JungKook se sentía tan eufórico. Habían ganado el partido de apertura y no podía estar más orgulloso del equipo. Todos esos nervios e inseguridades desaparecieron una vez que estuvo en el campo de juego, dándose cuenta que JiMin tenía razón.

Fue inevitable no buscarlo entre la multitud sentada de las gradas durante el juego y en cada oportunidad que lo encontró mirando en su dirección, se le escapaba una sonrisa que JiMin le devolvía a la distancia. Se sintió como si estuvieran compartiendo un secreto entre ellos y eso de alguna manera, lo llenó de una emoción que no se atrevía a ponerle un nombre.

Al terminar de celebrar la victoria en la cancha, el entrenador les dirigió a todos los vestidores para dar su discurso de felicitación. JungKook se dejó abrazar de sus compañeros hasta que fue el turno de su mejor amigo de hacerlo, quien no demoró en rodearlo con sus brazos en un apretado y cálido contacto.

Le correspondió al instante.

—Te dije que no tenías nada de qué preocuparte, ¡ganamos, Koo! —dijo TaeHyung, palmeando su espalda al alejarse un poco, mirándolo.

—Tal vez tenías razón. —negó con la cabeza mientras reía.

Todo estaba bien ahora pero él sentía la necesidad de escabullirse para buscar a cierto chico en ese momento y agradecerle por los ánimos que le había dado, porque tenía seguro que no hubiera estado tan calmado si no fuera por él.

Solo debía salir del lugar sin parecer tan sospechoso, en especial con su mejor amigo que lo conocía tan bien. Tal vez sería correcto que lo llevara a encontrarse con su crush, pero realmente ansiaba compartir este momento con JiMin a solas, sin que nadie más interviniera porque era algo que solo ellos entenderían.

¿Era un mal amigo por pensar así?

No seguiría pensando sobre eso y simplemente buscaría a JiMin.

—Tae, ya regreso. —apoyó una mano sobre el antebrazo de Kim, recibiendo una expresión entre confundida y curiosa al instante.

—¿A dónde irás?

—Buscaré a los hyungs… —respondió tratando de no titubear para sonar más creíble, y negó de inmediato cuando notó su intención de acompañarlo—. Tú termina de cambiarte y así, yo iré a encontrarme con… Jinie hyung que quiere contarme algo.

TaeHyung frunció el ceño, ahora luciendo indignado. Cosa que lo hizo reír divertido.

—Luego te contaré a ti, TaeTae.

Después de decir aquello, salió de los vestidores a paso rápido evitando que su amigo pudiera preguntarle algo más y se terminara por exponer a sí mismo. Caminó por varios pasillos con el propósito de regresar a la cancha de baloncesto y se detuvo un instante para enviar un mensaje a JiMin preguntándole si todavía estaba allí, pero no quiso esperar por una respuesta para reanudar su andar.

Ni él mismo entendía su prisa por ver a JiMin, solo sentía que necesitaba tenerlo enfrente suyo ahora.

Entre más se acercaba al campo de juego podía escuchar el bullicio de las personas en el exterior, sin embargo no fue necesario subir las escaleras hacia las gradas porque se encontró con JiMin allí en el pasillo. Cuando dejó de mirar a los alrededores y puso sus ojos en él, JungKook sonrió sin ninguna intención de ocultar su felicidad.

—Te encontré, Koo. —JiMin dijo sonriendo y acercándose.

Esas palabras no hicieron más que agrandar su sonrisa. Oh no.

—¿Así que también me estabas buscando? —bromeó, disminuyendo cada vez más la distancia entre ellos. JiMin alzó una ceja comprendiendo lo que había dicho.

—Quería felicitarte personalmente en vez de un simple mensaje…

Eso era un gesto tan JiMin que lo hizo reír sintiendo su rostro arder y vio como el mayor se encogía de hombros con ligera timidez. Puede que se debiera a la emoción de haber ganado o quizás a algo más, no lo pensó mucho, solo permitió que sus emociones actuaran y terminó por cerrar el espacio que los separaba en un apretado abrazo. Lo escuchó hacer un ruido de sorpresa y se quedó inmóvil por unos segundos ante su repentina muestra de afecto, lo entendía porque era la primera vez que se comportaba así con él.

—Gracias, JiMinie… —susurró, aferrándose más al chico más bajo, mientras olía su perfume que le gustó mucho desde la primera vez que lo percibió—. Por ayudarme.

Ante su silencio, tuvo miedo de que hubiera sido un movimiento equivocado de su parte y aún no tuvieran ese tipo de confianza, sin embargo toda duda desapareció cuando los brazos de JiMin rodearon su espalda baja con delicadeza. Su corazón se aceleró por ese simple contacto que se sentía tan bien, quizás más de lo que debería.

—No fue nada, Koo. Solo quería hacerte sentir mejor. —respondió en un tono igual de bajo al suyo, notando un ligero toque de cariño que le calentó el pecho porque era diferente escucharlo venir directamente de JiMin que a través de un mensaje de texto.

Se alejó un poco para poder mirarle a los ojos, JiMin se sorprendió por la cercanía entre ellos pero aún así le sonrió como solo él sabía hacerlo y los brazos ajenos permanecieron alrededor de su cuerpo. Estando complacido por ello porque era un gran paso cuando Park no era alguien tan fanático del contacto físico.

Era extraño como no podía apartar sus ojos de él, el resto del mundo desapareciendo justo en ese momento y JiMin siendo lo único que podía ver ahora. Estaban tan juntos que temía que fuera capaz de sentir el ritmo acelerado de su corazón, delatando cómo le hacía sentir.

—Hiciste un buen trabajo, Koo. —su voz suave y el brillo gentil en su mirada lo tomaron desprevenido, al igual que la caricia que dejó en su cabello. El halago siendo algo que atesoró.

Es consciente de que deberían separarse porque alguien podría verlos y malinterpretar todo, pero le era difícil obtener la fuerza de voluntad para perder la calidez que le daban los brazos de JiMin. Era un maldito conflicto para él, para ver quién podría ganar entre la batalla de la razón y la emoción.

Una sonrisa amplia y a la vez tímida fue su única respuesta.

Estaba acabado.

¿Acaso eso lo convertía en un mal amigo?

Holap, lo prometido es deuda 😚🌸

Estos dos se acercan cada vez pero no será tan fácil jeje.