Alphabet Boy
La venganza es dulce.
Un castaño estaba en casa de sus tíos caminando de un lado a otro, ya llevaba un año saliendo con su peliblanco novio, sus tíos parecian contentos con la relación e incluso propusieron dar lo mejor para que Dipper fuera feliz dandole lo que sea para ello, sin embargo, hoy es diferente, Dipper no era ingenuo, y vaya que no lo era.
Desde hace más de seis meses notó a su novio muy distinto, demasiado para ser el, sin embargo no lo habia tomado en consideración hasta hace poco en donde las cosas se le encendieron en su mente, dando a entender que le habian abierto los ojos, todo por un descuido muy hipócrita de parte del Gleeful, sucedió cuando habian ido a casa de los padres del peliblanco para una fiesta, al ir Gideon no le tomaba de la mano, no lo tomó en cuenta hasta que le presentó a su prima.
-Lisy, el es Dipper, Dipper, ella es Lisy – Presentó el de vestimentas azules a ambos castaños entre sí.
-¡Hola Dipper! Soy Lisy, tu debes ser el primo de Gideon – La mente de Dipper se detuvo teniendo un colapso desconfiable hacia su vista de la castaña de coleta alta que estaba enfrente suyo – Yo soy la novia de Gideon, ¿Sabes? Me ha contado mucho de ti.
-... En realidad, yo-
-¡Él está emocionado de conocerte cariño! No es así ¿Dipper? – Dijo el de vestimentas azules de manera amenazante hacie el castaño que estaba a su lado.
-... Claro, esto emcionado de conocerte – Esa sonrisa era totalmente falsa.
-¡También estoy contenta de conocerte Dipper!
Las cosas fueron algo amargas e incomodas para el pequeño castaño que no sabia como manejar todo eso, solo se fue al jardín de la mansión Gleeful y se sentó ahí leyendo un libro que le habia recomendado uno de los mayordomos, ni siquiera se molestó en buscarlo, solo se quedó con esa castaña llamada Lisy, digamos que ella no parecia mala chica asique el castaño no tenia porque culparla, aun así sentia que Gideon lo amaba sobre todo, pero era obvio que no, las veces que salia con él siempre le presentaba una de sus novias actuales como si él no fuera más que una sombra sin sentimientos, no parecia importarle que él lo supiera, más bien era como si le estuviera dando en cara que no importaba su opinión y que sin importar que el albino seguiria así, aun siendo que Dipper era su novio, era de enterarse su hipocresía creciente y de su ego indestructible que se alimentaba con su sumisión ante el.
Pero esperen, no solo eso lo ponia en duda del amor que sentia por Gideon, habian muchas más, entre ellas su desenfrenado deseo por controlarlo en cada ángulo de su vida, eso solia irritarlo mucho, pero no podia negarse a su control por el simple hecho de que al negarse lo humillaba y eso solia hacerlo sentir pequeño, siendo que Gideon era más grande que él y más fuerte era díficil negarsele algo a ese cretino, pero su corazón era muy noble para desobedecerle.
Tu mismo lo dijiste, ERA.
No deseaba vivir con su infidelidad, y menos siendo que habia visto en carne propia como la infidelidad destrozaba familias, era algo horrible de vivir, algo que no le deseaba a nadie, sin embargo aun seguia ese sentimiento que vivia en su corazón, pero no desea estar con ese tipo de canas verdes; era díficil dejar ir algo como el primer amor, pero ese primer amor vuelve todo muy aburrido, incluso en las cenas familiares con su familia.
-Cariño ¿Qué sucede?
-No me llames así – Dijo de manera intimidante arrastrando al pequeño castaño hacia un lugar donde no habia tanta gente - ¿Cuántas veces te he dicho que no me llames por sobrenombres en frente de mi familia?
-... Pero yo solo queria-
-¿¡Cuántas!?
-Muchas veces.
-Me alegra que tengas tan buena memoria, solo espero que no se vuelva a repetir, ¿Entiendes?
-Si, lo siento amor.
-¿Cómo?
-Dije, lo siento Gideon.
-Bien, volvamos con los demás, escoria – Finalizó hiendose dejando al pobre chico solo ahí, ni siquiera lo guió con los demás solo se fue y lo dejó ahí.
Ya era de más decir todos sus defectos, digo, faltaria una lista entera, de hecho, Dipper tenia una lista escondida en su cuarto con las cosas que más odiaba de Gideon, era una gran lista con miles de verbos que identificaban el horrible ser humano que era, no le impresionaria a nadie que se fuera al infierno algún día, aunque igual no era como si Dipper lo fuera a dejar, o por lo menos, no ahora.
¿Sabian que robar un teléfono es tan facíl como sumar?
Eso lo sabia muy bien el castaño, no por nada fue criado por un estafador profesional junto con su gemelo que era un super dotado en lo que a mente se refiere, ambos le habian enseñado todo lo que necesitaba para vivir, y eso no lo dejaria en desuso, sin complicaciones habia robado el teléfono de Gideon, ¿Qué encontró? Números de telefono, y no solo de sus familiares, también de sus multiples novias.
Si Dipper cayó en sus trucos era obvio que más gente habia caido, pero por ser generoso con el peliblanco solo tomó a las novias que habian en su telefono, no seria díficil tomar sus números siendo que todas estaban regitradas por números, es decir, Lisy Loud #6, Makensy #12, Lora P. #4, y así, Dipper estaba registrado como el número veinte, y eso si que era poco, ni siquiera el primero, sino el número veinte, era obvio que era el ultimo de la lista ya que después de él no habia nadie más, era impactante que tuviera tantas novias y que ninguna supiera de la otra, o tal vez si sabian pero las catalogaban como primas de Gideon, era lo más seguro. No era de saberse cuanto llevaba con esta farsa, pero era obvio que tarde o temprano se cansaria de todas y obvio que se irian sin saber del engaño, pero eso no lo permitiria el de piel blanca, si él sabia del engaño ¿Por qué debia dejar que otros se queden con la duda? Es mejor decir la verdad ante todo, sin objeciones de por medio.
No necesitas su discriminación.
Mi bello novio fue a mi casa a invitarme a un juego de golf en el campo que estaba a unas cuadras de su mansión, con lo que sucederia en ese lugar era obvio que necesitaba verme bien para la ocasión, asique tomé una camisa rosa con un estampado en letras blancas que decia Smile, unos pantalonsillos cortos de jean que me llegaban por el muslo con unos botines de cuero y unas pulseras de cintas de colores en mis muñecas, todo lo que odiaba mi lindo novio que usara en público pero que desde mi cumpleaños número catorce e querido usar, está era una buena ocasión, despues de todo debia tener la mirada de todos en mí para presenciar el espectaculo que estaba por montar, tomé uno de los palos de golf que solia usar mi hermana antes de morir de sobredosis y me fui con mi tío Stan en su auto.
El pasto verde se movia de manera lenta por la suave brisa del cercano otoño, aunque, no importa la vista del pasto ahora, solo la que daba el castaño mientras caminaba por el campo de golf moviendo las caderas de modelo que poseia en esos momentos, todos lo volteaban a ver mientras este masticaba un chicle entre sus dientes, su tío estaba en la entrada esperandolo ya que según su sobrino, el debia presenciar el espectaculo que daria ante todos, y obvio el de mediana edad no se lo perderia.
Al llegar donde estaba el albino pudo notar como lo miraba de manera desaprobatoria, obviamente por su vestimenta, pero que más podia hacer, era un momento especial para el castaño, aun así se vió indiferente ante la mirada del albino mientras se acercaba a su persona de manera coqueta, como solo Dipper podia hacerlo para llamar la atención cuando se lo proponia, como su tio le habia enseñado para ayudarlo en la tienda en vacaciones, era algo que siempre llevó en la sangre, y estaba orgulloso en ese término.
No eres como ella.
El de ojos azules, al tener a Dipper ante él, le dijo con voz demandante – ¿Qué haces vestido de esa manera tan zorra?
-Modelando para el espectaculo que daré hoy cariño – Dijo arrogante el castaño de corazón generoso.
Un gruñido salió de los labios del albino al escuchar ese sobrenombre tan asqueroso para él – ¿Cuántas veces te he dicho que no me llames por sobrenombres? ¿O es que esperas que te lo escriba?
-No es necesario Gleeful – Escupió el apellido del ojiazul de manera repugnante – Solo daré mi espectaculo y nos iremos.
-¿Qué haras? ¿Desnudarte en frente de todos como la puta que eres?
-Nope, es algo que tiene que ver con ellas – Dijo señalando a las chicas que se acercaban charlando entre ellas.
La mirada del Gleeful no tenia precio alguno; durante su estupor el castaño de ojos avellana tomó una caja de madera que estaba cerca del cobertizo del campo posicionandolo a tan solo tres pasos lejos del shockeado albino que observaba como TODAS sus novias se acercaban hacia ellos de manera natural sin sospechar que entre todas sumaban diesinueve novias sacando obviamente al castaño al ser el unico novio del albino hipócrita que estaba ante él.
-Es hora de abrir el telón querido. – Anunció el castaño llamando la atención de todos los que estaban alrededor de ellos, incluyendo a las chicas que se acercaban.
-¿Cómo las trajiste a todas?
-Lo que deberias preguntar es: - Fingió buscar desesperado algo en sus bolsillos para luego verlo con una mirada de terror fingida – '¿Y mi teléfono?'
Fue en ese momento que el albino entendió porque no lo habia encontrado desde hace dos días. El castaño se apoyo en el palo de golf que mantenia entre sus manos mientras las personas se acercaban manteniendo su distancia con la intensión de averiguar que pasaba, de momento el chico encima de la caja de madera sacó un megafono de detrás de la caja encendiendolo en el proceso para seguidamente mirar hacia las chicas que aun se acercaban curiosas.
-Atención señoritas – Las novias voltearon observando nuevamente al castaño – Si ustedes, acerquense para una pequeña encuesta, la ganadora recibirá un regalo sorpresa que contiene esta linda caja en mis manos – Tomó la caja embuelta en papel de regalo que su tío le extendia mientras nuevamente se alejaba el anciano para admirar el misterioso espectaculo – Solo deben responder una simple pregunta, asique preparense chicas.
-Ni se te ocurra Pines, te lo advierto – Susurro en un gruñido rabioso el ojiazul que lo observaba tratando de intimidarlo.
El castaño volteo sonriente hacia su persona diciendo de la misma manera una simple palabra – Jodete.
Era tan estresante e inumano que nadie lo hubiera escuchado, pero igual no era como si fuera necesario. Las chicas voltearon al castaño que seguia con su radiante sonrisa.
-¡Bien! Veo que ya están listas para responder – Afirmó Pines hablando a traves del megafono – Solo deben de contestar esta simple pregunta – El albino dio un paso hacia la izquierda teniendo conocimiento de lo que segiria – ¿Quién es la novia de Gideon Gleeful?
Como era de esperarse todas levantaron la mano gritando que eran ellas, al escucharse entre ellas cayaron de inmediato dirigiendose miradas de confunción y decepción entre ellas como buscando una respuesta.
-¿Todas? Es extraño porque – Hizó un ruido de sorpresa antes de volver a mirarlas – Yo también soy novio de Gideon – Dijo el castaño levantando la mano sin dejar caer el regalo entre su antebrazo y costillas – Y como todas ganaron pueden tomar el regalo que viene con el mismisimo Gideon – Comentó ante la mirada de todos en el lugar mientras se bajaba del mini-escenario que hizo – Todas resibiran un mensaje de un grupo de Whatsapp en el cual están todas, en dicho mensaje están algunas de las fotos que Gideon tiene de él con ustedes – Sacó el robado teléfono de Gideon enviando el mensaje que estaba en espera para que seguidamente todos los teléfonos de todas las chicas sonara mostrando las fotos de todas ellas abrazandose o besandose con su novio, osea, Gideon.
De lejos se notaban los nervios del albino que por causa del miedo no lograba moverse de su lugar mientras observaba como todas sus novias miraban atónitas las multiples fotos que les habian sido enviadas. Seguidamente observó como su novio sacaba de la caja, anteriormente sellada, un mando a distancia que contenia un solo botón en rojo.
-Este es el premio que todas se ganaron – Seguidamente al terminar esa frase presionó el botón haciendo que una pequeña corriente electrica le atacara en la zona del cuello.
El albino se rebisó el cuello encontrando un collar de electrochoques en su lugar ocultado por el cuello tortuga de su camiseta.
-¿Quién quiere usarlo primero?
Todas parecian incapaces de moverse, sin embargo una de ellas se acercó sin miedo hacia el castaño, esta tenia cabello negro con un mechón largo pintado de azul rey brillante, llevaba ropas góticas estilizadas de manera que fueran más brillantes y alegres, según no mal recordaba el castaño esa era Mónica, la novia número cinco, la pelinegra no tomó el control simplemente se acercó hacia el albino con una mirada seria, al estar enfrente de él se cruzó de brazos y dijo con mirada fria en alto.
-¿Recuerdas que una vez me dijiste que debia aprender a defenderme por mi misma? – No resibió respuesta – Pues mira cariño – Tomó su puño besandolo dejandolo manchado de su labial negro para seguidamente darle un golpe certero en la mandibula dejandolo semi noqueado en el suelo de pasto artificial del campo de golf – Ya se defenderme.
Todos los espectadores estaban sin habla, las novias más que nada, todas sonreian de la impresión empezando a acercarse a la pelinegra con el castaño encabezando el grupo, todas miraban al albino como una misera cucaracha que pagaria todo lo que ellas pagaron por él, en todos los sentidos existentes de la frase misma.
-Oye – El castaño volteó hacia la rubia de mechas rosas que le llamaba – ¿Me prestas tu palo de golf?
-Con gusto – Se lo tendió sonriente ante la mirada desorientada de Gideon que intentaba torpemente levantarse.
La antes mencionada, conocida como Merry, se acercó al ojiazul dandole un golpe con el palo de metal en la espalda haciendo que se derrumbara otra vez en un quejido de dolor.
-Eso fue por obligarme a cambiar mi color de cabello.
Otra de cabello pintado de rojo se acercó igualmente tronandose los dedos dandole una patada en el estomago.– Esto es por humillarme en mi restaurant favorito.
Un golpe en medio de la nariz – Y esto por dejarme planta en nuestra cita.
Y así entre todas se acercaron golpeando y gritandole sus quejas a diestra y siniestra ante la mirada de todos que estaban alentando a las furiosas chicas que lo atacaban sin compasión, y claro que Stan no desaprovecharia la oportunidad de grabar todo, no por nada seria un buen material de chantaje hacia el albino.
Tras varios golpes el ojiazul logró safarse de sus atacantes para seguidamente irse lo más rapido que pudiera mientras cojeaba por el dolor causado por los golpes que le habian propinado en todo su cuerpo, recalco, en TODO su cuerpo. Todas celebraban por el hallazgo que habian hecho al vengarse del infiel de Gideon.
-¡Eso se sintió increible! ¡Nunca habia hecho algo tan atroz como eso! – Grito llena de adrenalina una castaña de pelo corto con unos lentes de pasta dura negros y frenillos.
-¡Concuerdo! Fue asombroso.
-¡¡ESTAN LOCAS!! – Gritó a la lejania el albino que aun avanzaba alejandose de las chicas.
-Si ¡¡SIGUE CORRIENDO!! – Gritó una albina de cabello teñido de varios colores que vestia con un conjunto deportivo.
-¿Qué les parece si festejamos en algún café? Yo invito – Sugirió el castaño.
-Buena idea, pero, ¿Con que dinero?
-No solo le robé el teléfono – Dijo sacando de uno de sus bolsillos la tarjeta de crédito del albino.
Todas se encaminaron siguiendo al castaño hacia un centro comercial en donde estuvieron conversando e intercambiando celulares entre ellos como festejo por como habia concluido el espectaculo.
Ya no eres como ella Pines.
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Hice este cap con las canciones 'Bad Romance – cover español' y 'Im the bad guy – Chara ver.' Lo cual hizo que me imaginara a Dipper cantandole la ultima a Gideon, no ce xkue x'D
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