6
Miro aquel ataúd que contenía el cuerpo del menor, completamente inmóvil, las mejillas que se coloreaban de un tenue rosa cuando estaba avergonzado ahora estaban completamente pálidas.
Prometiste que no te irías– palpo el cristal y sonrió triste– Lamento no haber podido ayudarte Kook.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro