72. Pasitos de pingüino.
El sonido del timbre fue esa señal para hacerle saber que el momento de hablar con JiMin había llegado. Los estudiantes salieron del aula después de despedirse de la profesora, quedando unos pocos dentro que en segundos también se irían y por ende era la oportunidad perfecta para armarse de valor.
TaeHyung se despidió del amigo que se sentaba al lado suyo y volvió a posar la mirada en aquel chico que lo hacía suspirar intencionadamente. Su corazón latía rápido y podía sentir como le sudaban las manos de los nervios, ese era el conocido efecto que causaba JiMin en él.
Hoy podía estar vestido solo con una hoodie azul y jeans negros pero, aún así seguía viéndose tan atractivo a su parecer.
JiMin empezó a guardar sus cosas en la mochila y eso lo hizo despertar de su ensoñación para acercarse lentamente al mayor. Tomó una gran respiración disimulada, preparando su mejor sonrisa sin mostrar los nervios que en realidad sentía.
—Hey, JiMin. Hola. —saludó en cuanto estuvo enfrente de su asiento, de inmediato el pelinegro alzó la cabeza para verlo y la sonrisa de Kim se agrandó.
Una sola mirada era suficiente para hacerlo sentir eufórico, el latido de su corazón era retumbante dentro de su pecho al punto que era lo único que podía escuchar junto a la voz de JiMin.
—Hola, TaeHyung. —Park dijo con voz amable y devolviéndole la suave sonrisa, en ese momento TaeHyung solo quiso decirle lo lindo que era.
¿Cómo iba a invitarlo sin morir de la vergüenza en el intento?
TaeHyung apretó sus dedos en las correas de su mochila y bajó la mirada hacia los cordones del hoodie ajeno porque se sentía incapaz de mantener el contacto visual con él. Vamos, tú puedes hacerlo. Solo debía seguir el consejo de JungKook.
—Ehh, TaeHyung… ¿ocurre algo? —JiMin lo miró con curiosidad, esperando por una respuesta ante el repentino silencio.
—¿Qué? ¡No! ¿P-por qué preguntas?
Tropezó en sus palabras y el calor en sus mejillas se intensificó, de pronto huir del salón se veía como una grandiosa idea. Algo en la mirada de Park se suavizó al verlo, tomándolo desprevenido porque no esperaba esa reacción.
—Nada, solo que te quedaste mirándome callado por un rato. —rió suavemente, peinando sus cabellos oscuros hacia atrás. Un hábito suyo que llegó a notar—. ¿Todo está bien? ¿Quieres decirme algo sobre el trabajo que estamos haciendo?
TaeHyung negó con la cabeza rápidamente.
—En realidad quería preguntarte sobre algo… seguro sabrás que el viernes habrá una fiesta por la celebración de la victoria de nuestro equipo, —empezó a explicar con un tono de voz más firme y se acerca un poco al contrario con el pupitre quedando como barrera entre ellos. JiMin asintió afirmando sus palabras—. Quisiera saber si vendrías a la fiesta con nosotros…
Al dejarlo salir, mordió su labio inferior atento a las expresiones del contrario en búsqueda de algún indicio de que sería rechazado rotundamente. Y tal vez no estuvo tan alejado de la realidad porque una mueca se formó en aquellos labios rellenos.
—Aprecio tu invitación pero no cre-
TaeHyung no permitió que terminara su discurso porque apoyó ambas manos en el pupitre, acercándose al rostro de un sorprendido JiMin que no continuó hablando por la repentina acción. Kim no supo de dónde sacó el valor para actuar de esa forma pero ya era demasiado tarde para deshacerlo, si quería hacer un verdadero movimiento con su crush debía ser más perseverante a partir de ahora y no rendirse tan fácilmente.
—Sé que tal vez no es tu ambiente pero puedes llevar a tus amigos también si te hace sentir mejor, no hay ningún problema. Además me tendrás allí como una cara conocida. —le dio una pequeña sonrisa queriendo brindarle tranquilidad y confianza, lo que menos quería era verse tan desesperado ni llegar al punto de forzarlo a hacer algo que no deseaba. No era el propósito de esto—. Incluso JungKook irá conmigo… sé que son amigos y eso.
Hubo algo en la expresión de JiMin que cambió, sus ojos demostraron un repentino interés que no había tenido antes. TaeHyung no quería sobrepensar qué causó precisamente esa reacción diferente, lo más importante es que al parecer consiguió llamar su atención ante la invitación.
Vamos, Tae, lo tienes casi en tus manos.
—¿Por qué tanta insistencia en que vaya? —le preguntó arqueando una ceja. TaeHyung soltó un pequeño suspiro, huyendo por un momento de la mirada intensa de JiMin.
—Bueno, recientemente empezamos a hablar más y pensé que sería genial que estuvieras allí… ya sabes, para que te diviertas.
Se alejó un poco, jugando con sus manos en un intento de calmar su ansiedad. Dios, quería tanto que JiMin le dijera que sí y así pudiera soñar con pasar tiempo con él en la fiesta.
—Solo si tú quieres, claro. —añadió, regresando a mirarlo.
—Lo pensaré, TaeHyung.
Esa respuesta bastó para que él sonriera con felicidad, teniendo el impulso de acercarse y tocarlo pero debió de contenerse por obvias razones. Se sentía orgulloso de haber conseguido esto por sí mismo, sin necesidad de forzar a su mejor amigo a ayudarlo siempre lo hacía. JungKook tuvo razón cuando le dijo que cuando hacías las cosas por ti mismo el sentimiento era mucho más reconfortante.
—Está bien, ojalá sí vayas, JiMin hyung. —Tae asintió, irradiando una alegría y autosuficiencia que el chico frente de él seguro no entendería en lo absoluto pero qué más daba.
La sonrisa de ojos cerrados que le dio el mayor volvió a acelerar su pobre corazón. Quería ser quien produjera esa emoción en JiMin todo el tiempo, quería que lo amara así como él lo hacía, quería que se diera cuenta de lo que era capaz de hacer con tal de obtener una porción de su cariño sincero.
(...)
En cuanto terminó de hablar con JiMin, salió del salón casi corriendo por la euforia contenida en su sistema. Iría a la cafetería para encontrar a sus amigos, en especial a JungKook porque necesitaba contarle su nueva hazaña y que pudieran compartir la emoción juntos.
Una vez en el lugar pudo observar la cantidad de personas ahí reunidas como era costumbre, dio una rápida mirada a los alrededores y finalmente encontró a los chicos esperando en la fila para comprar. TaeHyung sonrió mientras se acercaba por detrás a su mejor amigo con el objetivo de asustarlo.
—¡Te tengo! —susurró en el oído de JungKook, rodeando su cuello en un abrazo desde atrás que causó un ligero salto en el otro al tomarlo desprevenido.
—Idiota, no aparezcas así de la nada.
JungKook lo miró con el ceño fruncido y los labios un poco abultados, ese hábito que tenía al hablar. Kim solo se rió alejando sus brazos luego de haber alborotado los cabellos largos del menor.
—Lo siento, sabes que me gusta molestarte. —se burló, viendo como Koo rodaba sus ojos con una pequeña sonrisa asomándose en su boca.
—¿Y tú por qué estás tan feliz, Tae? —Jin inquirió con una ceja levantada y los brazos en su cintura. Kim no pudo ocultar la sonrisita al recordar de dónde venía.
—Pues… es que acabo de invitar a JiMin a la fiesta del viernes.
Todos los chicos tuvieron expresiones sorprendidas en cuanto dejó salir la verdad en un susurro para que no todo el mundo se enterara. Podía entender bien la razón por la que reaccionaron así, esto era un gran avance considerando lo complicado que era para él tomar una decisión con respecto a JiMin.
—Wow… realmente lo hiciste, eh. —Yoongi le dio un par de palmaditas en el hombro, él asintió conforme consigo mismo.
—¿Y qué te dijo él? —esta vez fue JungKook el que le habló luego de quedarse callado por unos segundos, había algo extraño en sus grandes ojos pero no era capaz de descifrarlo con exactitud.
—Me dijo que lo pensaría pero eso es casi un sí para mí, así que estoy muy emocionado. —su alegría se podía notar en como se movía inquieto en su sitio, los demás se rieron al verlo actuar así.
—Bien, ojalá sí quiera ir para que seas feliz. —Hoseok juntó sus manos en señal de plegaria como broma.
—¡Dios mío, sí!
—Por un momento pensé que no serías capaz de hacerlo, Tae.
Koo se encontraba cruzado de brazos viéndolo con diversión, sabía que se estaba burlando de él. TaeHyung negó con la cabeza, atrayendo al contrario en un abrazo de costado solo para fastidiarlo.
—Pues ya ves que sí lo hice, Koo. Y como tú me dijiste, debía empezar a tomar la iniciativa por mí mismo, sino no sucedería nada. —alborotó los cabellos de JungKook, ganándose un bufido por parte del otro pero no se alejó.
—Me alegra que te sirviera mi consejo, amigo. —su característica sonrisa de conejo salió a relucir y él no dudó en corresponder el gesto feliz, sin perder la oportunidad para darle un abrazo apretado como costumbre suya. JungKook se quejó al comienzo pero luego permitió el contacto físico—. Mucho abrazo, Tae, ¡ya suéltame!
—Es verdad, dejen su cursilería y vengan a pedir rápido su comida.
Jin les hizo una seña con la cabeza y fue ahí cuando JungKook se soltó de su agarre para seguir al mayor del grupo, por un momento sintió que su amigo estaba evitando el contacto visual con él. Era muy extraño viniendo de JungKook pero tal vez se equivocaba en su percepción y realmente nada pasó.
Prefirió no prestar atención a cosas innecesarias y por ahora solo pensaría en cosas esperanzadoras con respecto a JiMin. Rezaba para que aceptara la invitación, así pudiera verlo en un ambiente diferente al escolar y planear un movimiento con él después de tanto solo poder hacerlo en sus sueños.
El título lo dice todo, Tae está dando sus pequeños avances i guess jajskks.
Las siguientes actualizaciones serán en la programación habitual, así que nos vemos pronto <3
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