
30
Capítulo dedicado a;
@Zoya2sanchez3
@Viktor_Nikiforov_-_
@478nuria
@xXLuBonilloXx
@Pitufa104
Todo estaba listo.
Habían llegado a la casa donde habían vivido toda su infancia y parte de su adolescencia.
Habían acomodado las maletas, y Crystal había tomado las pastillas que su madre le había aconsejado que tomara.
Estaba nerviosa.
Muy nerviosa.
La primera vez que pasaría por ese mal trago, y encima lo habría sola.
-Enana- Dave entró en la habitación de ésta- Hay que ir a comprar, pasaremos aquí unos días muuuuuuuuy largos.
-No tengo ganas de ir a comprar, Dave- murmuró un tanto cansada- Ve tú solo, por favor.
-¿Ya has comenzando a tener ganas de...uuuuuh...hacer eso?- preguntó Dave bastante avergonzado.
-¡Dave!- chilló ésta sonrojándose como un tomate- ¡Largo de aquí!
Dave se marchó de allí prácticamente corriendo mientras profería disculpas un tanto atropelladas.
Pero lo cierto es que sí, Crystal comenzaba a sentirse un poco mal.
-Te echo de menos- murmuró Crystal a la nada- Ojalá estuvieras aquí, Jaden.
Justo ante sus reclamos, el timbre sonó.
-¡Voy!- gritó levantándose con pesadez de su cama- ¿Eres tú, Dave? ¿Te has dejado las llaves maldito idiota?
-Seré un idiota, pero no me he olvidado las llaves- comentó el chico tras la puerta, haciendo resonar sus llaves- Había escuchado que mi vecinita de la infancia había regresado y quería verlo con mis propios ojos.
-Si mi padre estuviera aquí te habría perseguido hasta darte un suave golpe, lo sabes ¿verdad?- inquirió Crystal sonriendo- ¿Qué hay, Stuart?
-¡Sólo fue un pequeño malentendido!- chilló éste, abarazándola- ¡Has crecido un montón!
-Tampoco seas tan exagerado- gruñó molesta ante su cercanía- ¿Puedes soltarme?
-También estás más fuerte y gruñona, ¿Qué te sucede, muñequita de porcelana?- Inquirió apartándose de ella.
-Ahora soy más que una muñequita de porcelana, créeme- murmuró sacando su lengua- Me temo que debes irte, Stuart.
-¡Pero..!-
-No es un buen momento, amigo- insistió un tanto triste- En unos días iré a buscarte, ¿vale?
-Vale, vale me rindo- se quejó éste- Ya sabes donde vivo muñequita de porcelana.
Crystal no se molestó en articular un adiós, simplemente cerró la puerta gracias a su irritable humor.
-¡Pero serás mala!- chilló Dave prefiriendo un quejido- ¡No hacía falta cerrarme la puerta en las putas narices!
-¡Oh dios mio, Dave!- chilló ésta abriendo nuevamente la puerta- ¡Lo siento! ¡Lo siento!
-Da igual, enana- comentó sonriendo- Compras listas.
-¿Cómo es que no sabía que estabas ahí? ¿Por qué no has hablado o algo?- inquirió ayudándole con las bolsas.
-Porque resulta que no tenía pensado saludar a ese imbécil- gruñó nuevamente- Y estabas muy ocupada dejándole en claro tu humor para nada cariñoso.
-De acuerdo- comentó dejando las bolsas sobre la encimera- Tú colocas la compra y haces la cena.
-¡Eh! ¡¿Y tú qué?!- chilló indignado.
-No hagas que me ponga más gruñona, Dave- comentó sonriendo- No quieras verme enojada.
-¡No sé qué es peor!- gritó cuando ésta se alejó de la cocina- ¡Creo que prefiero que tengas la regla antes de pensar hasta el cansancio en el sexo!
-¡Vete a la mierda, Dave!-
-¡También te amo, hermanita!
Tal y como su padre le había ordenado, Dave se había encerrado en su habitación, tirado en la cama con los cascos a todo volumen.
Crystal seguía siendo su pequeña e inocente hermana, y no quería escucharla hacer esos sonidos por nada del mundo.
Mucho menos pensar en el hecho de que ella solo pensaría en eso durante los próximos días.
Crystal por su parte emitía pequeños suspiros mientras intentaba encontrar la postura perfecta para conciliar el sueño.
Pero su cuerpo se lo impedía.
El calor la recorría sin darle tan siquiera un poco de tregua.
-¿Enana?- inquirió Dave suavemente- ¿Estás bien?
-Puedes pasar, enano- comentó ésta.
-Solo quería saber si estás bien, ¿necesitas que llame a papá o...?
-No, estoy bien- sonrió intentando tranquilizarlo.
-Estoy cagado, enana- murmuró débilmente- Estás a mi cargo, y no sé realmente como funciona esa movida de hombres lobo.
-¿Qué hora es?-
-Faltan diez para las doces- murmuró mirando su reloj- Será mejor que me vaya, si necesitas algo sólo llámame.
-Estaré bien, descansa- murmuró ella débilmente.
Dave cerró la puerta, encaminándose nuevamente hacia su habitación.
Pero nada estaba bien.
Habían pasado unas cuantas horas desde que el reloj marcó las doce, y con cada minuto que pasa ella empeoraba.
Su piel ardía, anhelaba caricias, sus caricias.
Su bajo vientre dolía aún más, y ella sabía que eso solo sería el principio.
-¡Mierda! ¡Ya voy!- gritó Dave histérico al escuchar como alguien golpeaba salvajemente la puerta de la entrada- ¿Quién es?
-Abre si no quieres que tire la puta puerta abajo- comentó Jaden con algo de dificultad.
Incluso a Dave le costó reconocer la voz de éste.
-Ya casi lo has hecho, pedazo de bestia- comentó Dave abriendo la puerta- Hostia puta- Jadeó al verlo.
Lo primero que llamó su atención fueron sus ojos.
Sus pupilas estaban muy dilatadas, tanto que casi el color miel había desaparecido.
Alrededor de éstas, pequeñas venas rojas inyectadas en sangre lo acompañaban.
Su pelo estaba completamente revuelto, junto a su ropa también desorganizada.
-¿Qué haces aquí?- inquirió intentando cerrar la puerta- Mi padre me dijo que no podías estar aquí.
-Créeme cuando te digo que en este momento puedo pasarme lo que tu padre te haya dicho por la mismísima polla- gruñó salvajemente.
-Sí, con eso es con lo único que estás pensando en este mismo momento- le reprochó Dave mirando directamente el notorio bulto que se formaba por los pantalones de éste- Santa diosa.
-Lárgate de aquí, Dave- comentó ignorándolo- Ve a casa de tus abuelos.
-¡¿Estás malditamente loco?!- gritó al borde del pánico- ¡El único que tiene que largarse de aquí eres tú, maldito degenerado!
-Dave- gruñó Jaden acercándose, amenazante- No estoy en mis cabales en este momento, y en un par de horas será mucho peor.
-¡Pues por eso mismo!- gritó intentando hacerlo entrar en razón- ¡Mira como estás! ¡Vas a hacerle daño! ¡Y no vas a acabar haciéndolo con ella! ¡Sobre mi puto cadáver!
-No sé si tengo que hablarte como a un niño pequeño para que te entre en esa cabeza tuya- gruñó arrinconándolo contra la puerta- Sobre mi puto cadáver le haré daño, y no pienso hacer esas cosas que estás pensando.
-Sue...-
-¡Mierda escucha lo que te estoy diciendo!- gruñó golpeando la puerta unos centímetros por encima de la cabeza de éste- A mí personalmente me da igual que te quedes, pero esta no es tu casa de la manada.
Mi lobo acabará encontrando tu olor como una amenaza e intentará matarte, ¿y adivina qué?- rió irónicamente- Yo no podré controlarme.
-Entendí- murmuró aterrado- Macho territorial mata a aquel que se atreve a acercarse a lo que es suyo, pura biología.
-Genial, pues ahora lárgate- Jaden se estremeció al escuchar un grito proveniente de la habitación de Crystal.
La biología no lo dicta todo.
Las hembras también pueden serlo.
Intentaré que el siguiente capítulo sea... Salvaje 👿
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