Nueve semanas después ¿Qué acontece? Pues no mucho, más de un mes llego y se despidió. Prometiendo volver para el siguiente año.  Un cachorrito nació en el jardín del vecino y Natty topándose con el perrito en su ida a comprar galletas le tomó cariño. Cuando volvió tomó la manta sobre el sillón y subió escaleras arriba. Coralina hablaba con el altavoz en on.

-Le espere tres días que fueron cinco. Y en el tercero de hasta el quinto.

-Ya, y te crees que cuando bebe una copita de ponche lo hace acompañado ¿no?

-Lo sé, pero 

-Pero te pone. ¿cuanto? ¿Qué has hecho?  Anda ¿Qué has hecho?

-Me he masturbado pensando en él. Pero follar nunca. 

-Ya. Es que eres reservada, pero tímida no. Porque te pone, y mucho me parece. Y has dicho masturbado con sus diez letritas. 

-Yo no robo. Algunas cosas, solo resultan ser mías.

Natty se acomodo entre la colcha con las zapatillas de dormir rozando la puerta entreabierta que daba a su dormitorio. Migas de las galletas recién compradas se adherían a sus labios. Coralina salió la miro como si no importara y paso de ella. Entonces Natalia entro echándose sobre el colchón de la cama, pensando - ¿El diccionario saca palabras como mamá el desayuno?

Porque ese día no atinaba a adivinar a que follar se refería, ni que eran esas diez letras.