El bullicio característico de la cafetería era lo que predominaba en el ambiente, y aún así Takemichi se sentía relativamente en paz con su almuerzo en bandeja, degustando una que otra de sus amadas papas fritas.

El rubio teñido se encontraba ensimismado en el sabor salado que llenaba sus papilas gustativas, y como si estuviese en modo automático, seguía el paso de sus amigos hasta llegar a la mesa que siempre frecuentaban a la hora del almuerzo.

Al estar finalmente sentado fue que sintió el vibrar repentino de su celular en su bolsillo derecho, y sin dejar de comer alcanzó el mismo hasta desbloquearlo.

Lo primero que Takemichi visualizó fue un nuevo mensaje que logró sacarle una pequeña sonrisa risueña.

Mikey-kun ❤ (conectado)

Ta      11:02 am

ke       11:02 am

mit      11:03 am

chy ~   11:03 am

Su sonrisa fue difícil de disimular al ser enviado enseguida después del último mensaje un sticker de un corazón enorme con brillos. Dejó a un costado su bandeja al mismo tiempo que sacudía su mano izquierda levemente en su uniforme para así proceder a responder el mensaje.

11:06 am ¿Todo bien Mikey-kun?

Estoy aburrido ):  11:06 am

11:07 am  ¿Terminaste la reunión con el club de kendo y gastronomía?

No    11:07 am

Son unos pesados   11:08 am

11:09 am  ¿Te están causando problemas? :(

Nah   11:09 am

A Kenchin le causan problemas   11:10 am

Takemichi al leer la respuesta de su novio se cubrió la boca ante la risa pequeña que estaba a punto de salir de sus labios. 

Levantó con disimulo la mirada de su celular para verificar si sus amigos se dieron cuenta de su reacción, pero al verlos muy entretenidos en su conversación y no le hacían caso, decidió retomar nuevamente su atención al chat abierto, contestando al instante.

11: 13 am  Mikey-kun, debes de ayudar a Draken-kun

11: 14 am  Eres el presidente :p

Seré el presidente  11:15 am

Pero como mi segundo al mando, Kenchin tiene que hacerse cargo de las consecuencias de sus actos.   11:17 am

Ladeó la cabeza confundido, inmediatamente sus dedos se movieron al teclear.

11: 19 am  No entiendo...

Kenchin despejó el club de gastronomía sin mi permiso >:(  11:21 am

11: 21 am  :0

11: 22 am Creo que Draken-kun intentaba decirte algo parecido la última vez que fui

¿En serio? 11:22 am

11: 23 am  Si 

Si no me acuerdo, no paso :)  11:24 am

11:25 am  JAJAJA Mikey-kun!

Neh, Takemitchy~  11:22 am

11: 23 am  ¿Si?

Escribiendo...

Escribiendo...

(Conectado)

Frunció el ceño cuando Mikey tuvo el descaro de dejarlo con la intriga, y se quedó mirando fijamente al estado del contacto de su novio en espera de respuesta alguna. Takemichi comenzó a morderse el labio inferior al darse cuenta que el rubio ceniza tardaba mucho para responderle, más de lo habitual, pero quizás estaba siendo paranoico al pensar que algo le sucedió.

Nuevamente revisó el estado.

(Conectado)

Takemichi al sentirse a prueba simplemente soltó un suspiro agotado.

— Es un poco molesto hacer que mi novia me preste atención.

— Ah, Solo estas fanfarroneando de ella.— comentó Akkun hacia Yamagishi con fastidio.

— ¡No lo estoy!

Makoto volteó a mirarle como si le hubiera salido un quinto ojo.— ¡Es cierto! ¡Por milagro tienes una linda novia y te quejas!

— ¡De verdad que no lo hago!

— Dijiste que ella siempre está atenta a ti, y que se preocupa ¿Qué más puedes pedir?.— Takuya no se quedo atrás y decidió incluirse en la conversación tranquilamente.— eres un maldito suertudo.

— Si, bueno, estaría bien si no fuera tan tímida... Ya saben... 

— ¡Oh! — exclamaron los tres en unísono al comprender.

Mientras que la conversación transcurría, Takemichi seguía con la mirada en la pantalla del celular hasta que finalmente recibió respuesta. Se sobresaltó debido a la emoción, y pasó a leerlo de inmediato.

Estás libre hoy? 12:07 pm

12:08 pm  Creo que sí. Tú también?

Por algo te pregunté, duh 12:10 pm

12:13 pm  Pero Draken-kun me dijo que... 

Lo que sea que te haya dicho Kenchin lo haré rápido  12:14 pm

12:16 pm  Bueno, A dónde quieres ir?

Escribiendo...

Vamos a mi casa :D  12:19 pm

Todos los nervios que Takemichi tenía dormidos lo invadieron de golpe, al igual que sus manos comenzaron a sudar. Era imposible para él el no sentir cierta vergüenza cada vez que recordaba que estuvo en la habitación de Mikey al segundo de confesarte.

Inconscientemente acarició su cuello, justo donde Mikey en aquella ocasión le lamió y olió. Sus mejillas comenzaron a teñirse de un color carmesí al rememorar en su mente aquel recuerdo, repitiéndose constantemente como si de un disco rayado se tratase.

Yo invito las papas fritas ❤  12:22 pm

Mikey sabe como usar las cartas a su favor.

Y aunque Takemichi se vio tentado. El bochorno le pesó más.

12:25 pm  Oh

12:27 pm  Acabo de recordar que tengo unas tareas que entregar para mañana

De verdad? 12:28 pm

12:30 pm  Si, perdón Mikey-kun

Escribiendo...

12:31 pm  Pero! Podemos ir en otro momento

Escribiendo...

12:33 pm  Y también ir a otros lugares...

Escribiendo...

12:35 pm  :)

Escribiendo...

Algo le dice, muy en el fondo, que debe de temerle a ese "escribiendo" de su parte.

— Sé que se está esforzando en hacerlo, y la apoyo bastante al respecto.

Takemichi finalmente se resignó, y tomó la última papa frita que le quedaba. Regresó su mirada de la bandeja hacia su celular ante la vibración momentánea.

Takemichi. 12:42 pm

Tragó en seco.

12:43 pm  Si...?

No puedes venir o no quieres? 12:45 pm

¿Acaso dio esa idea al volver a excusarse? Porque sí, Mikey cada vez que lo invitaba a ir a su casa inventa cualquier excusa con tal de no ir. 

Sin embargo, cuando se entera que irán a algún lugar público o simplemente a caminar mientras hablan de su día, otorgándose compañía mutua, sin dudarlo va aunque tenga que entregar tareas, proyectos o maquetas tarde.

Entonces, ¿cuál es su problema?

— Suelo preguntarme si realmente no puede ir o no quiere.

Aquella oración hizo que Takemichi levantará su mirada del aparato para así dirigir la misma a sus amigos, quienes seguían sumergidos en el tema de la novia de Yamagishi.

— Hubo una vez que le pregunté si quería ir a algún lado, ella respondió que sí. Pero... ¿Pueden creer que luego de haberle dicho que podríamos ir a mi casa, cambio de tema, y me dijo que recordó que tenía otras cosas que hacer? Con solo decirme que no quería ir es suficiente para mi.— el castaño termino de contar el hecho soltando un suspiro, continuó.— La verdad duele a veces, pero se tienen que decir ¿no?

— ¡Qué filosófico has sonado, amigo!

— ¿Verdad?.— respondió Yamagishi al comentario de Makoto con una sonrisa orgullosa.

— ¿Qué quieres decir con eso?— preguntó Takemichi con suma curiosidad.

— A ver Takemichi, ¿Cambio las manzanas por peras?.— Yamagishi intentó bromear, pero al ver la seriedad reflejada en los iris azules del rubio teñido tosió para así continuar.— Es obvio que intenta distanciarse por su cuenta, y terminar con lo nuestro.

Un silencio los rodeo en la mesa, ninguno fue capaz de romper aquella atmósfera en la cual habían caído con tal de no decir algo que llegue a lastimar a su amigo.

Yamagishi en cambio rodó los ojos fastidiado.

— Oigan, total ni la quería.

Takuya no se mostró feliz por la respuesta del contrario, y se cruzó de brazos, dispuesto a expresar su opinión.— Yamagishi eso no sonó amable.

Yamagishi se encogió en sí mismo ante el tono molesto del de cabellera larga, desvió su mirada al suelo apenado. Y en vez de aligerarse el ambiente, por alguna razón se volvió más tenso.

— Supongo que tenía que pasar...— murmuró Akkun tratando de sobrellevar la conversación.

— Ya termine.— Takemichi recogió rápidamente su bandeja para después levantarse.— Me tengo que ir...

— Oi, ¿Estás bien, Takemichi?.— preguntó Makoto notando el semblante del rubio teñido, ya que estaba a su costado era aún más fácil de leer.

— ¡S-Si! Debo ir a buscar a Mikey-kun, ¡H-Hablamos luego!

El grupo de amigos no pudieron decir más ya que Takemichi corrió como si su vida dependiera de ello, hasta perderse de la vista de todos. Akkun desvió su mirada hacia Yamagishi con molestia.

— Mira lo que hiciste, ya le metiste ideas.— Yamagishi ante la mirada de todos simplemente hizo una mueca, el pelirrojo apoyo su mejilla en su mano derecha preocupado.— Solo esperemos que Takemichi no haga nada estúpido.

.

.

.

— Neh, neh, Takemitchy~

— ¿S-Si, Mikey-kun?

— Fue raro que aparecieras de repente en el consejo estudiantil... No me molesta tus visitas ni nada pero estabas llorando... ¿Algún idiota te hizo algo?.— preguntó el pelicenizo entrecerrando los ojos, fingiendo tranquilidad.— Dime quién es, y le pateo el trasero.

Takemichi movió exageradamente las manos negando tal cosa, para después bajar la mirada al suelo y empezar a jugar con los bordes de la camisa de su uniforme.

La mirada oscura del peliceniza daba a entender que aquella respuesta silenciosa no le había convencido. Pero Mikey no insistió más, y continuo caminando dos pasos adelante de Takemichi sin más.

El día había caído dando paso a la noche en los alrededores de la capital de Japón. Las calles desoladas entre los bloques departamentales otorgaban un ambiente tranquilo y silencioso entre ambos, ninguno menciono nada durante el recorrido, aún así Takemichi tenía un remolino de pensamientos atormentándolo.

Con el corazón a punto de salir, y sacando las agallas que ni sabia que tenía, aceleró el paso hasta estar codo a codo con Mikey. 

El rubio ceniza tenía los parpados cerrados y los brazos alzados sobre su nuca mientras caminaba, pero al percatarse de la presencia de su novio fue que dejó caer las mismas para así comenzar a tararear su melodía favorita.

La misma melodía que con solo escuchar con atención, aceleraba su ritmo sin poderse evitar.

El rubio teñido debido a los nervios cada tiempo se limpiaba las manos a los costados de su pantalón, y desviaba la mirada azulada de Mikey hacia su mano disponible, la cual estaba gritando que la tomará.

Las manos de Takemichi comenzaron a picarle, y por alguna razón la respiración le faltaba. Cuando pensaba que podría tomarla; se movía hacia adelante de repente, o sino Mikey volteaba a verlo curioso para así regresar su mirada al frente como si no hubiese visto nada.

Takemichi estaba seguro que desfallecería si llegaban a su destino sin haber logrado, al menos por unos benditos minutos, el entrelazar su mano con la de su amado.

— Tómala.

— ¿Ah?

Mikey soltó una risa suave, una que ante el oído musical nulo de Takemichi era magnífica.— Mi mano no muerde, idiota.

Y sin más que decir, el rubio ceniza alcanzó la mano del rubio teñido para así entrelazar sus dedos. Mikey al sentir la mano cálida de Takemichi no pudo evitar comenzar a moverlas hacia adelante y hacia atrás infantilmente, sintiéndose pleno y completo con el simple hecho de tener a su novio allí, a su lado.

Por otro lado, Takemichi mostró su más amplia sonrisa debido al sentimiento reconfortante que lo cubría por completo.

El sonido de sus pasos se mantenía vigente durante el resto del recorrido, al mismo tiempo que Takemichi se perdía en el tarareo de su acompañante, fue pasando el tiempo y así como la dama lunar iluminaba el camino tal cual se detuvieron al fijarse que habían llegado a su destino.

El imponente hogar del peliceniza se hizo ver ante sus ojos, lo cual le generó cierta ansiedad.

Mikey por el rabillo del ojo se percató de cada una de las expresiones y acciones de Takemichi sin esforzarse mucho, ya que, el chico era muy transparente y fácil de leer.

El rubio ceniza jaló la mano contraria afianzándose de sus dedos entrelazados para así caminar hacia las escaleras del lugar y apenas subió tres escalones, se dio medio vuelta para luego caer en ella, todo eso sin soltar la mano del rubio teñido frente suyo.

Takemichi por su lado, expresó su confusión latente al fruncir el ceño. Ladeó la cabeza sin apartar la mirada del contrario esperando respuesta, pero lo que recibió de Mikey fue un bostezo, y sin medir palabra alguna nuevamente lo jaló logrando que cayera de manera patética a su costado.

Soltó un quejido, y Mikey en cambio, soltó una risa para nada disimulada.

— ¡Mikey-kun! — se quejó Takemichi mientras hacía un mohín.

— Te tardabas mucho, ¿Esperabas una invitación?

— B-Bueno... Yo... Yo pensé-

— ¿Qué pensabas? — indagó con suma curiosidad. La mirada oscura de Mikey estaba fija en su persona y eso ponía a Takemichi más nervioso de lo que ya estaba.

— N-Nada...

El rubio teñido decidió desviar la mirada y negar cualquier suposición que lo comprometiera a dejarse en evidencia. Tenía una dignidad que proteger.

Un silencio reconfortante los rodeo sin impedimentos, el agarre que ambos mantenían nunca se deshizo y aquello lo único que les otorgaba a ambos era un sentimiento de tranquilidad y cotidianidad, que estaban dispuestos a mantener por lo que les restaba de aquella velada.

Takemichi sintió cierto deja vú al levantar su mirada, y encontrarse con las estrellas luminosas sonreírles con amplitud.

— Mikey-kun...

— ¿Mmmp?

— De casualidad... ¿No entraremos?

— ¿Quieres entrar? — Por alguna razón aquella pregunta sonó casual, la terciopelada voz de Mikey le causó un sentimiento de serenidad sorprendente.— Podemos hacerlo, pero me gustaría quedarme un poco más así...

— ¿Así cómo?

— Así, contigo.

La respuesta le llegó tan fondo, pero tanto que casi se atragantó con su propia saliva debido a la impresión. Jugueteo con los nudillos contrarios con suma timidez para así después acercarse más hacia el rubio ceniza, y dejar caer su cabeza en el hueco entre su hombro y cuello. Mikey sin decir nada ante las acciones de su novio, simplemente dejó de igual manera caer su cabeza contra la contraria.

Ambos se dejaron llevar por el ambiente que surgió alrededor, y aunque se mantenían en el silencio efímero del lugar, se podía escuchar claramente el latir fuerte de los corazones de los dos. El mismo latir que ocasionaba un mar de sensaciones y satisfacciones en el otro.

— Perdóname...

Mikey parpadeó confundido, y sin querer moverse tanteo sus pies en el suelo con curiosidad palpable.— ¿Por qué te disculpas, Takemitchy~?

— No lo sé... ¿Sinceramente? Aún no comprendo mi inseguridad al respecto de nuestra relación...

El silencio que le otorgó Mikey le hizo saber que lo escuchaba, y que podía continuar sin interrupciones.

— Q-Quiero decir, e-es decir...

Nuevamente el silencio fue su respuesta, y tomó el aire suficiente para tranquilizarse, la suavidad del toque de Mikey entre sus dedos le calmo de cierta manera. Se mordió el labio inferior para así soltar todo el aire que tenia retenido en sus pulmones.

— El simple hecho de estar aquí, de que estemos juntos... Aún no lo asimilo... Además me da cierto temor el llegar a ese punto.

— Con el punto ¿Eh?

Las mejillas pálidas de Takemichi se pintaron de carmesí debido a la vergüenza que calaba todo su ser.— Si...

Otro silencio, y ninguno tuvo el valor de moverse de su sitio, queriendo quedarse así un poco más si el tiempo se los otorgaba.

— Podemos ir paso a paso.

— ¿Y cómo se da el primer paso?

— Quizás, de esta manera.

Y sin que Takemichi pudiera reaccionar, su barbilla había sido tomada y jalaba hacia un lado para después ser implantado entre sus labios los contrarios en un beso casto, sintiendo la suavidad encajar completamente contra los suyos de una manera especial.

Al transcurrir el segundo fue que ambos se relajaron ante el contacto, y se abrieron a un nuevo mundo de sensaciones que acapararon todo su ser sin medidas ni detalles.

Sus labios inexpertos fueron tomados con una lentitud, luego de querer sentirse un poco más. Se separaron mientras sus ojos se abrían encontrándose en el uno del otro, su más ansiado amor.

— ¿Quieres dar otro paso, Takemitchy?.— preguntó Mikey coqueto, entrecerrando los ojos viéndose risueño.

Takemichi sonrió demostrando en sus iris azules lo amado que se sentía. — No tienes que preguntarlo, Mikey-kun

Y nuevamente se otorgaron su amor incondicional por medio de un nuevo beso.

Para ellos no era el final, sino un nuevo comienzo.

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No quiero dejar ir a mi bebé, pero crecen tan rápido TT❤