De cómo se anuncia un desastre.

Cleo:

Hoy entrevista para la revista sensación, escribí en mi lista de recordatorios. El estreno de la película sería mañana, así que hoy, mi día iba a estar muy ajetreado: comenzando por una firma de autógrafos, prosiguiendo con una sesión de fotos y finalizando con la entrevista. De paso debía ir a buscar el vestido que usaría y llevarle a Albert una corbata a juego.

—Cleo, debemos ir a la firma —Me apuró Ernest.

Me retiré las extensiones y bajé.

—Cleo, te has olvidado de las extensiones —Dijo Louis.

—Quiero ir así —Afirmé yo.

Nos subimos al auto de Ernest y nos fuimos a la firma. Para cuando llegamos ya había una larga fila que le daba la vuelta a la manzana. Estuvimos un buen rato firmando autógrafo tras autógrafo, ya casi iba a ser hora de la sesión de fotos.

—Este es el último del día —Informó Ernest.

Lo recibí sin mirar al portador.

—¿A nombre de quién? —Pregunté.

—De Albert Blue.

Retiré mi mirada del volante para verlo a él, los dos sonreímos.

—Cleo, termina de firmar —Exigió Louis.

Lo firmé, se lo pasé a Louis que también lo firmó y se lo entregó a Albert, este se fue luego de darme una sonrisa.

—Rápido, vámonos a la sesión de fotos.

Todo pasó muy rápido, llegamos, nos cambiamos, nos maquillaron un poco y empezaron con una sesión de fotos que se me hizo eterna en el momento en el que mis mejillas se entumesieron.

—Necesito que se cambien tan rápido como la mujer maravilla ¿Okey?

—Sí, Ernest —Respondimos Louis y yo a la vez.

Pues, no nos cambiamos tan rápido como la mujer maravilla, creo que fue tan rápido como Clark Kent.

—Celine ya debe haber empezado a transmitir, vayan al estudio dos y esperen a que los anuncie.

Le obedecimos al pie de la letra, Ernest solía estresarse los días antes de los estrenos o de algún evento de suma importancia, por lo que era mejor no contradecirlo o sino estallaría.

—Reciban a nuestras estrellas invitadas: Louis Miller y Cleo Garfield.

Louis y yo entramos al ser y la audiencia comenzó a aplaudir. Nos sentamos y Celine, luego de un saludo, comenzó con su ronda de preguntas. Algunas eran sobre la película otras sobre mi «relación» con Louis. Yo sólo me limitaba a responder las que tenían que ver con lo primero, Louis se encargaba de lo demás.

—La audiencia pide un beso —Dijo Celine luego de que Louis terminara un empalagoso discurso sobre lo mucho que me «ama».

—Lo siento, a Louis y a mí no nos gustan las muestras de afecto públicas —Dije esperando que dejaran pasar el tema.

—Vamos, sólo será un beso. Beso, beso, beso —Canturreó Celine y la audiencia la coreó.

Sin que lo viera venir Louis giró mi rostro y estampó mis labios en los suyos.

—Awwww —Vociferó la audiencia.

De manera brusca me separé y salí del estudio.

—¿Se puede saber qué se supone que estás haciendo? —Me abordó Ernest cuando abandoné el estudio.

—Yo no quería besarlo.

—Cleo, tenemos un acuerdo...

—¡Y puedes metértelo por donde te quepa!

Lo aparté de un empujón y saqué mi celular para llamar a Albert. Colgó. Ni siquiera dejó que llegara a buzón, él sencillamente colgó.

Estúpida, Cleo, estúpida. Mil veces estúpida.

Me quité los tacones y eché a correr hacia el cafetín.

Hola, hola, queridos lectores ¿Están por allí? ¿No? Bueno, no importa. Paso a anticiparles que el siguiente cap será cortito porque es el penúltimo.

Ahora hablemos de este ¿Qué les pareció? ¿Creen que Cleo logre librarse del contrato? ¿Ustedes también odian a Ernest?

Espero que les haya gustado.

Con todo el amor del mundo, de parte de Val.

💙.