La joven empezó a quitarse la chaqueta azul que llevaba y se quitó también la camiseta que tenía por debajo mientras Luis la miraba atentamente, la joven se giró dándole la espalda a Luis y se sentó sobre sus rodillas.

-¿Puedes desatarme el sujetador?- Dijo ella en tono coqueto girando un poco la cabeza para mirarle de reojo.

El joven dejó el hielo sobre la mesilla que estaba a su izquierda e intentó desatar el sujetador. Se puso muy nervioso, como de costumbre, sus manos temblaban muchísimo al rozar la piel de Alex.

-¿Puedes?- Preguntó ella casi susurrando.

-¡Si, ya esta!- Exclamo él mientras lograba desatarlo.

La joven se quitó el sujetador y Luis contemplaba su espalda desnuda, la joven se quitó los pantalones vaqueros que llevaba y se quedó sólo con unas pequeñas bragas rosas puestas, Luis sentía ganas de agarrarla y besarla, deseaba poder rozar su piel desnuda y ver sus pequeños pechos. Se quedó mirándola, estaba en su propio mundo. No se enteraba de nada. La madre de Alex acababa de entrar por la puerta, Alex ya se había vestido con un pequeño pantalón rojo y una camiseta de tirantes del mismo color con el dibujo de un osito delante. Las dos estaban mirando a Luis que no se enteraba de nada.

-¿Luis?- Preguntó la madre de Alex pasándole la mano por delante de los ojos- ¿Qué le has hecho? Está completamente en su mundo-Dijo mirando a su hija.

-¡Luis!- Exclamó Alex mientras lo zarandeaba.

-¿Qué ocurre?- Dijo él mirando a su alrededor- ¿Ya no estás desnuda?- Preguntó el sin darse cuenta.

Al momento el joven reaccionó y se dio cuenta de lo que había dicho al ver cómo le miraban las dos chicas.

-Mejor haré como que no he oído eso- Dijo la madre de Alex mientras se iba entre risas- Ya está la cena.