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20

Sólo digo que ya tengo parte del final planeado 🙈

Capítulo dedicado a;
@camiispi
@keisha_overland
@juani_amaya
@elopedfae

En el próximo capítulo más :)



Nueva historia




Capítulo especial.

He querido relatar un poquito como Ada hace su trabajo de protectora.





Ada.

-¡Mamá! ¡Ya te he dicho que no puedes desaparecer así sin más! ¡Ahora estás a mi cargo! ¡Debo cuidarte!- chilló ésta agarrándose a la pierna de su madre.

-Sólo quería comer un poquito de la deliciosa tarta que hay esperando por nosotras- comentó Arlette haciendo un puchero- Anda, avisa a tus hermanos.

-Mío- chilló la pequeña.

-Mía- comentó Isaac entrando rápidamente en la cocina.

-Ve a buscar a mis hermanos, vamos a comer tarta- comentó emocionada- ¡Pooooooorfi!

-¡Oye!- chilló Arlette intentando aguntar la risa- ¡Que yo te he mandado a ti!

-¡Pero que yo tengo que protegerte, mamá!- chilló la pequeña inflando sus cachetes.

-Hombre, pero si es mi hijo favorito- comentó Sheran con burla hacia Isaac- ¿Qué pasa, grandullón? ¿Todavía no decides independizarte?

-¿Por qué, papá?- comentó Isaac del mismo modo- Aquí tengo comida, agua y luz gratis- hizo una pausa- Y la mejor compañía- señaló a las chicas.

-Pues como a ti tengo más cariño, echaré a patadas a Kierdgar- comentó caminando hacia su mujer y su hija- ¿Cómo va el trabajo, pequeña soldado? ¿Resulta muy difícil proteger a tu madre?- preguntó cogiéndola en brazos y besando su frente.

-¡Y que lo digas!- chilló inflando nuevamente sus cachetes- ¡Es muy escurridiza y tengo que vigilarla constantemente!

-Pues no sé de qué me suena- comentó Isaac.

Ada sin entender a que se refería, se limitó a encogerse de brazos y darle una adorable sonrisa.

Sheran rió suavemente y la abrazó.

-No crezcas nunca, por favor- susurró en su oído- Pues un consejo, pequeña soldado, átala.

-¡Oye!- chilló Arlette- ¡Qué es capaz de hacerlo!

-¿Podemos comer la tarta ya?- preguntó ésta haciendo un puchero.

-Avisa a tus hermanos- ordenó su madre dulcemente- Tu padre me cuidará un momento, en lo que tú no estás.

-Prometido, pequeña soldado- comentó éste- Con mi vida si hace falta.

-¡Bien! ¡Pues ahora vengo!- chilló ésta saliendo a correr.

-¡Da a las puertas antes de entrar, ratoncita!- gritó Isaac.

Ada chilló en respuesta y comenzó a dar golpes en la puerta de Lyndeen, un tanto histérica.

-¡Eeeeeeeh! ¡Lyn! ¡Kie!- chilló golpeado aún más rápido- ¡Hay tarta de chocolate!

Salió corriendo por el pasillo y se dirigió a la habitación de Hugo.

-¡Deeeeeeeeean! ¡Huuuuuugo!- chilló repitiendo el proceso- ¡Tarta de chocolate!

La puerta fue abierta de forma un tanto brusca y un Dean adormilado apareció bostezando.

-¿Has dicho tarta?- murmuró ilusionado.

-¡Sí!- chilló la pequeña dándole la mano y tirando de él- ¡Hugo vamos!

-Déjame dormir, Ada- gruñó Hugo ocultando la cabeza bajo la almohada.

-¿Me puedo comer tu parte?- preguntó la pequeña ilusionada- ¡Da igual! ¡Le diré a mamá que sí!- finalizó arrastrando a Dean.

Al bajar las escaleras se encontraron con Damián y Crystal, quienes conversaban animadamente sobre el trabajo que ella tenía que realizar mientras entraban en la casa.

-¡Crys! ¡Prima!- chilló extasiada- ¡Hay tarta de chocolate! ¡Y voy a comerme la parte de Hugo también! ¡Puedo compartirla contigo!

Crystal rió ante su entusiasmo y asintió.

-Oye, ¿y conmigo no?- preguntó Dean haciendo un puchero y ésta asintió, apretando un poco su mano.

Así, todos se reunieron en la cocina para comer tarta.

Todos, todos.

O bueno, casi todos.

-¡Familia!- chilló Adolfo- ¡Menos mal que he llegado a tiempo, eh!

-El que faltaba- gruñó Sheran- Sólo hay sitio para mi madre.

-Hieres mi sentimientos- murmuró Adolfo fingiendo llorar- Por eso mi favorito siempre ha sido Rick- le sacó la lengua- Además yo te he quitado los pañales a tí, así que yo mando.

Arlette comenzó a repartir la tarta, bajo la atenta mirada de Ada.

-No voy a cortarme- comentó ésta divertida.
Ada asistió no muy convencida.

-Mamá- susurró Dean avergonzado- No me cortes mucho, por favor.

Arlette y Sheran, quien también lo había escuchado, le miraron intentando no mostrar preocupación.

Aunque realmente lo hacían, porque habían notado que últimamente se preocupaba por su físico.

-Claro, cariño- comentó Arlette sonriendo suavemente- ¿Estás seguro?- éste asintió totalmente convencido.

Hugo entró en la cocina y emitió un pequeño silbido.

-Cuanta gente- comentó echando un breve vistazo- ¿Es mi cumpleaños?- bromeó.

-¡Sorpresa!- chilló Adolfo- ¿Te ha gustado el libro?- Hugo suspiró frustrado.

-¿Para qué lo dejas entrar, papá?- gruñó Hugo mirando a su padre.

-Eso mismo me pregunto yo- bromeó Sheran.

Hugo se dirigió hasta donde Ada estaba sentada, casualmente al lado de Dean, y la cogió en brazos, sentándose él en la silla y sentándola a ella en sus piernas.

-¿Ya te has comido mi parte?-  le preguntó riéndose.

-No me ha dado tiempo- murmuró Ada un tanto resignada- Te la robaré sin que te des cuenta.

-Después vamos a entrenar, ratoncita- le recordó Isaac- No vayas a comer mucho.

-Vale- murmuró llevándose la primera cucharada a la boca.
Miró a Isaac y le sacó la lengua.

-¿Sólo ese pequeño trozo vas a comer?- le preguntó Hugo a Dean al ver el plato de éste.

-Ajá- murmuró éste evitando mirarlo.

Hugo reprimió un gruñido y comenzó a comer su tarta.

-¿Te apuntas, Hugo?- preguntó Isaac.

-Creo que paso- comentó sonriendo.

-¿Tienes miedo?- Se burló Lyndeen- Vamos, hermanito. Hace tiempo que no pateo tu culo.

-Date por muerta querida Lyn- comentó éste sonriendo.

-¡Pela!- chilló Adolfo.











Crystal.

-¿Tú no participas, prima?- preguntó Ada haciendo un puchero.

-Yo tengo que marcharme- comentó ésta sonriendo dulcemente- Debo ayudar a Dave y me está esperando- hizo una pausa- ¿La próxima vez?

-La próxima vez- murmuró ésta feliz- ¡Hasta luego, prima!

-Hasta luego, prima- comentó sonriendo.

Se había despedido de todos ya, y solo faltaba la pequeña Ada, quien se había empeñado en acompañarla a la puerta para intentar convencerla de entrenar con ellos.

Cuando llegó a su hogar, Dave tal y como habían acordado, le estaba esperando para hacer el trabajo.

-Deja que vaya un momento a la habitación- comentó ésta dándole un beso en la mejilla a su hermano.

-Vale- comentó éste- Pero espera, ¿que son esas monedas raras que tienes en el escritorio?

-¿Monedas?- preguntó Crystal frunciendo el ceño- Ah, eso. Ahora las colecciono.

Seguro Jaden las ha dejado para mí.
La última la gasté hace un par de días.
Pensó Crystal.

-Rara- murmuró Dave riendo.

-¡Te he escuchado!- chilló ésta mientras subía las escaleras.

Pero, definitivamente, esas monedas no las había dejado Jaden allí.

Esas eran diferentes.

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