-¿Te vas con ese payaso en vez de conmigo?

Luis se dio la vuelta y se dispuso a saltar sobre el chaval que llevaba molestándoles todo el camino, Alex le agarró del brazo para impedírselo.

-Tú no eres así Luis- Dijo ella triste- No te rebajes a su nivel.

Luis la miró, volvió a mirar al otro joven y decidió hacerle caso, él no era así y no quería serlo, aunque en ese momento sólo le preocupaba que Alex pensara que era un cobarde y no la defendería.

-¡Cobarde!- Gritaba el joven que les seguía molestando mientras Alex y Luis se escapaban calle abajo.

Luis se detuvo en seco y se giró para mirar al otro joven.

-¡Y tú eres escoria!- Le gritó muy enfadado.

-¿Qué me has llamado?- Preguntó enfadado el otro chico mientras se acercaba a ellos.

-¡Escoria!- Volvió a repetir Luis sin pensárselo dos veces.

Antes de que pudiera reaccionar sintió un fuerte golpe en la cara a la altura del ojo y cayó al suelo. El otro joven los miró e hizo un gesto de desprecio mientras desaparecía por la esquina.

-¡Luis!- Exclamó Alex mientras le ayudaba a ponerse en pie- ¿Estás bien?

-Si...- Dijo el dolorido del ojo- Eso creo.

Los dos jóvenes entraron al portal de la casa de Alex, mientras subían en el ascensor Alex miró el ojo de Luis.

-Se te va a poner morado- Dijo ella tocándolo suavemente- Tienes que ponerte hielo.

Al verle el ojo la madre de Alex enseguida le sacó unos cuantos cubitos de hielo metidos en un trapo de cocina.

-¿Qué ha pasado?- Preguntó Aurora, la madre de Alex.

-Un chico nos estuvo molestando durante el trayecto en el bus y Luis se enfadó y le llamó escoria- Explicó Alex- ¡Lo hizo por defenderme!- Dijo muy orgullosa con una gran sonrisa mientras miraba pícaramente a Luis.