A veces, cuando tomaba el té en los jardines y olía las flores a su alrededor y las personas que pasaban la miraban extraño, solo entonces, Tea extrañaría el País de las Maravillas.

Pero solo entonces, porque extrañar siempre el País de las Maravillas significaría extrañar también las torturas de la Reina Roja y el terror constante que se vivía por miedo a su malvada tía.

Aunque claro, extrañar su país de origen significaba también extrañar a su papá, sus abrazos, sus bromas y sus mimos. Sus increíbles fiestas de té y su impecable estilo y creatividad.

Y sí. Su corazón siempre añoraria la presencia de su padre, y es que la vida junto al Sombrerero Loco era maravillosa. Los días parecían eternos y las sonrisas estaban aseguradas. Recibía abrazos todos los días, besos en la frente y cumplidos por lo colorido de sus atuendos; todas cosas que, en Auradon, no eran comunes.

Pero, a pesar de todo esto, no podía quejarse. Su transferencia a Auradon había significado un escape, una salida. Y es que en el País de las Maravillas no todo era maravilloso.

—¡Príncipe Ben! —sonrió Tea, alzando su taza a modo de saludo, el castaño sonriéndole devuelta, sentándose en una silla junto a ella— ¿Té?

—Gracias, Tea —aceptó el príncipe, recibiendo gustoso la taza humeante que la chica de cabello multicolor ofrecía— Lamento llegar tarde.

—Temprano, tarde, siempre es buena hora para el té —se encogió de hombros la chica, ofreciéndole también terrones de azúcar— uno para endulzar tu día, dos para sacar una sonrisa y ¡el tercero para la buena suerte! —canturreó— además, estás ocupado con los chicos nuevos, es comprensible.

Ben rió, asintiendo— Estoy intentando que Mal vaya a la clase de arte. ¿Crees que puedas convencerla?

La chica lo miró, limpiando su boca con una servilleta tan colorida como su cabello— Su madre me recuerda al Jabberwocky. Es aterradora —tembló, haciendo énfasis en la palabra aterradora para más dramatismo— pero claro. Cuenta conmigo.

Ben sonrió.

Siempre se podía contar con Dorotea Hightopp.

♡ ♡ ♡

Miren quién está devuelta.

Para quienes ya leyeron esta historia en su momento: bienvenides devuelta, y gracias por seguir aquí.

Para quienes leerán por primera vez: bienvenides, espero que disfruten, y debo advertir que habrán temas sensibles en esta historia.

besos,
connie.