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96: Te quiero tanto.



Si le hubieran dicho al JungKook del pasado que en el futuro tendría una relación amorosa con Park JiMin, el presidente estudiantil, seguramente se habría burlado y negado rotundamente esa posibilidad. El JungKook del pasado jamás habría imaginado que ese chico tímido de la biblioteca llegaría a convertirse en alguien tan importante para él en un período de tiempo tan corto.

Sin embargo, ahora que se encontraba envuelto en los brazos de JiMin, entregándose a ese beso apasionado, JungKook era incapaz de creer lo mucho que su vida había cambiado. Aquella conexión tan íntima que habían forjado le resultaba abrumadora, pero a la vez sumamente gratificante. Quien hubiera dicho que terminaría enamorándose perdidamente de la persona a la que antes apenas le dirigía la palabra.

Se ha sentido tan bien estos últimos días que ha compartido con JiMin, sus encuentros en la escuela eran en los cambios de clases y en el receso, siempre buscando la forma de poder verse. Y aunque le costó un poco, reconoció que estaba en la etapa de enamoramiento, donde en su cabeza solo había espacio para esa persona especial. Sentía la necesidad constante de tenerlo a su lado, y cuando no estaba con JiMin, lo extrañaba.

Nunca había sido así antes, tal vez porque no se quiso involucrar afectivamente demasiado.

Pero con JiMin era diferente.

Una sola mirada resultaba ser suficiente para robarle una sonrisa y hacer su corazón revolotear.

Y creía que sus padres pudieron darse cuenta de eso porque a pesar de sus esfuerzos por ocultarlo, le resultó muy difícil esconder sus verdaderas reacciones. Eran emociones genuinas que le costaba disimular.

JiMin se comportó tan amigable con ellos que solo le dieron ganas de besarlo ahí mismo, pero se contuvo.

—Agradezco que te quedaras a dormir, JiMin-shii. —dijo y con delicadeza, depositó un suave beso en los labios del mayor mientras acariciaba su cabello.

—No es que me pudiera negar cuando me miraste con esos ojos. —él rió suave.

JungKook parpadeó repetidas veces, sin poder ocultar la sonrisa satisfecha que apareció en su boca.

—¿Cuáles ojos?

—Los mismos que estás haciendo ahora. —JiMin no despegó la mirada de la suya, pasando la mano por un mechón de cabello que caía por el rostro de JungKook y dejó una pequeña caricia en su mejilla a lo último.

Le dedicó una mirada traviesa antes de envolver sus brazos alrededor de JiMin y casi sentarse en su regazo, aprovechando cómo estaban posicionados en la cama. Él rió suavemente y también se acercó más a su cuerpo.

—¿Es decir que eres débil a mí? —mordió su labio inferior, sus dedos colándose por los cabellos cortos de la nuca ajena.

—Tal vez… —Park respondió desviando su mirada con timidez, sus mejillas tomando un ligero color rosáceo que a JungKook le pareció lindo y no pudo resistirse a besarlo una vez más.

Se acomodó mejor, rodeando el cuello de JiMin con sus brazos, sin atreverse a interrumpir aquel contacto anhelante de sus bocas. Había quedado fascinada por esa sensación, convirtiéndose en una nueva obsesión para él. Besar a JiMin era como experimentar el éxtasis más puro, sintiendo como si una corriente eléctrica recorriera todo su cuerpo.

—Vamos, admítelo. —susurró entre sus labios, mirándole con ojos brillantes. Se sentía como en una nube cada vez que estaba con JiMin y era muy difícil bajarlo de ahí.

Park se quedó mirándolo durante unos segundos. Aunque no dijo nada, la pequeña sonrisa que se dibujaba en su rostro era suficiente para entender su respuesta.

—¿Quién no caería ante ti, Koo?

Mordió ligeramente su propio labio inferior cuando sintió la mano del mayor presionarse con suavidad en su espalda baja. La caricia envió una descarga eléctrica a través de su cuerpo, provocando que un pequeño estremecimiento recorriera su espalda. El contacto era cálido y reconfortante, haciendo que se sintiera tan bien entre sus brazos.

—Pues no lo sé… —se acercó lentamente a JiMin, entrelazando su nariz con la contraria delicadamente. Ambos cerraron los ojos, disfrutando de la cercanía y la sensación de la piel contra la piel. Sus narices se frotaron con ternura, creando una conexión íntima y reconfortante entre ellos—. No me interesan los demás, solo que funcione contigo, hyungie.

JiMin solo acarició con delicadeza los cabellos que caían sobre su frente, apartándolos suavemente. Entonces, se inclinó y depositó un tierno beso en ese lugar.

JungKook sintió que su corazón se llenaba de calidez ante esa muestra de afecto. Se sentía tan apreciado y valorado, envuelto en la ternura que emanaba de él.

El silencio se apoderó del ambiente, pero no era un silencio incómodo. Era un silencio cómplice, en el que ambos disfrutaban simplemente de la compañía del otro, dejando que sus miradas y pequeñas caricias hablaran por sí solas.

Nunca antes había experimentado una sensación tan intensa y abrumadora con otras personas. Este sentimiento parece inundar todo su cuerpo y no le desagrada en lo absoluto.

Permanecieron así, abrazados en la intimidad de la cama, absortos en la calidez del momento y en la conexión que los unía. Nada más importaba en ese instante, solo ellos y la sensación de estar completamente en paz.

—Quería preguntarte algo, Koo.

Hizo un sonido para indicarle que continuara.

—¿Tu mamá sabe de… lo que tenemos? —Su voz se volvió un poco vacilante y él se dio cuenta de ello de inmediato, mirándolo con confusión.

—¿Por qué lo preguntas?

—Es que cada vez que nos veía juntos, me daba una mirada particular y en la cena hizo varios comentarios.  —JiMin dejó caer la cabeza sobre la almohada y suspiró.

—Ella lo sabe… incluso me ayudó a solucionar la confusión que tenía.

—Eso lo explica todo. —asintió.

—¿Te molesta que ella lo sepa? —sus ojos no abandonaron a los ajenos, algo temeroso por la respuesta.

JiMin negó con la cabeza de inmediato.

—Todo lo contrario, me alegra que sientas la libertad de hablarlo con tu madre. —dijo, besando la comisura de su boca suavemente.

JungKook apoyó la cabeza en el pecho del mayor, sonriendo un poco.

—A mí también, JiMinie.

También se preguntaba si JiMin le había dicho a alguno de sus padres sobre sus sentimientos, pero no quería crear un ambiente tenso entre ellos. Podría guardar esa pregunta para más adelante, las cosas estaban bien y no quería ser el primero en arruinarlas. Entendía que con él habría que ir despacio, sin apuros.

Sus pensamientos fueron interrumpidos al sentir la mano del mayor acariciar sus cabellos, sus dedos haciendo una ligera presión en su cuero cabelludo y no pudo evitar el pequeño jadeo que soltó. JungKook se sintió un poco avergonzado por ello, alzando la cabeza para mirarlo y su corazón se aceleró cuando se encontró con un brillo particular en los ojos de JiMin.

No esperó que JiMin fuera el primero en acercarse para robarle un beso, pero solo le tomó un segundo corresponderle. Sus bocas se unieron en un beso cada vez más ansioso y anhelante. JungKook sujetó sus mejillas para evitar que se alejara, y luego se sentó a horcajadas sobre su regazo, posicionando las rodillas a cada lado de sus caderas.

Las manos del mayor bajaron hasta posarse en su cintura, con el propósito de mantenerlo cerca y esto provocó que él sonriera ligeramente en medio del beso.  JiMin cada día se volvía más confiado respecto al contacto físico y no temía demostrar lo mucho que también lo quería.

—Te quiero tanto, JiMin-shii. —susurró, dejando salir esas palabras desde lo profundo de su corazón.

Park juntó sus frentes, ambos con la respiración agitada.

—Te quiero tanto, Koo.

Escuchar esas palabras siempre tendría un impacto en él.  JiMin lo quería y eso era suficiente para hacerlo feliz. Aunque solo habían pasado unos días desde que se confesaron y comenzaron su “relación”, parecía que había sido mucho más tiempo. Cuando estaba con él, perdía la noción de todo lo demás.

Actuaban como pareja sin tener el título oficial, y por eso cada vez sentía más el deseo de pedirle que fuera su novio. No necesitaba un período de prueba para saber si funcionarán juntos; simplemente quería estar con JiMin y no preocuparse por el futuro, disfrutando el presente que comparten.

Solo esperaría el momento indicado para atreverse a hacerlo. No sabía qué opinaba Jimin al respecto, pero se arriesgaría a pesar de todas las posibilidades.

—¿Irás a verme jugar la final del campeonato el viernes? —preguntó esperanzado.

—No me perdería ningún juego en el que estés tú, lo sabes. —Park le dio la sonrisa más dulce con ojos cerrados, y jura que aún puede sentir las típicas mariposas en su estómago con un mínimo gesto de su parte.

Sus mejillas se sonrojaron y trató de disimularlo acercándose para dejar un suave beso en la mejilla ajena.

—Entonces esperaré verte ahí, JiMinie. —el mayor asintió—. Si ganamos, ¿Me darás un beso de recompensa enfrente de todos?

—¿Quieres que lo haga? —Park llevó una mano a su cabello, acariciando los rulos que caían por su rostro.

Negó con la cabeza.

—Solo bromeaba, hyung.

—JungKook. —alzó sus cejas, mirándole como si supiera que no estaba siendo completamente sincero.

—Bueno… no me quejaría si eso pasara. Pero entiendo que tal vez puede sobrepasar tus límites y-

De repente, fue interrumpido cuando su cuerpo fue girado y se encontró acostado de espaldas sobre el colchón. Se sorprendió al ver a JiMin encima de él, y sus bocas se encontraron en un contacto que lo hizo sentir completamente absorbido por la intensidad del momento. Descubriendo un lado de JiMin que no había tenido el privilegio de ser testigo antes, y definitivamente le encantó.

Cuando se separaron después de unos largos minutos, los ojos avellanas del contrario le transmitieron una seguridad a JungKook que aceleró todo en su sistema.

—Sería capaz de hacerlo, Googie. No lo pienses tanto, ¿vale?

—Pero…

—¿Pero?

Solo negó con la cabeza mientras reía con felicidad, rodeando su cuello con los brazos para mantenerlo cerca lo más posible.

—Nada, olvídalo. Entonces ahora quiero que ganemos con muchas más ganas. —hizo un pequeño puchero que fue besado al instante.

—Seguramente sí, eres el mejor.

Se abrazaron con una felicidad palpable, sintiendo el cálido abrazo lleno de cariño y profundos sentimientos. En ese momento, cada fibra de su ser se inundó de una alegría pura y una conexión sincera. El abrazo era un lenguaje silencioso que expresaba todo lo que las palabras no podían transmitir: amor, seguridad y plenitud. Era como si el tiempo se detuviera mientras se aferraban el uno al otro.  Sus corazones latían al unísono, con la certeza de que estaban donde debían estar.

Quería traerles este cap hace días pero me atrasé por los parciales, sorry ahsjsjs. Pero aquí está 💗

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