Cap.29: "Oh! Parece que alguien se levantó con malas pulgas"
CRUSH Cap.29: "Oh! Parece que alguien se levantó con malas pulgas."
Narra Yoon Hana
Aspiré el aroma de la comida, por un momento me pareció deliciosa, pero luego sentí repulsión.
Tae me miraba atentamente con el rostro recargado en sus manos y los codos apoyados en la mesa.
Tomé los palillos y contuve la respiración para meter el primer bocado de carne a mi boca. La carne estaba buena, su textura era suave pero su olor era el que me desagradaba.
¿Está buena?-preguntó curioso.
Asentí con la cabeza y cuando terminé de masticar tragué con algo de dificultad. Agarré el vaso de agua a mi lado y me la bebí toda.
Sí. Está deliciosa. Pero deberías comer tú también. No solo te dediques a mirarme.-dije revolviendo la comida.
De acuerdo.-me mostró su tierna sonrisa cuadrada, esa que te hace sentir que todo estará bien, agarró sus palillos y una cuchara. En seguida comenzó a devorar toda la comida que tenía en frente.
Comía tan apresurado que parecía estar en el Servicio Militar.
Yah! Come más despacio. La comida no se te va a ir corriendo.-dije y con mi dedo pulgar limpié el poco de salsa que tenía en la comisura de sus labios. Luego llevé el dedo pulgar hacia mi boca para saborear la salsa.
Este me miró con cara de niño inocente y sonrió con las mejillas infladas con comida. Parecía un tierno hámster.
Luego de acabar de comer llevamos los trastos hacia el fregadero y los dejamos ahí. Luego me encargaría yo de fregarlos.
***
Okey! ¿Te parece si jugamos el juego ya?-preguntó.
De acuerdo.-dije.
Tae caminó hacia la sala y encendió el televisor gigante junto al X-Box.
Me alcanzó mi mando y él cogió el suyo.
Luego de configurar el juego me explicó las reglas de este y para que servía cada botón.
Me senté en el sofá con las piernas dobladas, al más puro estilo indio, puse un cojín sobre mis muslos y apoyé mis codos sobre este.
Tae se acostó a todo lo largo que su cuerpo le permitía en el suelo e hincó los codos sobre este para lograr ver mejor la pantalla.
Le dio play al juego que, según leí en la pantalla, se llama Blur. Como es obvio es de carrera de autos.
Luego de unos segundos de juego...
Assa! Te estoy ganando!-gritó Tae eufórico.
No cantes victoria tan pronto.-chillé mientras sacaba la lengua y la mantenía en la comisura derecha de mis labios y apretaba con fuerza los botones del mando, sin dejar de mirar fijo a la pantalla, en un estado de concentración insólito.
Ja! Te pasé.¡Atrápame si puedes!-grité emocionada, y di un brinco en el asiento.
¿Eso es un reto?-preguntó.
Sip.-hice estallar la "p".
Lo acepto.-contestó completamente decidido. Él es del tipo de personas que les encanta aceptar retos y desafíos, este no era la excepción.
Dio un fuerte giro y me pasó a millón por delante.El odioso cartel que dice "GAME OVER" salió -Ja! Me parece querida que, he ganado esta ronda.-gritó levantando las manos victorioso.
Estaba tan enfadada que le lancé el cojín, pero este lo cogió en el aire antes de que cumpliera su objetivo, impactar contra su cabeza.
Aigoo! ¡Pequeña! ¡Eres muy mala perdedora! ¿Cuántas veces te voy a decir que debes aprender a perder?-cuestionó.
Me ganaste esta ronda, pero no lo harás la siguiente. ¡Te reto a una revancha!-lo desafié.
Estoy de acuerdo contigo.-chasqueó los dedos y volvió a adoptar su posición inicial, estirado a todo lo largo en el suelo.
Antes de que presionara el botón que da inicio al juego me levanté de mi asiento y me senté sobre el cómodo trasero de mi novio y recosté la espalda contra el sofá.
Yah! ¿Qué haces? -preguntó al sentir mi peso sobre él .
Acepta tu castigo por no permitir a tu novia ganar ni una vez. Apuesto a que tus amigos dejan a sus novias ganar.
¿Por qué tú no puedes hacer lo mismo?-dije con voz de niña enrrabietada.
Aigoo! ¡Qué linda y tierna suena tu voz! Si pudiera, ahora mismo te besaría.-dijo.
Lo siento, pero no lo vas a poder conseguir hasta que no me dejes ganar.-dije.
De acuerdo. Te daré ventajas.-dijo.
Espero poder obtener ese beso de tu parte.-lo dijo con una voz tan gruesa y a la vez tan dulce que me quedé embobecida mirando hacia un punto fijo en su lacia cabellera.
Yah! ¿Qué haces? ¿Por qué no echas a andar tu carro.-la voz de Tae me hizo reaccionar.Pestañeé varias veces.-Uh?! Ah! Verdad! El botón de inicio.-dije y el soltó una carcajada bastante agradable para mis oídos.
***
¿Ya estás mejor?-preguntó Tae con el brazo derecho extendido debajo de mi cabeza mientras acariciaba mi cabello, la otra mano permanecía en su abdomen.
Sí.-dije y lo abracé metiendo la cabeza en su pecho como si fuera mi peluche, el correspondió a mi abrazo y siguió enviando caricias a mi cabeza haciendo que sintiera sueño.
Tae! -dije antes de ser dominada por el sueño.
Mhmm...?-murmuró con los ojos cerrados.
¿Cuándo vas a ir a ver a Yerin y le dirás la verdad?-pregunté alzando un poco la cabeza para mirarlo a los ojos pero este se acurrucó más a mí apretándome contra su pecho.
Pronto.-dijo con la voz rasposa por el sueño y como yo también me encontraba agotada me dejé guiar por el jugueteo delicado de sus manos con mi cabello para caer luego en los brazos de morfeo.
***
En plena madrugada me desperté debido a unas inmensas ganas de vomitar.
Me levanté de la cama y corrí hacia el baño tan rápido como mis pies me lo permitieron.
Levanté la tapa del inodoro e introduje, literalmente, la cabeza dentro de este. Devolví toda la comida y lo que no era la comida.
Me sentía mal, era una sensación totalmente desagradable.
Cada vez que me venía una arcada, vomitaba. Sin darme cuenta Tae ya había entrado al baño.
Kim Taehyung.
Por lo general suelo tener un sueño ligero, por lo que me despierto por el más mínimo movimiento o ruido.
Sentí a Hana levantarse como un resorte de la cama y correr hasta el baño a la velocidad de la luz, sus pasos apresurados resonando contra la madera del suelo lo indicaban.
«La comida que le di debió haberle caído mal. Si tenía malestar estomacal no debí de haberle hecho manitas de cerdo, debería haber preparado un caldo bien consistente o un buen té para aliviarla. Ash! ¡Soy un tonto!»
Los sonidos de sus arcadas se sentían desde fuera del cuarto de baño.Me levanté de la cama y me puse mis pantuflas. Luego caminé hasta allí.
Tenía la cabeza sumergida dentro del retrete mientras seguía vomitando.
Su cabello negro azabache caía a ambos costados de su cabeza.
La ayudé a levantar su cabello para que no le molestara o se le mojara y comencé a dar leves palmaditas en su espalda, acompañadas de caricias.
¡Tranquila pequeña! Toda va a estar bien. Solo debes soltarlo todo, no te cohíbas porque yo esté aquí. Una vez hayas terminado de sacar lo malo vas a estar bien.-decía con suavidad para ayudar a calmarla y para que supiera que yo estaba ahí para ella.
Miré mi reloj de pulsera, el cual marcaba que eran los 2:45 a.m.
Cuando terminó de vomitar, la ayudé a levantarse y la tomé por los hombros para estabilizarla.
Sequé el sudor de su frente con la manga de mi pijama, agarré un poco de papel higiénico y le limpié los labios.
Era inútil preguntar si se encontraba bien, porque era obvio que no lo estaba.
Su tes estaba algo pálida y eso me preocupaba. No podía hacer otra cosa que mirarla y ayudarla con mi silencio.
Luego de tirar de la cadena la guié hasta el lavamanos para que se echara agua que la refrescara y se cepillara los dientes.
¡Ven acá!-Tomé sus piernas y la cargué en mis brazos como a una princesa hacia la cama, la tapé con una manta y bajé a hacerle un té de menta.
Se lo llevé y ella se lo tomó todo sin rechistar, a pesar de que no le gusta.
Mientras peinaba con mis dedos su sedoso y negro cabello le cantaba una canción para que conciliara el sueño.
🎶You and I
Two of a mind
This love's
One of a kind
You and I
We're drifting
Over the edge
And I will fall for you
And I will fall for you
If I fall for you
Would you fall too?
You and I
Learning to speak
With kisses on cheeks
You and I
We're lifted
Over the edge
And I will fall for you
And I will fall for you
If I fall for you
Would you fall too?
And I will fall for you
And I will fall for you
And if I fall for you
Would you fall too?
Would you fall too?
Would you fall too?
Would you fall too?
Would you fall too?🎼
(*Nota*-Fall; Ed Sheeran)
***
El despertador sonó a las 6:30 a.m.
Me desperté y lo apagué.
Miré a Hana, aún dormía, me daba lástima despertarla después de haber pasado una mala noche, así que la dejé que descansara un poco más.
Besé su mejilla y retiré el brazo con suavidad de abajo de su cabeza antes de levantarme. Cogí la cámara fotográfica y le tomé una foto, la añadí a mi colección de fotos de Hana.
Tomé un bóxer en el armario, mi toalla y fui a tomar una ducha, hoy es el gran día de la presentación. Hoy cualquier compañía podría escogerme, lo estoy anticipando.
Ese es mi sueño, que una compañía de baile reconozca mis habilidades y me seleccione. Si esta vez no lo logro no importa, igual lo voy a seguir intentando.
Cerré la llave de la ducha y enrollé la toalla alrededor de mi cadera. Escribí en el espejo empañado por el vapor "Fighting!" y sonreí a mi reflejo difuminado.
Tomé una toalla más pequeña para secarme el cabello y salí del baño.
Encontré a una Hana adormilada frotándose los ojos.
¿Despertaste amor?-le pregunté lo evidente mientras secaba mi pelo con la toalla.
¿Qué no lo ves?-preguntó frunciendo el entrecejo.
«Oh! Parece que alguien se levantó con malas pulgas?»
Caminé hacia ella, me senté a su lado y la abracé. Se veía tan linda con ese puchero en el rostro, su carita tan hinchada, típico de una persona acabada de levantar, y su pelo todo revuelto.
¿Ya te sientes mejor?-asintió.
Hueles bien.-susurró contra mi cuello haciendo que mis hormonas hicieran corte, pero las ignoré.
Me separé del abrazo y le di un beso fugaz en los labios.
¿Estás segura de que te sientes bien?-pregunté agarrándola por los hombros.
Ya he perdido la cuenta de cuántas veces me lo has preguntado.-dijo con la voz entrecortada y estirándose.
Me preocupo por ti y lo sabes. Si te sientes mal todavía me lo dices, podemos faltar a la presentación, no es tan importante que digamos.-eso que dije no fue del todo sincero. Sí que es importante y estoy loco por presentarme, pero si mi novia se siente mal no la voy a dejar sola en casa, y por demás, no voy a tener la conciencia tranquila sabiendo que ella está mal.
Yoon Hana.
Tenía algo de malestar aún, me sentía como si tuviera algo de fiebre, pero estaba bien, podía bailar así.
No podía dejar de ir o sino Tae no va a querer ir solo.
Todos los que estamos en la academia queremos ser seleccionados por alguna de esas famosas compañías, y él no es la excepción de la regla.
Solo hay que ver como brillan sus ojos cuando habla de baile o ve algún vídeo de su coreógrafo favorito.
¿Pero qué dices? ¿Estás loco?-golpeé su hombro desnudo.
Auch!-se quejó.
¿Cómo que no es importante? Las compañías más famosas del mundo van a estar presentes. -chillé.
Pero yo no voy a ir sin ti. Si te sientes mal todavía, nos quedamos aquí. Hay más tiempo que vida, ya será en otro momento.-dijo.
Yo estoy perfectamente bien ya. Después de haber volcado mi estómago en el retrete mejoré. De que vamos a ir, vamos a ir. Es un hecho. Además, tú eres uno de los bailarines principales junto a J-Hope, Jimin y a Jungkook. Van a estar muy decepcionados de ti si no vas.-me incliné sobre él y lo abracé.
Ahora ve a ponerte algo de ropa porque estás malditamente caliente sin ella y no me dejas pensar con claridad.-susurré y succioné un poco el lóbulo de su oreja.
La marcada "V" que lleva hasta su ingle y que hace que se noten más los huesos de sus caderas me estaban atormentando, en otra palabras, volviéndome loca.
Él me agarró por la cintura con brusquedad y me empujó hacia la cama. Se subió sobre mí para intentar besarme, pero lo detuve poniendo un dedo sobre sus labios. -Vamos a llegar tarde. Debes vestirte y yo debo ir a tomar un baño.-sonreí y él hizo un puchero.
Oh vamos bebé. Prometo no demorarme. Todavía estamos en tiempo-volvió a intentar besarme, pero lo detuve otra vez.- He dicho que no.-lo empujé con sutileza para sacarlo de encima mío y me reincorporé.
Me paré y comencé a quitar mi pijama hasta quedar sin nada mientras caminaba hacia el baño.
Lo escuché murmurar una maldición y sonreí. Me gustaba verlo necesitado, porque tiende a sacar su lado más salvaje.
¡Yoon Hana! ¡No calientes la comida si no te la vas a comer!-gritó desde afuera del baño y sonreí de lado.
Llevábamos casi un mes sin nada de nada debido a la escuela y el baile.
Llegábamos muertos de cansancio, sin ganas de nada, era lógico que estuviera así. Hasta yo lo estaba, pero no había tiempo para eso.
Antes de entrar a la bañera me dio un leve mareo, pero rápidamente recuperé la compostura.
***
Narra Jimin.
Temprano en la mañana recibí una llamada de Min Gyuri.
¿Qué sucede Mini?-pregunté.
T...Tú...-tartamudeó. ¿Re...cuperaste la memoria?-Parecía que tenía una mezcla de sentimientos, como alegría y preocupación a la misma vez. Su voz sonaba como tal.
Eh? ¡No! ¿Por qué preguntas?-cuestioné.
N...No por nada.-cada vez que hace esas cosas provoca que mis dudas crezcan más.
Hace un tiempo que no nos vemos.-dijo.
Tienes razón.-le había estado intentando olvidar durante todo este tiempo, pero no lo he podido lograr.
Ella no sale de mi mente, y lo que hago es extrañarla cada vez más.
Hara me informó que hoy la academia en la que está su novio tiene una presentación importante, según sé, tú también estás ahí; así que llamé para darte ánimos.-me la imaginé sonriendo del otro lado de la línea.
Oh...Sí. Muchas gracias.-dije.
Bueno...Nos vemos pront...-Espera Gyuri.-la interrumpí.
¿Puedo ir a verte antes de la presentación?-pregunté.
P...Pero. ¿Eso no te va a retrasar?-preguntó.
No. Para nada...Me hace camino.-dije.
¿P...Pero para qué quieres venir a verme?-sonaba dubitativa.
Para recibir los ánimos en persona. Además, quiero llevarte a la academia para que me veas bailar. Así, solo así, voy a estar realmente animado.-contesté con toda sinceridad.
D...De acuerdo. Puedes venir. Voy a estarte esperando.-dijo y luego colgó.
Cogí mi mochila, mi gorra negra, mis audífonos y las llaves de la casa. Le eché comida a Pollie y me despedí de ella como es debido.
***
Toqué el timbre de su casa y esperé a que me abriera.
Una hermosa Gyuri apareció frente a mí. ¿En qué momento se había teñido las puntas del cabello de color azul?
Llevaba puesta una blusa azul marino que dejaba a la vista su plano abdomen y un Jean ajustado a la altura de sus caderas. Unas pulseras de color rojo y unos tenis Skechers de color blanco acompañaba su conjunto.
Wao! ¡Estás preciosa!-solté sin siquiera pensarlo.
G...Gracias.-colocó un poco de su cabello detrás de la oreja y agachó la cabeza para juguetear con sus manos.
Yo saqué su cabello de detrás de su oreja y deslicé mi mano por él hasta llegar a las puntas azules.
Me encanta el color azul.-enrosqué un mechón de su cabello en mi dedo índice.
Ella sonrió tímida.-Lo sé.-murmuró.
¿Q...Qué dijiste?-pregunté para saber si yo realmente había escuchado bien.
No. No he dicho nada.-dijo.
Anda. Vamos.-entrelacé los dedos de mi mano con los suyos y la halé para que comenzara a caminar.
Espera un momento.-se quedó parada en el lugar.
¿Qué sucede?-pregunté.
Debo cerrar la puerta de mi casa.-dijo.
Oh! Lo siento.-dije dejando libre su mano.
«Gosh! ¡Tan preciosa! ¡Tan deseable! ¡Tan tímida! ¡Tan adorable! Es perfecta.»
Me la quedé mirando embobado mientras cerraba la puerta de su casa.
V...Va...Vamos en mi auto.-se puso toda roja como un tomate cuando se dio cuenta de cómo la miraba.
Cerré la boca de forma tan brusca que hice que mis muelas sonaran.
Okey!-concordé.
Ella dio click a un pequeño mando que tenía colgado en el llavero y la puerta del garaje comenzó a abrirse. Entró y se montó en su auto para sacarlo a la calle.
Desbloqueó la puerta del pasajero y me pidió que entrara.
¡Entra!-gritó desde adentro.
Abrí la puerta y me senté a su lado.
Sabía de sobra que tenía que ponerme el cinturón de seguridad, pero yo no lo iba a hacer, además de que me molestaba, era la excusa perfecta para que ella se me acercara.
Ming Gyuri.
A pesar de que perdió la memoria, hay muchas cosas en él que nunca cambian.
Nunca le ha gustado abrocharse el cinturón de seguridad porque, según él, se siente preso. Siempre he tenido yo que ponérselo, porque si de él depende, nunca lo hará.
A pesar de que fue mi novio, aún me daba un poco de nervios estar tan cerca de él, siempre ha sido así.
Me acerqué a él y con las manos un poco temblorosas, y el corazón martillando en mis costillas tomé el cinturón de seguridad y lo comencé a halar hasta que se ajustara de forma adecuada al cuerpo de Jimin. Luego lo abroché y resonó el clip en todo el auto.
Sentía que su mirada me quemaba en la piel, pero no era capaz de mirarlo a los ojos, yo podría perder todo el autocontrol que en estos momentos tengo.
Justo antes de que volviera a reincorporarme en mi asiento el tomó mi muñeca y lo miré a los ojos.
Él se quedó mirando en dirección a mis labios. Sabía lo que él quería, como yo también lo quería me quedé mirándole y tomé sus mejillas entre mis manos y le di un beso fugaz en los labios.
Él se quedó anonadado por mi reacción repentina y yo me puse toda colorada al darme cuenta de lo que había hecho.
Esta vez fue el quien tomó la iniciativa y me tomó de la nuca para pegar sus labios a los míos. Abrió la boca para besar ambos labios y luego yo hice lo mismo, volviéndose un beso más profundo.
Él desabrochó su cinturón de seguridad y me tomó de la cintura para colocarme a horcajadas sobre él. Enrollé mis brazos alrededor de su cuello y lo apreté más a mí. Comencé a besar su cuello y a mover mis caderas buscando más fricción con su cuerpo.
G...Gyuri.-jadeó y apretó mis caderas.
Esto...se va a salir de control. No quiero hacerte daño.-dijo con la respiración entrecortada.
Oh! Entiendo.-comencé a moverme para salir de su regazo.
«¡Por Dios! ¡Qué vergüenza! Parezco necesitada.»
Y...Yo no puedo hacer esto.-dijo.
«Claro. ¿Cómo me ibas a querer a mí? Ni siquiera me puedes tocar. No me comparo a las chicas voluminosas que te gustan tanto.»
Está bien.-hice una mueca y me coloqué el cinturón.
¡Espera! Aún no termino.-dijo.-Yo...Yo aún no sé lo que siento exactamente por ti pero me encantas, me gustas mucho. ¿Crees que podríamos ser novios?-me atraganté con mi propia saliva.
¿N...Novios?-pregunté estupefacta.
«¡Dios mío! Que alguien me pellizque. ¿Es esto un sueño? No quiero despertar. Lo que tanto he deseado desde que le volví a ver ya está sucediendo.»
Quiero hacer bien las cosas. Yo te respeto, no puedo empezar contigo desde la parte final como hago con otras chicas. Tú eres especial, contigo quiero empezar de cero, tener una relación más profunda.-dijo y sentí que mis ojos comenzaban a sentir irritación, ardentía.
Quería llorar de la felicidad. O sea, no me estaba proponiendo matrimonio o algo por el estilo como para ponerme tan dramática, pero esto para mí es importante. Esta confesión que él acaba de hacer es muy importante.
Por Dios, Gyuri. Habla algo. Me tienes nervioso.-me había quedado tan sumergida en mis pensamientos que ni cuenta me había dado de que todavía no le había dado una respuesta a su declaración.
Claro que quiero ser tu novia.-dije y le dediqué una sonrisa.
El respiró profundo, como si se le hubiera olvidado respirar antes, y deslizó su espalda por el asiento.-Uff! Me has puesto nervioso. Creí que me dirías que no.-dijo.
No soy una cualquiera. No te iba a besar para luego decir que no a tu declaración.-dije un tanto ofendida.
Lo sé. Eres una chica especial, no eres igual a las demás, de eso estoy seguro. Y no fue mi intención ofenderte.-dijo acariciando mi mejilla.
Cerré los ojos para disfrutar de su caricia y luego puse en marcha el auto.
***
Estacioné en un buen lugar y bajamos del auto.
Jimin se me adelantó un poco más, supongo que estaba apresurado. Se retrasó por causa mía o, debo decir, nuestra.
Cruzó la calle sin mirar a los lados, no pude reaccionar y gritarle para avisarle porque el miedo se apoderó de mí y me quedé helada en el lugar.
El espantoso chirrido de las gomas del auto contra el pavimento me hicieron reaccionar.
Corrí hasta Jimin, quien se encontraba consternado por lo que acababa de suceder, miraba al auto fijamente. Luego comenzó a tambalearse.
¿Estás bien?-pregunté tocando cada centímetro del rostro y el torso de Jimin para saber si se encontraba bien.
Eras tú, ¿cierto?-preguntó.
¿Él qué?-contesté con una pregunta. No tenía ni idea de lo que hablaba.
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