Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Cap.4: Tae...¿Quién dijo que bailar es mi sueño?


Cap.4

Yoon Hana

Noona! ¿Por qué lloras?–preguntó el pequeño sujetando con fuerza la mano de su madre...o mejor dicho, nuestra madre.

Me incliné hacia el niño y acaricié su cabeza.

Gongchan-ah. Cuida a tu madre y no vuelvas a irte de su vista. Obedécele y asegurate de devolverle con creces todo el amor que ella te da en el futuro.–dicho esto las lágrimas comenzaron a brotar con mayor rapidez y un nudo se atascó en mi garganta.

Señorita ¿Se encuentra bien?–preguntó preocupada y sujetó mis manos nuevamente.

¡Suélteme!–le espeté y me libre de su agarre. Acto seguido eché a correr.

Intenté llamar al señor Siwon pero este no estaba disponible.
Cuando iba a llamar a Go Hara el teléfono se quedó sin batería.

¡Genial! ¡Lo que me faltaba!–grité liberando mi dolor. Mi madre no me había siquiera reconocido. Pues qué me va a reconocer si ni siquiera me amamantó. Su misión solo fue parir a la escoria que soy hoy.

La tormenta comenzó a empeorar y no me quedó más opción que esperar a que pasara en aquel lugar.

Kim Taehyung.

Hoy salí temprano de la academia, así que decidí irle a hacer una visita a la abuela, no antes de informarle a mi madre.

¡El clima de hoy no es broma! –exclamé observando el cielo.

Abrí la sombrilla y corrí  rápido hacia el auto. Cuando estuve dentro, seleccioné mi canción favorita y la puse a todo volumen.

***
Estaba por llegar a casa de la abuela cuando vi a una chica de preparatoria empapada por la lluvia siendo acosada por un pervertido. Ella luchaba con todas sus fuerzas para librarse pero se veía débil. No pude contenerme y me bajé del auto con rapidez tirando la puerta tras de mí.

Agarré al hombre, desprevenido, por el hombro y le di un golpe haciendo que cayera redondo en el suelo.
Miré a la chica. Al reconocerla abrí bien grande los ojos. Tenía los ojos marchitos, sus labios no tenían color y estaba pálida, aparte de estar empapada.

¡Gracias Tae!–dijo antes de caer desmayada. Por suerte la atrapé antes de que cayera al suelo.

Luego la cargué en mis brazos y corrí rápidamente para ponerla dentro del auto.
Prendí la calefacción y le toqué la frente.

Uff! Está hirviendo. Tiene fiebre. Hay que cambiarle la ropa. –dije para mí mismo.

«No. Mejor espero a llegar a casa de la abuela»

Pero luego me acordé que aún faltaba un kilómetro para llegar hasta allá.

Salí del auto y abrí el maletero para ver si tenía algo de ropa.

¡Por suerte!–suspiré.

Me aseguré de que todas las ventanillas del auto estuvieran cerradas y procedí.
Cerré mis ojos para no ver pero fue imposible trabajar así.

Lo siento Hana. Voy a tener que desvestirte. Es por tu bien, no puedes quedarte así empapada como estás. Solo espero que no me tortures mañana  preciosa nazi.–le dije aunque no me pudiera escuchar.

Comencé quitando su chaqueta. La blusa blanca de su uniforme al estar mojada marcaba perfectamente su sostén.–Tragué fuerte y continué.

Lo siguiente era quitar esa blusa. La desabotoné y al ver la cima de sus pechos saliendo de su sostén me alejé y tomé varias bocanadas de aire.
Saqué un pañuelo y con este seque las gotas de sudor que se deslizaban por mis sienes. Esto de verdad era una tortura para mis hormonas.

Cálmate Tae. Puedes hacerlo. Deja la perversión, todo esto es por una buena causa.–me repetí en voz alta a mí mismo.

Me armé de valor y terminé de vestirla con la ropa mía. La mojada la eché en una bolsa de plástico negra. Arranqué el auto y continué el trayecto.

***
¡Abuela! ¡Estoy en casa!–anuncié.

¡Oh Mi Dios!–dijo asustada. –¿Qué le sucedió a esa muchacha?–agregó.

Tiene fiebre y se desmayó pero aún no despierta.

Debe estar cansada. Ven, sígueme.–ordenó mi abuela y con Hana en brazos le seguí.

La abuela me guió hasta la habitación de huéspedes, donde  acosté y arropé a la nazi.

Voy a prepararle unas compresas. Enseguida vuelvo.–Indicó abuela.

Me senté a su lado y me puse a revisar mis correos en el móvil.

¡Mamá!–Un grito me sacó de mi estado de concentración.

Ella estaba sudando y movía la cabeza de un lado a otro como si estuviera teniendo una pesadilla. Lentamente me acerqué a ella.

Hana! ¿Estás bien? Hey! Despierta.–le susurré suavemente mientras la zarandeaba levemente.

Oh!–reaccionó–¿Qué sucede? ¿Dónde estoy?–se levantó un poco desorientada.

Estás en casa de mi abuela muy lejos de Seúl, te traje aquí porque te desmayaste.–dije.

Oh! ¿De verdad?–dijo sin un atisbo de asombro.

¿Puedes poner mi móvil a cargar?–apuntó hacia su mochila.

De acuerdo.–concordé y fui a por el cargador.

Aigoo! Pequeña... ¿Ya despertaste?–dijo abuela regalándole su dulce sonrisa.

Traje estas compresas y caldo de hueso de res para que te alimentes. Te ves muy débil.–Tocó su frente y la ayudó a incorporarse en la cama para tomar su caldo.

Yoon Hana.

A la mañana siguiente...🌞🌞🌞

Aigoo! Últimamente despierto más en otro lugar que en mi propia casa.–me senté en la cama y me estiré.

¡Espera un momento! Esta ropa que llevo puesta no es mía. ¿En qué momento me cambié el día de ayer?–me pregunté asustada.

¡Ya despertaste!–dijo una voz somnolienta a mi lado.

Aaaahhhhh!!!!–grité.

Aish! Se nota que ya estás mejor. ¡Que escándalo tan temprano en la mañana!–protestó aún con un ojo cerrado y el cabello todo desordenado.

Tú...Tú y yo...¿Hicimos algo ayer?–pregunté con los ojos bien abiertos.

¡No!–respondió sin titubeo.

Entonces ¿Cómo explicas que esta no es mi ropa y el porqué amaneciste a mi lado?–le reté.

Ayer tenías tanta fiebre que no recuerdas nada. Hey! Mira hacia el otro lado...Me pasé la noche entera poniéndote compresas para bajarte la fiebre. ¿No crees que al menos merecía descansar un poco? –preguntó.

Oh! Lo siento. No recordaba.–dije.

Sobre la ropa...Verás...–comenzó a jugar con sus dedos.

Ayer venía yo muy tranquilo en mi auto y vi un hombre forcejeando con una chica. Esa chica eras tú. Bajé del auto y le pegué al tipo como: ¡Bang! en la cara.–dijo haciendo el gesto y el efecto sonoro  por lo que no pude evitar reír.

¿De qué te ríes?–preguntó.

De nada. Continúa con el relato de tu gran hazaña.–le invité a que continuara con su charla.

Bueno...Luego te desmayaste. Te cargué en mis fuertes brazos y te metí en el auto. El tipo intentó apuñalarme pero lo esquivé. –dijo y le volví a interrumpir.

Perdona que te interrumpa de nuevo...Aunque no recuerdo, creo que le estás agregando partes a la historia.–le dije riendo.

Entonces...Entonces...Como estabas empapada a causa de la lluvia busqué ropa mía y pues...y pues...Yo...–tartamudeaba.

Habla de una vez. ¿Tú qué?–pregunté desesperada pues no soy muy paciente que digamos.

Yo...Yo te puse esa ropa y bueno...la tuya te la quité.–dijo.

Ah! Ya! ¿Era por esa simpleza el nerviosismo tuyo? Disfrutaste mucho de la vista, ¿verdad?–dije, pues no me parecía la gran cosa.

Además, lo haya hecho con malas o buenas intenciones, me ayudó. Gracias a él hoy me sentía mucho mejor.

Taehyung

Me quedé boquiabierto ante su respuesta.

«Para ella no significa nada que un chico la desvista y la mire con lujuria? Sí. Yo no pude evitar mirarla de esa manera en algún momento. ¿Lo considera algo normal?  Esta chica sí que es rara.»–pensé.

¿Por qué me miras así? ¿Te parezco demasiado descarada?–preguntó.

No. Es que esa no es la reacción normal de una chica cuando un chico mira su cuerpo sin su permiso.–respondí.

No eres cualquier chico Taehyung, eres mi hermano. Y sé que era una situación que requería de la decisión que tomaste. Te doy gracias por haberme ayudado.–sonrió.

¿Te he dicho que te ves hermosa cuando duermes?–tan pronto como dije  esto,  recordé sus ronquidos, sus malos hábitos de dormir, los gestos raros que hace y como habla dormida, todo eso lo había hecho ayer. Y entonces comencé a reír.

Hey! Sé que mientes. Duermo bien feo. –gritó y me aventó una almohada.

¿Me estás declarando la guerra pequeña?–le pregunté y terminamos dándonos almohadazos como adolescentes.

Hey! Muere...muere.–dijo haciendo aegyo tiernamente mientras me golpeaba con una almohada. Ella tenía aegyo natural. No necesitaba fingirlo y eso, extrañamente me atraía.
  Entonces la traté de detener pero la halé tan fuerte que me la llevé a ella con almohada y todo.

Como resultado cayó encima mío. Mi corazón comenzó a agitarse y tragué saliva  mientras sus ojos llenos de expresividad  me miraban con duda.

Hubo un silencio incómodo que fue roto por  el tono de llamada de mi celular.

Ella se bajó de encima de mí y yo me levanté para coger el teléfono.

Oh! Lisa. Amor.–contesté y salí de la habitación.

Yoon Hana.

¿Pero qué rayos acaba de suceder? –me levanté de la cama, organicé todo y me fui a dar un baño.

Taehyung.

Cuando terminé de hablar con mi novia, le pedí a mi abuela que me diera el uniforme de Hana para llevárselo a la habitación.
Entré y no la vi.

¿Dónde estará esa chica?–pregunté.
Dicho esto, sentí el pomo de la puerta del baño abrirse para mostrar a Hana en solo una toalla.

Oh! ¿Volviste? – preguntó sorprendida.

Tapé mis ojos y le entregué su uniforme lavado y planchado.

Aquí tienes. Solo vine a traerte esto. Cuando termines baja para que desayunes. Nos tenemos que ir luego de eso.–dije.

De acuerdo.–respondió y salí.

***
En el auto...

Hana. –dije.

¿Qué pasa?–preguntó.

No te he preguntado aún, pero tengo mucha curiosidad.–dije.

Habla para ver si puedo ayudarte a saciarla.–dijo muy calmada.

¿Qué hacías por aquí ayer?–pregunté mientras miraba a la carretera.

Pude notar como se revolvió incómoda en el asiento, a pesar de que no le estaba mirando.

Ayer...ayer vine a ver a un familiar. –respondió.

¿A un familiar? Entonces si estaba lloviendo, ¿por qué no te quedaste en su casa?–cuestioné.

Lo siento Tae...pero es lo único que te puedo decir. No tenemos tanta confianza como para que yo te cuente las cosas que me suceden. Otra vez...Lo siento.–dijo y por un momento la miré. Entonces decidí callar y no cuestionarla más.

***
Bien...Hemos llegado.– anuncié.

Me bajé lo más rápido posible para abrirle la puerta pero ella se me adelantó.

Hey!–le grité.

¿Qué es ahora Tae?–preguntó.

Tomé su mano y la halé para que me siguiera.

Hey! ¿Qué haces?–gritaba mientras intentaba librarse de mi agarre.

Solo sígueme. He visto lo bien que bailas. No puedes seguir caminando por ahí sin perseguir tu sueño. Eres un talento.–le dije y se detuvo.

Me miró seria.

¿Dije algo malo?–pregunté preocupado.

Tae...¿Quién dijo que bailar es mi sueño?–preguntó.

Oh! Vamos. Sé que lo es.–le respondí todavía sin soltar su mano.

¡Amor! ¡Ya estás aquí!–gritó Lisa detrás de mí y se encaramó sobre mí estilo mono haciéndome soltar la mano de Hana.

Yoon Hana.

Una chica rubia muy delgada y bonita se le subió arriba y lo comenzó a besar.

Hey! Nena. Estoy hablando. –le dijo Taehyung entre besos y la bajó de sobre él con una sonrisa en los labios.

Cuando la chica se percató de mi presencia se puso a la defensiva, como un erizo. Sí. Un erizo alvino con muchas púas.

¿Y quién es esta?–le preguntó a Taehyung, mirándome despectivamente.

⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐

Annyeong! Annyeong chingus! Díganme si les está gustando. No soy muy creativa que digamos pero espero que me puedan entender. Aquí sigue lloviendo, espero que junio no sea igual.
Por favor. Denme ideas. Me he quedado casi sin ninguna. Tengo algunas para otros capítulos más adelante pero el caso es que no como empatarlas.
Bueno...Y ya no les molesto más con mis problemas.
¿Alguien de Cuba?
#BangtanKissitosParaTodos.
Un saludo y un abrazo psicológico desde Cuba.

Porfis. Ayúdenme con las estrellitas y los comentarios.

Les quiero!!!!

#XOXOXOXOXOXO

Saranghae!!!♥♥♥♥♥

⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro