Cap.30: " Eras tú, ¿cierto?" (JM) "Tae...¿Tú me amas?"(TH)
Cap.30
*Nota de la autora*
Un aplauso para mí. Ya este es el capítulo 30. Ni yo misma creía que iba a llegar hasta aquí. Bueno...sin más preámbulo, que comience el cap.
Narra Jimin.
Crucé la calle sin mirar a los lados porque ya iba tarde, una imprudencia por mi parte.
Alcancé a ver un auto que venía a toda velocidad hacia mí, pero mi única reacción fue quedarme estático.
El chirrido de las gomas del vehículo contra el pavimento hizo que una ola de recuerdos comenzara a golpear en mi cabeza.
Flashback
Aigoo! ¡Qué adorable eres!-pellizqué sus mejillas.
Ash! Te dije que dejaras de hacer eso Park Jimin.-bufó ella.
Los ojos color metal, el cabello negro hasta la cintura. El rostro de la chica era cada vezmás nítido y el martilleo en la cabeza más fuerte.
Su imagen se volvió completamente clara.Era Min Gyuri.
Oppa~a! Ven conmigo a la fiesta.-hizo un puchero adorable, que me hizo reír y acariciar su cabellera.
Sabes que todo en la vida tiene un precio.-dije y sonreí de forma pervertida.
Olvídalo. Ya no quiero que vayas, voy yo sola con mis amigas.-dijo y comenzó a caminar hasta la puerta, pero la halé por el brazo llevándola hasta mi pecho.
De acuerdo. Iré. Solo prométeme una cosa.-dije.
¿Qué es?-me miró a los ojos.
Que no vas a tomar. Te vuelves loca cuando lo haces. Lo digo en serio.-dije abriendo los ojos.
El dolor en mi cabeza era punzante y me hacia tener mareos.
En este recuerdo estábamos en un parque rodeado de árboles.
Nos sentamos en una banca, debajo del árbol más frondoso.
¿Está bueno el helado?-pregunté mirándola como se comía el suyo.
Tuve que apartar la vista por causa de mis sucios pensamientos.
Bajé la vista y sonreí mientras miraba nuestras manos unidas.
Ella movía los pies hacia adelante y hacia atrás como una niña pequeña, esa imagen de ella me causaba ternura.
Ella me miró.-Jimin...
Dime pequeña Mini.-dije.
¿Mini?-preguntó.
¿Nunca has visto los dibujos animados de Mickey Mouse?-movió la cabeza de derecha a izquierda en señal de negación.
Aigoo! Con ese vestido rosa de lunares blancos te ves igual que ella.
Solo te falta tener un lazo en la cabeza, te verías aún más adorable.-dije pellizcando su mejilla izquierda. Tenía ese mal hábito.
Ella me miró con mala cara, no le gustaba que achuchara sus cachetes.
Ah! Por cierto...¿Qué me querías decir antes?-pregunté curioso y giré mi torso hacia ella.
Ella comenzó a juguetear con sus manos y la falda de su vestido.
Imagino que se encontraba dudosa en si hacerla o no.-Anda dime.-la animé apretando ligeramente su mano izquierda.
¿Cu...Cuántas novias has tenido antes de mí?-me miró a los ojos y luego agachó el rostro para ocultar el color carmín de sus mejillas.
¿Para qué lo quieres saber?-pregunté.
S...Solo era curiosidad.-dijo y le dio una probada a su helado de chocolate.
En realidad no sé Gyuri. No recuerdo.-dije
Entonces has tenido muchas, debes ser muy experto.-en la última parte fue apagándosele la voz, por lo que no la pude entender bien.
¿Qué dijiste?-pregunté.
Eh? No es nada.-dijo y volvió a probar se su helado, se le manchó la nariz y la comisura derecha de los labios.
¿Cuántos novios has tenido?-pregunté.
Ninguno.Esto es nuevo para mí.-dijo.
¿Entonces soy el primero?-pregunté. Ya sentía el pecho inflándoseme como un globo de helio.
Asintió con timidez.
Limpié con mi dedo pulgar la punta de su nariz y luego la comisura de sus labios. Llevé el dedo a mi boca y le di una probada a su helado.
Fui acortando la distancia entre ambos y veía como los cachetes de Gyuri tomaban el color de un tomate.
Cuando estaba a punto de besarla habló.-Yo...Yo n...no sé besar. No sé si te gustará.-murmuró.
Cuando dijo esto me sentí el hombre más afortunado del mundo, ella tan pura y angelical y yo todo lo contrario. Amaba su inocencia y a la vez me encendía.
No te preocupes. Yo te puedo enseñar.-dije y tomé sus suaves y cálidas mejillas entre las palmas de mis manos.
Acerqué su rostro al mío, ella cerró los ojos y pegué mis labios a los suyos.
Comencé con un beso suave, ella comenzó a abrir y cerrar sus labios acariciando los míos mientras comenzaba a seguirme el ritmo.
Se sentía mejor que con cualquiera de las chicas expertas con las que he estado.
Con Gyuri era todo diferente, mi forma de mirarla, de hablarle, de besarle. Este beso no contenía nada de lujuría, era un beso cargado de pasión, amor, ternura.
Cuando ella se unió a mi compás entrelazó sus brazos alrededor de mi cuello y yo llevé una de mis manos hacia su espalda para repartir caricias.
El ritmo del beso aumentó y antes de que ella se separara por falta de aire tiré de su labio inferior y me aparté.
No pretendía ahogarla en su primer beso.
Ella permanecía con los ojos cerrados, luego de un tiempo los fue abriendo lentamente mientras acariciaba con un dedo sus labios.
¿Te gustó?-pregunté.
Me encantó.-dijo todavía asombrada por lo que había acabado de pasar.
Sonreí y revolví su cabello.
Otro recuerdo vino a mi cabeza y volví a perder el equilibro.
¿Estás bien?-gritó Min Gyuri y corrió para ayudarme a mantenerme en pie.
Jimin. Tengo algo que decirte.-dijo seria.
¿Qué es?-pregunté un poco preocupado. Su expresión facial no se veía bien.
Me voy pronto para Chile. Mis padres están allá y quiero ir a realizar mi sueño.-dijo.
¿Q...Qué? P...Pero.-intenté conservar la calma.
Puedes venir conmigo si quieres.-propuso antes de que pudiera terminar la frase.
No Gyuri. Sabes que por ti sería capaz de ir a donde sea porque te amo, pero no puedo salir de este país, mi familia y mi sueño están aquí.-dije.
Jimin. Yo también te amo, pero no puedo renunciar a lo que quiero ser, a mi sueño. Sé que estoy siendo un poco ambiciosa y egoísta. Si pudieras venir conmigo, mi sueño estaría completo.-dijo tomando mis manos.
No te vayas por favor.-la abracé como si el mundo se fuera a acabar y mis lágrimas fluyeron sin cohibición alguna.
Y...Yo lo siento Jimin. Ya he tomado una decisión. Esto es muy duro para mí.-sollozó y dejó un beso sobre mi camisa blanca.-No me lo hagas más difícil por favor.Ven conmigo, te quiero mucho.-dijo y comenzó a separarse.
Prométeme que vas a volver. -dije escurriendo mi nariz.
Lo prometo Jimin. Lo prometo. Voy a volver a por ti.-dijo, sus ojos estaban rojos y su voz no sonaba nada bien.
Sin duda alguna las despedidas son las más difíciles.
Te voy a esperar mi pequeña Mini, siempre serás la única mujer en mi vida, a la única que soy capaz de amar. -dije acariciando su larga melena.
Más te vale. -me apuntó con el dedo y sonrió con dolor. Intentaba sacar su lado tierno, pero no le resultaba porque estaba tan mal como yo, lo único que conseguía era hacer una mueca que indicaba su agotamiento mental.
Unos días después...
Min Gyuri. No te vayas todavía por favor. Espérame. -Suplicaba mientras le pedía al chófer que acelerara más.
La llamaba, pero su número no estaba disponible, mordía mis uñas con desesperación.
Amor. Voy a irme contigo para Chile. Solo espérame un poco más.
«Por favor, que se retrase el vuelo. ¿Por qué el fucking despertador tuvo que sonar tan tarde? ¿Por qué carajos Min Gyuri no vino a verme, o me llamó antes se irse?»
Cuidado. -grité cuando vi que un camión venía a toda velocidad hacia nosotros.
El chófer dio un giro brusco, haciendo que por las leyes de la física mi cuerpo se desplazara junto con el movimiento del auto.
Como resultado del giro brusco chocamos con otro auto y todo comenzó a dar vueltas.
Después de eso se volvió todo negro y sentí el sonido de la ambulancia.
Abrí los ojos por instantes para pedir ayuda y luego volví a perder la conciencia.
Fin del Flashback.
Eras tú, ¿cierto?-pregunté a Gyuri.
¿Él qué?-contestó con una pregunta.
No tenía ni idea de lo que yo hablaba.
Eh! Muchacho. ¿Te encuentras bien?- corrió hacia nosotros el dueño del auto que acababa de frenar justo frente a mí hacía unos instantes.
Sí. Estoy bien. No se preocupe.-dije y caí sentado en el suelo, donde estaba pintado el separador.
Jimin...-gritó Gyuri preocupada.
Señor...¿Podría ayudarme a llevarlo hacia mi auto? Está del otro lado de la calle.-le dijo al señor.
Yo solo seguía consternado.
«¿Por qué Gyuri no me había dicho nada? ¿No quería que la recordara? Ella cumplió su promesa, regresó, pero yo la había olvidado por causa del accidente. Debió haberse sentido muy dolida.»
El chofer del auto pasó su hombro por debajo de mi brazo para que le usara como muleta para caminar.
Min Gyuri copió su acción y juntos me ayudaron a llegar hasta el auto.
Quería reaccionar pero mi cabeza era un revoltijo de cosas, me dolía, y no me permitía pensar con claridad.
Narra Min Gyuri .
El señor del auto fue bastante atento y amable.
Me preguntó varias veces si debía llevarlo al hospital, si estaba bien, el porqué estaba así si no tenía ninguna lesión.
Ni yo misma sabía por qué estaba así.
Park Jimin se estaba comportando muy raro, de seguro por el shock.
Despedí al ajhussi con la mano y entré al auto para hacerme cargo de Jimin.
La...La chica de mis recuerdos borrosos eras tú, ¿cierto?-dijo nada más entré al vehículo.
¿Recordaste algo?-pregunté.
¿Cuándo pensabas decírmelo? ¿Por qué no me lo dijiste antes? ¿Sa...Sabes el dilema mental que tuve que pasar durante todo este tiempo?-sus ojos se aguaron. -Me preguntaba día y noche si tú eras la chica de mis recuerdos borrosos.
Mis pensamientos me atormentaban y me sentía frustrado porque no era capaz de recordar. Incluso intenté olvidarte porque pensé que no era digno de ti, pero recién me he dado cuenta que no soy capaz de olvidarte porque te amo, además, no me perdonaría olvidarte por segunda vez. -dijo mirándome con dolor.
Sus ojos brillaban por las lágrimas, sequé algunas fugitivas y comencé a hablar.
No te lo dije antes porque temía que sufrieras un colapso mental. Pensé que si habías perdido la memoria era por cosa del destino, pensé que si me olvidabas era porque fui una parte dolorosa de tu vida y que ya no merecía estar dentro de ella.
Pero que equivocada estaba, el destino nos quería juntos, solo nos estaba haciendo pasar por una prueba de amor para que nuestra relación se volviera más fuerte.
Estoy destinada a estar siempre a tu lado. Nunca más te dejaré ir. - dije con toda la sinceridad del mundo.
Gracias por cumplir tu promesa. Regresaste. Y lo siento, por haberte olvidado. -dijo y me abrazó.
Más alborozada no podía estar, después de tantos problemas, al fin la vida me sonreía.
Por cierto...-se separó del abrazo. - ¿Por qué el día que te ibas a ir no me llamaste o fuiste a mi casa para despedirte?- preguntó.
Porque temía que si te veía me iba a doler dejarte aquí e iba a flaquear en mi decisión.
De verdad tenía que viajar a Chile, no solo a realizar mi sueño, sino también porque mis padres enfermaron. No te lo quise decir para que no te preocuparas.
Yo también lo siento por haberte dejado aquí y no haberme ido a despedir de ti. - dije y agaché la cabeza.
No importa ya. Eso quedó en el pasado. Lo importante ahora es que estamos juntos de nuevo. Después de todo antes del amanecer está la oscuridad.-dijo.
Estás muy poético hoy, señor bailarín.- dije sonriente y fue cuando caí en cuenta. -Jimin... ¿No tenías que bailar hoy? -pregunté.
Ya es tarde. Ya debe estar por empezar. Además, estoy contigo... ¿Qué más puedo pedir?- su teléfono comenzó a sonar.
Narra Jimin.
Yah! ¿Qué haces? ¿Dónde estás? Todos estamos esperando por ti. ¿No me digas que te arratonaste?- gritó J-Hope del otro lado de la línea.
¿Todavía no han empezado?- pregunté con asombro.
Miré la hora en el celular, era pasada la hora de la presentación.
Hubo algunos problemas técnicos con las luces y el audio, así que tuvieron que parar el evento.
Pero ya están terminando de arreglar todo para comenzar y nadie quiere empezar sin ti, excepto Taehyung, él quiere empezar ya. Le da lo mismo si estás o no estás. Sabes que te guarda algo de rencor por lo de Hana.- dijo y me comencé a carcajear.
Solo denme cinco minutos y estoy allí.
Ah! Hoseok!- grité antes de que colgara.
Oh...Dime.-habló.
Recuperé mi memoria.- dije muy alegre mientras miraba a Gyuri.
Aigoo mi amigo! Eso es bueno. ¿Recordaste a Gyuri?- preguntó.
Sí. Ella está a mi lado. - dije y tomé su mano para acariciar el dorso de su dedo pulgar con mi pulgar.
Entonces te dejo. Intentaré retrasar esto un poco más para que tengas un tiempito más con ella.- dijo con picardía.
Tonto...-reí.- Gracias por todo amigo. ¿Te he dicho que eres lo máximo?- pregunté.
Sé que lo soy. Soy mejor bailarín que tú.- se pavoneó.
Tsh! Creído.- musité y colgué.
Gyuri me miraba con esos ojos grandes y expresivos que tiene, a la expectativa de que dijera algo.
Era Hoseok. Dice que aún no han iniciado con el performance.- dije.
Entonces...¿Qué esperas? Deberías irte ya.- dijo.
No sin antes hacer esto. -la besé en los labios y me bajé del auto.
¡Oye!-protestó y luego sonrió.
¡ESPERO VERTE EN EL PÚBLICO! -grité haciendo un corazón con los brazos. Esta vez me aseguré de mirar hacia los lados antes de cruzar la avenida y comencé a correr en dirección al lugar donde debía de bailar.
Narra Yoon Hana.
El sudor frío había comenzado a fluír nada más que los jueces anunciaron nuestra entrada. Eran los nervios los que me mantenían así.
Jimin llegó justo a tiempo para hacer un corto calentamiento antes de entrar al escenario y luego comenzó el espectáculo.
El lugar estaba lleno de personas, entre ellos estaban los miembros del jurado.
Estaba el reconocido coreógrafo de la BigHit,Song Seunduk, el de 1 Million y la SM Entertainment, Kasper, Parris Goebel; otro coreógrafo famosísimo, Igor Alekándrovich Moiséyev, Mijail Fokine y Carlos Acosta.
Tae tomó mi mano para calmarme y le dediqué una sonrisa forzada. Mis nervios no me dejaban ser, la cosquilla que sube y baja era tan insoportable, y añadido a eso el dolor en el vientre, que comenzaba a intensificarse.
«¿Qué rayos es esto que tengo?»
Nos ubicamos en nuestras respectivas posiciones y la música comenzó.
La sincronización era perfecta, los cuatro bailarines principales lo hacían genial, el resto también.
Todo iba bien para mí, hasta que volvió el dolor a molestarme.
Me detuve por un momento, pero seguí, la punzada era más fuerte que las veces anteriores.
Mi cuerpo ya no estaba en armonía con el ritmo de la música, el tiempo y el compás. Esto era más de lo que había podido soportar en otras ocasiones.
Me volví a marear pero recuperé la compostura.
No podía arruinarle a mi querido Tae su día de brillar, por suerte yo estaba atrás, por lo que nadie me notaba, o eso creía yo.
Observé a Gyuri, quien estaba en el público, me miraba preocupada, Hara hacía lo mismo.
Miré hacia los que estaban a mi lado y me puse a la par con la coreografía.
Debía resistir hasta que todo terminara.
Pasé la parte de los saltos a la perfección, por suerte no me caí. Las gotas de sudor corrían por mis cejas hasta llegar a mis pestañas.
«Oh Dios! Ayúdame a terminar con esto de manera correcta. No quiero arruinarle el día a nadie.»
No había manera de que los movimientos y los pasos me salieran limpios, a veces ni los terminaba. El profundo dolor hacía que perdiera toda la concentración.
Después de casi cinco minutos bailando, la música concluyó. Por primera vez en mi vida, sentí que bailar fue una tortura.
Comencé a ver borroso y mi cabeza comenzó a dar vueltas por lo que me senté de forma brusca en el suelo.
El sudor era más abundante, sentía frío y la respiración me era dificultosa.
Tae y los chicos se acercaron a mi corriendo.
¿Estás bien?-Tae tocó mi frente, su mano se sentía cálida.
Agua.-pedí jadeante.
Agua. Traigan agua. ¡Mierda!-gritó Jungkook y una chica se acercó corriendo hacia nosotros con una botella de agua.
Tomé el agua con rapidez, pero no sentí ningún alivio. Los parpados me pesaban y todo a mi alrededor giraba.
Lo hicieron bien chicos.-dije en un susurro casi inaudible y todo se tiñó de negro.
Sentía a Tae gritando por ayuda, a Jimin llamando a una ambulancia y todo el agetreo a mi alrededor, pero no era capaz de abrir los ojos, el cansancio y el dolor me vencieron.
Kim Taehyung.
Tae! Ve tú en la ambulancia. Nosotros iremos en el carro de Min Gyuri. Ella nos va a llevar.-dijo J-Hope hyung. Él parecía tan asustado como yo.
Aunque no me lo dijeras, iba a ir con ella.-dije y subí a la ambulancia.
Llevaban a Hana con una máscara de oxígeno y le tomaban los signos vitales mientras yo sostenía fuertemente su mano.
Tranquila amor. Verás que todo va a estar bien.-susurré contra su cabello haciendo que algunas hebras se movieran por causa de mi respiración errática. Besé su cabello y una lágrima se me escapó.
No era que estuviera muerta como para dramatizar tanto, pero yo estaba preocupado a más no poder, mi razón se había nublado y el miedo de que algo malo le sucediera se había adueñado de mí.
Llegamos al hospital con suma rapidez y la llevaron directo a emergencia.
***
A ella ya le estaban haciendo exámenes por lo que no me dejaban verla.
Yo estaba caminando de aquí para allá como un frenético.
Oye! Ya deja de caminar de esa manera. Vas a hacer un hoyo en el suelo.-protestó Suga hyung, Rapmon hyung, de seguro, le había contactado, a él y a mi suegra.
Yo lo ignoré y seguí con lo que hacía. Jungkook se me acercó y puso una mano en mi hombro.
¡Tranquilo men! Así no vas a resolver nada. Ven. Vamos a sentarnos.-dijo y me arrastró hasta una silla.
Y...Yo debí haberla llevado a un hospital cuando se comenzó a sentir mal. Pensé que solo era un empacho, nunca pensé que fuera a complicarse tanto.-mis ojos y mi nariz comenzaron a sentir el ardor típico de cuando uno va a comenzar a llorar.
Tranquilo. Por lo menos ya sabes que se despertó. Le están haciendo análisis para saber la causa del desmayo, no saques conclusiones apresuradas. Ella va a estar bien. Como bien tú dijiste una vez: ella es una chica fuerte.-dijo Kook dándome palmadas en el hombro para consolarme.
Hasta la mamá de Hana parecía estar más calmada que yo.
Aigoo! Pequeña rata. No sé que haría sin tu amistad. Eres maduro cuando la situación lo requiere y eso me está ayudando mucho. Gracias amigo.-dije palmeando su espalda de una forma algo tosca, al igual que me lo hizo él a mí.(Se puede decir que es una venganza indirecta.)
Aigoo! Ni en momentos como estos eres un poco maduro. Incluso me ofendes. "Eres muy buen amigo".-soltó con sarcasmo y sonreímos juntos. Por un instante, logré sentir algo de alivio.
Ya hemos concluído con los exámenes. Pueden pasar a verla. Ella me pid...-anunció el doctor y no esperé a que terminara porque ya yo estaba dentro.
Yoon Hana.
El doctor entró con una tablilla en manos a la habitación, y comenzó a pasar algunas hojas.
Señorita Yoon Hana. ¿Cómo pudo ser tan descuidada con el feto en su interior?-preguntó serio mientras observaba con detenimiento al papel, donde de seguro estaban los resultados de los análisis.
«Espera un momento...¿Feto? ¿Yo escuché bien?»
¿Fe...Feto?-pregunté con duda.
Señorita Hana usted tiene ya tres semanas de embarazo. Vino aquí en esas condiciones porque estuvo a punto de abortar.-dijo.
Recibí un shock. Me quedé en blanco.
¿Cómo era que el doctor podía decir algo como eso con tanta tranquilidad?
«Yo, yo no puedo estar embarazada. Yo todavía estoy estudiando y tengo una carrera de baile por delante.»
A juzgar por su expresión, usted no sabía nada.-dijo el doctor soltando un gran suspiro. Luego se sentó a mi lado.
Traer una criatura al mundo es lo más precioso que hay, pero los padres deben estar preparados para esto y tener una buena planificación.
De lo contrario se vuelve difícil y agotador. Creo que a ti te ha tomado por sorpresa, quizás fue un accidente, pero ese no es motivo para abortar.-dijo tomando mi mano y mirándome compasivo.
Doctor...Es cierto que esto no lo planifiqué y que en este mismo instante estoy sorprendida. Pero mi bebé no es un accidente, todo sucede por un motivo. Y a pesar de que estoy impactada por la noticia y no sé que hacer en estos momentos, de una cosa sí estoy segura, y es que no voy a abortar.
Es mi bebé y también el bebé de la persona que amo. ¿Cómo yo podría ser capaz de matar a alguien?
Y menos una vida que recién comienza a desarrollarse en mi interior.
Es una personita especial que hicimos entre los dos y la quiero. Quiero tenerlo. Estoy feliz.-dije acariciando mi vientre plano mientras sonreía.
Una lágrima de alegría se me escapó.
Eso es bueno pequeña. Así se habla. Perdón si te ofendí. Es que la mayoría de las adolescentes como tú, que he tratado, nada más lo han sabido han querido hacerse el legrado. Y no tienes idea de cuánto me duele a mí tener que matar a esa pequeña vida que no tiene culpa de los errores cometidos por sus padres. Eres una chica muy valiente.-dijo apretando con sutileza mi antebrazo.
Ahora descansa. Dejaré pasar a tus amigos. Están allá afuera formando un alboroto. En serio están muy preocupados por tu condición.-dijo y empezó a levantarse, pero lo agarré del codo para detenerlo.
Doctor...Quiero saber cómo está mi bebé. ¿Él está bien? ¿No recibió ningún daño?-pregunté en carrerilla.
Él me dedicó una sonrisa paternal, llena de ternura, y respondió: -Tranquila. Él está bien. Por suerte llegaste a tiempo, y sigue ahí sano y salvo.
A partir de ahora debes hacer mucho reposo. Los primeros dos meses son los más peligrosos, debido a que corres el riesgo de tener un aborto expontáneo.-dijo.
De acuerdo. Haré lo necesario para cuidar de este pequeño ser en mi interior.-dije.-Ah! Una cosa más...Por favor. No le diga nada a mis amigos, mucho menos a mi novio. Quisiera darle esa noticia yo misma.-dije y él asintió.
Luego de darme ánimos salió de la habitación en busca de mis amigos y de mi querido novio.
«Realmente me da miedo el como pueda reaccionar Tae. ¿Y si no lo quiere y me deja? Bueno...Igual lo voy a tener. Si él no quiere asumir la paternidad, pues yo seré la madre y el padre de esta criatura.»
Kim Taehyung.
Entré a la habitación como el primero y corrí a abrazarla.
Ash! No sabes el susto que me has hecho pasar pequeña. Creí que te iba a perder.-Tomé la parte de atrás de su cabeza y llevé su rostro contra mi pecho.
Tsh! ¡Qué dramático eres!-dijo pasando sus manos a mi espalda para corresponder a mi abrazo.
Te quiero mucho,mucho, mucho Yoon Hana. No es broma. Sin ti mi vida perdería sentido.-dije.
Ella despegó su mejilla de mi pecho y me miró a los ojos.
Tae...¿Tú me amas?-preguntó con una sonrisa preciosa en el rostro.
Por supuesto bebé. Yo te amo con la vida. Eres lo mejor que me ha sucedido en toda mi jodida existencia -respondí con la mayor sinceridad del mundo mientras acariciaba sus cálidas y suaves mejillas con ambos pulgares.
«Estoy dispuesto a hacer lo que sea por Hana, sin importar lo que me suceda. Supongo que a eso se le llame amor. Además, mi corazón siempre late con fuerza cuando estoy cerca de ella, como si fuera la primera vez.»
Tae...-musitó.
Mhmm...-sonreí.
Tengo algo que decirte.-miró hacia sus manos y luego a mis ojos.
¿Qué es?- acomodé un mechón de su cabello.
Yo...-vaciló.-Yo...-parecía nerviosa y ya me comenzaba a comer la curiosidad.
Aigoo! ¡Pequeña! ¿Cómo te atreves a asustarnos de esa forma?-gritó J-Hope hyung, con ese galillo tan característico suyo, entrando por la puerta de la habitación.
Hana sonrió en su dirección.-Fue solo una fatiga. Por la mañana no desayuné.-dijo.
«Cierto. No desayunó porque, según ella, no tenía apetito. ¡Tonto! ¡Tonto! Debí haberlo notado antes. Aún cuando me dijo que se sentía bien, era obvio que no lo estaba. Soy un novio muy despreocupado y egoísta. Hoy en la mañana solo podía pensar en mí y en la presentación.»
Tonta! ¿Cómo puedes olvidar tus comidas?-Suga hyung entró.
Fue seguido por la señora Min Insuk, Sabrina, Jimin, Gyuri, Hara, Namjoon-hyung y por la galleta mutante.
Yah! No me regañen más. ¿Que no ven como estoy? ¡Deberían compadecerse de mí!-dijo haciendo un puchero.
Dejen a mi niña en paz. ¿Que no ven que se siente mal? Aigoo...¡Mi pequeña! Debe dolerte mucho la cabeza con estos gritones alrededor.-dijo pegando la cabeza de Hana a su pecho.
No tienes idea de cuánto me duele.-se quejó poniendo voz de niña pequeña y todos comenzamos a reír.
Luego de que Hana me echara prácticamente a patadas de la habitación del hospital, diciéndome que no me preocupara, que todo estaba bien con ella, que su madre tomaría la responsabilidad, me fui a ver a Yerin.
Llevaba tiempo posponiendo la situación por miedo a herir a mi hermana, pero ya era hora de afrontar la realidad.
La llamé al celular y quedé con ella para vernos en la heladería más cercana a la estación del metro.
***
Hola.-se colocó el cabello detrás de las orejas, con timidez, y luego se alizó la falda por la parte de atrás para sentarse.
Oh! Ya estás aquí.-la saludé con una sonrisa. Ella me la devolvió y agachó la cabeza sonrojada.
«Esto va a doler más de lo que imaginaba.»
Pide lo que quieras.-dije.
Concordó conmigo y comenzó a leer el menú.
Al ratico de haber ordenado nos trajeron nuestro pedido.
¡Que lo disfruten!-dijo el camarero y se retiró.
Se ve delicioso.-dijo Yerin con una hermosa sonrisa colgando de sus labios mientras miraba su plato.
Ella tomó una foto antes de comenzar a comer y, supongo que, la publicó en sus redes sociales porque la vi escribiendo.
¿Te gusta tomarle fotos a la comida?-pregunté sonriente.
Sí. No solo a la comida. Me gusta tirarle fotos a todo. Capturar cada momento feliz con el lente de mi cámara es muy importante para mí. Cuando las cosas que me gustan ya no estén, puedo revivir el momento con tan solo mirar las fotos, recordar cuán feliz fui en ese instante, puedo sentir nostalgia y a la vez volver a sonreír.-dijo con ojos chispeantes por la emoción.
«No hay duda de que somos hermanos. Eres idéntica a mí.»
También me gusta la fotografía. Ese es mi hobby-dije.
Wah! Tenemos gustos similares.-susurró, pero logré oírla.
Anda. Come tu helado. Se va a derretir.-dije y comencé a comer el mío.
«No solo se veía delicioso. También lo era su sabor.»
Mmhm! ¡Está delicioso!-exclamó Yerin abriendo los ojos bien grandes.
No pude evitar soltar una carcajada. Se veía tan graciosa.
¿Estás mejor?-pregunté y la sonrisa en su rostro se esfumó en fracción de segundos.
Bajó la cabeza y comenzó a juguetear con la servilleta que estaba sobre sus muslos.
¡Déjame ver tus brazos!-exigí y los tomé entre mis manos, pero ella los escondió.
Yerin por favor...No me hagas sentir más preocupado de lo que estoy.
¿Esos bastardos te han vuelto a molestar?-sin darme cuenta ya estaba gritando y las personas a nuestro alrededor nos miraban expectantes.
Miré a los lados y me recompuse.
Dime Yerin. Yo te voy a ayudar en lo que sea.-dije sin apartar mi mirada de sus ojos.
¿Por qué Tae? ¿Por qué me haces esto? ¿Por qué te preocupas por mí?-comenzó a sollozar.
Carajo!-golpeé mi muslo.-¡Porque soy tu hermano y tengo el derecho de estar así!-sin darme cuenta, ya lo había soltado todo.
¿Q...Q...Qué?-su voz se quebró. Sus ojos se cristalizaron y salió corriendo.
«¡Rayos! ¡Esa no era la forma! ¡Kim Taehyung, siempre estás metiendo la pata!»
Salí corriendo detrás de ella, pero antes de que pudiera salir del lugar el empleado que nos había atendido me detuvo.
Señor. Usted aún no ha pagado la cuenta.-dijo.
Oh!? ¡Es cierto!-saqué con rapidez mi billetera y le entregué un fajo de billetes, estaba muy apresurado como para esperar el cambio así que, empujé la puerta de vidrio del lugar y salí tras ella. No debía de andar muy lejos.
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