- ¿Qué mierda es esto?.- Murmuro al observar su mano con un nombre escrito en él.

- ¡Mocoso si no vienes enseguida te quedas sin hijos!

- ¡Cállate maldita bruja!

El rubio cenizo ya vestido llego al comedor a desayunar junto a sus padres, quienes mantenían una charla amorosa donde solo se limito a gruñir ante tanto afecto en su presencia. Al empezar a comer tomo su celular para así desbloquearlo, vaya que escupir el cereal no fue buena idea.

- ¿¡Pero qué mierda es esto?! 

- ¡Limpiaras este desastre bastardo!

Tienes buenos amigos y ¡eres un chico genial!
El trabajo me sorprendió, pero eso parece sacado de algún cómic o película. 
Sigo siendo sorprendido por lo increíble que eres.. ¡Tu vida es increíble!
Gracias a mi metida de pata, ¡Pude pasar el rato con la hermosa señorita Utsushimi! Aunque ella me pidió personalmente llamarle solo Camie.
Fuimos juntos a la estación al salir del trabajo.

¡Y todo gracias a mi lado tierno y sensible!

- ¿Quién de ustedes tomó mi puto celular?

- ¿Para qué lo necesitaríamos? Piérdete de una vez antes de que te saque a patadas.

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Los sonidos de los balones en la cancha estaban en el ambiente junto a risas de algunas personas reunidas alrededor, simplemente se limito el rubio a degustar su almuerzo ignorando a sus acompañantes.

- Vamos al café de nuevo Bakubro.

- Váyanse a la mierda, tengo trabajo.

- ¿Recuerdas dónde esta..?.- Menciono burlón el rubio sin medir las consecuencias.

- ¡MUERE BASTARDO!

- ¡AAAH! ¡KIRI AYUDA!

- ¡Seguro fueron ustedes par de idiotas!.- Gruño después de alcanzar al contrario mientras le jalaba el cabello rabioso, esté solo chillaba angustiado por su cabello.- ¡Tomaron mi puto celular y así hacerme una maldita broma! ¡¿Me creen imbécil?!

- ¡Exijo mis derechos como ser humano y pedir un abogado!

- Blasty tranquilo, nosotros no fuimos.

- ¡Que me calme una mierda!

- Si tú, Kirishima no puedes calmarlo.. ¡Estamos perdidos!

- Si te calmas no subiré a la red esta foto de ti.

Chantaje.

El silencio se adueño del ambiente entre los tres y un aura oscura rodeo al rubio ceniza, Kirishima y Kaminari sintieron el verdadero terror.

- ¡BORREN ESA MIERDA ANTES QUE TE ASESINE MALDITO BASTARDO DE-!

- ¡CORRE, PERRA, CORRE!

Ambos chicos se levantaron y tomaron carrera siendo perseguidos por un rubio explosivo con problemas de ira por toda la cancha hasta que el mismo se canso y se marcho dejando al pelirrojo y al rubio agotados y quizás con otro trauma a la lista.

- P-Parece que está actuando normal de nuevo.

El pelirrojo con un suspiro grande le observo ante el comentario con un puchero y sonrojo ante el recuerdo fresco del día anterior.- Ayer pareció tan lindo.

- ¿Qué..?

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Chasqueo la lengua mientras salio el rubio ceniza de los vestidores con el uniforme puesto, el chico odiaba aveces vestirse tan formal, pero para él trabajo es trabajo y la paga no es tan mala.

- ¿Qué me miran malditos extras?.- Expreso con desprecio al verse observado con odio de parte de sus compañeros de trabajo, para él era normal aquellas miradas ya que después de todo era grosero con la mayoría, pero, su mirada a parte de ser de odio también venia con un sentimiento que no pudo descifrar.

- Bakugo, trataste de superarnos.

- Tss. Obvio, siempre estaré un paso delante de ustedes por la subida del sueldo idiotas.

- ¡Te fuiste con ella! ¡Ahora si te odio más!

- ¡Hombre deja de comer en frente de los pobres!

- ¿¡De qué hablan bastardos!?

- ¡Confiesa! ¿¡Qué hicieron?!

- ¿Qué sucedió después? ¡Cuéntanos!

- No se de qué hablan malditos, no recuerdo nada-

El sonido de la entrada a la sala de empleados los interrumpió, entrando con un vestido pegado a su esbelto y voluptuoso cuerpo, la chica de cabellos rubios con mirada seductora y con una sonrisa les observo a todos mientras se quitaba su sombrero de sol.

- ¡Utsushimi ha llegado! Trabajemos duro.- Menciono con ánimo dejando a todos embobados ante el paisaje tan bello en frente de todos los chicos con hormonas expuestas.

- ¡Si!

Todos los chicos con un sonrojo visible la observaban detenerse de repente ante el vestidor y voltear a ver al rubio ceniza con una sonrisa coqueta.

- Oh, y será un buen día. ¿Verdad, Katsuki?.- Y con un guiño abandono la sala con las miradas de odio hacia el rubio, quién tenia un ceño tan fruncido por tanta confusión que juraba que tendría un dolor de cabeza fuerte durante el resto del turno.

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El día siguiente a la siguiente.

El peliverde observaba su mano rayada o mejor dicho, bombardeada de preguntas llegando desde su mano hasta extenderse a lo largo del brazo.

¿Izuku? ¿Quién eres maldito? ¿Qué eres?

Solo pudo llegar a la conclusión que quién le preguntaba era más ni menos que el rubio a quién decidió apodar Kacchan.

- Vaya.. veo que hoy no estas revisando a tu amiguito.- comento la pequeña peliverde con suma burla.- ¡El desayuno esta listo! ¡Levántate cabeza hueca!

El sonido común de la puerta de la habitación siendo cerrada con fuerza fue lo que hizo que aquel pecoso reaccionará ante las palabras dichas por su hermana y así sonrojándose como un tomate hasta las orejas.

- ¿¡Qué me revisaba mi qué?!.- Exclamo abrazándose a sí mismo impactado.

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- ¡Buenos días!

El pecoso se exalto al recibir la mirada de todos al ingresar al salón de clases, y sin dejar de ser el centro de atención tomo asiento junto a la castaña con un claro nerviosismo en todo su sistema nervioso.

- ¿Por qué todos se me quedan mirando..?- Pregunto desconcertado el peliverde a su mejor amiga.

- Bueno, ayer hiciste un espectáculo asombroso.- Menciono orgullosa alzando el pulgar en alto.

- ¿Qué?

El día anterior.

El peliverde con un ceño fruncido se encontraba pintando una pila de frutas frente a él, estaba en clase de arte y eso le relajo a tal punto que pudo mantenerse al margen durante casi una hora completa.

- ¿Vieron los carteles de elección?

- No importa quién gane, todo caerá en quién soborna a quién.

- El sustento de alguien depende de ello.

La castaña volteo a observar preocupada al chico a su lado al ver como se detenía al bajar su lápiz del dibujo que realizaba con tanta tranquilidad, para luego de igual forma voltear a ella con un susurro bastante claro y firme.

- Esas mierdas están hablando de mí, ¿Verdad?

- Bueno, sí. ¡Oye, Izuku!

Y un sonido fuerte fue lo que se escucho en el salón, una de las mesas fue pateada y así termino en el suelo llamando la atención de todos. El grupo que había comentado hace unos segundos observaron la mirada llena de superioridad y firmeza del pecoso junto a una sonrisa arrogante.

Con eso todos desviaron la mirada del chico, quedando callados. Al observar la reacción de todos se cruzo de brazos y pies victorioso ante su muestra de autoridad.

Mientras esté presente en este puto cuerpo, nadie se burlará del maldito nerd.

Regresando a la actualidad.

La carne del palillo que tenia entre sus manos cayó de inmediato regresando al envase del almuerzo del peliverde ante el shock que vivió cuando el relato de sus amigos finalizó detallando los hechos anteriores.

- ¿Qué..? ¿¡Qué yo hice qué?!

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(Poner musiquita casera¿)

El pecoso al encontrarse a su hogar atravesó la sala con la mirada extrañada de sus familiares quienes estaban segundos antes conversando.

- ¿Onii-chan..?

Ante la adrenalina del momento ignoro al llamado de su hermana y así subió rápidamente a las escaleras en busca de llegar lo más rápido posible a su habitación, estando allí tomó entre sus manos el cuaderno donde había estado los escritos extraños y preguntas del contrario.

- ¿Esto..? ¿Podría ser....?

El rubio ceniza se encontraba revisando sus anotaciones virtuales con desesperación latente sin dejar de fruncir el ceño con cada ojeada a cada palabra y fecha.

- ¿Será que ese bastardo es...?

- En nuestros sueños, ese chico y yo...

- ¿¡INTERCAMBIAMOS DE LUGAR?!

Estoy comenzando a entender lo que sucede..
Kacchan vive en Tokio, y asiste a la preparatoria, al igual que yo.

Cambio con el idiota del nerd de forma alazar, algunas veces a la semana inesperadamente. El sueño que lo desencadena, la causa es un maldito misterio.

Los recuerdos del intercambio se desvanecen al despertar.

Definitivamente intercambiamos, las personas a nuestro alrededor lo comprueban así que..

Así que establecimos algunas reglas para proteger el estilo de vida del otro.

También acordamos dejar notas en nuestros celulares durante el día del intercambio.

Y así superar juntos este misterioso fenómeno.. Pero...

Pero maldita sea...

- ¿¡Qué le pasa a ese chico?!

Ten más cuidado con mi vestimenta, parezco un pandillero.

¡Deja de sonreír como estúpido en mi cuerpo! ¡Arruinas mi imagen idiota!

P-Pero así suelo ser.

Maldito nerd deja de gastar mis ahorror en postres caros.

¿Pero en qué afecta eso? Ese dinero existe para ser gastado con cosas buenas, quedara en tu estómago después de todo.

¡Soy yo quién se jode la espalda trabajando imbécil!

Trabajas demasiado Kacchan.

Jódete mierda.

« Tomé el té con la señorita Camie, parece que ustedes se llevan cada vez mejor~ »

« Bastardo deja de meter tus narices donde no te llaman DEKU. »

« Kacchan, ¿¡Por qué un chico se me declaro!? »

« Definitivamente eres más genial conmigo en tu puto cuerpo. »

« ¡Eres un engreído Kacchan! ¿Tu hablando de amor? Ni siquiera tienes una novia. »

« ¡Tú eres el maldito engreído! Simplemente eres un Deku por no tener a nadie tampoco. »

« ¡Kacchan! ¡No tengo a nadie por qué..! »

« ¡No tengo una puta novia por qué..! »

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- ¡NO QUIERO TENER UNA RELACIÓN!

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