**DANNA**

Jared fue muy claro en su orden, sobre necesitarnos en su oficina por lo cual las chicas decidieron irse en el auto mientras yo decidí venir en la moto.

Adoro la velocidad y mucho más sentirme libre al manejar sin rumbo fijo por la ciudad.

Rio internamente al recordar la escena de la cafetería.

De no ser por la llamada el pobre skyler estuviera justo ahora colocándose hielo en la mandíbula por su isolencia.

Es insoportable

Voy a toda marcha por la avenida principal, a pocos metros de llegar cuando un vehículo sin hacer cambio de luces frena de golpe, dejando ver al conductor mientras sale y la puerta abriendose casí me tumba de la moto.

-¡Estas demente!- grito furiosa- Pude haberte matado. ¡Quitate del medio!- digo acelerando la moto.

El me mira fijamente por varios segundos y da media vuelta para tomar camino a pasos acelerados perdiendose así entre la multitud.

Imbeciles: 2 - Danna: 0

Creo que ya complete la cuota de molestias por día.

Sigo mi camino hasta estar frente a un edificio de cuatro plantas. Puedo darme cuenta que soy la primera en llegar ya que el auto de las chicas no está estacionado.

Así que me bajo de la moto y enciendo un cigarrillo para calmarme antes de entrar a la oficina de JJ. Cuando estoy terminando de pisar con la bota la colilla, escucho el motor del auto acercándose.

Entramos al edificio y cruzamos las puertas que dan hacia la oficina con paredes de color vino y muchisimos detalles en dorado.

Nunca me acostumbraré al mal gusto de jared.

-Ángeles- Jared nos da un beso a cada una en la mano y se sienta en su lujosa silla- Las he llamado para informarles de un nuevo trabajo.

Jared es un tipo de unos 32 años aproximadamente, alto con una contextura podria decirse delgada a pesar de tener músculo no en exceso.

Siempre lleva una incipiente sombra de barba que se le ve jodidamente sexy. Su porte es elegante y desprende un aura de autoridad superior.

Jamás le llevariamos la contraria, por respeto y tal vez un poco de miedo, sus delicadas facciones no demuestran el asesino que se oculta tras caros trajes de marca.

Todas esperamos las indicaciones, el se toma su tiempo sirviendose vino en una copa y aprovechamos una por una para hacer las preguntas correspondientes, tenemos muchas dudas y el es el único que puede responderlas.

-¿Quien es Stefan?.- pregunto cuando es mi turno. Jared le da un trago a su copa y me observa con una sonrisa en su rostro.

-Justamente a eso queria llegar y como tú has sido quien ha sacado el tema en la conversación no veo alguien mejor que tu para ese trabajito extra.

Estoy confundida y el lo nota pero solamente sonrie como idiota.

-¿A que te refieres JJ? - pregunto frunciendo el ceño.

-Stefano- hace énfasis para hacerme entender que es el nombre correcto. - Es mi sobrino. Sus padres acaban de fallecer y le ofrecí alojamiento en mi hogar, pero por motivos que no les interesa necesito que se hagan cargo de su cuidado.

Y este nos vio cara de niñeras.

Suficiente tengo con cuidar de Natasha.

-No creeras que voy a hacer de niñera.- Me levanto de la silla molesta.

Es el colmo tener que hacer de niñera, nisiquiera he pensado en tener hijos para esto.

-No es una pregunta.

Me hace una señal con la mano para que guarde silencio mientras le dice algo a la secretaria por el intercomunicador.

Natasha me mira divertida y megan está tratando de disimular una sonrisa.

Las voy a matar por búrlarse de mi.

La puerta se abre y las cuatro volteamos quedando con la quijada en el suelo al ver a semejante hombre frente a nosotras.

-Chicas el es Stefano Di Rossi y ustedes- dice señalandonos- serán las encargadas de protegerlo, así sea con su vida.

El chico parece algo íncomodo no lo puede ocultar, trata de decirle a Jared algo que no logro escuchar porque Nat se me acerca.

-Si no quieres hacer de niñera yo me ofrezco como tributo- susurra en mi oído y Megan le da un codazo.

-Por no controlar tus hormonas es que ahora estas metida en tremendos problemas.

Volteo nuevamente en dirección a Stefano y me extiende su mano.

-Un placer.- dice secamente.

Al entrar a la oficina no pude detallarlo bien pero ahora que lo tengo frente a mi no paso desapercibida su altura, ni tampoco su cabello castaño que cae desarreglado en su frente y que decir de sus lindos ojos azules y su boca rosada.

Siento el rubor subir por mis mejillas y me siento tonta al  no lograr articular ninguna palabra coherente.

Quizás la abstinencia sexual me está pasando factura.

-El pla..- carraspeo.- El placer es mio.

Despues de todo parece que no es tan mala idea esto de hacer de "Niñera" si esté es el bebé que tengo que cuidar.

Siento que tal vez los ángeles estan huyendo del cielo por cruzarme en menos de una semana con dos momumentos como Stefano y Skyler.

Que demonios estoy pensando.

¡En skyler!

Es un imbécil.

Claro, pero admite que esta para comérselo.

La verdad si tiene lo suyo, pero no me van los tipos como el o eso quiero creer.

**Skyler**

Acaricio el cabello rubio que tengo entre mis dedos y lo empuño jalando fuerte, mientras la chica arrodillada frente a mi jadea y me rodea el pene con la boca.

Se siente tan bien.

Debo admitir que tengo debilidad por el sexo oral, me ayuda a liberar estrés, las cosas no salieron como lo planeamos, el muy imbécil se les escapó y eso me tiene furioso, yo debí estar allí pero me quede como un imbécil en la universidad junto a Isaac.

Tomo de ambos lados la cabeza de la chica y me encargo de mover mis caderas adelante y hacia atras con mayor rapidez, ella parece disfrutarlo porque su agarre en mis caderas va aumentando con cada embestida que le doy a su boca. No se queja y  ya estoy a punto de terminar.

Siento un escalofrio en mi espina dorsal y sé que estoy a punto de correrme.

-Saca la lengua- obecede y me corro en su boca mientras la muy cínica se traga mi orgasmo y se limpia las comisuras con el dorso de la mano.

No fue suficiente. Quedo insatisfecho y mis demonios siguen pidiendo más.

-¿Me llamarás?.- pregunta la chica quien ya se ha terminado de vestir.

-Claro que si Octavia.- le guiño un ojo y ella rueda los ojos.

-Me llamo Olivia Skyler.

Vaya un pequeño error de cálculo.

Dicho eso sale del depósito furiosa cerrando con fuerza la puerta.

Salgo del sitio riendo por semejante error, lo admito soy muy malo grabandome los nombres de las mujeres con quienes me acuesto.

En mi defensa lo que me interesa lleva el mismo nombre en todas las mujeres y comienza con V.

Tal vez en algún momento el karma haga de las suyas en mi, pero por ahora disftuto mi solteria.

No tengo puta idea de como se siente amar a una mujer.

Y es que para hablar de amor o hay que estar enamorado o con el corazón roto y realmente no sé cual es peor.

Por ahora prefieron no averiguarlo.

Me sirvo un trago de whiskey y a mi mente llega la imagen de una chica de ojos azules furiosa.

Es tan fácil hacerte molestar bonita.

Me rió y niego con la cabeza apartando su rostro de mi pensamientos.

-¿Quién es la causante de esa sonrisa idota que cargas en el rostro?- Isaac me saca de mis divagaciones.

-Nada interesante.- miento - ¿Que pasó con el trabajo?

-Tenemos noticias, al parecer el sujeto es adicto a la adrenalina y estará el fin de semana en las carreras.- Me muestra un papel con fotos y anotaciones.

Es la tapa perfecta, bandas reunidas, drogas y peleas.

Jamás sabran quien se lo llevó, solo hay que causar alboroto y tenemos el camino libre.

(...)

Pasamos toda la tarde organizando el modus operandi de nuestta siguiente mision. Cuando traen al idiota causante de que todo haya ido mal la última vez.

Han remodelado la sala de torturas así que pido que lo lleven hasta allá mientras observo la cara de terror en Louis.

-¿Sabes? Me alegra muchisimo poder estrenar esta sala de juegos.- Digo tomando uno de los cuchiilos y tocando el filo con un dedo.

Doy vueltas a su alrededor porque sé que esta nervioso, puedo oler su miedo.

Como una rata que huye por su cobardía antes de ser despellejada.

La metáfora no está muy lejos de lo que le espera.

-La mafia no paga a los traidores como tú.- espeto acercandome peligrosamente.

Esta tembloroso atado a una silla,  mientras Isaac le da la golpiza de su vida.

Puedo notar como se atraganta con su propia sangre y tiene ambos ojos casi negros de los puñetazos que el rubio le propina.

-Abrele la boca- ordeno y los chicos cumplen, tomo el cuchillo y le corto la lengua.

El tipejo se queja y llora del dolor desangrandose.

Yo solo puedo disfrutar de lo que mis ojos ven.

-Ahora aprenderás por las malas a mantener silencio- Rio a carcajadas mientras lo observo divertido.

El tipo se retuerce mientras el cuchillo se clava en su carne blanda una y otra vez dejando salir el hermoso liquido carmesí en grandes cantidades.

Con cada herida que le dejo mi furia se apacigua más y más.

Muchas veces pierdo el control y el único que se atreve a plantarme cara es Isaac. Aunque muchas veces he podido notar en su rostro el terror con cada uno de mis actos.

Despues de aproximadamente 20 heridas dejo de arremeter contra el cuerpo inerte del traidor y me encamino hacia las duchas,  estoy totalmente cubierto de sangre.

Lo he vuelto a hacer, he vuelto a asesinar .

Necesito alejarme de aquí, no es lo mismo hacer de sicario que dejarme guiar por mis demonios y ensañarme de esa manera.

Me subo a mi moto y acelero para irme al único lugar en donde me siento en paz, mi lugar seguro, mi escape.

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Por fin apareció el bendito Stefano♥

Primera vez que narra Skyler♥ (Su nombre real es James)