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Epílogo

Los rayos del sol se asomaban por las cortinas que danzaban contra el viento de la mañana al pasar los minutos y cuando el mismo estuvo en su punto adecuado fue que chocó inevitablemente con el rostro del rubio ceniza que, al sentirlas frunció el ceño y se quejó sutilmente.

Dio media vuelta mientras bostezaba, y al levantar un poco la cabeza sus hebras rubias fueron lo primero que captó su campo visual haciendo que hiciera un mohín para luego apartarlas.

Y lo que vio a continuación lo dejó quieto.

Takemichi se encontraba aferrado a una de sus almohadas, abrazándola contra su pecho mientras baba caía de su labio inferior levemente abierto mientras estaba en el quinto sueño.

¿Estaba soñando?

Observó durante varios segundos que se convirtieron en minutos el rostro dormido del rubio teñido, sin apartar su mirada oscura de la figura contraria y luego parpadeo.

Sí, definitivamente estaba soñando.

Sin perder tiempo se levantó para luego aproximarse a la ventana.

— ¿Mikey-kun...?.— murmuró Takemichi despertando de a poco mientras frotaba un ojo con su mano izquierda para luego apoyarse de ambas manos y sentarse en la cama, miró en dirección a Mikey y ladeo la cabeza confundido.— ¿Qué estás haciendo?

— Voy a saltar.

— ¿Ah?

— No te preocupes Takemitchy del sueño, si quiero llegar temprano para poder ver al verdadero Takemitchy tengo que despertar.

Takemichi abrió los ojos como platos ante las palabras del rubio ceniza, y por un momento pensó que estaba bromeando, pero, al ver como este ya se preparaba para saltar desde el segundo piso -donde estaban situados era la habitación donde dormían con anterioridad.- fue que sus pies se movieron de inmediato a detenerlo.

— ¡Mikey-kun! ¡Oi!

Y saltó.

El muy desgraciado saltó.

El rubio ceniza estaba decidido a dejarse caer y despertar, sentirse uno con el viento. Pero su caída fue frenada de golpe al sentir un agarre fuerte desde su muñeca derecha y al alzar la mirada hacía arriba se encontró con unos iris azules.

Mikey se sorprendió, estaba acostumbrado a que los Takemichi's de sus sueños lo dejará irse sin queja alguna.

— Puedes dejarme ir, después de todo esto es un sueño.

— ¡No seas estúpido! Carajo, no tengo mucha fuerza... ¡Sube Mikey-kun!.— exclamó Takemichi dando todo de sí para sacar la mayor fuerza posible para sujetar y mantener el cuerpo del rubio ceniza cerca de la ventana.

Takemichi pudo escuchar las exclamaciones, murmullos y voces ajenas al frente de la vivienda, quizás observando el espectáculo que el mismo Mikey montó. 

Qué buena forma de despertar; Pensó el rubio con un suspiro cansado.

— Oi, te dije que...

— ¡No te dejaré... Morir!

La expresión que visualizó Mikey de Takemichi fue abrumadora, su mirada desprendía ese destello especial que lo caracterizaba. Tragó saliva, Mikey dudaba de sí está era realmente su realidad.

Si es así, no se lo merecía.

— Takemichi...

— ¡Maldición, Manjiro! ¡Solo dilo de una vez!.— Gritó con toda la fuerza que su voz podía dar, e intentó levantar el cuerpo de Mikey alzando su muñeca pero no era lo suficientemente fuerte para hacerlo.— ¡Por una maldita vez di que te salve! ¡Y yo te salvaré!

Sin apartar la mirada del contrario, Mikey sintió en sus mejillas lágrimas caer y él no sabía si eran las suyas o las del mismo Takemichi que era un mar de lágrimas.

— Por favor... T-Takemichi.— Mikey musitó para luego sujetarse de la mano contraria.— Sálvame.

Las lágrimas seguían cayendo de los ojos de Takemichi, y al escuchar a Mikey sus lágrimas aumentaron.-si más se podía.- para así después con la poca fuerza y resistencia que le quedaba jalar la mano del rubio ceniza, él correspondió la misma dando de su parte para finalmente subir.

Ambos terminaron en el suelo con la respiración agitada, luego Mikey empezó a reírse.

— ¿D-De qué te ríes Mikey-kun...?.— preguntó Takemichi incrédulo, después de todo las sonrisas y risas de Mikey eran escasas, al mismo tiempo cuando se presentaban eran efímeras.

Después de soltar una buena carcajada, alzó su mirada oscura cruzándose inevitablemente con la mirada azulada del rubio contrario. Takemichi abrió sus ojos como platos al presenciar una sonrisa, él no podía expresar su sentir pero, sabía, sabía que esa sonrisa que le regala Mikey era muy distinta a las que suele mostrar.

Una sonrisa sincera.

Con un suspiro exagerado Mikey se limpió la lágrima que caía de su ojo derecho, para así poder hablar correctamente.

— ¿Y bien, vamos a comer unos dorayakis? Tengo hambre Takemitchy.

— ¡Eres un idiota Mikey-kun!

No se sabría explicar cómo pero de repente Takemichi tenía en sus manos una de las almohadas de la cama y empezó a golpear a Mikey con ella mientras lo insultaba con todo el vocabulario que se sabía o se consideraba a sí mismo como diccionario de calle; todo esto Mikey lo recibía con una que otra risa pequeña sin queja alguna, después que pasaron varios minutos de los cuales se convirtieron en horas fue que los brazos del rubio se cansaron y bajo la almohada hacia un costado mientras chocaba sutilmente un puño en la cabeza de Mikey.

— Repito, no me asustes así Mikey-kun. Que dolor de trasero.

— Vaya, vaya Takemitchy~ ¿Tan rápido quieres subir de nivel~?

Takemichi ladeo la cabeza confundido, pero al observar con detenimiento la expresión divertida del rubio ceniza fue que lo comprendió y el rostro completo del rubio se pintó de rojo para luego tomar nuevamente la almohada, golpearlo y cubrir su rostro con la misma avergonzado.

— Takemitchy.

— ¿Mmmp?

Mikey retiró con facilidad la almohada que abrazaba el contrario, le estorbaba el paisaje y al visualizar el tono carmín de las mejillas antes pálidas del rubio fue que se sintió dichoso.

— ¿Me repites lo que me dijiste hace rato?

Takemichi lo pensó, pero no sabía con exactitud a qué se refería Mikey.

— ¿Sube Mikey-kun?

— No.

— ¿No tengo mucha fuerza...?

— Tampoco.

El rubio hizo un puño en su mano derecha y la impactó en su mano izquierda al recordar.

— Qué eres un estúpido.

— No...— Mikey rodó los ojos.

— ¿Yo te salvaré?

Se instaló un silencio por un breve momento, Takemichi pensó que quizás había dado en el clavo e iba a dar su mejor discurso para motivar y entrar en un ambiente cómodo tal cuál como hacen en las películas.

— Neh, retrocede unas oraciones atrás.

Quizás la almohada no es suficiente y debe golpearlo con algo más fuerte. Takemichi al desviar la mirada visualizó las sandalias del contrario.

— Ni se te ocurra.— expresó con advertencia Mikey.

— Me estás tentando, ¿Qué es lo que quieres que repita?

— Mi nombre.— Takemichi mostró sorpresa en sus ojos.— Quiero volver a escucharlo de ti, Takemitchy.

— ¿T-Tu nombre...? Uhh...

Takemichi empezó a murmurar incoherencias ante los nervios, no se había percatado sobre ese mínimo detalle y ahora no sabía con que cara vería a Mikey.

Plan B, finge demencia.

Mikey con sutileza se acercó a Takemichi sin que se diera cuenta que invadió en unos segundos su espacio personal, para así empezar a jugar con las hebras rubias teñidas del de mirada azulada y sus caricias pasaban desde la cabeza hasta la barbilla, después subir con lentitud a su mejilla en un toque suave, los dedos de Mikey contorneo el rostro de Takemichi hasta llega a la nariz y finalmente apretarla.

Takemichi se quejó y Mikey sonrió con burla.

 — No es tan difícil.

— Es más fácil decirlo que hacerlo, Mikey-kun.— expresó Takemichi mientras se sobaba la nariz por la acción anterior.

— Vamos~ quiero oírlo.

Takemichi suspiro al ver como Mikey hizo un mohín, él no podía contra esa cara.

— M-Manjir-ro...— Mikey sonrió.— Manjiro-kun.

Mikey volvió a hacer un mohín más exagerado.— Sin honoríficos.

 — ¡N-No puedo! ¡Ya me pides demasiado Mikey-kun!

Y regresamos a Mikey-kun

El rubio ceniza negó divertido mientras se apoyaba de su mano derecha para luego observar un largo rato a Takemichi mientras que él refunfuñaba y luego de alcanzar nuevamente la almohada hundió su rostro en ella para poder escapar de la mirada contraria.

Bueno, algo es algo. Aún así, para Mikey es maravilloso tener este tipo de momentos con su Takemichi.

Ahora puede considerar al rubio totalmente suyo, como siempre anhelo.


Lo prometido es deuda, aquí les traigo el epílogo~

Próximamente, los extras de la historia y terminamos con broche de oro </3

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