Maratón 2/3

Capítulo dedicado a;
@luayda
@_TropTard
@FridaLeal5
@AmyHood2520

-Deseo ser completamente tuya- murmuró Crystal un tanto avergonzada.

Directa, clara y concisa.

Él nunca me lo habría propuesto.
Es demasiado correcto.
Pensó ella.

Habían cenado con su familia, habían hablado, reído e incluso llorado de vez en cuando.

Pero, sobre todo, habían evitado a toda costa las explicaciones.

Sólo era retrasar lo inevitable.

-¿Qué?- Jaden dejó de contemplar el cielo estrellado y la miró, estupefacto- ¿Qué acabas de decir?

La familia había decidido dejarlos a solas en el jardín un rato, después de todo sentían como si ellos dos necesitaran tener una conversación que había quedado pendiente.

-Que quiero ser tuya- murmuró una vez más.

-Cielo- murmuró Jaden depositando un beso en su frente- Más adelante.

-Sabía que dirías eso- gruñó ella un tanto enojada- ¿Por qué más adelante y no ahora?

-Pues porque todavía eres algo pequeña, solo tienes diecisiete años- comentó éste sonriendo.

-Casi dieciocho- gruñó.

-Eres pequeña- insistió- Tenemos mucho tiempo por delante, tienes que terminar tus estudios, y te recuerdo que recién han comenzado.

-Vale, vale lo entiendo- gruñó Crystal apartándose.

-No, no lo haces amor- comentó atrapándola entre sus brazos- No malinterpretes las cosas, por favor.

-Sé que me quieres- comentó Crystal- Te has sacrificado por mí.

-Crys...-

-No- gruñó ésta, interrumpiéndolo- Creo que tú lo has pasado peor que yo, aún siendo yo la que murió- continuó- Pensé que no volvería a estar contigo, con mi familia o con mis amigos, pero lo que realmente me aterraba era pensar que no podría saber nunca que se sentiría ser completamente tuya.

-Deja de mirarlo como si fuera un maldito sacrificio- gruñó Jaden- Ha sido simplemente un pacto, no afectará nada en mi vida- hizo una pausa- en mi relación contigo.

-Sí, sí tengo que mirarlo como un maldito sacrificio- gruñó ella- Le has jurado lealtad.

-¿Y?- insistió él- ¿Qué hay de malo?

-¡¿Qué hay de malo?!- gritó histérica- ¡Si algo ocurre, tú tendrás que ir a salvarle el culo! ¡Y yo sólo sé parte del pacto!

-No es como si el trasero del diablo tuviera precio- comentó divertido- Hazme caso, cielo- la besó- Todo está bien.

-¿Cuál fue la otra parte?- insistió un tanto irritada.

-No puedo decírtelo- comentó resignado.

-Vale pues, ¿sabes que?- inquirió Crystal sonriendo- Yo tampoco pienso decirte el pacto que hice.

-¡¿Qué tú qué?!- gritó histérico- ¡¿Qué mierda has hecho, Crystal?!

Crystal iba a responderle, o más bien a gritarle, pero fueron interrumpidos.

-¿Todo bien chicos?- comentó Gisela un tanto preocupada.

-Sí, mamá- comentó sonriendo débilmente.

-No, nada está bien- comentó Jaden casi al borde de un ataque de pánico- ¿Qué has hecho, Crystal?- intentó preguntar algo más calmado.

-Nada- gruñó apartándose de él- Vamos mami.

-Crystal- gruñó Jaden- Dime que has hecho.

-¡Nada! ¡No he hecho nada más que sacrificarme por amor!- gritó colérica- ¡¿Eso has hecho tú, no?!- golpeó repetidas veces su pecho- ¡Pues yo también te amo y se me ha pegado la gana de hacerlo!- dio media vuelta y se marchó.

¿Cómo mierda ha conseguido hacerlo sin que yo me entere?
Pensó Jaden.

-¿Qué has hecho, cielo?- murmuró con tristeza mientras la observaba dormir- Si te pasa algo me muero.

-Sabía que estarías aquí- comentó Rick entrando en la habitación de su hija- Te cortaré los huevos si te pillo otra vez aquí, ¿me has oído?

-¿Sabes qué ahora soy el favorito del mismísimo Diablo?- inquirió Jaden sin apartar la vista de Crystal.

-¿Qué puta clase de broma es esta?- gruñó Rick intentando no despertar a su hija.

-Tú más que nadie está interesado en mis ojos y el repentino cambio de color- comentó con tranquilidad- Ya trabajaba para él, ¿sabes?- rió irónicamente- Transportaba a los muertos en una maldita barca, como si morir no fuera suficiente.

-Me estás asustando- comentó Rick.

-¿Mueres y en vez de encontrar la paz tienes que montar un puto paripé para encontrar la moneda a la que se supone una bruja traidora te ató?- prosiguió ignorando a Rick- Siempre he sido respetuoso, y siempre he cumplido con mi deber.

Rick se acomodó sobre la superficie del escritorio totalmente intrigado por la historia.

-Y un día sin más tu hija aparece en mis narices asustada como los mil demonios- gruñó- Resulta que mi padre la ha ahogado en la piscina donde ella entrena para conseguir su sueño.

-Ese maldito malnacido - gruñó Rick.

-Ese maldito malnacido lo está pagando muy caro, créeme- murmuró acariciando el cabello de Crystal- Hacía mucho tiempo, incluso antes de saber que ella es mi mate, el hombre para el que trabajaba me propuso jurarle lealtad y ser su mano derecha porque, se supone, yo valía para ese mundo.

-Intentar hacer mejor tu trabajo para no tener problemas te trajo consecuencias, eh- murmuró Rick comprendiendo de que iba todo esto.

-Conseguí librarme con la excusa de que aún no habiéndole jurado lealtad, yo nunca había hecho nada en su contra y siempre había mirado por su beneficio- comentó mirándolo- ¿Adivinas el resto?

-Has aceptado- comentó Rick- ¿Qué opina mi hija de todo esto?

-No lo sabe- comentó sonriendo- Apuesto lo que sea que ahora mismo estaría durmiendo en el sofá.

-¿Y sabes lo que te espera en tu nuevo...- hizo una pequeña pausa, pensativo- cargo?- Jaden negó- Pero aún así no puedes evitar intentar tranquilizar a tu mate, ¿eh?

-Tú más que nadie me comprendes, ¿no?- Rick asintió.

-Perdóname que te diga esto pero yo no creía en esas cosas- comentó incorporándose- Sin embargo ahora la prueba más valiosa de ello es que mi hija está viva- sonrió débilmente- Puedes contar conmigo para lo que sea, ahora tienes una familia.

-Me da igual lo que a mi me espere, Rick- comentó incorporándose también- Lo haría mil veces más.

-¿Pero?-

-Pero mi mate ha hecho un pacto con el diablo también- gruñó- Y no tengo ni puta idea de lo que ha pactado.

-Eso...-

-Eso debe preocuparnos, Rick- gruñó nuevamente- Mucho.