
23
Capítulo dedicado a;
@ SophiaaAnderson
@labelieberdehonduras
Me pensaré lo de tu nutella ;)
Sheran entró en la sala, acompañado de Arlette y Rick.
-¿Y bien?- gruñó Sheran- ¿Ahora sí puedo matarlo?
Jaden iba a responder, pero recordó que ya había hecho sufrir demasiado a Crystal por pelear con ellos.
-Aquí nadie va a matar a nadie- comentó Arlette- Ahora te sientas, te callas y escuchas.
-No has cambiado nada- comentó Jaden sonriendo.
-¡Tú lo que quieres es morir maldito cabrón!- gritó Sheran intentando acercarse a él.
Arlette se interpuso en el camino de éste.
-Iba jodidamente enserio- comentó ésta señalando una silla- Siéntate, no es como si me hubiera pedido matrimonio.
Sheran miró a su esposa completamente indignado y Jaden sonrió.
-Encima le defiendes- gruñó por lo bajo, sentándose en la silla- Esto ya es pasarse.
-¡Ya! ¡Ya pasó!- gritó Gisela- ¿Quieres empezar?- le preguntó a Jaden.
-No tengo absolutamente nada más que decir, Gisela- comentó mirando a Sheran- Quiero darte una tregua en vida, pero ni se te ocurra morir, porque entonces te haré pasar por el mismísimo infierno.
Jaden sonrió de forma un tanto siniestra y sólo Crystal comprendió a que se refería.
Al menos en parte.
-Mira tú qué miedo- gruñó Sheran- ¿Y eso de tregua?- hizo una pequeña pausa- Ni lo sueñes.
-El pasado es pasado- gruñó Jaden- No estoy orgulloso de eso, tampoco. No tengo que darte explicaciones a tí, sólo a mi mejor amiga y a mi mate- enfatizó dichas palabras.
-¿Tú?- le señaló despectivamente- ¿Mate?- rió cínicamente- Que la diosa se apiade de él o de ella.
-Estás hablando de mi hija, madito idiota- gruñó Rick.
Arlette miró hacia su sobrina, sonriendo con ternura.
-Cielo- comentó Jaden apretando la mano de Crystal.
-Cielo, nada- gruñó Crystal apartándose de Jaden- No hace falta ser muy lista para saber que todo estoy tiene que ver con mi tía Arlette.
-Cie...-
-Mi tío no actuaría así si se tratara de otra cosa- insistió nuevamente- No te preocupes, has acertado. Esto es un maldito desastre, aunque podías haberlo evitado si me lo hubieras dicho antes.
Crystal se sentía dolida.
Dolida y celosa.
-¡Crystal!- gritó Rick cuando ésta salió a correr hacia las escaleras- De puta madre- gruñó al escuchar el portazo.
-Iré a...-
-Tú no harás nada- comentó Gisela mirando fijamente a Jaden- Ustedes van a arreglar esta mierda, y de aquí no se irán hasta que los vea salir de la mano, ¿me habéis entendido?
-Muy bien dicho- le apoyó Arlette- El pasado es pasado. Yo conocí a su padre y compadezco a mi mejor amigo- miró a Sheran- Así que vas a dejar tus maditos celos de lado.
-Está bien- gruñó Sheran.
-Y tú deja tu orgullo de cachorrito herido- golpeó el hombro de Jaden- Voy a hablar con mi sobrina.
Arlette tal y como había anunciado, salió de la sala, dejándolos en plena negociación, para dirigirse a la habitación de Crystal.
-Cariño- comentó golpeando varias veces la puerta- ¿Puedes abrir? Quiero hablar contigo.
-Vete, por favor- comentó Crystal intentando ocultar su llanto- No quiero hablar con nadie.
-No es lo que tú crees, cariño- insistió Arlette- Déjame que te lo cuente todo, ¿si?
-No- insistió Crystal- Déjame sola, por favor.
-Está bien- declaró Arlette- Cuando te hayas desahogado un poco baja, por favor.
-Lo haré, tía- murmuró ésta por última vez.
Pero Crystal no lo hizo.
Crystal no quiso salir de la habitación aun cuando el mismísimo Sheran insistió comentándole que todo se había arreglado.
Estoy siendo inmadura, pero duele.
Pensó Crystal.
-¿Crees que puedas abrirle la puerta a este cachorro herido?- comentó Jaden apoyando la frente en la puerta- Tu abuelo da miedo.
Crystal emitió una pequeña risita y éste sonrió un poco más aliviado.
-Me está acosando- insistió Jaden- No para de preguntarme si he dado mi primer beso, como si tuviera quince años.
Aldolfo nunca había hecho tal cosa.
Fue peor.
Pero por ahora le valía si conseguía hacerla reír.
-¿Es verdad?- preguntó Crystal- ¿Mi tío ya no quiere matarte?
-Tu tío siempre deseará hacerlo- murmuró risueño- Se siente amenazado por mi atractivo.
-Jaden- gruñó ésta sonriendo inevitablemente.
-Ya está todo solucionado- comentó- Incluso nos hemos aliado para molestar a mi suegro.
-¿De verdad?- preguntó Crystal, atónita.
-Tu abuelo se ha unido, puedes preguntarle- insistió Jaden- Déjame contarte qué paso cielo, no es lo que piensas.
-Mañana, ¿si?- murmuró Crystal- Voy a dormir, es muy tarde. Mañana tengo clases.
-Tienes que cenar- gruñó Jaden- Me iré porque sé que no quieres verme, cielo. Lo entiendo, pero tienes que comer algo.
Eso bastó para que Crystal comenzara a llorar nuevamente.
Abrió la puerta, dejándolo pasar.
-Lo siento- murmuró abrazándolo- Me estoy comportando como una completa inmadura.
-Yo no tuve nada con tu tía- comentó apretándola más contra sus brazos- Ni quería tenerlo, tampoco. Todo fue por culpa de mi padre, ¿si?
Crystal asintió.
-Yo sólo te deseo a tí, cielo- murmuró besando su frente- Sólo te quiero a tí.
-Yo tambien te quiero- susurró.
-Chicos, pasad- comentó el entrenador.
-Se avecinan problemas- murmuró Abril observando como un gran grupo de chicos y chicas entraban en el gimnasio.
-Ellos son de cuarto- comentó el entrenador- Están a punto de graduarse, y vosotros hoy váis a luchar contra ellos.
Definitivamente el entrenador se ha vuelto loco.
Pensó Crystal.
-Tú- señaló a un compañero de clase- Serás alpha.
-Sí, entrenador-
-Tú- señaló a otra compañera de clase- Serás Alpha.
-Entendido, entrenador.
-Dos alphas, dos equipos- hizo una pausa- Ustedes dos eligen equipos y quiero que le asignéis el papel de protector o no- ambos asintieron- ¡Los de cuarto, conmigo ya!
El entrenador se marchó con los de cuarto hacia la sala de la piscina.
-Se rumorea que los del consejo nos observan- susurró Abril hacia Crystal- Esta mañana he visto al Alpha y Beta aquí.
-¿Mi padre y mi tío están aquí?- murmuró atónita.
-Sí, y sinceramente no tenía ni idea del porqué- murmuró una vez más- Pero ahora todo me cuadra.
-Genial, mi padre, mi tío y mi mate encerrados en la misma sala- masculló ésta irritada.
-Crystal, conmigo- comentó el chico- No serás protectora.
-¿Perdón?- gruñó Abril- ¡Estás cometiendo una completa locura!
-Tú no estás en mi equipo- gruñó el 'alpha'- Y hago lo que me da la real gana.
Abril iba a replicarle pero Crystal la detuvo.
-No vale la pena- murmuró ésta- Mucho cuidado.
-Cuídate- murmuró Abril mirando mal al alpha- Me alegra tener a una jodida Alpha que tiene la puta cabeza cuerda- gruñó antes de marcharse.
-¡¿Todo en orden?!- gritó el entrenador.
-¡Todo en orden, entrenador!- gritaron los capitanes.
-¡Bien! ¡Tú y tú!- señaló a una chica de cuarto y al capitán del equipo de Crystal- ¡A luchar!
Y, como era de esperase, el caos se desató.
El chico no había ideado ningún plan, y su reparto no fue nada coherente tampoco.
Así que su equipo sólo se dedicaba a atacar.
Por otro lado, el equipo de la chica de cuarto estaba perfectamente organizado.
-¡Alto!- gritó el entrenador y todos pararon- Gracias, chicos. Marchaos.
El chico que estaba frente a Crystal bajó su brazo lentamente.
Porque sí, había estado a punto de golpearle y ésta no había hecho nada para intentar impedirlo.
-¡¿Para qué cojones queréis la puta teoría?!- gritó el entrenador- ¡¿De verdad?! ¡¿En qué estabas pensando?! ¡¿Querías llevar a tu equipo a la muerte?!- le gritó al chico.
El entrenador nunca había estado tan enfadado.
-Yo n...- comenzó a decir el chico.
-¡Tú nada!- gritó histérico- ¡Control, lealtad, repeto, compañerismo... ¿Sigo?!-
-No, entrenador- murmuró éste agachando la cabeza.
-¡Y tú!- gritó acercándose a Crystal- ¡¿Estás en medio de una pelea y no intentas siquiera defenderte?!
-Exacto, entrenador- murmuró ésta.
-¡¿Estás loca?!- gritó aún más- ¡¿Así actuarías en una pelea de verdad?!
-¡No!- gritó Crystal con coraje- ¡Si hubiera estado en una pelea de verdad me hubiera saltado las mismísimas ordenes del Alpha para intentar defender a todas las personas que estén a mi alcance! ¡¿Pero sabe qué?! ¡No me apetecía participar en una tontería donde ni siquiera podía ejercer de protectora porque mis compañeros siguen sin creer que puedo hacerlo!
Joder que gustito.
Pensó Crystal, aliviada.
El sonido de una moneda cayendo y rodando por el suelo resonó por todo el gimnasio.
-¿Pero que mierda?- murmuró el entrenador.
-Has deseado no haberte metido en esta institución, Crystal- ésta se tensó al escuchar esa voz totalmente desconocida para ella- Y un deseo es lo único que basta para invocarme.
-¿Quién eres?-
-La persona que pensaba que jamás tendría la oportunidad de matarte, pero creo que estaba equivocado- comentó el hombre- Nadie puede ayudarte, Crystal. En mi presencia el tiempo se detiene.
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