
24
Capítulo dedicado a;
@ineszlx
@Alexandracapoblanco
@Maitell
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'Aquel que pensaba que jamás tendría la oportunidad de matarte...'
-¡Ayuda! ¡Ayuda!- gritó Crystal mientras corría por uno de los tantos pasillos del instituto.
Chocó una vez más, esta vez contra una chica.
-¡Ayuda por favor!- gritó levantándose rápidamente, siguiendo su camino- ¡¿Es que todos sois como una estatua o qué?!
-Exacto, Crystal- comentó el hombre apareciendo tras de ella- Ya te lo he dicho, en mi presencia el tiempo se detiene.
-¡Vete a la mierda!- gritó molesta.
El hombre rió y, entrelazando el cabello de ésta con sus dedos, echó su cabeza hacia atrás.
-Vaya chica tan valiente- comentó tirando más fuerte de su cabello- Todo lo contrario al cobarde de mi hijo, vaya suerte ha tenido.
Crystal jadeó, fruto de la sorpresa.
-¿Hijo?- murmuró.
-Sí, mi hijo- comentó tirando de ella hacia el gimnasio nuevamente.
-¡Suéltame!- gritó intentando soltarse.
Éste lo hizo pero simplemente para poder tirarla al agua.
-Ahora entiendes mis motivos para querer matarte- comentó el padre de Jaden- Espero que no me odies.
Crystal por más que intentaba salir a la superficie para tomar agua, la fuerza que ejercía el padre de Jaden era superior.
-Nos vemos en la otra vida, Crystal- murmuró cuando ésta dejó de luchar por sobrevivir.
-Así que simplemente la lanzaste al agua- comentó Arlette riendo y Jaden asintió- ¿Y qué más?
-También le dije que me ponía enfermo ver como la golpeaban- murmuró sonriendo al recordar ese día.
-¡Dios esto es genial!- gritó Arlette- ¡Es tan romántico!
Ambos habían decidido quedar para ponerse al día tras años de distanciamiento.
-Sí, sobre todo romántico- comentó Jaden con algo de burla.
-Oye, ¿te encuentras bien?- preguntó Arlette- Estás bastante raro.
-Tonterías mías- murmuró dándole un sorbo a su copa- Tengo que irme, quiero ver que todo está bien con Crystal.
-¿De que hablas?- preguntó ésta con curiosidad.
-Ya te lo he dicho, tonterías mías- murmuró sonriendo- Otro día terminamos lo que hemos empezado, amiga. Ha sido un pla...-
Jaden no terminó de hablar producto del sonido provocado por su copa de cristal haciéndose añicos contra el suelo.
-¿Jaden?- inquirió Arlette bastante preocupada- ¿Qué te pasa?
Sin embargo, no obtuvo respuesta alguna.
Jaden se había quedado mirando a un punto imaginario.
Se había quedado mirando a la nada.
-No puede ser- murmuró Jaden débilmente.
-¿Qué no pued...-
Jaden había dejado de prestarle atención a su amiga.
El mundo de los muertos reclamaba completamente su atención.
-Tengo frío- murmuró Crystal tiritando suavemente.
-Tú no puedes estar aquí- murmuró Jaden débilmente- Tú no, Crystal.
-¿Jaden?- inquirió Crystal- Jaden por favor, ayúdame- intentó acercarse a él.
-No, no, no- comentó Jaden- No puedes tocarme cielo, no puedes hacerlo- gruñó- No aquí.
-¿Aquí?-
-Tienes que decirme donde estabas- comentó ignorando su curiosidad- Rápido, cielo.
-¿Estaba?- preguntó ésta sorprendida- Tu padre estaba allí en el instituto y él...- jadeó- Él me estaba ahogando- susurró.
-No estás muerta, cielo- gruñó éste- Aquí no puedes sentir nada, todo va a estar bien, ¿vale?
-So...solo por si eso n...no ocur...ocurre quiero decir...te que te qui...quiero- tartamudeó ésta comenzando a llorar.
Jaden perdió el poco autocontrol que le quedaba.
-Antes muerto, Crystal- comentó Jaden haciendo que ésta se sorprendiera.
Su voz había cambiado por completo.
-¡Hasta que vuelves del mundo de las piruletas!- gritó Arlette completamente aliviada- ¡Tus ojos!- gritó al ver sus ojos completamente negros.
Arlette emitió otro pequeño grito cuando éste la miró con esos ojos, que a su parecer era aterradores, y desapareció sin más.
-Santa papaya- murmuró atónita.
Jaden apareció en el gran gimnasio donde tantas veces había visto a su alma gemela entrenar.
Observó como los estudiantes, e incluso el entrenador, estaban en las mismas posiciones antes de que todo ocurriera.
Eso sólo le hizo confirmar su temor.
-Resiste, cielo- murmuró con esa voz tan profunda que hasta a él mismo le sorprendía.
Se tiró a la piscina y cuando la hubo sacado, comenzó a socorrerla.
-Vamos Crystal- gruñó para posteriormente unir sus labios, pasándole aire- No me hagas esto, cielo.
Siguió intercalando el aire con las presiones en el pecho durante minutos, sin resultados.
-Déjala ya- comentó Mario intentando limpiar las lágrimas que se deslizaban por sus mejillas- Sabes que está muerta.
-No- gruñó- ¡Ella no está muerta!
-Ha sido mi culpa Jaden- murmuró éste- Noté que estaban utilizando una de mis monedas y no sup...- Jaden negó, abarazando el cuerpo de Crystal, mientras comenzaba a llorar.
-Σ 'αγαπώ- susurró Jaden besando la frente de ésta.
-¿Cuál es el plan?- inquirió Mario- Cuentas conmigo, lo sabes- éste jadeó- Tu...tus oj...ojos.
Jaden sonrió de forma sombría.
-Dame la moneda- demandó mientras cogía a Crystal entre sus brazos.
-La buscaré y te la llevaré- Jaden asintió y desapareció.
Desapareció con el cuerpo de su amada, sin vida.
Gisela gritó, lloró, pataleó e incluso se abalanzó sobre Jaden en un vano intento de golpearlo.
Éste solo dejó a Crystal en su cama, le recordó cuanto la amaba y se marchó.
Rick intentó llegar lo más rápido posible a su casa, quien junto a Sheran lo había presenciado todo.
Pero ellos no pudieron moverse, no pudieron hacer nada.
Todos habían presenciado la atroz escena sin poder hacer absolutamente nada.
Los rumores corrieron como la pólvora.
Rick confirmó su peor temor cuando encontró a su esposa tirada en el suelo de la entrada llorando desconsoladamente.
-Acompáñame, amor- comentó Jaden haciendo que Crystal se asustara un poco.
-Estoy muerta, ¿verdad?- intentó sonar lo más tranquila posible, pero en realidad estaba histérica.
No quería que su vida terminara allí, no quería irse de ese modo, sin despedirse de su familia, ni de su amiga.
No quería separarse de Jaden.
-Sí, lo estás- afirmó Jaden.
Esto es todo, Crys.
Cruzarás el río y todo habrá acabado.
Pensó Crystal.
-¿Te acompaño? ¿A donde?-
-Vamos a cruzar el río, amor- comentó éste entrelazando sus manos.
Lo dicho, todo se acaba.
Pensó Crystal.
-No tengo mon...moneda- tartamudeó a causa del llanto.
-Eres mi vida, no voy a pedirte una maldita moneda- gruñó abrazándola- No llores, volverás ¿de acuerdo?
-Pero tú me dij...-
-Por tí rompo las reglas que haga falta amor, y aunque no lo creas, volverás- murmuró antes de darle un beso- O te juro que moriré contigo.
-Jaden- murmuró atónita.
-Te contaré como funciona este lugar, ¿de acuerdo?- Crystal asintió- Pero antes...- Jaden hizo una pausa, lanzando una moneda al ire- Me conociste en vida, concédeme este deseo y déjame que me conozcas en la muerte, padre.
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