Pensar en mí.

Cleo:

Mi celular vibró y visualicé el nombre de Ernest en la pantalla.

—Hola, Ernest —Dije al contestar.

—Estoy yendo a tu casa para tratar un asunto importante.

—De acuerdo, voy a preparar té.

Cada vez que Ernest venía a «tratar asuntos importantes» preparaba té para relajarme y calmar mis nervios, ya que cada vez que el mencionada venía, era para mostrarme alguna de sus «fabulosas» estrategias de marketing y todas ellas consistían en mentir. Mentira tras mentira, así era siempre.

—¿Cómo está mi Cleo? —Preguntó entrando con entusiasmo al pent-house.

—Bien, ¿Qué era ese asunto importante que querías hablar conmigo?

—Conseguí un papel para ti en otra película.

—¡Eso es genial! ¿Cuándo es la audición?

—No tienes que audicionar, el papel ya es tuyo.

—¡Eso es más genial todavía!

Algo que sí tenía Ernest era que siempre encontraba los mejores personajes.

—Claro que es genial, aquí tengo el libreto para que lo leas, te conviene aceptar —Dijo yéndose.

Serví el té y me senté en el puff frente al ventanal para leer el texto. Hasta ahora parecía una especie de spin-off de la canción God is a woman de Ariana Grande, de hecho la película se llamaba igual que la canción. Tomé mi teléfono dispuesta a aceptar, pero... Un desnudo.

Lo releí un par de veces para asegurarme de haber leído bien, y sí, era correcto, hacer el personaje implicaba un desnudo. No, dos. Tres, cuatro. Muchos desnudos como para contarlos.

Tomé mi bolso y guardé el texto, ingerí mi té y me dirigí a la oficina de Ernest.

No tenía nada en contra de los desnudos, de hecho, había visto los de Dakota Johnson en 50 sombras de Grey y los de Emilia Clarke en Game of trones, pero no me sentía cómoda haciéndolos yo, no es que no tuviera buen cuerpo o fuera insegura de este, con lo que no me sentía segura era con el hecho de que todos los presentes en el set de grabación me vieran desnuda y que luego lo hicieran millones de personas alrededor del mundo.

Salí del auto sin meterlo al estacionamiento y subí a la oficina de Ernest.

—Ernest, no voy a hacer esto —Sentencié dejando el texto en el escritorio.

—¿Por qué no? Es una gran oportunidad. Todos amarán la película, considerando el hecho de que está basada en una canción de Ariana Grande.

—No voy a aparecer desnuda en cámara.

—Pero le dije a los productores que aceptarías.

—¡¿Que tú hiciste qué?!

—Cleo, si esto es porque te sientes insegura, debes calmarte, eres hermosa y...

—¡Por supuesto que soy hermosa! ¿Crees que no me veo al espejo todos los días?

Estaba tan enojada que no me importaba si sonaba pedante o arrogante.

—Tratemos de llegar a un acuerdo.

—Bien. Aceptaré si contratas a una modelo de cuerpo, porque nadie va a verme desnuda si yo no quiero.

Seguramente estaba pensando que era una niña caprichosa, pero la verdad no me importaba. Debía empezar a pensar en mí, en lo que yo quería.

—No voy a conseguir una modelo de cuerpo para alguien que no la necesita.

—¿Y quién necesita modelos de cuerpo?

—No lo sé, chicas con imperfecciones...

—¿Adivina qué? Tengo estrías en los muslos y una cicatriz en la cintura, consígueme la modelo.

—Cleo he dicho que...

—¡Entonces dile al productor que puede buscar otra actriz!

—Querida, entiende, él quiere...

—¿Y qué pasa con lo que yo quiero?

—Tú también ganas, podrías ser una sex...

—Si dices sex symbol te golpearé la cara.

—¿Por qué? ¿Qué tiene?

—¿Tienes alguna idea de lo denigrante que es para un artista que lo reconozcan por ser un sex symbol?

Él se quedó callado.

—No quiero ir caminando por la calle y que la gente diga «oh, mira, es la sex symbol del momento».

—Cleo...

—No voy a hacerlo —Culminé y salí de su oficina.