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🌸08; Esperanza

✨ Título: Esperanza
✨ Personaje: Inui Seishu
⚠️ Advertencia: Romance, familiar, mayores de edad.
❗ SPOILER: Ninguno.

➖🌸➖

Draken miraba el terrible estado anímico en el que su hermana se encontraba, si ya tenía rivalidad con los Haitani ahora era más personal con Ran por haber roto el corazón de la azabache.

Aunque muchos, incluído el bajito Mickey, le habían insistido que dejara esa relación tan mala por su bienestar, sufriendo las consecuencias de haber seguido a su iluso y enamorado corazón.

No salía del edificio del burdel a menos que fuera estrictamente necesario como comprar comida o ir a la escuela a perder el tiempo.

Las chicas del local la notaban tan triste que les preocupaba pero sabían que era mejor dejarla sola o incluso podría ser grosera.

A nadie con el corazón roto le gusta escuchar “Te dije que no era para tí, pero no me hiciste caso”.

Se quedaba llorando en su pequeña habitación y ni siquiera le importaba asearse demasiado, había entregado su corazón y alma al jóven de trenzas y, por instantes breves, se alegraba de no haberle entregado su virginidad. Se sentiría muy mal de haberlo hecho.

No es que le importara el qué pensaran de ella si ya no era virgen, sino que en su mente y corazón quería entregarse a quien la amara igual de intenso que ella.

Una mañana, en la que Draken se preocupó por ella por no haberla visto el día anterior, forzó la puerta e ingresó a su cuarto, estaba dormida y a su alrededor su habitación estaba con pauetes de basura y comida chatarra sin terminar, una que otra manzana mordida a medias y pudriéndose en las esquinas.

Se agachó hasta su cama y comprobó que no hubiese hecho una estupidez.

—Todavía respiras. No me precupes así...

—Ya no quiero sentir ésto en el pecho... Me duele... -dijo con voz muy débil y cansada.

—Iremos a darte una ducha.

—¿Quiénes?

Una chica del burdel entró por la puerta y miró a su pequeña amiga con tristeza, de su pequeño armario tomó ropa limpia y un par de toallas para bañarla junto a su hermano.

Si, Draken podría ser el vicepresidente de la ToMan y un peleador muy fuerte pero ante todo era un ser humano con sentimientos y amor a su hermana que sobraban cuando se trataba de ella.

➖🌸

Una vez aseada y vestida, Draken le pidió que lo acompañara al taller en donde había empezado a trabajar junto a un amigo suyo. Antes de llegar, pasaron a comprar la comida y algunos dulces para ella, Draken le daría su tiempo y por supuesto la apoyaría.

—Ya llegamos. Puedes quedarte en el área del taller o en la oficina... Por ahora me preocupa que salgas sola pero si quieres caminar en el mini parque de enfrente puedes ir...

—Sí...

Draken saludo al rubio de ojos verdes mientras que la azabache se apresuraba a esconderse en la oficina.

—¿Y ella?

—Es complicado...

Sin darle más cuidado a la jóven intrusa, se dispuso a comer junto a su amigo y socio mientras que (T/n) jugaba con el felino intruso que había en la oficina.

—Te vas a llamar Río... Por tus ojitos azules -

El minino se acercó a ella con intenciones de ser alimentado y funcionó.

Por la tarde noche, Draken se asomó por la puerta y notó que su hermana dormitaba en el sofá largo, cubriéndose con su haori monocromático y el pequeño gato blanco en un pequeño hueco del lugar.

—Cuánto daría por verte feliz otra vez...

➖🌸

Varios meses después, (T/n) estaba siendo atendida por una psicóloga para ayudarla a salir de esa depresión tan triste y vacía. Dándose una oportunidad más, no para encontrar el amor, sino para amarse ella misma antes que a otros.

Durante ese tiempo de sanación, Inui y Río estuvieron presentes, al igual que su hermano mayor, ese apoyo incondicional le hizo darse cuenta de que estaba rodeada de amor.

Una noche en la que ella fue a la tienda para llevar la comida de Río notó que el jóven rubio de cicatriz estaba jugando con el pequeño minino.

—Pensé que no te agradaba Río. Siempre te evade...

—Hola (T/n). No, me ama pero supongo que le da miedo mi cicatriz.

—Él no tiene prejuicios... O no que yo sepa.

Él sonrió y miró las bolsas de sus manos aunque su estómago reclamó comida con un vergonzoso sonido que hizo sonreír a la chica.

—Tengo comida para gato... Y pasé a cenar al KFC pero me quedó un poco, ¿No te molesta si lo comparto contigo?

—Podría comerme hasta a Río, de hecho ya lo iba a meter al microondas. -bromeó él.

Ella sonrió y dejó la bolsa en la barra para que él tomara los alimentos, se apresuró a bajar las persianas, ya que casi era hora de cerrar, mientras colocaba música en su celular.

—¿Tu crees que esa música se pueda bailar? -le preguntó ella mientras jugaba con Río.

—Mmm... Supongo que sí, aunque muy lento.

—¿Ah sí?

—Sí, ¿Por qué?

—Curiosidad simplemente...

Él se acercó a ella y le pidió "bailar esa pieza", no se tocaron sino que se juntaron un poco y comenzaron a moverse suavemente entre ellos, entre sonrisas y risillas tiernas.

Ella quiso dar una vuelta y él la tomó de la mano, ayudando su maniobra.

Ambos se miraron a los ojos y se sonrieron mientras otra canción empezaba, era igual de lenta y para ésta él tomó sus caderas y ella puso una mano en uno de los hombros del chico, moviéndose suavemente de un lado a otro.

Sus rostros se acercaban cada vez más, hasta que ella se adelantó y besó la mejilla del chico, separándose en el proceso.

—Gracias por el baile... Nos vemos mañana.

Le dió un suave beso al peludito albino y salió del local.

Inui suspiró algo molesto, sabía lo que ella había vivido y quizá ahora pensará que es un aprovechador, aunque en realidad no hace mucho que se dió cuenta de que gustaba de la menor de los Ryuguji.

—Bueno, voy a cenar si no te molesta.

El rubio le habló al minino y éste, con ayuda de sus garritas, trepó por la piernas y cuerpo del joven hasta llegar a su hombro.

—Maldito tramposo. Esta comida es mía, ella trajo la tuya y te di hace poco.

El gato comenzó a ronronear en su cuello y, como pudo, empezó a ahuecarse en su cuello.

—Ahora me ocupas de almohada...

El felino soltó un maullido y comenzó a dormirse mientras Inui notaba que, en realidad, había una comida completa.

Sospecho que quizá era para su hermano y en realidad lo había olvidado. Bueno, ya le pediría disculpas si ese era el caso.

➖🌸

Varios días después, (T/n) volvió al taller para hacer un trabajo sin esperar que hubiese una reunión de la ToMan con música, botanas y un poquitín de alcohol.

Reconoció a Takemichi y Hinata, Mitsuya, Hakkai y Chifuyu estaban celebrando el cumpleaños de quién sabe qué otra persona pero con la mirada conectó con Inui y se acercó a él.

—¿Y esta fiesta?

—¿No lo sabes? Emma y tu hermano finalmente dieron el paso para ser pareja -sonrió el rubio.

—¡No sabía! -una enorme sonrisa cubrió su faz e hizo sonrojar al de cicatriz. —¡Qué felicidad!

—Están por allá, por si quieres abrazarlos.

—Oh no, necesitan su espacio esos dos... -suspiró con nostalgia —Ojalá algún día vuelva a enamorarme y ser feliz como ellos -

Él pasó su mano por los hombros de la chica y ella lo miró con curiosidad, la cercanía le hizo sobresaltar se un poco pero no se separó.

—Lo serás. Estoy seguro, has aprendido a ser feliz por tu cuenta y que alguien llegue a expandir tu felicidad será lo mejor para tí.

Ambos se sonrieron y ella lo abrazó de vuelta, agradeciendo por sus palabras y se dispuso a saludar a los demás, robando en el proceso un platito de botanas y un refresco de manzana.

—Ya te vimos. -comentó burlona la joven de cabellos castaños con toques rosados —Abrazaste muy familiar a (T/n)-chan, ¿Eh?

—¡A mí me parece que ella te gusta! -comentó el rubio de ojos azules.

Seishu se sonrojó nuevamente y sonrió, más no negó las palabras de su amigo.

—¡¿Es enserio?!

—Sí. Pero no quiero molestarla con un romance, ella necesita estar lista para volver a abrir su corazón, por ahora le daré su tiempo necesario...

Los tres miraron a la jóven que jugaba con Río y Hakkai la cargaba, dándole un par de vueltas y ella reía con felicidad.

—Pues quizá ella ya está lista y sólo va a esperar -sonrió su amiga.

—¿Esperar qué?

—La pareja perfecta

Una canción lenta comenzó, y cierta pareja se puso en el centro del local, moviéndose al ritmo de la música lenta. Todos observaban a Hakkai y Mitsuya que se sonreía y coqueteaban sin pudor.

—¡Ya dale un beso! -gritó un pelirrosa.

—Deberías ir con ella. -sugirió Hina —Chifuyu ha estado observandola desde que llegó.

—Pero...

—¡Tú sólo ve! -ordenó Hanagaki.

Encaminó sus pasos hacía ella y al verse nuevamente a los ojos ella sonrió encantada, se acercó casi  corriendo a él y lo tomó de las manos.

—Baila conmigo, ¿Si?

Nuevamente ellos hicieron de las suyas como aquella noche, giraron sus cuerpos, danzaron juntos casi pegados pero respetando la ligera línea del espacio personal.

Inui, mientras tanto, cantaba la última parte de la canción mientras bailaba junto a la menor de los Ryuguji.

Tú y yo

Bailando al rededor del río

Aceptando todo lo que vino

Bebiéndolo y dejando ir


Él sostuvo una de sus manos y giró a la chica un par de veces y sonrieron y al iniciar la siguiente canción ella ahora sí pasó sus manos detrás del cuello del chico y comenzó a susurrar la canción.

Tú eres el pincel

Que pinta mi papel

Tú llenas de color mi vida


La canción lentamente terminaba y él le dió un suave beso en la frente a la chica, algunos de sus amigos miraban la escena con ternura mientras Draken lo hacía con agradecimiento, si bien sabía de los sentimientos de su amigo sabía que él apoyaría y esperaría a su pequeña hermana.

Y eso, le daba una pequeña esperanza para el especial corazón de (T/n).


¿Parte 2?👀❤️

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