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Capítulo Único

"I'm waking up
To ash and dust.
I wipe my brow and I sweat my rust.
I'm breathing in the chemicals."

Mientras caminabas, no podías evitar cantar una de tus canciones favoritas de el grupo del cuál eras aprendiz de manager, Imagine Dragons.

Al principio odiabas la idea de tener que aprender de una boy-band, pero conforme el tiempo pasaba, te diste cuenta de que era lo más acertado para ti.

Pasaste un mechón de tu cabello detrás de tu oreja y seguiste caminando.

Después de algunos minutos, llegaste a la sala de reuniones.

Sonreíste al abrir la puerta y ver que Ben, Wayne y Platz ya estaban sentados y callados, esperando las noticias pacientemente.

Saludaste y entraste como lo hacías a diario, cuando te diste cuenta de que algo faltaba.

Frunciste el ceño y los contaste con la mirada.

Como esperabas, Dan llegó tres minutos después, acomodándose la camisa y con el cierre del pantalón abajo.

Sonrió débilmente y se sentó en su silla, sin hacer ruido.

—Llegas tarde—murmuraste, obviando el error del hombre.

Se rascó la nuca nerviosamente.

—Buenos días a ti también, linda. ¿Cómo estás? ¿Dormiste bien? ¿No te pico algún mosco?—preguntó, obviando tu falta de un saludo matutino.

Miraste el reloj y acomodaste los papeles que tenías en la mano.

—Bien, comencemos. Alex me ha dicho que...

—Alex me ha dicho que, Alex me ha dicho que, ¿por qué no nos dices lo que TÚ piensas, ___? ¿Por qué siempre es lo que Alex da Kid tiene para nosotros?

Carraspeaste la garganta.

—No es lo que yo tenga que decir, es lo que su productor quiera decir. Y te recuerdo, Dan, por última vez, ponerte de rebelde no hará que te metas en mis pantalones—hiciste una pausa—,y si no tienes nada bueno que agregar, tendré que pedirte que cierres la boca y pongas atención, ¿de acuerdo?

—Dan, ¿quieres agua? ¡Ese quemón parece haber dolido mucho!—bromeó Wayne, sonriendo.

—Cállate, Wayne—murmuró Dan.

—Bien, como decía, Nico Vega está básicamente rogando grabar un par de canciones con ustedes, ¿de verdad no quieren...?

Tan pronto comenzaste a hablar, Daniel Reynolds te perdió el hilo de la conversación.

Te observaba fijamente, viendo como tu boca se movía de arriba a abajo, sin emitir sonido alguno.

Estudió cuidadosamente cada una de tus facciones, desde tu nariz hasta el color de tus ojos, todo le parecía fantástico.

Suspiro hondo. Veintiocho años, vocalista de una banda y soltero.

¿Cómo había pasado eso?

—Bueno, chicos, eso es todo. Los veo en quince minutos en el estudio para grabar el audio de Shots... otra vez. Pueden irse.

El castaño vio como sus compañeros se levantaban y empezaban a irse mientras tu recogías tus papeles.

Todos se despidieron y se dirigieron a la cafetería, quejándose de su horario para levantarse y de que no habían comido nada desde tal o cual hora.

Dan fue único que se quedó sentado.

Una vez que terminaste de arreglar tus papeles, te enderezaste y lo fulminaste con la mirada.

—Llegaste media hora tarde, ¿sabías?—espetaste.

Él se encogió de hombros.

—El despertador no sonó—murmuró.

Rodaste los ojos y emitiste un gruñido antes de dirigirte a la salida.

—¡No! ¡Espera!—gritó Dan, intentando seguirte el paso.

—Primero súbete la cremallera, Dan—murmuraste, sin siquiera voltear atrás.

Ibas a medio pasillo cuando sentiste una mano deteniendo tu muñeca.

Hiciste un esfuerzo por sacarla de su agarre, pero solo conseguiste hacer que te la apretara aún más fuerte.

—___, sal conmigo—pidió Dan. 

Te giraste en seco para enfrentarlo con mirada seca.

—¿Por qué no se lo pides a Aja Volkman de Nico Vega? ¡Estoy segura de que se llevarían muy bien!—ofreciste, fingiendo una sonrisa.

Dan rodó los ojos.

—Por favor, linda. Es la octava vez esta semana que me rechazas, ¡y apenas estamos en Martes!—rogó.

Sonreíste por tu pequeñas victorias pasadas.

—Bueno, ¿qué puedo decirte, Dan? Soy un hueso duro de roer—murmuraste, con aire de victoria.

Estabas segura de que habías ganado la batalla, cuando su respuesta te despistó.

—No, no lo eres. Simplemente juegas a serlo. Pero eres blanda y adorable, yo lo se. Lo veo en tus ojos. ¿Y quieres saber qué otra cosa veo?

—Dan...

—Dolor. No se que te ha pasado en tu vida pasada, pero me gustaría ayudar. Si tan solo me dieras una oportunidad.

—Si te digo que si, ¿me dejarás en paz? 

—Tal vez lo haga, tal vez no. 

Rodaste los ojos. 

—Está bien, Dan, ¡pero entiende que es solo UNA cita, no más! ¿Quedó claro? 

Él hizo una sonrisa de lado, dejando ver sus hermosos dientes blancos. 

Tomó tu mano, y la colocó donde se supone que debería estar su corazón, mientras levantaba su otra mano extendida en el aire. 

—Como el agua. 

Se dirigió la mano que tenías sobre su pecho a la boca y la besó. 

—La veré esta noche, m'lady—susurró. 

Se enderezó y te hizo un guiño antes de salir. 

Rodaste los ojos una última vez antes de volver pasillo abajo para hablar con Alex. 

¿Por qué un idiota como él tenía tal afición por ti?  

                                                         

Alisaste tu vestido rojo sobre tu piel.

Te miraste una última vez en el espejo.

Traías puesto un vestido rojo con escote de corazón que te llegaba hasta las rodillas y tu pelo estaba suelto, cayendo libre sobre tus hombros.

Respiraste profundo y te aplicaste sombra de ojos violeta al tiempo que al que el timbre sonaba.

Dejaste la brocha y caminaste hacia la puerta para abrirla.

Dan traía un traje negro y llevaba un ramo de tus flores favoritas en la mano.

—Buenas noches, m'lady—saludó, sonriente—, ¿lista para nuestra cita de hoy?

Tomaste el ramo de flores y lo dejaste en una mesa que tenías cerca.

Saliste de tu casa y la cerraste con seguro, sin decir una palabra.

—Vayámonos, Dan—ordenaste.

Él se encogió de hombros y tomó tu mano para llevarte al carro.

Quitaste tu mano de la suya.

—Se caminar sola—musitaste.

—Ya lo se, linda. Pero me gusta cuando te enojas—respondió, sonriendo.

Rodaste los ojos y te metiste al asiento del copiloto.

Mientras él manejaba, tu mirabas nostálgicamente por la ventana.

—___, estoy intentando hacer una buena cita, pero no puedo si sigues ignorándome—anunció Dan, después de un rato.

Levantaste la cabeza y lo miraste directamente.

Parecía bastante concentrado en el camino, pero también se le notaba triste.

Suspiraste hondo y asentiste con la cabeza.

—Está bien, me comportaré—prometiste.

Una sonrisa se curvó en los labios de Dan.

—Gracias.

Una vez que llegaron al restaurante, dejaste que Dan te abriera la puerta y que te llevara hasta su mesa.

Platicaron de cosas sin sentido, pero también de cosas importantes.

Descubriste que Dan no era el idiota que tu creías, simplemente era un chico normal vocalista de una boy-band.

Y (por más duro que te fuera admitirlo) te divertiste, y esperabas que sucediera de nuevo.

Una vez que llegaste a tu casa y Dan te acompaño hasta la puerta, se quedaron en silencio mientras tu abrías la puerta.

Una vez que lo hiciste, te volteaste a él.

—¿Quieres...? Es decir, ¿vas a querer...?

—No, no gracias. No puedo. Mañana tenemos ensayo, y me acuerdo de tu amenaza de castrarme si volvía a llegar tarde—te interrumpió, sonriendo.

Te rascaste la nuca nerviosamente.

—¡Ah, si! Bueno... urm... gracias por la... por la cena, Dan. Te veo mañana.

Asintió.

Se quedaron un rato más parados, sin decir una palabra.

Entonces, cuando por fin te decidiste a entrar a tu casa, Dan te tomó de la cintura y te atrajo hacia él, sus caras a milímetros de distancia.

—Buenas noches, ___—susurró.

Estaban tan cerca que pudiste oler su dulce aliento a salsa y spaguetti de a cena.

Se apartó y caminó a su auto, con las manos en el pantalón.

Viste como se recargó frente a su auto, esperando a que tú entraras a tu casa.

Te metiste tambaleándote, roja como un tomate.

Cerraste la puerta detrás de ti y te recargaste en ella.

Mientras te deslizabas por la madera podías oír el motor del carro de Dan encendiéndose y alejándose por la calle.

Enterraste la cara en las manos y ahogaste un grito de emoción.

Era oficial, Dan Reynolds había conseguido gustarte. 

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Daja no existe en esta historia. Ni Arrow.

One-Shot dedicado a una de las mejores personas en este planeta.

Y gracias a Julieta_A_D por la portada, ¡es hermosa!

Besos robóticos congelados:

-Valery


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