el pequeño Kim Sunoo corría debido a las tantas deudas que tenía, escapando de los hombres quienes le perseguían en busca de dinero.

Corrió durante media hora más hasta que se detuvo a recobrar el aliento cerca de un poste el cual daba una ligera iluminación, sus agresores se cansaron calles abajo así que tenía tiempo para descansar y volver a "casa" si es que así podría llamarle a aquella pequeña chosa dentro del barrio más pobre de seul.

Estaba dispuesto a caminar hasta que frente a el yacia un hombre de traje elegante y sonriéndole mientras le mostraba dos cuadrados grandes, uno rojo y uno azul

-si usted juega conmigo y gana una ronda le daré cien mil wons pero si yo gano usted deberá pagarme

-pierde su tiempo no tengo dinero

-entonces...podría pagarme con su cuerpo

El menor le miro ladeando la cabeza mientras este suspiraba y negaba

-señor si usted solo quiere llevarme a un hotel quiero decirle que no, no acepto ese tipo de proposiciones, usted es guapo alto y elegante pero....no e mi tipo no me gustan los coreanos

-no, no es lo que...pero si usted es coreano

-exacto, necesito a alguien extranjero, bueno, si me.disculpa

-no espera! Yo me refería a cachetadas, te doy una cachetada cada vez que gane, que dices?

-a parte de pervertido fetichista-suspiro rodando los ojos-bien, dame el azulito por qué se ve más bonito

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dónde el pequeño Sunoo estaba endeudado hasta el cuello y su única forma de recuperarse es participando en un juego de vida o muerte para solventar sus deudas

dónde Niki tiene que pagar la operación de su hermana menor y es reclutado a ser cuidador dentro de un juego donde le pagarían el tratamiento completo a la pequeña hasta que el juego terminará

dos mundos no tan diferentes pero con un destino similar