Anécdota de Luz✨

Hola mi nombre es Luz Y esta es la carta a todos los chicos a los que amé.

1# - No se cuando comenzó... solo se que nunca lo olvidaré.

Era un lindo día de lluvia, donde todos los niños y niñas jugaban.. , mientras que yo solo me ocultaba detrás una pared, viendo a un niño jugando con sus amigos, mientras que solo me dispuse a mirarlo.

Era lindo, cabello negro, ojos oscuros y de piel blanca. El era muy divertido y gracioso, nunca me atreví a decirle si quería ser mi amigo... pero nunca lo hice, solo me consideraba como una amigo.

Un día, cuando terminan las clases vi que estaba con una compañera, mi compañera de curso. Ella era muy linda y popular, tenia ojos oscuros, pelo lacio y tez Blanca.

Al tan solo verlos agarrados de la mano, sonriendo y riendo... sentí algo en mi corazón algo quebrarse, mi estómago presionarce y unos celos que me invadía... pero lo que hice fue correr hacia ellos y decir que eran novios como broma. De repente se soltaron y dijeron que eran amigos, que los amigos se sostenían de la mano y que se podían decirse cosas lindas. Eso a mí no me convenció para nada.

En esos instantes estábamos en tercero de primaria.

Cuando pasó el tiempo ellos dejaron de ser "amigos" y decidieron solo tratarse como simples compañeros de curso.
Mientras que yo solo era una sombra de él.

Otro día era cuando su mamá le regalo de cumpleaños a él una bicicleta: Era color verde, asiento para dos y una botella que venía con eso.

En la salida solo estaba perdida en mis pensamientos de que aria en el trabajo que me dejó mi amiga y a mi, ¡DEMONIOS! tenia que entregar un informe de los animales en peligro de extinción... TODOS LOS ANIMALES!!!

- oye - escuché detrás de mí. Al voltear vi que me hablaba a mi¡DIOS MÍO, A MI!
- ammmm... lo único que dije!
- Oye, luz - pronunció mi name - quieres que te lleve... desde mi bici.
Yo solo mire alrededor si me decía a mí, pero al parecer era el único fantasma que hablaba, asi que no quería que se le acabara la paciencia y... Subí a la bici detrás de él y empezó su rumbo.

No sabía en donde agarrarme más que en su cuerpo. Yo solo me dejé llevar, cerré mis ojos y me aferré a él como no hubiera nadie que nos viera.

Se sentía tan bien y tan mal a la vez, porque UNO, no se si él se sentía incómodo o si eso no le importase. DOS, creo que todos me miraban y TRES, sentía mariposas y dinosaurios a la vez en mi estómago.

Cuando terminó todo el viaje solo él se despidió con una sonrisa y... se fue. Nunca volvimos a tocar el tema de la bicicleta; no nos volvimos a hablar nunca.

Esa es la primera carta a la persona que amé...