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El chico de la butaca

Casi tengo dieciocho años y nunca he tenido novio, por alguna razón nadie me llama la atención, no soy alguien que se fije en las apariencias, creo que solo busco al indicado, alguien con quien pueda ser yo misma, que le guste el arte como a mí, que sea amable y divertido, a decir verdad, nunca me había puesto a pensar en mi chico ideal, pero si pudiera escoger un amor, diría que elegiría solo a uno, un hombre para toda la vida.
—Bien chicos, sé que esto no es común, pero a partir de hoy tendrán un nuevo compañero, por favor trátenlo con amabilidad y disfruten sus últimos meses que les quedan de bachillerato.
El profesor Cha les da sus exámenes a todos, Isabela está sentada justo al lado del chico nuevo.
—Tienen media hora para resolver los ejercicios, los que terminen pueden abandonar el salón.
—¡Entendido! —responden todos al unísono.
—Ya veo a que se refería el director, me pregunto por qué lo transfirieron a solo unos meses de terminar el ciclo escolar. —se pregunta Isa en sus adentros.
A pesar de que Isabela estaba sentada al lado de este chico, no se atrevía a mirar ni siquiera de reojo, pero la curiosidad la llevaba a echar pequeños vistazos los cuales frenaba para que aquel joven no pensara que ella le estaba copiando, aquel muchacho se veía demasiado serio, pero olía muy bien, además aquella chaqueta azul que llevaba encima del uniforme le quedaba genial.
—¿Qué rayos me pasa? No puedo concentrarme, estudie toda la noche para hacer este examen y este niño no deja de distraerme. —Isabela suspira en repetidas ocasiones llamando la atención del chico nuevo, el cual acerca su examen hacia Isa para que esta vea las respuestas.
—¿Qué? ¿Qué hace? ¿Quiere que le copie?! Qué vergüenza ¡debió pensar que trataba de copiarle. —Isa se ruboriza y se dirige a él en voz baja.
—¡No! ¡No es necesario!
El chico nuevo la mira y esta se estremece y se da la vuelta con rapidez.
—¡Ah! ¡Tiene una mirada peligrosa! —grita Isa en sus adentros.
—¿Quién está haciendo tanto alboroto? Se escuchan como los chillidos de ratón. —manifiesta el profesor Cha con molestia.
De pronto el chico nuevo toma un pedazo de hoja de su libreta y escribe un recado para después dárselo a Isabela con disimulo, el recado decía así: Veo que se te dificulta el problema, puedes copiar la respuesta si quieres.
Isabela menea la cabeza apenada y le responde con urgencia a su compañero.
—¡Estoy bien! ¡Perdona las molestias! — el profesor Cha se da cuenta de la actitud rara de su alumna y la regaña.
—¡Señorita Adams! ¿ya termino de responder el examen? La veo muy inquieta como si ya hubiera resuelto los ejercicios.
—¿Qué? ¡no! Lo lamento, aun no...
—Yo ya terminé. —De pronto el chico nuevo se pone de pie y entrega su examen haciendo que el profesor desvié la atención de Isabela.
—¿Tan rápido? Déjame echar un vistazo, haber... —el profesor revisa las respuestas detenidamente y se sorprende no solo de lo rápido que este joven termino su examen sino también porque todas las respuestas son correctas.
—Guao, bien hecho, puedes esperar a tus compañeros afuera, en un rato tendrán su clase de educación física, te sugiero que vayas a cambiarte.
Aquel joven abandona el aula en silencio y al tiempo sus demás compañeros salen también quedando Isabela casi entre los últimos en resolver el examen.
—¡Ah! Por fin termine. —dice Isa mientras se estira.
—¿Por qué tardaste tanto? ni que el examen hubiera estado tan pesado —parlotea Samanta de forma despectiva.
—Para ti no fue difícil porque te pasaron todas las respuestas. —expone Isa en modo de defensa.
—Las dos deberían estudiar más y no depender de la suerte o de un nerd. —dice Camila mientras las jala a los vestidores.
—tenemos quince minutos para cambiarnos antes de que inicie la clase.
Isabela mira a su alrededor como si buscara a alguien.
—Oigan, quien diría que ese chico nuevo sería un cerebrito, lástima que es demasiado serio y no tiene nada de gracia jaja, pero podría servirnos de algo —expresa Samanta mientras se retoca el maquillaje
—Eh... ¿Y cómo se llama? —pregunta Isa llena de curiosidad
—Creo que se llama Ivar—responde Camila indiferente.
—Ivar...
—Bueno, su nombre no esta tan mal. —dice Samanta riendo.
—A mí me gustaría conocerlo, siempre es bueno estar rodeada de personas inteligentes, quizá lo salude más tarde. —dice Camila mientras se cambia.
—¿Y a ti que te parece el chico nuevo? Te sentaste junto a él. —pregunta Camila con seriedad.
—No lo sé, se ve amable, supongo.
Camila mira a Isabela detenidamente haciendo que esta se ponga incomoda y trata de desviar su atención.
—Veo que ya terminaron de cambiarse, no quiero retrasarlas más, las alcanzo en un momento.
—¿estas segura?
—¡Si! No me tardo.
—Ok nos vemos.
Aunque Camila era la mejor amiga de Isabela y le tenía un gran aprecio, a veces sentía hostilidad de su parte, cuando la miraba sentía que le leía el alma, incluso los pensamientos, había días que parecía enojada con ella sin ninguna razón y eso la hacía sentir insegura de alguna forma.
Isa por fin se ha puesto el uniforme de gimnasia, una camiseta blanca con franjas rojas en las mangas y unos shorts rojos que hacían resaltar sus largas piernas, se había sujetado el cabello en una coleta y sus lindas facciones relucían.
Por otro lado, en la pista de correr de la escuela los compañeros de Isabela esperan al maestro de educación física para que les diga que hacer.
—¡En diez minutos iniciamos chicos comiencen a calentar!
—¡Si!
Ivar está sentado abrochando sus agujetas y Brayan y sus amigos llegan a su encuentro.
—¡Oye! Ivar, ¿verdad? ¿Qué te parece la escuela? —le pregunta Brayan de forma amistosa.
—Es más pequeña que mi escuela anterior, me gusta más aquí. —responde Ivar con una leve sonrisa.
—¡Vaya! Creí que no sabias sonreír jaja, soy Brayan, ellos son Ryan y Thomas.
—Mucho gusto. —los saluda de mano, pero Brayan lo jala para darle un abrazo.
—No tienes que ser tan formal, además, aunque solo vayamos a convivir unos meses podemos llevarnos bien, podrías ayudarnos con los exámenes y nuestras tareas jaja
—No tendría problema con eso, me refiero a ayudarte a estudiar, se ve que eres inteligente.
—Tienes buen ojo, si te juntas con nosotros te ira bien, somos los reyes del lugar ¿no es así?
—Jajaja sí. —responden Ryan y Thomas a carcajadas.
—Gracias por la invitación supongo que no están acostumbrados a escuchar un no.
En eso, Camila y samanta llegan a la pista y los chicos comienzan a silbar y lanzarles cumplidos.
—Si no te termina de convencer el lugar, lo harás con ellas, son las más lindas de la escuela, esa de ahí es Camila, una hermosa chica rubia, es algo temperamental, pero es linda, la de haya es Samanta, es más fácil de lo que se ve, si un día tienes ganas de descargarte ve con ella, a mí nunca me dice que no jajaja lo mejor es que están en nuestra clase.
—Las chicas de su tipo no son de mi agrado. —responde Ivar tajantemente.
De pronto, la silueta de Isabela se asoma a una corta distancia acaparando las miradas de sus compañeros y también la de él.
—Ahí viene mi favorita, una engreída de lo peor, pero insuperable jaja, mi dulce Isabela. —afirma Brayan orgulloso.
Ivar la mira fijamente ignorando los asquerosos comentarios que Brayan hace de las demás compañeras, su mente y atención están con la chica de la butaca de al lado.

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