Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

19


-¿Por qué estás tan pensativa?- inquirió Adolfo mirándola con los ojos entrecerrados.

Justamente después de todo lo ocurrido, Adolfo se presenta junto a Ester a desayunar como si nada.

-Nada- comentó sonriendo- ¿Por?

-Por nada- comentó Adolfo- ¿No estás muy feliz hoy?

-¿Acaso mi hija no puede estar feliz?- gruñó Rick- ¡Antes solías ir a dar el coñazo a la casa de Sheran! ¡¿Por qué ahora cambias?!

-Porque hoy Sheran y Hugo estarán de mal humor, y así no tiene gracia molestarlos- comentó como si nada- ¿Por qué tan feliz, nietita?

-Adolfo, déjala en paz- gruñó Ester- O juro que las galletas no será lo único que te haga comer.

-¿Ah, no?- comentó juguetón- Puedo comer muchas otras cosas, si lo deseas- Crystal se atragantó al escuchar semejante declaración.

-¡Papá!- gritó Rick.

-¡Yo no me refería a nada sexual! ¡Sois vosotros los que pensáis mal, joder!- chilló Adolfo como un niño pequeño- ¡Además! ¡Es mi mujer!

-¡Pero esas cosas se dicen en privado, hombre!- exclamó Rick y señaló a Crystal- ¡Hay una niña pequeña aquí!

-¡Que no soy pequeña!- chilló Crystal.

-¡Bueno, bueno!- exclamó Rick dándose por vencido- ¿Y qué son esos papeles? ¿No has hecho los deberes?- le regañó.

-No tenemos clases por esto de la niebla, papá- le reprochó ésta- Y durante estos tres días sin clases el entrenador nos ha puesto un ejercicio.

-¿De que se trata?- inquirió Adolfo con bastante curiosidad.

-Durante estos días tenemos que convivir con la persona que nosotros escojamos para proteger- comentó Crystal- Y yo todavía estoy pensado a quien voy a escoger.

Ojalá pudiera escoger a Jaden.
Pensó Crystal.

-¡A mí!- chilló Adolfo- ¡Puedes protegerme de las malvadas galletas rancias de tu abuela!

-¡Adolfo!- chilló Ester- ¡Serás malnacido! ¡No cocino tan mal!

-Puedes proteger a la pobre Pepita de las garras del feroz Adolfo- comentó Rick.

-Esa puta ya tiene los días contados- gruñó Adolfo- Y en mi defensa, ella comenzó nuestra enemistad picándome, la muy salvaje.

Crystal y Gisela rieron.
Todavía se les hacía mentira convivir con una familia tan peculiar.

-¿Y Ada?- comentó Ester totalmente divertida- Seguro ha escogido a Isaac.

-Que va- murmuró Crystal- Esa niña es una caja de sorpresas. Ha decidido proteger a su madre oficialmente como ella dice, y a Isaac de forma encubierta.

-Esa niña- comentó Adolfo sonriendo- ¿Y tú? ¿Me protegerás a mi?- inquirió haciendo pucheros.

-Creo que se lo pediré a Damián- inquirió pensativa- Quiero conseguir más información para mi trabajo final ante los tontos del consejo, y Damián será el protector perfecto para ello.

-Me parece una gran idea, pequeña- comentó Rick sonriendo- Estoy muy orgulloso de tí.

-Pues voy a buscarlo- objetó levantándose de su asiento- Busco en la casa de los tíos antes que nada, ¿No?

-Exacto- comentó Adolfo sonriendo- Yo me voy contigo, quiero comprobar si mi nietito está de mal humor para hacerlo rabiar aún más.

-¡Abuelo!- chilló Crystal.

-¡No, no! ¡Déjalo!- chilló Ester- ¡Ojalá Hugo te arranque la cabeza!

-Exagerada- gruñó Adolfo- Vámonos, nietita.

Ay, no.
Pensó Crystal.

-Tengo un par de preguntas que hacerte- murmuró éste por lo bajo, empujándola suavemente hacia la salida- Hasta luego familia.

Ay, sí.
Pensó nuevamente.

-Abuelo, nada de preguntas incómodas- murmuró Crystal un tanto avergonzada.

-Pero es que yo no sé hacer preguntas si no son incómodas- comentó éste como un niñito pequeño- En fin, ¿ya has dado tu primer besito?

-¿Qué tienes contra los besitos?- inquirió Crystal intentando evadir el tema- Dean me contó tu insistencia sobre ese tema.

-Oh, cariño, con él lo hice para joder a Hugo- comentó divertido- Debiste ver el espectáculo que montamos.

-Te creo- comentó ésta riendo.

-¿Y bien?- inquirió él.

-Quizás-

-¿Quizás?- comentó ilusionado- ¡Eso es un sí!

-¡Abuelo!-

Y esa fue la guinda del pastel.
Una deliciosa guinda que dio paso a un sinfín de preguntas.















-¡Yo te juro que lo mato! ¡Suéltame Kierdgar!- gritó Hugo- ¡El kamasutra mis huevos!

-¡Solo era una sugerencia, hombre!- gritó Adolfo- ¡Se lo aconsejé a tu padre y mira!

-¡Pero no a tu nieto, maldito pervertido!- gritó éste intentando soltarse del agarre de Kierdgar- ¡Dean no tiene por qué saber esas cosas!

-¡Algún día las practicará con la chica a la que bese y no habrá más que hablar!- chilló sonriendo maliciosamente- ¡No podrás impedirlo!

-Ahora si te suelto, Hugo- comentó Kierdgar- Patéale el culo.

Adolfo emitió un grito agudo y salió a correr, seguido de Hugo.

Mientras tanto, Sheran y Damián aparecieron.

-¿Y ahora qué?- gruñó Sheran.

-Nada- comentó Dean avergonzado.
Y Sheran comprendió el motivo de la pelea.

-¡Damián!- chilló Crystal emocionada- ¿Crees que pueda "protegerte"?- hizo comillas- Quiero recabar información para el trabajo final.

-¡¿Has escuchado eso?!- chilló Damián totalmente emocionado- ¡Por fin alguien que reconoce mi estupenda genialidad!- le recriminó a Sheran- ¡Claro que sí, princesa!

-¡Genial!- chilló Crystal.

-Vas a suspender- comentó Sheran- De este no te fíes, cielo. Sacó aprobado de milagro.

-¡¿Pero serás malditamente mentiroso?!- chilló Damián indignado- ¡Pues bien que me aceptaste como tu protector, maldito!

-¡Para! ¡Para! ¡Le regalaré uno de bolsillo!- chilló Adolfo desde algún lugar de la casa.

-Esta es una casa de locos- comentó Kierdgar- Cuando lo hayas leído me lo pasas, Dean- Y éste se sonrojó.

-¿Pasarte el qué?- inquirió Sheran mirándolo fijamente.

-¡Nada, papá! ¡Nada!- chilló Dean abalanzandose sobre su padre, abrazándolo- ¿Crees que puedas mandarlos a hacer flexiones?

-Por supuesto mi pequeño- murmuró besando su frente- ¡Ustedes dos!- gritó- ¡Flexiones! ¡Ya!

-¡Sí, hombre!- chilló Adolfo desde el pasillo- ¡Tú a mi no me mandas!

-¡Flexiones!- gruñó furioso y se escuchó el golpe de ambos siendo tirados al suelo.

-¡Yo cuento, papá!- gritó Ada desde el pasillo- ¡Más abajo, abuelo! ¡No me hagas sentarme en tu espalda!

Que locura.
Pensó Crystal completamente divertida.












-Así que, ¿Damián?- inquirió Jaden apareciendo en la habitación de Crystal.

Ésta lanzó un gritito ahogado, tirando el libro al suelo.

-Me has asustado- lloriqueó ésta- ¿Me coges el libro, por favor?- preguntó avergonzada.

Jaden se acercó hasta un lado de la cama y cogió el libro.
Sonrió mientras pasaba lentamente el dedo por los puntitos de la portada.

-Romance- murmuró pensativo- Aquí tienes- le entregó el libro y besó su frente.

-Nunca te he preguntado esto y me muero de curiosidad- inquirió sonriendo- ¿Por qué decidiste aprender braile?

-¿Por qué crees?- inquirió sonriendo- ¿Tú por qué aprendiste?

-Por necesidad- murmuró ésta.

-Pues ahí tienes- murmuró abrazándola- Tú eres mi necesidad.

-Jaden- murmuró sintiendo como su temperatura comenzaba a subir.

-Mía- gruñó besando su cuello- ¿Y por qué Damián?

-Porque a tí no puedo escogerte- murmuró Crystal suspirando- No puedo decirle a mi papá ¡Eh, mira! ¡He hecho mi trabajo sobre mi mate! ¿Excelente, verdad?

-Has hecho una buena elección- murmuró Jaden depositando pequeños besos sobre su cachete, los cuales iban descendiendo sobre su cuello.

Crystal suspiró y echó su cabeza hacia el lado contrario, otorgándole más acceso a Jaden.

-No puedo controlarme- gruñó Jaden aparentándola contra él- No sé qué me haces, Crystal.

-Quiero repetir, Jaden- gimió- Por favor- éste gruñó más que encantado con la idea.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro