Park Jimin conoció a su alma destinada, en el momento en que su hermano lo presentó como su pareja.

Sí.

Su alma gemela era Jeon Jungkook, el hijo de un divorcio, un joven que recientemente se había mudado al pequeño pueblo, pues su padre había decidido retomar su vida en el campo.

Su madre le había abandonado para cumplir su sueño en el extranjero y había conocido a Jimin en la única plaza del pueblo.

Según la pareja, fue amor a primera vista.

Toda la historia la habían contado en la cena que habían tenido para que Jungkook pudiera cortejar a Yoongi, aunque no era realmente necesario porque el Omega ya tenía su marca permanente. Sólo fueron formalidades.

Jimin no había hablado en toda la cena, pues se había dado cuenta en el primer segundo que le ocurría algo con Jungkook.

Por supuesto, el alfa no lo había notado.

A medida que pasaba la cena y Jimin seguía sin decir alguna palabra, su madre preocupada, le pregunta.

"¿Estás bien?" Su madre Krystal pregunta con una pequeña sonrisa. Interrumpen las palabras halagadoras que Yoongi estaba por decir. Debajo de la mesa, el mayor aprieta la mano de su pareja, que se queja un poco por ello.

"Sí". Jimin asiente y sigue masticando el trozo de pollo. No es capaz de levantar la cabeza y volver a cruzarse con los ojos de Jeongguk. Son tan oscuros que siente que le van a absorber en cualquier instante.

Se siente mal por tener en su cabeza, deseo por la pareja de su hermano. Su pecho duele y su lobo ruega porque el alfa se fije en él. Está mal. Lo que siente está mal.

De repente, la voz del único alfa presente en aquella casa, le pregunta. "¿Estás bien?, tengo algunos conocimientos de medicina... quizás pueda ayudarte si tienes algún problema".

Es entonces, cuando Jimin levanta la cabeza, que un temor en sus ojos se deja ver. Yoongi mira a su hermano en silencio, preguntándose que le ocurre al niño mimado.

Siempre había tenido una enemistad con su hermano Jimin, el Omega con el que se llevaba apenas un año de diferencia, le quitó todo.

Desde el momento en que nació, sus padres le dejaron de lado y mientras iba creciendo, sus más preciados juguetes debían compartirse con su querido hermano. Los chicos en la escuela le querían, mientras que él, era el simple hermano amargado al que nadie quería.

Todo hubiera sido fácil si sus padres se hubieran preocupado más por él, pero Jimin, al ser el más delicado de los dos, debía tener más atención.

Jimin había sobrevivido por la poca calidad medicinal que había en el pueblo, de no ser por las chamanes y el médico que asistió el parto en la granja de los Park, el Omega no habría sobrevivido. Sus padres estaban traumatizados con que su muerte ocurriera, que lo cuidaron más que Yoongi.

Y eso envenenó su corazón.

Odiaba a Jimin y nada podría hacerle cambiar de opinión.

Jimin, el dulce y perfecto Jimin, hace una mueca a su novio, cosa que le hace enfurecer. "Estoy bien, sólo uhm, me duele un poco la cabeza. Nada grave".

Jungkook asiente y un hoyuelo se hace notar en su mejilla derecha. Jimin siente su pecho arder. Reprime la acción de tocarlo y sonríe de vuelta.

Yoongi aguanta un comentario agresivo hacia su hermano, pues no quiere hacer una escena frente a su pareja. Es lo poco que le importa.

"Está bien".

Jimin jamás se había enamorado de alguien. Incluso cuando uno de los deportistas de su escuela se había declarado, escribiendo una carta romántica, el Omega no sentía una pizca de emoción por el chico y le había costado rechazarlo.

Ahora que se dedicaba a trabajar en la granja de la familia, junto a su hermano, le hubiera gustado experimentar algo de lo que dicen, un amor adolescente. Lástima que la única persona por la que acababa de sentir una pizca de ello, es pareja de su hermano.

Le gustaba el novio de su hermano y en su cabeza no podía haber algo que le carcomiera más que ello. Incluso tener que limpiar el granero, las heces de las vacas o pasar en medio de las gallinas era mejor que ser consciente de ello.

Jimin se había dado cuenta de ese sentimiento, cuando se despidieron en la puerta y Yoongi había avisado que pasaría la noche junto a su novio.

Su corazón casi estalla, pero su cuerpo no lo hizo. Se despidió de la pareja con una falsa sonrisa y casi se echa a llorar a su cuarto cuando cerraron la puerta, Jungkook no despegaba sus manos de su hermano y le hizo pensar cómo sería sentirse amado por el perfecto alfa, habían convivido por dos horas y no podía sacarse la sensación de su pecho. La relación que tenía con su lobo interno, le hizo saber que no era tan extraño sentirse así tan rápido.

Le hubiera gustado que fuera un enamoramiento momentáneo, porque los siguientes meses fueron una tortura casi eterna.

Eran la pareja ideal, Yoongi, un Omega que ocultaba su dulzura en una capa de indiferencia, necesitaba un Alfa como Jeongguk, cariñoso y leal. La tristeza inundó su corazón porque Jungkook no podría estar a su lado ni en un millón de años. Eso fue lo que llenó sus pensamientos tras tirarse sobre su cama, sin poder dormir.

Se alegra por su hermano y se culpa por los sentimientos que se comienzan a formar en él.

gracias por leer/votar/comentar!!, nos leemos el próximo sábado <3

¿alguno ya había leído la anterior versión?