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Cap. 21: "No se que sería de mí sin ti".


Yoon Hana.

Desde que llegamos al lugar, el lago había captado mi atención.  Quería zambullirme en él desde el principio.

Sin pensarlo dos veces saqué la blusa blanca por encima de mi cabeza y bajé mi pantalón dejando al descubierto mi ropa interior a juego.

Hey!  Hana!  ¿Qué haces? ¿No tenías hambre? —gritó Tae detrás de mí.

La comida puede esperar. —le respondí y comencé a entrar al agua cristalina del lago, que me permitía ver las pequeñas piedras y algas que había en el fondo.

Kim Taehyung.

Esta chica quería volverme loco. No, error. Ya estaba vuelto loco por ella.

«¿Acaso pensó antes de quitarse la ropa? Me encanta lo provocativa que es esa tela de satín de su lencería.»

Y si bien antes no pensaba follarla,  solo quería una romántica cita.  Ahora quiero tenerla gritando mi nombre debajo de mí mientras la llevo al éxtasis.

Dejé lo que estaba haciendo y me despojé de mis prenda quedando solo en bóxers.  Corrí hacia el lago y la cargué en mis brazos.  Juntos nos adentramos en el agua.

Cuando el agua me llegaba al  pecho, Hana ya no daba pie.
Entonces abrazó con sus piernas mis caderas.

Pequeña...Estás en una pose prohibida. —le informé dedicándole una sonrisa ladina.

¿Quién fue el que me llevó hasta lo hondo? —preguntó y al ver su ceño fruncido sonreí.

Entrelazó sus brazos alrededor de mi cuello y deslicé mis manos hasta su espalda.

Sus ojos color miel que me miraban atentamente hacían un hermoso contraste con el reflejo del sol en el agua. Mi Hana es alucinante en todos los sentidos.

Sin tardar mucho pegué mis labios contra los suyos y los acaricié un poco antes de usar mi lengua. Atrapé su labio inferior y lo succioné. El beso de a poco se fue intensificando.

Caminé un poco hacia donde ella diera pie. No quería que mi loquita se ahogara.
Nos separamos por falta de oxígeno. Ella acarició mi cabello húmedo y lo peinó hacia atrás y rozó su pequeña naricita con la mía. Sus labios estaban hinchados y rojos gracias a mí.
Nuestra respiración era errática.
La miré de nuevo a los ojos y esta vez fue ella quien me besó. Deslizó su lengua en mi cuello logrando así que me encendiera más.

Quité su sostén y lo arrojé hacia la orilla. Luego le comencé a dar atención a sus senos que se encontaban húmedos y reverdecidos de placer.
No tardé muchó en meter uno en mi boca,  lamerlo y succionarlo mientras ella jadeaba y encajaba sus uñas en mi espalda.

¿Te gusta lo que estoy haciendo?—le pregunté en un tono ronco.

Su pupila se dilató.  Estaba tan excitada como yo. Asintió con la cabeza soltando un grito al sentir mi lengua en su otro seno.

No iba a aguantar más.  Estaba totalmente duro y eso a ella le gustaba,  se movía cada vez más buscando la calidez de mi erección.

Oh!  Por Dios!  ¡Nena! —jadeé.

Mis manos se deslizaron por sus muslos antes de subir por sus caderas y repartir caricias en su espalda.

Bajé mis bóxers y, sin perder tiempo, me deshice de las bragas que aún llevaba puesta Hana y la apreté contra mí.

Presioné mi miembro justo en sus partes nobles y sus manos siempre curiosas comenzaron a ascender y descender por mi abdomen. 
 
Yoon Hana

Con sus manos en mis caderas me alzó y me guió hasta el lugar indicado.  Cuando me bajó sobre sí mismo gemí de placer y me aferré con fuerza a sus brazos.

Con sus manos aún en mis caderas me hizo subir y bajar sobre él.  Nuestra coordinación era perfecta mientras manteníamos un movimiento lento, exquisito y excitante. Él se entretuvo con mis senos,  cuello y labios mientras yo me sujetaba de sus hombros.

Él no me dejó de mirar ni un solo momento, su mirada era intensa y de la manera y la forma en que lo hacía me hacían sentir amada y protegida. Lo estaba haciendo con sinceridad.

Poco a poco sentía como algo grande iba construyéndose dentro de mí,  ya estaba cerca de alcanzar el clímax. Tae se dio cuenta y aceleró el ritmo empujando cada vez más fuerte dentro de mí.

  Entre subir y bajar,  gemidos, gritos de placer y jadeos yo alcancé mi orgasmo y él recibió su liberación después de mí.

Caí con mi cabeza en su hombro mientras el mantenía sus manos en mi espalda sujetándome fuerte.

Su respiración agitada movía los mechones sueltos de mi cabello.
Con cuidado me volvió a alzar y salió de mí haciendo que soltara un jadeo. 

Poniéndome a un lado me dio la mano y salimos juntos. Mis piernas se tambaleaban debido a que aún no me recuperaba y Tae tuvo que ayudarme a mantenerme en pie.
Debido al frío que tenía me olvidé de mi ropa interior. Solo quería llegar a la orilla y hacerme una bolita junto al calor de la fogata. Tae puso su abrigo sobre mis hombros y me alcanzó una toalla. Él sí que estaba bien preparado.

Luego entró al agua de nuevo para recoger nuestras ropas interiores y ponerlas a secar.

Kim Taehyung.

Me amarré una toalla a la cintura y caminé en dirección a la leña que había dejado apilada antes de meterme al lago con Hana.

Con unas ramas de un árbol y un hilo de pescar hice dos rusticas cañas de pescar.  Tomé una y le di otra a Hana.

¿En serio vamos a pescar?—preguntó un poco aterrada.

¿Por qué? ¿No quieres comer?—pregunté.

Sí, pero no soy buena en esto.–dijo mirándome con duda.

No te preocupes. Yo te ayudo.—le dije y le extendí la mano.
Ella la aceptó y me siguió.

Minutos después cocinamos el pescado mientras hablábamos de nosotros y bebíamos Sprite.

Se hizo de noche y me recosté en el suelo con el brazo extendido,  ella copió mi acción y se acurrucó contra mi pecho.

Tae...—dijo en un susurro.

¿Qué sucede preciosa? —pregunté.

¿Cuándo vuelven mi padre y tu madre? —preguntó.

La melancolía en la voz la delataba.  Era obvio que estaba triste.

No lo sé. Pero sé que volverán pronto.—le dije.

Tengo miedo. —dijo y recargué el peso de mi cabeza sobre mi codo, para mirarla a los ojos.

¿De qué? —pregunté y comencé a acariciar su cabello con la mano que tenía libre.
Era obvio que sabía el porqué, pero quería que ella me lo dijera.
De lo que pueda suceder con nuestra relación cuando lleguen mi padre y tu madre.–soltó con un suspiro pesado.

Tranquila nena.  No va a suceder nada.  Yo nunca te voy a dejar sola y estaré siempre a tu lado dándote el amor que mereces.–dije en un intento de calmarla. Yo también tengo miedo. No quiero dejarla, y por nada del mundo lo haría.

Tae!  Puede que después de hablar o pelear con mi padre las cosas cambien.  No sé lo que va a  suceder,  tal vez me vaya de casa para ir a vivir con mi hermano y mi madre.

Estaré apoyándote en cualquiera que sea la decisión que tomes,  pero...—hice una pausa—Debes prometerme una cosa.

¿Qué cosa? —preguntó.

Nunca dejes de amarme, porque no se que sería de mi sin ti.—dije y ella comenzó a reír.

¿De qué te ríes? —pregunté, pues no le encontraba gracia.

¿Sabes que amo cuando te pones cursi? —preguntó y luego me besó.

Park Jimin.

Gema sonrió al ver a un hámster devorando una galleta.  Se burlaba de sus cachetes regordetes sin darse cuenta que ella también tenía unos hermosos y tiernos cachetes regordetes. Daban ganas de morderlos.

  «Si sigue sonriendo tan espléndidamente juro que los morderé.»–pensé.

Hey! Jimin!  Mira este.  ¿No es mono? —chilló.

Sí. Es tan cute. —dije y me contagié con su hermosa sonrisa.

Se parece a ti. —me dijo y tuve que ceder a la tentación de pellizcar sus mejillas.

Cuando lo hice me llegó un recuerdo vago y un poco borroso,  que hizo que me diera un mareo y trastabillara.

¿Estás bien? —gritó Gema y corrió a sujetarme.

Flashback.         

Oh!  Esa película da mucho miedo. ¡Abrázame! —rogó y así hice.
  Besé su cabello y la sujeté bien fuerte,  pero sin lastimarla.

Cuando una escena realmente aterradora salió en la pantalla,  la chica de cabellos oscuros a la cual no podía verle bien la cara,  me abrazó más fuerte.

Cuando salgan esas escenas mírame solo a mí. —le dije y entrelacé mis dedos con los suyos.

Entonces permíteme mirarte hasta que la película termine. —dijo y besó mi mejilla. Al instante se congeló y bajó la cabeza avergonzada.

Aigoo! ¡Mi novia es tan linda!—dije y pellizqué sus llenitas mejillas rosadas. Ella se sorprendió ante mi acción y sus ojos color metal se clavaron en los míos.
Tragó en seco y se quedó mirándome a la expectativa de mi próximo movimiento.

Pero si me sigues mirando de esa manera no voy a poder concentrarme en la película.—exclamé y comencé a hacerle cosquillas para deshacer la tensión que había entre nosotros.

Fin del flashback.

E... Estoy bien. —dije cuando logré estabilizarme.

No.  No lo estás.  Debemos ir al médico. —dijo.

Te juro que estoy bien.  Solo tuve un mareo porque no he comido nada. —me excusé.

Entonces... Vamos.  Te llevaré a comer.  Yo invito. —dijo y me mostró sus hermosos dientes color perla, haciendo que mi corazón repiqueteara con fuerza.
Primero quiero escoger una mascota. Últimamente estoy muy solo en casa. Necesito compañía—dije.

De acuerdo.  Pero debemos apresurarnos. No debes estar sin comer durante más tiempo. —dijo con un tono de voz preocupado.

Seguimos mirando en cada jaula hasta que encontramos al ideal.

Wah!  Es precioso.  ¿No crees?  Es justo tu tipo.  Te encantan los labradores dorados.—dijo y me pregunté cómo era que lo sabía.

  Otra puta duda más,  añadida a mi cabeza. Hay cosas que quiero recordar pero a la vez me aterra la idea.  Todo va bien hasta ahora,  si recuerdo todo... ¿Mi mundo dará un vuelco y se alterará el orden de las cosas en mi vida?  Los cambios me dan miedo. Me quedé un tiempo pensativo mientras la miraba.

Este...Em...Quiero decir... Deben de gustarte. ¿A quién no le gusta esta raza tan adorable?—tartamudeó y se puso nerviosa.
Se ve totalmente tierna cuando se vuelve un manojo de nervios.
  Todo el tiempo que ha estado conmigo se ha comportado de esta manera. 

«¿La pongo nerviosa?  ¿Será la chica de mis borrosos recuerdos?  Es decir... Solo recuerdo sus ojos y su cabello oscuro, pero... ¿Cuántas chicas no habrán con esos rasgos físicos?»

Sí.  Tienes razón.  Me gusta mucho esta raza de perro.  Eres buena en la elección.  Sabía que serías de ayuda. —dije y me dirigí hacia el dependiente con el dinero. 
Firmé un contrato. Le compré comida,  juguetes,  cama , correas, casita,  entre otras cosas de mascotas.

Es una hembra ¿Qué nombre le va a poner? —preguntó el dependiente.

Me gusta Pollie. —dije.

Es un bonito nombre.—dijeron el chico y Gema a la misma vez.

Lo sé. —dije y le dediqué una sonrisa a Gema.

Cuando ya había comprado todo,  me llevé a mi mascota conmigo.
Gema se ofreció a llevar a la canina y se la cedí porque el resto de las cosas pesaban y no la iba a dejar llevarlas.

Ahora.  Vamos a comer. —dijo Gema en una tierna orden.

«¡Joder!  ¿Las órdenes son tiernas?  Esta chica está jodiendo mi cabeza. Creí que Hana era la única chica capaz de hacerle eso a mi cerebro» –pensé.

Emm... Dudo que nos dejen entrar con una mascota a algún restaurante o cafetería —dije.

Tienes razón—concordó.

Vamos a algún puesto de comida. Tengo que verte comer o no voy a poder dormir en paz —dijo y tuve que preguntar porque las dudas  me comenzaban a carcomer la cabezota.

¿Tú tienes que ver algo en mi pasado?  ¿Fuiste alguien valioso para mí?  Cuando te miro,  tengo la impresión de que te conozco hace mucho tiempo. –dije mirándola fijamente.

Min Gyuri (Gema)

Al fin Jimin me lo preguntó directamente.
Tenía ganas de decírselo todo, pero temía que sufriera de un colapso mental. 
Además,  de seguro estaríamos mejor así. 
Si el tuvo un accidente y todos sus recuerdos sobre mí fueron borrados,  significa que fui una parte dolorosa en su vida y que no estábamos destinados a ser. 

Además... A él le gusta otra chica,  y esa chica es, mi amiga Hana. Lo vi en sus ojos el día de la pijamada.

No. Debe ser que me parezco a alguien que conociste.  Nunca te he visto antes—mentí.

Tú sabes muchas cosas de mí Gema.  No mientas. —dijo y al ver su mirada mi corazón se partió.

Ya te dije.  No te conozco.  Debes estar confundiéndome con alguien más. Las cosas que dije sobre ti son porque te he estado observando. —dije y pareció más calmado.

El resto del camino los dos permanecimos en silencio. Él no presionó más en el asunto y yo mantuve mi boca cerrada por temor a volver a soltar algo que no debía.

Ordenamos udon , ramen y manitas de cerdo.
Lo vi comer placenteramente.  Me gustaba verlo alimentarse.
No pude soportar verlo desnutrido cuando padeció de anorexia. Gracias a Jin, a los chicos y a mí logró salir de eso y rexuperó su autoestima.

Me gusta mucho que ahora no tenga problemas con la alimentación.
Se ve bien,  su rostro vuelve a estar rellenito como siempre.

Pollie,  quien se encontraba atada a mi lado ladró indicando que tenía hambre.

Niña exigente. ¿Apenas me conoces y ya estás exigiendo comida?—le dijo Jimin con una enorme sonrisa y le lanzó un trozo de carne.

Ella lo comió con mucho gusto y luego se relamió sus bigotes.

¿Estaba bueno? —le pregunté como si ella me pudiera entender.

Ella ladró en respuesta y movió la cola mientras me miraba atentamente.

Parece que sí me entendió.  Es una chica inteligente.—murmuré.

Sí.  Al parecer entendió. —dijo.

Me limité a asentir con la cabeza.
¿No vas a comer? —preguntó.

Es que... No tengo mucha hambre. —respondí.

Ahora soy yo el que quiere que comas. Tus cachetes te hacen ver adorable,  no me gustaría que bajaras más de peso.  Ya estás lo suficientemente delgada.—dijo y sentí mi piel arder bajo el calor de su mirada.
  Tal y como me hacía sentir antes.

Después de terminar de comer bajo la supervisión de Jimin, me dispuse a ir hacia la dueña del puesto de comida y pagarle. Pero la fuerte mano de Jimin me detuvo.

¿En serio creíste que te iba a dejar pagar? —preguntó enarcando una ceja.

Yo fui la que invité.  Yo debería pagar. —le espeté.

No.  Yo soy el chico.  Yo debería hacerlo. —dijo ripostando de vuelta.

No había cambiado en nada.  Nunca,  ni una sola vez,  me dejó pagar por la comida.  Siempre peleábamos por eso.

Decídanse de una vez. ¿Quién de ustedes dos va a pagar? —preguntó la señora un poco enojada.

Hagamos una cosa.  Paguemos mitad y mitad. —sugerí y después de pensárselo un poco,  Jimin estuvo de acuerdo.

Fuimos caminando hasta mi casa porque quedaba cerca y yo no quería que el pagara mi taxi o algo así. Además...El ejercicio es bueno para el cuerpo.

Jimin me dejó en la puerta y se marchó agitando la mano.

Fue un placer compartir contigo. —gritó cuando iba a mitad de camino y tuve que sonreír.

Luego cerré la puerta tras de mí y me sumergí en el frío y el silencio de mi hogar.

Días más tarde...

Yoon Hana.

Después de estar de certificado me incorporé nuevamente al colegio.

Ya había extrañado un poco el ruido de las sillas y los chicos gritando y lanzándose papelitos entre sí. Las chicas cotilleando y escribiéndose mensajes en Kakao Talk para hablar mal de alguien.

Bienvenida nuevamente al colegio. —dijo Namjoon pasando su brazo por mi hombro.

Hey!  Detente!  Si Hara nos ve se va a poner como una fiera. 
Quiero empezar bien mi día,  sin ningún tipo de malentendidos,  no sé si me comprendes lo que te quiero decir.–dije

Ay!  Claro que entiendo. Soy un chico inteligente,  más que tú.  Solo me estaba mostrando amigable. —dijo tan  altanero como siempre, y sonrió dejando bien visibles sus hoyitos.

Lamento desilusionarte,  pero no eres más inteligente que yo. —dije con aires de ganadora.

Sí.  Dejemos que seas feliz creyéndote eso. —dijo intentando mortificarme.

Antes de que pudiera abrir mi boca . para discutir con él,  llegó Hara.

Hola Hana.  Necesito hablar contigo. —dijo un poco seria.

¡Amor!  ¿No me vas a saludar? —preguntó Namjoon.

Ella le dio un beso de mala gana y luego la seguí hasta el patio trasero.

Hana... No sé cómo decir esto.
Este emm... Es sobre  la pijamada. —dijo y me miró a los ojos.

Puedes hablar. —dije asintiendo con la cabeza.

Yo... Yo lo siento.  Debí confiar en ti,  me comporté muy mal como amiga.  La ira me nubló todo entender. Perdóname. —dijo.

¿Todavía te estás comiendo la cabeza con ese tipo de cosa? Ya yo te perdoné.  No soy tan irascible como parezco o di a entender aquel día con el drama que monté. Comprendo como debiste haberte sentido. Perdóname a mí por asustarte con mi comportamiento aquel día. –dije.

Aigoo!  Hana.  No tienes que hacerlo.  Sé que estabas bajo un gran nivel de estrés y tanto yo, como Gyuri (Gema) le agregamos más al asunto. Es obvio que deberías haber explotado. Hasta yo lo haría. —dijo y algo en mi corazón se alivió al saber que mi amiga me comprendía.

Entonces... ¿Amigas de nuevo? —preguntó.

Tú y yo nunca dejamos de serlo. —dije y la abracé.

¡Qué escena tan conmovedora! —dijo la insoportable escoba rubia de Lisa mientras aplaudía.

Ya supe por una amiga que tú estás jodida del coco querida Hana.—dijo dando vueltas con su dedo índice alrededor de su oreja.

Tú.  Maldita bastarda.  Te haré tragar esa lengua venenosa que tienes,  de una vez por todas. —gritó Hara mientras daba grandes zancadas hacia ella pero la detuve antes de que pudiera matar a la zorra.  Es decir,  se lo merecía,  pero no iba a dejar que Hara se ensuciara sus manos con tan poca cosa como lo es Lisa.

Déjala.  Está haciendo un intento por provocarnos.  Ella lo que no sabe es que nada de lo que diga sobre mí me afecta.–dije exprimiendo la poca paciencia que tenía.

¿Qué pasa si te digo que Taehyung se está follando a tu amiguita marginada,  la tal Yerin, mientras no está contigo? —dijo con un tono hiriente.

En pocos minutos estaba sobre ella tirando de sus cabellos, mientras, ella se reía como toda una psicópata al saber que todo lo referido a Tae me afectaba.  Yo confiaba en él.  No me haría algo así. Pero la odiaba a ella,  por la forma despectiva en la que hablaba de mi novio y mi amiga Yerin.

Hara intentó detenerme pero la aparté. No era capaz de detener al monstruo de la ira una vez que se formaba dentro de mí y salía fuera.

Jamás vuelvas a hablar así de mi novio o de mi amiga. ¿Entendiste maldita zorra?—le grité y la abofeteé.

Tu madre es una perra loca que nunca fue capaz de criarte bien.  Por eso tú también estás loca.–gritó y se carcajeó.

¡Calla maldita imbécil de mierda!  Jamás se te ocurra volver a hablar de esa manera de mi madre.  De mí te permito que hables lo que te plazca, pero no de mi familia y amigos.—volví a gritar.

Esta vez la golpeé más duro mientras su sangre manchaba mi blusa de uniforme y reforcé mi agarre en su pelo mientras ella gritaba por el dolor y reía a la misma vez.  La verdadera loca es ella.
Segura estaba que en mis manos tenía algunos mechones de su cabello, pero no me importaba.

Seguía pegándole mientras ella no mostraba signos de defensa alguna. Me estaba tendiendo una trampa.  Lo sabía, pero no podía controlarme aunque quisiera. Y de todas formas ya había mordido la carnada que me había lanzado.

¡Basta, Hana! ¡La vas a matar! —gritó Hara aterrorizada; pero no podía controlarme.

La ira nublaba toda mi razón. Era imposible detenerme una vez que empezaba.

En pocos minutos llegaron todos los chicos debido a la algarabía y comenzaron a filmar.

Ella sonrió de satisfacción cuando el director me apartó de ella y me amemazó con la expulsión del colegio. 
Poco me importaba,  lo único que quería era borrar esa sonrisa esquizofrénica de su cara de puta.

Caminé por los pasillos con el pelo alborotado bajo la pesada mirada de todos.
Hará gritaba mi nombre pero la ignoré.

Ahora la gente del colegio pensaba que yo estaba loca.
  Lisa se había encargado de difundir el rumor de mí visitando a un psiquiatra.

Algunos me miraban con lástima,  otros con repulsión,  otros ni siquiera me miraban. 

Ya no era la chica popular,  ahora era la perra loca del colegio. 

¡Genial!  Lo que me faltaba.–bufé.

Al salir vi a Yerin y caminé rápido para alcanzarla.

Yerin! ¡Espérame! —grité y se tensó deteniéndose por un momento pero no me hizo caso,  caminó más rápido.
Entonces me vi obligada a correr para alcanzarla.  No iba a permitir que ella creyera todo lo que estaban diciendo acerca de mí o de ella.
La tomé del hombro y la giré hacia mí.

¡Oh Por Dios Yerin! ¿Quién carajos te hizo esto? —grité horrorizada al ver su cara toda magullada.  Sus brazos llenos de verdugones y algunos moretones esparcidos por sus rodillas.

Hana! —gritó Jungkook y corrió hacia mí.  Su rostro parecía preocupado.

Ante su voz,  Yerin ocultó su cara ya que permanecía de espaldas a él. 
Su intento de ocultarse iba a ser fallido ya que la curiosidad se come a Jungkook.

Jeon Jungkook.

Me había recién enterado de lo que le había pasado a Hana con Lisa. 
Esta vez Lisa había cruzado los límites.
Hana tenía un problema con el control de la ira debido a su retorcido pasado. 
No estaba loca,  ella estaba herida y esa fue la forma que encontró su mente para refugiarse de todo.

Había  una chica frente a ella que se semejaba a Yerin. Parecía esconderse de algo.
Corrí para obtener una mejor vista de ellas y hablar con Hana un poco. 
En estos momentos ella necesita recibir más amor de sus personas queridas.

Cuando llegué y vi el rostro casi destruído de Yerin se me olvidó todo lo que le iba a decir a Hana.
  Solo podía pensar en ella. 
La chica más dolida,  la que más sufre es Yerin y yo no lo sabía.  Nunca había notado que sufría de bulling.

Un calor subió por todo mi cuerpo y quise gritar de rabia por no haber estado ahí para defenderla.

  Mataría a cualquiera que fuera el desgraciado que le hizo esto a su rostro angelical.

Hana también se veía igual de enojada que yo. En su mirada podía leer todo lo que se le estaba pasando por la mente en estos momentos.

Acuné con mis dos manos el rostro de Yerin , lo hice con mucha suavidad. 

Se veía tan frágil y vulnerable que pensé que se iba a romper.

Yerin!  Por el amor de Dios.  Dime ¿Quién fue el bastardo que le hizo esto a tu cara? —pregunté con el poco de sosiego que quedaba en mi interior para no asustarla más de lo que ya estaba.

Ella alzó la vista y me miró con los ojos cristalizados por las lágrimas.
Era obvio que la habían amenazado y tenía miedo. No me iba a decir.  Yo mismo tendría que averiguarlo.

No fue nada.  Solo me caí de la escalera. —dijo.

No te caíste Yerin. ¡Di la verdad! —exigió Hana casi en un grito, lo que hizo que el estado de Yerin empeorara.

Hana.  Por favor. No le ladres.  Está asustada. —dije y ella pareció relajarse.

Ven conmigo. —dije y tomé su mano.     

Tú y yo vamos a ir al hospital. —le exigí con un tono calmado.

Ella se dejó guiar y no habló; pero tampoco la presioné a que lo hiciera.

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¿Qué les está pareciendo todo este rollo? Sí. Me gusta escribir el drama pero no leerlo.
Espero que les esté gustando y que mi trabajo valga la pena.

Les quiero mis chingus. Y sin mediar mas palabritas...Sofía is Out.

Les quiero. Nos leemos en el next capítulo.

Chaocito. 👋 Muax 😘

#BangtanKisssitosForEveryOne 💋 (¿Cómo olvidar mi hashtag?)

Ah! Casi lo olvidaba. Pronto habrá lima limón limonada.

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