¿Saben que es estar en una maldita cámara de rehabilitación? Pues dejenme y les explico. Una cámara de rehabilitación es una sala donde hay una silla electrica en donde colocan a los rebeldes para darles una experiencia de shock, prácticamente electrocutarlos hasta que aprendan a no comerse las uñas y todo eso. Yo estuve ahí una vez, la cosa era evitar que atacara a los convictos y les tuviera paciencia. Lo peor era como lo decian, hablaban de ello como si yo tuviera un hermano menor.

¡Tengo un puto hermano gemelo! ¡Entiendan carajo!

Volviendo al tema, la razón de estar ahí era parte del tratamiento del maniconmio, tan solo te dejaban ahí unas dos horas en donde te ponian a prueba para que dejaras tus manías, como golpear la pared con la cabeza, morderte las uñas, comer objetos pequeños o cabello, calmar la ira... Esa última no se si se deberia tratar así, pero como sea, ya saben por donde voy. La cosa es calmar los vícios, en pocas palabras.

Cuando estuve ahí me pusieron a un convicto con el cual estaba peleado, lo que pasó despues fue que sentí como si me estuvieran rostizando las venas, la cosa era sentir una pequeña corriente por las muñecas con tal de que corran por el cuerpo sin necesidad de lastimarme, osea, todo esto con tal de evitar que se me detenga el corazón, muy inteligente, aunque aun así duele. Esa silla en donde me sientan tiene un nivel de corriente programado manualmente desde una cámara de control al otro lado del vidrio que estaba a mi costado, este servia para controlarme en caso de que los choques no me afectaran. A veces siento que estos doctores están más locos que nosotros.

Todos están locos y lo sabes.

Las luces que titilean durante las tormentas me hacen dudar de la seguridad que nos brindan, los doctores son los que deberian cuidarse, ellos son los degenerados aquí, un paso en falso y podrian terminar con una tijera en la espalda, que mal que no nos dejen usarlas. Posiblemente algún día nos dejen suicidarnos en paz, tal vez.

-¿En que tanto piensas Cipher? – Salí de mis pensamientos al ver al gordo feo en la puerta.

-En como lo estara pasando tu esposa con su amante – Voltee encontrandome solo, otra vez – ¡Sabes que digo la verdad gordis! – Le grité riendome entre palabras. Era tan divertido.

Amaba hacerlo sufrir, aunque me molestaba que me ignorara, es como si yo lo estuviera fastidiando. ¡A claro! Eso hago.

Solo lo destruyo, destruyo sus esperanzas, su luz. Aunque obviamente lo hago por su bien, él necesita una nueva luz, una que lo haga felíz y que lo ame tal y como es, un gordo.

Y hablando de luces.

-Cipher, levantate, es hora de la revisión – Tenia pegada la luz de una maldita linterna en mi bello rostro.

-Ya voy, ya voy – Dije fastidiado, como les honra despertarme de mi sueño de belleza ¿Verdad?

Me levanté como pude y me dirigí a la salida de mi cuarto para estar con los demás en el pasillo, ahí me encontré con Waylon quien... Estaba pintandose las uñas. Más femenino no se puede. De todas formas no queria estar en medio de los raritos que hablaban con la pared asique fui con él para al menos conversar un rato, tan solo para no estar ahí por estar.

-Hola – Dije dirigiendome con él. Solo me miró y me sonrió como esperando algo.

-¿Y bien?

-¿Qué? – Ahora me vendrá a fastidiar.

-¿Hay alguien en tu corazón? – Preguntó con su puta sonrisita. Ve a hablar con él, no pasará nada. Carajo.

-No.

-¿Seguro?

-No empieces. – Le reclamé antes de ver por el pasillo como los guardias y enfermeros revisaban los cuartos. Y luego nos dicen que no registremos propiedad ajena.

-Al menos dime si lo intentaste.

-Estoy intentando llevarme bien contigo ¿Eso cuenta?

No respondió y solo se quedó callado mientras terminaba de pintarse sus uñas, ahora yo soy el ignorado.

-Upshur, salga de su celda – Escuché decir a uno de los oficiales, estaba aburrido asique decidí observar como lo sacaban, por que no les miento cuando les digo que es casí imposible sacarlo de ahí.

-¿Por qué? – Creo que eso lo dijo Upshur, aunque tal vez solo lo imagine.

-Es parte del protocolo el sacarte de tu cuarto para comenzar la revisión – Dijo el gordo feo calmadamente.

-¿No pueden comenzarla conmigo aquí?

-No, ahora muevete. – Su calma es admirable.

-¿Por qué? – La bestia en la jaula se ve hísterica, el más grande entre los dos se cuestiona si deberia dejarla en paz o insistir.

-Sal de ahí, Upshur – La paciencia del depredador es inmutable, señores.

-¿Y si no quiero? – ¡Echele leña al fuego! ¡Echele!

-Me está colmando la paciencia, Chris – Se puede observar como el compañero del depredador se queja como nenica – Solo sacalo y listo.

Ahora se puede obtener un trabajo en equipo para sacar a la presa de su jaula sin necesidad de esfuerzo alguno por el trabajo en conjunto que conllevan estos dos amigos de la naturaleza.

Ya paresco Animal Planet.

-¡Dejen de arrastrarme!

-No te arrastrariamos si hubieses cooperado desde el inicio – Dijo ya sin paciencia el compañero del gordo feo antes de lanzarlo hacia nosotros, donde rapidamente se levanta y huye hacia la recepción del maniconmio.

Lo siguiente a continuación es una persecusión rídicula en mi opinión, diganme ¿En que mundo una sabana funciona como arma? Pues aquí, obviamente, no por nada el calvo gordo se tropezó con ella.

-¡Corre Miles, corre! – Gritaban los internos al verlo huir al estilo Sonic. Como quien lo vió irse pero no lo alcanza.

-¡¡Lanzales la grapadora!! – Grité mientras los internos de mi pasillo y yo nos poniamos en primera fila para observar la persecusión.

Todos aquí con un tornillo suelto y no se nos quita la maña de ver una pelea por el callejón, en nuestro caso, por el pasillo.

-Los hombres son tan inmaduros – Comentó el afemeinado mientras observabamos a Miles lanzarles boligrafos a los guardias.

-¡¡MALDITA SEA!! – Voltee encontrandome con que no veia nada.

Se habia ido la luz.

-¿Quién mató a las luces? – Preguntó de idiota un recluso con una voz aniñada que era del pasillo 10.

Dennis creo que se llamaba.

-No lo se ¿Por qué no le preguntas a Sherlock Holmes? – Preguntó otro paciente que tenia el síndrome del ogro. Era un cascarrabias.

-Ow, ahora no podré terminar de pintar mis uñas.

-Si, que desgracia – Dije sarcástico mientras se encendian las luces de emergencia.

Despúes de eso nos metieron a todos en nuestros cuartos y de ahí noté como corrian los enfermeros, doctores y oficiales atendiendo a los pacientes que necesitaban de un aparato electrónico para mantenerse estables, por ejemplo estaba una del pelotón femenino que necesitaba de una mascara de aire para evitar que aspirara tinta. Ridículos.

Cuando las luces se apagan, solo debes cambiarlas.

Vivir de mentiras es divertido y desafiante para muchos, para mí es como si se burlaran de mi condición.

-¿Cómo vas con tu novia? – Pregunté interesado en la reciente vida amorosa de mi hermanito.

-... Excelente, ya cumplimos siete meses de novios y contando – Me comentó muy felíz de su relación, o eso queria hacerme creer.

Es como si se burlara de mí.

-Will – Lo llamé sin llegar a burlarme, él sabe lo mucho que odiaba sus mentiras – ¿Cómo va tu relación con tu novia? – Volví a preguntar mirandolo fijamente a los ojos.

-Ya te lo dije, todo va de maravilla. – Se sigue burlando.

-William, no me mientas.

-No estoy mintiendo, todo va bien. – Se está riendo...

-William Cristopher Cipher, dime la maldita verdad.

-¿Porque te metes en mi vida? Todo va bien, es lo único que necesitas saber. – Se sigue riendo. Se sigue riendo de mí.

-William, solo me preocupo por ti.

-¿Tú que sabes de sentimientos? ¡No tuviste ninguno cuando mataste a nuestro padres!

¿Por qué se ríe? ¿Por qué no logro entender el chiste?

Por unos segundos todo era silencio, solo escuchaba las voces de mi cabeza, algunas molestas, otras tristes, algunas ni siquiera hablaban, solo se callaban dando rienda suelta a las demás. ¿Por qué no se callan? ¿Por qué se siguen riendo? ¡Callense! Por favor... Sin embargo, Will sigue sin hablar, no articula palabras, solo lo puedo ver ahí, parado, intentando hablarme, es como si todo hubiese perdido el sonido. ¿Ya no existe el sonido? ¿Cómo suena el dolor ahora? ¿El llanto es ruidoso o solo lo siento muy callado? ¿Las gotas al caer son tan delicadas o rudas al reventar? ¿Seguro las burbujas siguen igual o peor? ¿La voz de mi hermano cambio o no me dí cuenta? ¿Por qué el dolor duele en vez de caer?

-¿Bill? – Los ruidos son opacos. Los siento vibrar. Estoy bien ¿O estoy mal? – ¡Bill reacciona! ¿Qué tratas de decirme? ¡¡Bill!! – Lo veo alterado. Tríste.

¿Por qué llora si hace rato se estaba riendo? Se reia de mí, ¿Acaso eso no le basta? O ¿Tal vez quiere verme caer desde lo alto del edifício? ¿¡Eso lo haría felíz!? ¿¡¡LO HARÍA FELÍZ!!?

-¡A un lado señor William! Traiganme la jerínga, el paciente está teniendo un ataque psicótico – Los sueños me gritan al caer la oscuridad, ¿Por qué dormír si de igual forma no sirve?

¿Dormir es bueno aun cuando el sueño está en tu contra?

-¡Retenganlo! – La oscuridad tiene un sabor amargo, ¿Sabian?.

¿Por qué estoy llorando?

Cuando desperté solo veia blanco. Irónico, porque así tenia mi cabeza, solo pensaba en blanco, y eso me enferma pero llega a ser relajante. Tal vez los doctores tengan razón con el color, pero luego quiero verlos despues de tantos años de verlo al despertar y dormir. Seguro y enloquecen los muy asquerosos.

-Cipher ¿Ya estas mejor? – Voltee encontrandome con el doctor a cargo de mí.

-No lo se, usted digame – Le respondí así por que... Porque sí, es que no estaba de buenas.

-Lo tomaré como un sí.

-Bravo – Felicité con ganas de joderle. Estaba molesto y queria reirme un rato.

-Comensaré a hacerle preguntas, ¿Esta de acuerdo?

-Lo harás de todas maneras, solo empieza para que termine rápido – Lo miré aburrido, y es que el doctorsito este es aburrido.

-De acuerdo – Se sentó en la puta silla de mierda que siempre trae y sacó su boligrafo – Dime ¿Cómo te sientes hoy?

-Aburrido, como su trabajo.

-Como digas – Anotó algo ahí y prosigió – La experiencia de antes ¿Te hizo sentir aturdido? ¿En shock?

-Me sentí confundido, como tu doctor.

-¿Por qué mi doctor estaria confundido? – Preguntó el lerdo este.

-No sabe si eres niña o niño – Y es que tampoco yo lo se.

-Soy varón – Según 'él' es varón, yo digo que es mujer. O será que me junto mucho con Waylon.

-Como digas – Le respondí antes de ver al techo de mi cuarto – ¿Cómo anda tu novia?

-No es importante. Las preguntas las hago yo, Cipher.

-¿Ella sabe que eres bisexual? – Lo ignoré por completo, como dije antes, queria joderlo un poco – ¿Sabe de tu amorio con tu enfermero?

-Es todo por hoy, Cipher. – Se fue apenas lo voltee a ver.

-¡Saludeme a su amante! – Le grité sabiendo que me escucharia.

Sonreí a la nada y solo me mantuvo en mi cuarto pensando en mis cosas, esa charla me habia levantado el animo, podia intentarlo en la siguiente terapia, pero creo que para eso ya estaria normal la cosa con él. Ojala y se deshaga de su amante, ese tipo se abre a quien sea, y lo he visto. Es un asco. Me da vergüenza, he incluso llego a entender a Waylon a veces, solo desearia que se fuera de las instalaciones y dejara de insinuarsele a los pacientes. Ojala y le muerdan el pene.

Como dije antes, no soporto que me mientan o que le mientan a alguien más, es asqueroso.

Todos se mantienen en un disfraz, solo debes arrancarselo de la piel.

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Al principio todo fue tipo random, pero es que me agrada como actuan los personajes en esta historia ewe

Y ademas, los chistes siempre serán lo mío ºwº