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Cap.20: "¿Me extrañaste?"


Cap.20:

Kim Taehyung.

Cuando llegué al parque me senté a esperar a que llegara Yerin.

Luego de unos minutos de espera sentí la mano de alguien en mi hombro.
Me di vuelta para encontrar a Yerin detrás de mí.

Ho...Hola.–dijo con dificultad y luego se ruborizó.

Hola Yerin.–dije y di unas palmaditas en el banco para invitarla a que se sentara.

Después de un tiempo de lucha con su mente decidió sentarse.

Yerin...Quiero darte las gracias por haberme prestado el celular aquel día. Sin ti no sé que le hubiera ocurrido a Hana. Sinceramente gracias. Ten. Aquí lo tienes de vuelta.–dije extendiéndoselo.

Ella lo tomó con timidez asintiendo levemente con la cabeza.

También quiero disculparme por besarte sin permiso aquel día. No sabía que sería tu primer beso.–dije y ahí estaba de nuevo  el color carmesí en sus mejillas.

«O es muy tímida o yo le gusto.»

Espero no haber creado un malentendido debido a mi impulso. No sé si sabes pero estoy saliendo con Hana.–dije.

Con...¿Con Hana?–dijo con la voz llorosa.

«Oh! No! ¿Por qué tuve que decir eso? Estás intentando arreglar una cosa y lo que estás haciendo es solo empeorarlo.» –me dijo mi subconsciente.

No...No lo sabía.–dijo y no pude aguantar el impulso de secar sus lágrimas. El maldito impulso mío la había ilusionado.

Ah! Con que es esta la nueva zorrita con la que engañas a Hana.–irrumpió una voz que pude reconocer al instante. Era Lisa.

Ya. Lisa. Supérame.–le dije sin prestar mucha atención a sus palabras.

Sí. Debía de haber sabido que eras así. No eres diferente a la basura. –me dijo, y se acercó a Yerin.

Niñita...No te ilusiones con él. Pronto te va a dejar por un cuerpo que le de más.–dijo y se alejó con una sonrisa malévola en los labios.

Yerin. No la escuches. Ella no está en sus cabales. No acaba de aceptar el hecho de que...–iba a decir algo más pero me di cuenta a tiempo de que solo complicaría las cosas.

En todo caso. No eres una zorra. Eres alguien muy buena y angelical que no merece un chico como yo.–dije poniendo mis manos en sus hombros sin desviar la vista de sus ojos.

Quisiera pagarte todo el daño que te he causado.–dije.

No me has causado ningún daño.–dijo pareciendo un poco enojada. Y gracias por el celular.–agregó y luego se retiró corriendo mientras se secaba las lágrimas con el antebrazo.

Debía dejarla ir o sino, la lastimaría más. Es una buena chica pero Hana capturó mi corazón de una manera inexplicable. Estoy loco por ella.

Yoon Hana.

En casa de Suga...

En breve vi a mi madre frente a mí.

Suga se llevó a Gongchan a la habitación con la excusa de que jugaría algún videojuego con él.
Mamá...–sollocé y corrí a abrazarla.

Perdóname por haberte odiado todos estos años.–dije mientras lloraba en su cuello y ella acariciaba mi cabello.

No. La culpa no es tuya mi niña. La culpa es mía por ser tan cobarde y dejarte en manos de tu padre. –dijo y comenzó a llorar también.

Mi hijita. ¿Tienes idea de cuánto te extrañé? Tenía miedo de que si te buscaba, tu padre te haría daño.–dijo, y esta vez, fue ella quien soltó un sollozo.

Madre. No te disculpes más. Yoongi oppa me lo ha contado todo. Ya entiendo tu decisión. Fue muy valiente, lo hiciste para protegernos a mí y a Yoongo oppa–dije enjugando una de sus lágrimas con el dedo pulgar.

Aún así...Quiero que me escuches.–dijo ella.

Me contó todo lo sucedido. Me explicó el porqué le había cambiado el apellido a mi hermano (de Yoon Yoongi a Min Yoongi), del período que estuvo él en España.
Me contó de la fobia social de la que había sufrido mi hermano mayor. Lo del alcoholismo de mi padre. El cambio que él había dado y que le devolvió la casa, que desde un principio fue de ella. Me dijo también, que se había disculpado y que estuvo enviándoles dinero y alimentos a Gongchan durante un tiempo ya que el padre de Gongchan murió en un accidente marítimo.

Cuando terminé de llorar la cogí de las manos, y peiné su cabello con mis dedos.

Aigoo! ¿Qué hacemos con esas fastidiosas canas?–dije en un suspiro.

¡Ya sé!–chasqueé los dedos.

Vayamos a una peluquería mañana. ¿Te parece bien? –le pregunté.

Es que...no sé. Estoy muy desgastada. No sé si merezca que gastes dinero en mí. Estoy muy vieja.–dijo sonriendo.

Aigoo! Las mujeres debemos vernos arregladas tengamos la edad que tengamos.–dije y besé su mejilla.

¡Anda! Vamos a comer que todo se ve delicioso.–le dije emocionada.

Oppa! Gongchan! ¡Bajen ya! Vamos a comer.–grité para que así pudieran escucharme.

Oh. Al fin terminaron la reconciliación. Estaba muriendo del hambre. –dijo Gongchan bajando con rapidez las escaleras.

Todos reímos ante su comentario. Era un niño muy intuitivo e inteligente. Además de ser muy maduro para su edad.

Días después...

Yoon Hana.

Yoon Hana ¿Cuándo piensas volver a casa?–preguntó Tae por trigésimo cuarta vez en el día.

Te dije que pronto.–contesté con tono cortante.

Hana. Hana. Hana. Vuelve a casa ya. Te extraño mucho. He estado todos estos días solito.–dijo dando brinquitos en el suelo, tal y como el mismísimo Gongchan acostumbra a hacer.

¡Oh Por Dios! Tae! Déjame concentrarme en la clase de baile.–dije un tanto alterada por su constante insistencia, haciendo que todos giraran para vernos.

¡Querido Tae! ¿Puedes dejar los asuntos personales para después? –preguntó la maestra y Tae asintió y me miró enmarcando con su boca un puchero.

Cuando pensé que volvería a su lugar corrió hacia mí, y tomó mi mano. Tiró de ella, de tal manera que, me vi obligada a salir del aula.

Hey! ¿Qué haces? ¿Estás loco? ¿No ves que estamos en plena clase de danza?–grité.

Ya no lo estamos. Te saqué porque quiero que pases un día entero conmigo. Permíteme ser egoísta.–dijo y besó el dorso de mí mano mientras me miraba fijamente a los ojos.

Bueno...¿Qué opción?¿No? De todas formas ya me sacaste a rastras del local de baile.–dije y le seguí sin poner más pegas.

En realidad lo extrañé mucho durante estos días. Solo lo estaba evitando para no ser débil y volver a casa con él. Quería pasar más tiempo junto a mi madre y mis hermanos.

***

Wah! ¿Y esa moto? ¿De dónde la sacaste? —pregunté asombrada.

Oh!  Un amigo me la prestó. Vamos, sube. —ordenó después de ponerme el casco.

Agárrate fuerte.—dijo luego de encender el motor.

Llevábamos aproximadamente una hora de carretera y mi curiosidad comenzaba a aumentar.

Hey!  Tae! ¿Hacia dónde me llevas? —pregunté gritando;  porque el ruido del motor no me permitía escucharme bien.

Ya sabrás cuando lleguemos. —fue su respuesta.

Recosté mi cabeza a su espalda y me dediqué a observar el paisaje. 
La brisa jugaba con mi cabello y este,  de vez en cuando, batía en mi cara. El color azul celeste del cielo junto al delicioso calor emanante de la espalda de Tae  hacían que me sintiera la persona más feliz de este desgraciado mundo.
Suena loco, pero así era como me sentía en el momento.
Debido a tanta paz me quedé dormida, pero luego de un tiempo desperté por las inmensas ganas de ir al baño.

Tae!  Tae! Tengo ganas de hacer pis. —grité hasta que me oyó.

¡¿Pis?! —gritó también.

Sí.  Lo que oíste.  ¡Para de una vez la jodida moto o acabaré con el bello modelo del asiento!—amenacé.

Aigoo!  Hana!  ¡No dejas de parecerme romántica!  Debo estar volviéndome loco. —dijo.

Sí.  Debe ser que te estás volviendo loco.  Esto no es nada romántico, es algo urgente. —grité cuando el pis comenzaba a hacer cosquillas en mi vejiga.

Pero... Aquí no hay ningún baño.  Este sitio está bien alejado de la ciudad.  Es una zona rural Hana. —dijo.

Oh... Oh... Oh... Oh.  ¡Mira! ¡Es un arbusto! ¡Detente!—grité palmeando con rapidez su espalda, para que se diera cuenta de que en verdad estaba urgida por ir al baño.

El frenó y yo me bajé tan rápido como mis pies me lo permitieron.  Tae me siguió hasta el arbusto.

Hey!  Puedes esperar allá.  No es necesario que me acompañes a orinar.  Puedo hacerlo con mi vajina. —dije y comenzó a reír.

Aigoo!  Tus palabras.—dijo y pellizcó mi mejilla. Yo soy tu novio y no voy a permitir que nadie te vea.  Me voy a parar delante de ti hasta que termines. —dijo.

Bueno... Si tú así lo prefieres. —dije y comencé a bajar mis jeans con rapidez sin todavía haberme quitado el casco.

Cuando me vio en cuclillas comenzó a reír.

Hey!  ¿Qué es lo que te causa tanta gracia? —pregunté alzando la cabeza para verle.

Es que me da gracia la situación. Mírate nada más,  ese casco  te queda genial. —dijo y volvió a reír entre dientes.

¡Qué gracioso! ¡Anda!  Date la vuelta. —le ordené.

Alcancé a ver otra sonrisa dibujada en sus labios justo antes de darse la vuelta obedientemente.

Uff! ¡Ya terminé!—dije subiendo mis bragas y abrochando el último botón del jean.

Alcánzame unas toallas húmedas y desinfectante que tengo en mi bolsa.—le dije a Tae.

De acuerdo. —dijo y me alcanzó la bolsa. Cuando limpié mis manos tomé las de él.

¡Vamos! Aún no hemos llegado. ¿Nos falta mucho?—pregunté.

Un poco. —dijo posando un dedo debajo de mi barbilla para luego  besar mis labios con ternura.

Después de dar por culminada nuestra sesión de besos, seguimos el camino.

Listo preciosa.  Hemos llegado. —anunció quitándose el casco y poniéndolo en el manubrio del vehículo.

Luego quitó el mío y me guió por un sendero, lleno de flores púrpuras. 
La vista era totalmente hermosa.

El olor a hierba húmeda inundó mis fosas nasales al adentrarme junto a mi novio a este lugar desconocido para mí,  pero a la vez fascinante.

El sonido del agua corriendo a lo lejos,  el hermoso trinar de las aves,  el olor a flores,  el aire puro,  todo era tan mágico que ni yo misma me lo creía.

Tae!  Creo que por primera vez en mi vida me siento como la protagonista de un cuento de hadas. —dije aunque sonara cursi. 

Sí. Yo soy una persona que no puede contener sus emociones fácilmente.

Tae sonrió y besó mi frente.

Kim Taehyung .

Hacía unos días que no veía a Hana debido a que se arregló con su madre. Por lo que hoy, la saqué a dar un paseo. 
Hoy la tendría solo para mí, todo el día.

El viento volaba hacia atrás su cabello dejando exhibir su blanco cuello y el lunar que se halla justo en su clavícula. Ese lunar que me hace pensar cosas morbosas.

A diferencia de otros días,  hoy se veía relajada y alegre. Solté un momento su mano y saqué de mi mochila un mantel y lo extendí sobre el verde pasto a la orilla del lago.

Lo tenías todo planeado, ¿verdad? —preguntó.

Digamos que sí. —respondí.

Me gusta el lugar.—dijo mientras admiraba el paisaje a nuestro alrededor.

Fui el primero en sentarme.  Di palmaditas sobre mi muslo para invitarla a que se sentara sobre mi regazo. Sin pensarlo mucho accedió y se sentó sobre mí.

Con mis manos abracé su plano abdomen y apoyé mi mandíbula en el hueco entre su cuello y su hombro, aspirando así el dulce olor a frutas que desprendía de su sedoso cabello. Sentí que sonrió y se recostó a mí un poco, disfrutando del momento.

Hana... —susurré cerca de su oído rosando un poco la piel sensible detrás de su oreja.

¿Qué? —preguntó sonando soñolienta.

Hay algo que anda dando vueltas en mi cabeza desde el día de la pijamada.—dije y sentí que se tensó.

Dime... ¿Qué es? —preguntó con toda calma.

Es sobre lo que dijiste en el juego cuando Jungkook te preguntó.—dije y ella se puso en pie. La seguí con la vista hasta se volvió a sentar sobre mí, pero esta vez, a horcajadas.

¿Es sobre lo de cuándo y cómo fue mi primera vez?—preguntó y se movió sobre mí haciendo que soltara un jadeo de excitación.

Asentí con la cabeza en respuesta a su pregunta tratando de no desconcentrarme.

Bueno... Mi primera vez fue contigo en la fiesta. Suena loco por como yo soy, pero así fue.

¿Qué? ¿Pero cómo? Tú... Tú pareces tener mucha experiencia. Por como te mueves, por como me lo haces.—dije sin ocultar una pizca de mi asombro.
Leo libros para mayores de 19 años. Son de mucha ayuda. —dijo, y arqueó una de las comisuras de su apetitosa boca en una sonrisa maliciosa.

Vaya que sí son de ayuda.  Eres realmente buena en el asunto. —dije y mordí suavemente su hombro descubierto. Pero no me has respondido cómo fue para ti —agregué y mordí mi labio inferior.

¿Cómo?  Bueno...fue salvaje,  delicioso y frenético. Creo que los libros se quedaron cortos con lo que hicimos tú y yo esa noche. Fue jodidamente excitante y genial.—dijo y soltó un jadeo al sentir mi dureza estrallándose contra mi pantalón. 

Comenzaba a doler y sus sucias palabras no me ayudaban en nada a calmar  mi ansioso pene.

Para mí también lo fue. —dije.

Realmente hubiera deseado conocerte mucho antes. —dijo y enlazó sus brazos alrededor de mi cuello.

Lo importante es que nos conocimos. —dije y me lancé a besar sus tentadores labios llenitos, colocando una mano en su espalda y la otra en su nuca para tenerla más cerca.

El sonido de su estómago rugiendo me recordó que Hana no había almorzado, por lo que debía de tener hambre.

Sonreí contra sus labios.  Le di un casto beso y me separé de ella.
Tienes hambre, ¿verdad? No has almorzado nada. —dije.

Sí. Tengo mucha hambre—respondió.

Bien... Mueve tu ardiente trasero de encima de mí, o puede que tengamos que retrasar la cena. —dije y ella rió en respuesta mientras se levantaba.

Aigoo!  Mis pies.  ¿Qué voy a hacer?  Están entumecidos por culpa de Hana. —dije para provocarla.

Entonces arrugó la nariz y me extendió su mano para ayudarme a levantar.

Cuando la tomé y casi lograba pararme, me soltó y caí al suelo.

Ella comenzó a reír hasta el punto en que le salieron lágrimas de los ojos.

No pude evitar sonreír al ver su cara toda roja por causa de la risa.

Niña mala.  ¿Así que quieres jugar sucio?—susurré y me puse en pie bastante rápido.

Ella echó a correr,  y yo tras ella hasta que la atrapé, y la elevé en el aire mientras nos reíamos juntos.

Un poco después nos pusimos a buscar un poco de leña para hacer la comida y alumbrar un poco el lugar porque estaba bajando cada vez más la intensidad de los rayos del Sol.

Cuando la encontramos, la apiñamos toda, y encendimos el fuego

Wah!  Hace mucho que no vengo a acampar a un lugar así. —dijo Hana.

¿Me extrañaste? —le pregunté.

No sabes cuanto. —fue su respuesta y sostuvo la mirada con la mía durante un tiempo. Acto seguido, besó mi mejilla. 

Algo sencillo e inocente,  pero a la vez muy tierno.

En la academia...

Park Jimin.

¿A dónde habrán ido esos dos? —pregunté en voz alta para mí mismo mientras me rascaba la cabeza.

Deben estar teniendo una cita muy romántica y ardiente. —dijo J-Hope detrás mío.

Uh?!  ¿Cuánto tiempo hace que estás aquí? —pregunté.

El suficiente como para oírte hablar solo, y verte frustrado frente al espejo. —respondió.

Hey!  Vamos.  Olvídate de una vez de la pequeña Hana.  Sé que es genial y tiene un culo espectacular pero ella es de Taehyung. Está prohibida. Esas son las reglas de los amigos. No se debe tocar, ni desear tener a la novia de tu amigo.—dijo con la mayor calma del mundo y pasó su brazo sobre mi hombro.

Apreté bien fuerte los puños al recordar como me besó y quise acabar conmigo mismo al caer completo en ella por aquel beso lleno de intensidad.

Tú también viste como me besó.  Hope hyung!  No fue cualquier beso.  Fue uno muy bueno. —dije sin pensarlo dos veces.

Aish!  Amigo... Bien sabes que fue por puro impulso y despecho hacia Taehyung. —respondió.

Gracias por recordarme.  Eres un hyung muy alentador. —dije siendo sarcástico.

Siento ser hiriente pero soy tu amigo y debo hacerte caer en la realidad. Ese es mi deber. De nada sirve alimentar tus ilusiones—dijo y me obligó a salir con él del salón de clases de la academia.

Mientras caminábamos hyung y yo, me encontré con la chica hermosa, amiga de Hana. 
La tal Gema,  quien todos decían que estaba conectada conmigo en el pasado. 
Al hacer contacto con sus ojos plateados sentí como una corriente eléctrica atravesó todo mi cuerpo.

Algo en sus ojos era muy familiar para mí.  Quizás los chicos tengan razón.

Ella en alguna forma tuvo que ser alguien importante en mi pasado.

J-Hope hyung la saludó muy alegre y ella le devolvió el saludo con la mano.

Jimin. Acabo de recordar que tengo un asunto importante que resolver.  No puedo acompañarte al centro de adopción de mascotas. —dijo y entendí lo que quiso decir. Nos iba a dejar solos.

Y bien... Parece que mi amigo me abandonó. —dije y me balanceé hacia adelante y atrás usando la punta del pie y los talones. Mientras, silbaba mirando hacia al suelo, y  mantenía las manos dentro de los bolsillos de mi jean negro.

Siempre tienes esa manía cuando no sabes que hacer. ¿Algo te preocupa?—preguntó.

No.  No es nada. No te preocupes.—respondí.

«¿Cómo lo supo?»–preguntó mi subconsciente.

Emm... De acuerdo. Entonces, nos vemos. —dijo pero la detuve antes de que se fuera. 

Quería conocerla.  Me había entrado más curiosidad con lo que me había dicho hace un momento.

Este... Em.. —me rasqué la cabeza.  Otro de mis malos hábitos cuando una chica me pone nervioso. Ella sonrió.

«¿Qué era lo que le parecía tan gracioso? ¿Acaso también sabía de este hábito?»

Mi amigo me dejó solo. ¿Podrías acompañarme al centro de adopción de mascotas? J-Hope era el que me iba a ayudar a escoger una, pero le surgió una urgencia. ¿No estás ocupada verdad? —pregunté.

No. No tengo nada que hacer.  Estoy aburrida y me parece muy divertida tu oferta.  Amo los animales. —dijo, y sin más, nos pusimos en marcha.

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Hi! Hi! Everyone! ¿Les está gustando mi fic? No duden rectificar me si hay algo mal en la narración de la historia. Acepto criticas constructivas.
No se les olvide darle a la estrellita y compartir este fic. De verdad lo escribo por amor a BTS y a ustedes.
L@s quiero mucho!!💋(Muax)

Ba...Bai! Chaocito! 🙋😘

See You Later In the next chapter.

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Saranghaeyo!!!😘😘💋💓

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