Sus padres habían decidido comprar algunas plantas medicinales para descubrir que ocurría con él, plantas que solamente se encontraban en la ciudad, por lo que habían planeado un viaje que duraría al menos dos días. Se quedarían en casa de una hermana de su madre y eso generaba dos cosas.

La primera era que Jimin se quedaría en casa y la segunda, era que Yoongi había invitado a Jungkook para que le acompañase en el lugar.

El Omega menor no tenía que lo último sucedería cuando sus padres se despidieron.

Sus mejillas estaban manchadas de harina y no lo había notado. La cocina lograba distraerle mientras su situación empeoraba, había pasado una semana desde aquel desafortunado evento en que su celo desató caos en su cuerpo y se sentía débil.

Pero no lo suficiente, como para evitar que pudiera hacer uno de sus postres favoritos.

Ahora sentado sobre el sofá, envuelto en una cobija gruesa y con un Pie de manzana sobre la mesita, dispuesto a comerse todo el postre, quizás vería una película romántica y podría probar el vino que sus padres tenían guardado. Una noche perfecta.

Yoongi había dicho que no pasaría la noche en casa, así que sólo serían él y su cobija.

Pero su sorpresa fue grande, cuando su hermano mayor entró tomado de la mano con Jungkook y riendo como si su pareja acabara de contar el mayor de los chistes. Jimin sintió como si acabara de cometer un crimen, con la televisión encendida y picoteando el Pie.

Su mundo se detuvo cuando la pareja se quedó mirándole en silencio por unos segundos y cruzó miradas con el alfa que le miraba expectante. Jimin frunció el ceño, sintiendo el nudo en su estómago de nuevo, estaba que se echaba sobre el alfa.

El Omega carraspeó y no pudo evitar su voz débil. "Hola". Fingió calma. Jungkook le sonrió y Yoongi frunció el ceño sin comprender la tensión en el lugar.

Carraspeó cuando Jungkook le dejó atrás y se acercó a su hermano. Le interrumpió antes que pudiera hablar. El alfa se había sentado en el sofá, en el lado contrario y dejando que Yoongi tomara su mano y besara su mejilla antes de ir por un vaso de agua, sonrió.

"Hola Jimin, ¿Qué estás haciendo? ¿eh?, guardándote el Pay a ti...Sabes que es de tú aroma, ¿verdad?" Intentó sonar amable. El alfa le había dicho a su pareja la preocupación con su hermano, estaba preocupado con que este estuviera pasando por algo y no tuviera a nadie para él, que le propuso a Yoongi que se quedara en casa y acompañara a su hermano, él, por supuesto, quería pasar tempo junto a su pareja que lo invitó a quedarse con él y su hermano.

Tampoco quiso decirle la preocupación que tenía por el Omega, no era bueno que se quedara sólo en la granja.

Aunque era un lugar tranquilo, no se puede confiar demasiado.

"Eh, sí, sí" Eso significaba que Jungkook reconocía su olor. "¿Quieres?"

"Gracias, por supuesto, ¿algún problema si te hacemos compañía?"

Él negó, mordiendo su labio. "Está bien".

Cuando llegó su hermano, Jimin frunció el ceño al notar como sus manos se entrelazaban con las de Jungkook.

Estaba incómodo. No quería estar allí, prefería encerrarse en la habitación y evitar cualquier cosa que le pueda afectar. Se levantó por un vaso de agua, para evitar las lágrimas que se acumulaban en él y su aroma no delatara su estado de ánimo. Se pregunta si será su destino sufrir de esa manera.

Quizás se acostumbraría o buscaría a alguien más. Tal vez aquello sería la solución.

Se aparta de la pareja y Jungkook prácticamente salta detrás de él. "Jimin, ¿estás bien?, hueles...hueles como aquella vez".

Si no hubiera pensado en su hermano o que su lugar junto a Jungkook jamás ocurriría en esta vida, se hubiera atrevido a decir la verdad en voz alta.

No estoy bien. Eres mi alfa destinado y probablemente moriré por no estar a tu lado. Desea gritarle en la cara. Jungkook tendría que saberlo con solo mirarle a los ojos, con sólo escucharle, tendría que saber todo.

Pero no ocurre. Porque todos sus instintos cambian con la marca. Es menos intenso el sentimiento que una pareja destinada debe tener. Jungkook no lo sabe con solo mirarle a los ojos y eso le duele demasiado.

Quiere decirlo todo, todo...en cambio, sonríe y asiente. El alfa entrecierra los ojos, con el presentimiento de que algo muy malo ocurre con el hermano de su novio. Es una sonrisa falsa, algo en él se lo dice. "Sí. Vuelve con Yoongi. No te preocupes".

Su hermano mayor se queja porque le han dejado sólo y Jungkook carcajea. "Está bien..."

Jimin se da la vuelta, dispuesto a encerrarse en su cuarto en cuanto Jungkook deje la cocina.

Pero luego, el alfa le toca el hombro y limpia su mejilla y frente.

"Tenías harina". Sonríe y el corazón de Jimin se encoje.

Vuelve al sofá veinte minutos después con las mejillas rojas. Se aleja más de la pareja y puede notar de reojo, como los dedos de Jungkook acarician su hombro.

Se pregunta que se siente ser su hermano.

Luego se queda dormido en el sofá y amanece recostado contra el colchón de su cama.

Jungkook le ha cargado hacía su habitación.

No puede evitar enrojecerse y culparse por permitir que aquellos sentimientos llenaran su cabeza.

me gusta este cliché, que les puedo decir jajs