día ahí y... —Kevin escucha los sollozos de Isabela y se da cuenta que algo está pasando al ver la cara de Sara y añade. —¿Esta todo bien?
—¡Si! esta todo bien. —responde Sara malhumorada.
—No creo que este todo bien. —Kevin entra a la casa junto con Dany el cual corre a la cocina.
—¿Bel? —Dany mira a Isabela limpiarse las lágrimas mientras retiene la sangre de la nariz con un pañuelo.
—¿Qué paso? ¿mi mamá te pego otra vez? —pregunta Dany histérico.
—Déjame en paz, no me siento muy bien. —responde Isa apenada al ver Kevin en la sala.
—No puedes pasarte a mi casa, así como así. —reclama Sara enojada.
—Tienes razón, pero no puedes pegarle a tu hija de esa forma ¿Cuándo vas a cambiar tu carácter? —Expresa Kevin indignado.
—Ella me mintió, dijo que iría a comer con sus amigas y se fue con un muchacho quien sabe a dónde.
—Estuvo en Ayula Pizza, la vi entrar mientras salíamos, Dany no la vio, pero yo sí, estaba con tres chicos y la madre de alguno de ellos, a mí no me parece un lugar para hacer quien sabe que cosas como insinúas tú.
—Ella no tiene permiso de tener novio y lo sabes.
—¿Y qué tal amigos? ¿tampoco de eso tiene permiso? respeto que no le permitas tener una relación, pero créeme cuando te digo que no se trataban como novios, ella estuvo todo el tiempo con la mujer que los acompañaba.
—¿Ahora vas a decirme como educar a mi hija?
—No, pero piensa en esto, quizá no fue sincera contigo porque no te tiene confianza.
—¿Qué?
—La tratas con dureza casi todo el tiempo y te la pasas restringiéndole cosas y presionándola, si yo fuera ella tampoco me abriría contigo, eres una mujer dura
Por eso me separe de ti, no cambias, mira como la hiciste sangrar, sigues desquitándote con ella porque te recuerda a Harry.
—¡Cállate!
—¡Tiene casi dieciocho años por Dios! ¡Déjala vivir! Si no cambias tu actitud terminaras alejándola de ti... así como me alejaste a mí.
Kevin se va dejando a Sara pensativa, sin palabras, con un nudo en la garganta.
—¡Mami perdóname! No quise mentirte. —exclama Isabela arrepentida.
—Me voy a dormir, no quiero volver a tocar el tema contigo.
Sara se va a su habitación sin verle la cara a sus hijos, se encerró en su recamara, se metió al baño, prendió la regadera y se puso a llorar amargamente, por otro lado, Isabela yace sentada en la sala con Dany mientras él le prepara un té.
—¿Te duele mucho? —pregunta Dany apenado.
—No, ya casi no me duele.
—Si hubiera llegado antes no habría permitido que te pegara.
—No es tu culpa, yo no fui honesta con ella, solo quería ver a Ivar, pero sabía que no me dejaría ir.
—No entiendo a mamá ¿Por qué es tan dura contigo? A las hermanas de mis amigos las dejan tener novio, incluso yo he tenido novia.
—¿Tuviste novia? ¿Cuándo? Eres muy pequeño para esas cosas.
—Fue en la primaria, con Kely, la pelirroja con lentes.
—¿Enserio? ¿Qué no intento apuñalarte con un Resistol?
—Si, por eso terminamos.
—Ok....
A lo que voy es que mamá debería actualizarse, ya no estamos en su época, las cosas son diferentes ahora.
—Lo se.
—Mi consejo es que no te des por vencida, vi en una película que si los enamorados persisten el mundo termina por aceptar su amor, a mamá no le quedara más remedio que dejarlos estar juntos, además yo te apoyo, mi voto vale por dos.
—Gracias. —Isabela abraza a Dany. —no eres tan tonto como pensé.
—¡Hay me estas asfixiando!
—De ahora en adelante tú también cuenta siempre conmigo.
—¿Compraste mi caja de sodas?
—No.
—es broma, estoy en proceso de dejarla.
—Jajaja, eres un bobo.