Ahora que lo analizo bien, no me sonreíste a mi.

Fue a uno de tus amigos que estaba detrás mío; Beomgyu.

Fui y sigo siendo un tonto, supongo.

Intenté hablarte, pero todo el tiempo estabas rodeado de tus mejores amigos. Intenté que nuestras miradas se cruzaran entre clases, pero me ignorabas y pasabas de largo sin ni siquiera mirarme de reojo.

No habían mejillas sonrojadas y tampoco tus ojos estaban brillantes como las estrellas que inundan en las noches despejadas, como cuando me mirabas, como cuando nos escapábamos de madrugada para conversar sobre todo y sobre nada.

Quizás te arrepentiste, quizás estabas avergonzado de mí, quizás solo fui alguien para "experimentar", para ver si los chicos también te gustaban o, quizás, los cinco años de amistad no significaron nada para ti.

Lo siento, Choi Soobin. Perdóname por no haberme controlado y decirte aquella noche que me gustabas mucho.

Me arrepiento tanto de haberlo hecho.

No debí confesar mis sentimientos por ti.

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