◣✥◐❛SOLA❜◑✥◢
Rosé estaba sola, Lisa, su mejor amiga, la había dejado por estar con ese par de raras, una de ellas siendo SU rara y la otra nada más que una rata.
¿Cómo se atrevía Lisa?
¿Porque había llorado y disculpado?
Y lo más importante.
¿Cómo es que Jisoo la había perdonado?
Las dudas abundaban en la mente de Rosé, había visto con sus ojos como al pasar los días Lisa se unía más a Jennie y Jisoo, separándose de ella, sabía que a Lisa le gustaba Jennie, ¿Pero tanto?
Rosé estaba frustrada, las dos chicas no se separaban de Jisoo y Rosé ya no podía soportar los golpes que le daba su padre, su padre no era para nada delicado.
Rosé espero, acechando entre las sombras hasta que ocurrió, por fin se alejaba de la parvada, Jisoo había regresado al aula por un libro perdido, Jennie y Lisa se habían quedado en el patio a esperarla.
Rosé no perdió el tiempo y se hecho a correr por los pasillos hasta la puerta del aula, dentro estaba Jisoo, con un libro en sus manos ya dispuesta a irse.
Rosé cerró la puerta de un portazo.
— ¿Pensabas que te librarías de mí? — Rosé empujó a Jisoo al suelo, mientras la azabache la miraba con ojos asustados.— Ya no están esas idiotas para cuidarte.
Rosé pateó el estómago de Jisoo, mientras la azabache jadeaba del dolor y se encogía. Rosé no podía evitar sentir el dolor en su corazón al hacerlo, pero le iría mal a ella si no lo hacía, su padre era un monstruo y ella era el monstruo de Jisoo....
— Eres una chillona, tienes que aprender a cuidar de ti misma, cobarde y idiota... — Rosé pronunció las palabras con odio, no las decía a Jisoo, las decía a sí misma, aunque pareciera lo contrario.
Rosé se obligo a sí misma a aguantar y le dió una bofetada a la azabache, sintiendo como su corazón se encogía ante sus lágrimas, fingió indiferencia y se fue.
Jisoo espero unos minutos, limpio sus lágrimas y se levantó con dificultad, tomo su libro y salió del salón.
Jisoo disimuló todo, no quería que sus amigas pelearán por ella, así que simplemente actuó como si nada.
Paso el día con Lisa y Jennie, intentando ignorar el dolor en su abdomen y el ardor en su mejilla, aunque le sorprendía que los golpes no hayan sido tan fuertes.
Sí fuera así las marcas ya se habrían dado a notar.
En cambió olvidó aquello y se centro en la linda pareja frente a ella, era más que obvio el gusto mutuo que se tenían, solo ellas mismas no lo notaban.
Jisoo se los hizo notar, separándose un poco para darles espacio, se puso a leer en un árbol lejano.
Jisoo no sería el mal tercio, claro que no.
Jisoo supo que su plan dió frutos, el dejarlas solas puso nerviosas a ambas quiénes parecían darse cuenta de sus sentimientos por la otra, era solo cuestión de tiempo.
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