Renacer
"Porque cada mañana trae la increíble oportunidad de darle un beso a la vida"
Es un día de esos donde parece que el Sol se ha quedado dormido y se niega a regalarnos su luz. La ciudad se siente quieta, como adormilada, tranquila, el frio es tan intenso que sólo los más valientes se permiten caminar por sus calles adoquinadas. En cambio yo, que no fui hecha para ir con la corriente, amanecí con energías renovadas, con el deseo intenso de que fuera posible borrar en un minuto todo lo que había perdido. Y es que aún ustedes no lo saben pero, ¡he renunciado a tanto!
Hoy se siente todo diferente, ¡es Año nuevo, es el comienzo de resto de mi vida! Hace un frio de los mil demonios y mirando afuera no puedo evitar pensar que nací para romper moldes, que no encajo en esta familia, en sus proyectos. ¡Si es que me tienen la vida calculada! Tengo que hacer algo, no sé que, pero si no me decido hoy y ahora me voy a arrepentir. Darle rumbo a mi vida no puede ser tan difícil.
Me levanto sin hacer ruido, mi hermana duerme cerca y no quiero darle razones, aún no. Agarro mis leggins favoritos, una sudadera azul, unas sandalias y una gorra marinera y termino frente al espejo riendo por el atuendo más raro que me hubiera puesto jamás, sobre todo por mis dedos que asoman por las sandalias casi azules, suplicando no caer. Les pido disculpas, no me.da tiempo a ponerme botas. Y es aunque me estoy congelando y la casa pronto se va a llenar de gente no me importa, me voy, esta vez por la ventana.
Hoy es diferente, hoy tengo ganas de ir a por más, tengo ganas de mar, de risas, de amor, de gritar con fuerzas: " Estoy aquí y NECESITO SER FELIZ"
Ya estoy en plena carretera con una sonrisa enorme y corro sin detenerme, sin pensar siquiera, sin rumbo... o al menos eso creí pero al llegar a su calle y pasar por su puerta lo supe.
Lo estoy buscando a él, cada rincón de ese jardín, cada ventana, la bici recostada al portico, la puerta misma me gritan: 'no busques más, siempre fue aquí, siempre con él, constante, fiel, el mejor amigo, el único que la familia reprochó pero el que siempre estuvo, el que siempre todo lo entendió, el que a pesar de las diferencias o tal vez por ellas sabe leer tu corazón.'
Pero que estoy pensando es sólo un amigo ¡Un AMIGO! ¡Incondicional pero un amigo!, ¡casi un hermano! — me grita el corazón de pronto y duele entenderlo. Duele muchísimo.
Me dispongo a marcharme cuando su mirada atraviesa mi alma, siento su brazo sobre mi cuello, su aliento cálido en mi espalda, y su acento único y peculiar:
—¡Melek! Yo te amo, ¡te amo! Siempre te he amado, ¿es qué no te das cuenta? —me dijo casi suplicando.
Entonces, sin esperar respuesta, él me besó. Pudiera decir ahora que fue el beso más romántico del mundo pero, ¡qué va! Fue nervioso, torpe y extrañamente único. Estamos nerviosos, asustados pero nos besamos como si fuera lo último que haríamos en este mundo. Al rato, nuestras risas resonaban en todo el lugar, nuestros latidos se acompasaron y yo terminé recostada en su pecho, sintiendo que, al fin, había tocado el cielo con mis manos.
¿Mariposas? ¡Todas las del mundo! Porque ese beso y sus palabras fueron justo lo que necesitaba para dejar atrás tanto rencor, porque por primera vez siento que sí, que puedo amar sin tapujos, sin prejuicios o engaños. Y es que ese beso me ha dado el valor para derruir muros y tradiciones, para aprender a volar alto, sin miedos.
Le miro buscando paz y en sus ojos encontré incertidumbre y a los quizás, tal vez, no sé, tratando de abrirse paso. Antonio quiso explicarse, decirme; pero yo no lo dejé. Yo ya sabía, de Cuba, del fin del contrato, del viaje, de los imposibles, de las absurdas leyes. Yo ya sabía todo, sabía que después de cinco años viéndole todos los días, siendo su mejor amiga, sintiéndolo mío, a menos que actuara, lo iba a perder. Así que sellé sus labios con un beso dulce, esta vez calmado, le abracé con fuerzas y me prometí que sin importar lo que se avecinara jamás le soltaría.
¿Les parezco melodramática, quizás un poco intensa? Eso es por que ustedes no conocen a mi familia, no saben de nuestras costumbres y tradiciones.
Necesito mucho valor y sola no puedo hacerlo. ¿Me acompañarían en esta aventura?
Los espero...
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