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Cap.11: "¿Tú sientes lo mismo que yo?"


Yoon Hana.

Me decidí a contarle mi pasado a Tae. Me era doloroso revivir las escenas pero, aún así, necesitaba desahogarme.

Desde pequeña siempre quise saber por qué otros niños tenían madre y yo no.
Cuando cumplí 17 años escuché una conversación de mi padre con su mejor amigo. Si tan solo yo no hubiera escuchado tal vez sería una persona normal y no le hubiera causado dolor a otras personas.–comencé a decir.

Ese día me enteré que mi madre me había abandonado a penas nací, tan solo por dinero. Me sentí basura en ese momento y sentí que había acabado con la vida de mi padre. En ese instante me sentí culpable de todo y  no le hallé sentido a mi vida. Ergo, decidí suicidarme. Sin pensarlo dos veces corrí con todas mis fuerzas hacia el río Han y me subí en la baranda del puente lista para lanzarme.–continué.

Kim Taehyung.

A medida que me contaba la historia de su oscuro pasado, sus lágrimas brotaban con mayor fuerza. Aunque me dolía verla en esa condición, no la iba a detener.
Tenía que llorar para que sacara todo ese remordimiento de su interior.
Fue entonces cuando decidí que antes de ponerle fin a mi vida haría una llamada a mi amiga Hara. Ella no contestó...así que llamé a Jackson. Éramos novios en aquel entonces.–dijo.

El corrió hasta estar en el lugar donde yo me encontraba pero decidí que no iba a morir por esa tontería así que intenté bajar y fue cuando resbalé y caí. Jackson se lanzó al agua junto a mí para salvarme pero golpeó su cabeza con una piedra al entrar al agua.

Debido a la gran perdida de sangre quedó en coma. Su padre me dijo las peores cosas que jamás escuché en mi vida pero no le riposté porque sabía que eran verdad. Desde ese momento me he convertido en la escoria que soy.

No eres una escoria Hana. Métete eso en la cabeza. Tú eres una gran persona, con un buen corazón. Lo que hiciste en aquel entonces fue un acto de inmadurez, eras más joven. No tienes la culpa de nada. Lo que sucedió fue un accidente.–le dije y con la mayor delicadeza levanté su rostro para que me mirara a los ojos.

¿Tú sabías que Jackson tenía un hermano gemelo?–pregunté.

No. No lo sabía porque nunca me habló de él. Steven dijo que Jackson había muerto hace poco.–respondió escurriéndose la nariz.

Entonces él vino a vengar la muerte de su hermano.–hice mi conclusión y le di respuesta a mi pregunta de: ¿Por qué quería hacer daño a Hana?

Sí. –gimió y comenzó a llorar de nuevo.

Tenía la esperanza de que estuviera vivo.–susurró.

No pude resistirme y la abracé hasta que, de tanto llorar, se quedó dormida en mis brazos.

La recosté en mis piernas y la observé mientras dormía.

Acaricié su cabello y también recorrí con mi dedo sus cejas, pestañas, nariz y labios. Ambos hacían un bonito conjunto en la cara de Hana pero ahora estaban amoretados, hinchados y con inmensos rasguños en su rostro. Mataría a los imbéciles si los volvía a ver.

Tiempo después llegó Hara.
Ustedes...–comenzó a decir.

Shh! Has silencio. No durmió bien.–dije en un susurro.

Entonces ella siguió de largo y subió a su habitación.

Tiempo después...

¿Qué hora es?–preguntó Hana abriendo los ojos.

Son las 3:30 de la tarde. Dormiste mucho. Mis piernas están entumecidas.–me quejé en broma.

Ella intentó levantarse pero estaba dolorida por eso no pudo.
Déjame que te ayude.–le dije y la ayudé a sentarse, sujetándola a ambos costados de sus hombros.

Hey! Ahora que me doy cuenta. Tú también fuiste golpeado.–dijo.

Perdón, estaba tan absorta en mí y en mi historia que no me fijé en que tú también estabas golpeado.–soltó.

Oh! Vamos! No fue nada. Ya estoy bien.–dije.

No. No estás bien. Mira lo pálido que está tu rostro, estás sudando frío.–dijo y puso su mano en mi frente.

Tienes fiebre.–gritó.

No es nada. Estoy bien.–le aseguré para calmarla , aunque en realidad no estaba nada bien

¿Por qué tapas tu abdomen? Dejame verte.–dijo e intentó subir mi abrigo.
Eres una chica pervertida, ¿Lo sabes? Estás buscando una excusa para ver mis definidos abdominales. A que sí.–dije codeándola mientras le dedicaba mi sonrisa forzada. Tan solo el gesto de codear hizo que soltara un quejido y pusiera los sentidos de Hana en alerta.

¿En serio Tae? ¿Todavía tienes humor para andar con bromas? –rodó los ojos y chasqueó la lengua. No tardó nada en volver a intentar subir mi sudadera. En ocasiones olvidaba lo porfiada que suele ser Hana.

No lo hagas. Te puedo asegurar que estoy bien.–dije

Oh! Vamos! Déjame ver.–dijo y sin querer me golpeó en la herida que tenía.

Ah!–me retorcí del dolor. Doblándome sobre mi abdomen.

Hey! La herida está abierta. Puede que tengas una infección.–gritó alarmada.

¡Vamos! ¡Tienes que ir al hospital!–dijo.

Ya fui ayer. Es solo que me dañé un poco arrastrando el culo borracho de Lisa a casa.–dije y después me arrepentí.

Pues dile a Lisa que te ayude.–dijo y se cruzó de brazos, pero sin dejar de estar preocupada.

Hana! –dije.

Hara! Hara! ¿Estás ahí?–gritó y me ignoró.

Yoon Hana.

Hey! ¿Qué es todo ese escándalo mocosa? ¿Estás bien?–gritó bajando con rapidez las escaleras.

Llama a Namjoon para que lleve a Tae al hospital. Tiene una herida abierta en el abdomen. Está perdiendo sangre y sudando frío.

¡DATE PRISA!–grité. Verlo en esas condiciones me asustaba demasiado.

Lo llamaré, pero no podemos esperar a que venga. Debemos llevarlo nosotras.–dijo ayudando a Taehyung a pararse. Luego lo montó en su auto en la parte trasera. Yo subí y me senté al lado de él mientras con un paño presionaba sobre la herida abierta.

En el hospital desinfectaron la herida y la cocieron nuevamente. Luego lo dejaron en reposo.

El doctor dijo que vas a estar bien. No tienes una  infección grave, se puede curar con antibióticos.

Ya llamé a tu madre. Ella va a estar aquí pronto.–dije y tomé su mano mientras aún dormía.

Quédate hasta que ella llegue.–dijo abriendo los ojos y apretando mi mano para que no me fuera.

¿Qué? ¿Estás loco? ¿Y si mi padre se entera de lo que me pasó? No quiero causarle más problemas–dije.

Tarde o temprano lo va a saber. Tranquila...Todo va a estar bien.–dijo y volvió a dormir.

Omo! Hana! ¿Qué le sucedió a tu rostro?–gritó la madre de Tae cuando me vio al entrar por la puerta de la habitación.

No se preocupe. No es la gran cosa. –respondí.

Estás llena de heridas y hematomas ¿Aún así dices que estás bien? ¡Te ves horrible!–dijo.

Voy a hacer que te examinen a ti también.–informó.

No señora. No es necesario. Ya un doctor lo hizo ayer por mí.–dije.

Taehyung me contó lo que sucedió esta mañana. Insistí por que no fuera a casa de tu amiga, puesto que él también estaba herido y era seguro que tu amiga se mantendría cuidándote; pero este niño desobediente no me hizo caso y se fue. Solo para ver a su hermana. De veras se preocupa por ti.–Cuando dijo hermana sentí una rara  punzada en el pecho.

Tae me pidió que no se lo dijera a tu padre. Pero esta clase de injusticias tienen que ser evitadas. Mi cariñito se hará cargo de mantener a esos bandidos bajo arresto. No te preocupes.–dijo.

Al parecer la madre de Tae habla tanto como él. Ya sé al menos a quien de sus padres se parece Taehyung.

De acuerdo. Gracias por la preocupación. –dije y me incliné haciendo una reverencia.

Omo! ¡Amor! ¡Amor!–gritó Lisa entrando en la habitación.

«Esa paranoica»

Oh! ¡Hana también está aquí!–dijo alegre e hipócritamente me abrazó.

Apartate de mí mona Lisa.–le advertí en un susurro.

Esto es por tu culpa ¿Verdad?–preguntó susurrándome de vuelta mientras, aún, me abrazaba.

Ugh! Suéltame mujer hipócrita. –le grité a Lisa liberándome de su abrazo.

Aigoo! Hana! ¿Por qué te pones así? ¿Acaso te caigo mal?–preguntó haciéndose la inocente.

No es que me caigas mal, tan solo deseo que te de un ataque de tos en un día de diarrea.–dije y salí de la habitación.

Kim Taehyung.

No pude evitar reír por la ocurrencia de Hana, lo cual hizo que la herida en mi abdomen doliera un poco e hiciera un mohín.

Omma! ¿Qué hace Lisa aquí?–le susurré.

Uh?! Se enteró de que estabas en el hospital y se pegó a mí para que la trajera.–contestó y se encogió de hombros.

¡Amor! ¡Qué bueno que ya despertaste! Estaba tan preocupada.–dijo lanzándose sobre mí y dejando besos por toda mi cara.

Lisa. Tú y yo tenemos que hablar. Me debes una explicación; pero no va a ser hoy.–dije tajante.

Que bueno, porque tú también me debes una.–respondió y salió de la habitación dando pasos largos.

Días después...

Lisa! ¿Me puedes explicar por qué te follaste a aquel sujeto en la fiesta?–pregunté.

Porque tú me dejaste abandonada en aquel lugar. Él me pareció apuesto y me ofreció tener sexo. Algo por lo que estaba verdaderamente urgida en aquel momento, además de estar totalmente borracha.–respondió masticando las palabras.

Esa no es razón para hacer esas cosas.–repliqué.

Ahora es mi turno de preguntar.–agregó.–¿Por qué razón me dejaste sola en aquella fiesta? Seguro fuiste a follarte algunas tipas por ahí, al igual que hiciste todas las veces que fuiste a fiestas con tus amigotes. ¿No es así?–preguntó y me sentí un estúpido por haber sido de esa manera con ella.

Debo admitir que he sido un imbécil contigo y de verdad te pido perdón.–dije y agregué–En realidad...Lo que sucedió fue que me dieron una paliza porque me di cuenta que un tipo había puesto drogas en la bebida de Hana. Luego fui a buscarla porque la habían secuestrado. En la madrugada regresé por ti y estabas haciendo lo tuyo.

Listo. Ahí está Hana de nuevo. ¿No te dije que te terminarías enamorando de ella?–dijo con lágrimas en sus ojos.

Por favor Lisa. No más lágrimas falsas. Sé que en realidad no quieres llorar. Abofeteame mejor,  porque debo aceptar que estoy perdidamente loco por Hana.–dije y acto seguido su mano impactó contra mi mejilla haciendo un fuerte sonido.

Tú y yo hemos terminado Kim Taehyung.–chilló y me dio la espalda.

Perdóname por enamorarme de Hana, pero quiero que sepas que de verdad te amé y disfruté cada momento junto a ti. Eres una persona genial Lisa. Cualquier hombre mejor que yo, va a fijarse en ti. Eres hermosa y tienes carisma.–dije.
Deja ese cliché de hombre arrepentido para otra chica que se lo trague.–dijo y el tono dolido en su voz no me pasó desapercibido.
Lisa...–comencé a decir pero no pude continuar porque ella ya se había marchado.

Yoon Hana.

El día de hoy volví a la academia. Los chicos me recibieron con un gran abrazo. Yo estaba totalmente feliz de volver. Había extrañado tanto este lugar.

Oí que tu ex-novio te secuestró. Debiste haber sufrido mucho.–dijo Jimin y acarició mi cabello.

Aigoo! Hana! ¿Estás bien?–preguntó Kook y me examinó de pies a cabeza.

Aish! ¡Chico guapo! No me mires así que me dan ganas de besarte.–dije en broma y fingí un beso frunciendo los labios.

Sí. Nuestra Hana está muy bien. Su sentido del humor a vuelto. Si Suga la conociera de seguro se llevarían muy bien.–dijo J-Hope.

¿Quién es Suga?–pregunté a J-Hope.

Él es...–empezó a decir pero Tae le interrumpió.

¿Quién dice eso?–preguntó Tae en un grito. Suga y Hana jamás serían capaces de llevarse bien.–agregó.

Oh! Tae! ¿Ya te dieron de alta?–preguntó Jimin.

Sí. ¿Acaso no me ven aquí?–preguntó Taehyung.

Bien chicos. Sean bienvenidos nuevamente y todo eso pero no se pueden interrumpir las lecciones de clase.–protestó la maestra.

¡Empecemos!–anunció la profesora de baile latino entrando por la puerta.

Hoy di la clase con entusiasmo.
Me sentí un poco oxidada debido al tiempo que estuve sin ejercitarme (puesto que mi padre me obligó a estar en cama todo el tiempo, aunque no tuviera nada fracturado) pero logré volver a recuperar mi flexibilidad gracias al calentamiento.

Cuando terminamos la clase Jimin corrió hacia mí.

Hey! ¿No dijiste una vez que intentarías salir conmigo? No soy un tipo malo.–dijo Jimim haciendo un tierno puchero.

Hey! ¿Quién va a salir con quién? –preguntó Taehyung en un tono agresivo.

Yo y Jimin. ¿Por qué?–dije levantando la barbilla para retarle.

No. Por nada. Solo quería saber. –fingió no estar preocupado y salió del salón de clases.

Entonces nos vemos esta noche.–dijo Jimin cuando estábamos fuera de la academia.

Me dio un beso en la mejilla y se marchó antes de que  pudiera decirle algo.

***

Tocaron la puerta de mi habitación.

¡Adelante!–respondí.

Hey! ¿De verdad vas a salir hoy con Jimin?–preguntó Taehyung.

Sí. De todas formas estoy aburrida estando encerrada en casa.–respondí.

Entonces salgamos tú y yo.–propuso.

Sabes que  lo nuestro es algo imposible, ¿no es así?–pregunté.

Hana! Tú y yo no somos hermanos de sangre. Podemos ser pareja–dijo.

¡No! ¡No podemos! Todavía somos hermanos en ley. Sabes que en Corea es imposible que dos hermanos se casen aunque no compartan una gota de sangre.–grité manoteando en el aire.

Hana! Tú me gustas.–dijo y se acercó a mí dando grandes pasos.

Me quedé sin palabra alguna. Rara vez me pasaba. Aunque él me gustaba un poco sabía que nuestro amor iba a ser imposible.
Sería mejor si solo fuera mi amor platónico. Ese alguien que deseo pero no puedo tener. Así va a estar mejor para los dos.
Cualquier chico que se involucra conmigo acaba mal. Debe ser una maldición que tengo desde que nací. No quiero causarle daños a Tae. A él no.

¿Tú sientes lo mismo que yo?–preguntó.

Miré al suelo.

¡No!  No siento lo mismo. –dije intentando mantener la  firmeza en mi voz.

Hana! Mirame a los ojos por favor. Dime la verdad. ¿Crees que no he notado lo nerviosa que te pones cuando te toco, cada vez que te digo algo lindo?–preguntó acariciando la punta de su nariz con la mía.

Pues te equivocas. No siento nada por ti.–afirmé pero mi voz me traicionaba por la cercanía de sus labios con los míos.

Hana! ¡Por favor! Nena sé que no es verdad lo que dices.–dijo y acunó con sus manos mi rostro.

Olvida el beso que nos dimos la noche anterior. Fue una debilidad.–dije y noté como poco a poco iba comenzando a agitarme.

No. No puedo olvidarlo por más que lo intente. Eres totalmente dulce.¡Oh Por Dios! ¿Cómo me pides que olvide el sabor de tus besos?–dijo y continuó acariciando mis carrillos.

¡Taehyung! No me la pongas más difícil. Sale de aquí. Jimin me está esperando.–dije cuando logré separarme de él con dificultad.

Hana. Ese tonto solo te va a hacer daño. He visto como ha jugado con varias mujeres y luego las ha dejado. No soportaría que hiciera eso contigo. Lo mataría.–dijo.

¿Por qué serás tan persistente? Quiero pensar claro y tú no me lo pones fácil.–dije en protesta.

En tus ojos puedo ver que me deseas, tanto como yo a ti. Esta noche no te dejaré salir de aquí.–dijo retomando lo de chocar nuestras narices. Nuestras respiraciones chocaban haciéndonos deseperar, pero no nos besábamos. Solo hacíamos ademanes de hacerlo. Hasta  que se cansó del juego y  se abalanzó sobre mí, capturando mis labios en la caricia de un beso,  mordió mi labio inferior y luego de resistirme un poco correspondí al beso.
No se podía negar. Besaba más que bien. Bajó sus manos hasta mis caderas y me subió en el escritorio haciendo que mi falda se alzara. Con mis dos brazos rodeé su cuello y él lamió mi clavícula cuando se separó para coger un poco de aire.
El suave contacto de su lengua hizo que me estremeciera y agarré con fuerzas su cabello. Luego me volvió a besar. Soltó un gruñido cuando enlacé mis piernas a su cintura y lo acerqué más a mí para poder sentirlo.

Hana! Nena! Me estás poniendo duro.–susurró.

Eso es lo que quiero.–susurré contra sus labios y mordí su mandíbula sin poder evitar sonreír como tonta.

Frotó un poco más su erección contra la seda de mis bragas  y solté un gemido de placer, que ahogó con sus labios.

Nos unimos en un beso más caliente. Mis manos ya no tenían control y las de él tampoco. Clavé mis uñas en su espalda cuando comenzó a hacer un beso húmedo en mi cuello mientras con una mano enviaba caricias arriba y abajo en mi abdomen.

Hana!–gritó la mamá de Tae volviéndome a mis sentidos. Tu amiga Hara te busca.–dijo del otro lado de la puerta.

Enseguida Tae y yo nos separamos. Él estaba todo caliente y puedo asegurar que yo también pero por el momento debíamos dejar las cosas hasta ahí.
Hara había venido en el momento más inoportuno.
Bajé las escaleras para ver que quería.

Hey! Hana! Encontré a este chico rondando la casa. ¿Lo conoces?–preguntó.

Jimin! ¿No quedamos en que nos veríamos en el café de la esquina?–pregunté.

Sí pero...Tenía miedo de que algo malo te volviera a suceder.–dijo con carita tierna y no pude evitar sonreír.

¡Bueno! Veo que lo conoces. ¿Este chico guapo es tu cita?–preguntó Hara.

Sí. Y pienso que deberías conocerle ya. Él es amigo de Namjoon.
Jimin, Hara. Hara, Jimin. ¡Listo! Ya se conocen.–dije.

Entren, esperen aquí mientras yo termino de vestirme.–dicho esto volví a mi habitación.

Al volver vi que Tae ya no estaba, por lo que aproveché y me maquillé de nuevo. Cambié mis bragas, las cuales habían sido mojadas a causa de él y bajé.

Hana! Dado que estás ocupada con tu cita me temo que debo irme.–dijo Hara.

Okay. Es lo mejor que puedes hacer.–dije en broma.

Aigoo! Esta muchachita. Mírenla como se comporta.–dijo y se marchó.

Nos vemos Hara.–le dije.

Más te vale que luego me cuentes todo con lujo de detalles.–gritó y se fue cerrando la puerta.

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