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30. PARTE 2 👑


El alma es eso tan, pero tan intangible, que solo cuando nos duele nos damos cuenta de que existe.

Abrí mis ojos para encontrarme con un techo blanco que claramente no es el de mi habitación y aunque el dolor punzante en mi costado y cabeza me indican la gravedad de mi estado, al parecer tampoco es un hospital.

Intento levantarme, pero mi cuerpo duele mucho y mi intento es completamente en vano.

—Ahhh—Gruño al sentir el dolor en mis costillas, llevo mis manos a la venda que cubre mi abdomen  y palpo un poco.

Sin duda es una fractura.

¿En donde estoy y como llegué aquí?

Como puedo me levanto e ignorando el repentino mareo me dispongo a curiosear en la enorme habitación color azul, buscando algún indicio que me de pistas.

Salgo descalza y un amplio, elegante y solitario pasillo lleno de puertas me da escalofríos. La primera puerta, un cuarto igual a donde desperté, el segundo es un baño.

Lo sé, estoy loca por hacer de investigadora en mi estado.

Al abrir la tercera puerta, tengo que contener el aire al ver todo lo que hay dentro. Se trata de un estudio lleno de cuadros preciosos.

Pero lo curioso o turbio de todo es que   la mayoría son retratos artísticos de la misma persona, los mismos ojos azules, la misma silueta, el mismo rostro.

El mío.

Era yo la musa. En todos los cuadros yo era la única protagonista, caminé a uno que se encontraba aún en el caballete, en este vi mis labios rojos y mi rostro cubierto por el antifaz que llevaba la noche de la fiesta de disfraces.

Toqué el cuadro con parsimonia contemplando la hermosura de tal trabajo  únicamente logré salir de mi estado de shock cuando sin querer lo dejé caer y en cuestión de segundos la puerta fue abierta por una señora mayor que me observó con tanta calidez  y me dedico una sonrisa .

—Despertaste. ¿Como te sientes cariño?.— Su voz calmada logro transmitirme confianza.

—Siento lo del cuadro.—No actuaría cual demente, si estaba aquí, entonces significa que podrían estar los chicos también.— ¿Me puede decir en donde estoy?.

—Oh, no te preocupes —Lo tomó del suelo y lo devolvió a su sitio.—El señor Max suele dejar esto hecho un desastre.

Max...

Su nombre casi me hace tambalear, a fin de cuentas tuvo razón al advertirme y no le hice caso.

—Debo irme. Muchas gracias, pero debo buscar a mis amigos.¿Usted sabe algo de ellos?— pensé entonces que sii me iba, no tendría puta idea de dónde comenzar a buscar.—¿en donde está Max? Necesito hablar con él.

Me dirigí con la señora que ya sabía se llama Mabel a la cocina en donde me dió algunas pastillas para el dolor, tenía casi tres días inconsciente, hablamos por un largo tiempo en donde me contó casi todo lo que sabía sobre los Miller, lo que me tenía la cabeza llena de preguntas sin respuestas.

En este momento, luego de escuchar todo había algo seguro.

Todas las personas mienten, unos por necesidad, otros por diversión, algunos en gran medida, otros solamente mentiras piadosas, pero todos los seres humanos somos mentirosos por naturaleza.

Las pastillas estaban haciendo efecto en calmar el dolor de mis costillas y pierna, caminé cojeando por el pasillo hasta llegar a la puerta que me indicó Mab, puerta en donde al fin obtendría todas las respuestas.

Estaba abierta, entre cuidadosamente y no se percató de mi presencia porque seguía concentrado haciendo yoga.

Todos los músculos de su espalda estaban a la vista ya que se encontraba sin camisa, no sabía que llevaba tatuajes hasta ese momento, toda su espalda estaba tatuada y uno de sus brazos, incluso pude ver que tenía algunos golpes y moretones.

Me encontré embelesada observándolo, se veía en paz y sereno.
Como si  el Max que conocí y este eran dos personas distintas.

Creo que en cierto punto la mayoría de las personas nos muestran solo lo que quieren que veamos, pero con Max siempre me sorprendía, verlo así, sin máscaras era algo sorprendente.

Repetí mentalmente las palabras de Mabel y comencé a recordar las veces que me decía indirectas, cada oportunidad que parecía querer protegerme, pero no tenía sentido que lo hiciera.

—¿Me puedo mover o aún no terminas de admirarme?—Su voz me trajo de vuelta a la realidad.

No había notado el enorme espejo frente a él y me sentí tonta.

—Quiero toda la verdad
—ignoré su comentario, no estaba par juegos.—Ahora mismo.—Agregué al ver como se acercaba a mi peligrosamente.

Tocó mi mejilla poco a poco con sus dedos fríos y me estremecí al sentir como marcaba una línea con sus dedos hasta llegar a mi clavícula.

—Me alegra tanto saber que estas bien, eres tan terca muñeca.—Exhaló como si el solo pensamiento de que no despertara le doliera.

—Gracias, pero, no entiendo. —¿como es todo posible, entonces Sarah y yo..?

Mabel me había comentado que Sarah era mi hermana, pero eso era algo que no creía, incluso me mostró fotografías de mi padre en donde se veía con la pequeña rubia y la familia de Max.

—Son hermanastras, tú eres Danna Giesler.—Suspiró y me indicó que me sentara a su lado.—Al morir tu padre, o mejor dicho, cuando lo asesinaron junto a los míos, prometí a Sarah que te encontraría y te protegería. Los enemigos de nuestras familias querían muertos a los herederos, siempre han estado involucrados en la mafia y ustedes al ser mujeres eran el blanco fácil.

-Sky fue enviado a Londres con los padres de Isaac, mis tíos. Por mi parte y no me siento orgulloso, caí en malos pasos en busca de una venganza, no quería involucrar a Sarah, por eso me fui, me vi enredado con gente mala, me enseñaron todo lo que sé, cuando regresé me uní a Jared, estaban reclutando chicas para sus prostíbulos cuando te ví y te reconocí por las fotos que ya tenía de ti.

Fue coincidencia el que Jared al inicio te quisiera en su prostíbulo, las mismas calles, todos los días a la misma hora, eso para un criminal es como quitarle el dulce a un niño.

Sarah ya estaba trabajando en la organización, no pregunté nunca cómo llegó allí, pero el día que pensaban llevarte lo supe porque ella me avisó.

—Casi me violas ..—recordé entonces con amargura.

—Hice lo que debía hacer, solo actúe— se levantó exasperado.—Unicamente hacía tiempo para que Sarah llegará, todo fue planeado por ella, para protegerte.

—Es muy difícil de creer, estoy muy confundida justo ahora.

—Nunca te mentiría Danna, yo no.—Dijo eso último casi tan bajo como un murmullo.—No podría dañarte, lo que siento por ti no me lo permitiría.

—¿Y que es lo que sientes? Ilumíname, porque justo ahora yo no sé qué diablos es lo que siento.—Me reí irónicamente.

Sonrió tristemente y se acercó.

—Eres la única persona capaz de calmar y al mismo tiempo despertar todos mis demonios.—Tocó mi mejilla y tomó mi mano llevándola a su pecho.— Porque incluso ellos, en medio de su infierno, se enamoraron perdidamente de ti.

Alejé mi mano y el me contempló con dolor—Soy la novia de Skyler, de tu hermano.

—De no ser por mi, ni siquiera se conocerían.—Alzó por primera vez la voz.—¿De que me estás hablando?.

—Preguntale, ambos sabemos que diga lo que diga siempre lo vas a elegir a él.

—Yo lo quiero, no es cuestión de elección Max.—Me tomó por los hombros mirándome fijamente a los ojos.—Dime mirándome a los ojos que no sientes absolutamente nada por mí, que cuando me besaste no sentiste lo mismo que yo, entonces, solo así te dejaré ir.

No pude responder, mi cabeza estaba hecha un desastre, me estaba sintiendo la peor basura del mundo, pero, que arroje la primera piedra quien en su vida no se haya sentido confundido entre dos personas.

Al ver que no dije nada, continuó.

—Debía viajar y no podía cuidarlas,  Sky siempre fue un niño mimado —recordo algo con tristeza y río irónicamente—Quería que le diera una moto nueva y la cabaña de nuestros padres, eso es lo que para él valía tu seguridad.

—Eso no es cierto, yo lo conocí en el bar...—Recordé esa noche.

—¡Tenía que cuidarte, estaba allí porque se lo pedí, y si no se hubiese metido al banco a follar con quién sabe quién, se habrían dado cuenta que los estaban vigilando, pero siempre se sale con la suya!—Entonces recordé también que esa noche no me quitaba la mirada de encima así como también la forma en que lo conocí, dentro del baño.

—Se enamoró de ti, realmente lo hizo, aún sabiendo que tú eras todo para mí,   pero como siempre, elegí su felicidad antes que la mía, porque lo amo, es un completo imbécil, que te romperá el corazón, pero es mi hermano.—Dijo con todo el dolor del mundo, tanto que incluso a mí me dolió, porque era real, yo también haría lo mismo por Sarah.

—¿Por qué ocultas todo lo bueno que hay en ti bajo esa falsa máscara de crueldad?—Pregunté lo que tanto quería saber.

—Porque cuando las personas te creen bueno, esperan solo cosas buenas de ti y yo no estoy para complacer a los demás.

—Solo logras que te odien o te tengan miedo. ¿Eso te hace feliz?.

Sonrió.—En este mundo hay dos cosas con las que se puede controlar a las personas, amor y miedo.—Enumero con sus dedos.—Pero el miedo a veces logra más resultados que el amor.

Eso no es del todo cierto, quise decir, sin embargo callé.

—Escucha esto bien porque quizás sea la única vez que lo hagas.—Te amo, se que siempre lo elegirás a él, pero recuérdalo cuando esté en el altar y te rompa el corazón.

—¿Cuántas veces puede romperse el mismo corazón?

Casi sale del gimnasio cuando lo detuve.

—¿En donde están?—Necesitaba saber de las chicas.—Max giró y respiró hondo antes de hablar.

—Isaac, Olivia y Natasha se encuentran en el hospital, Isaac no ha despertado.

—¿Y los demás?—Trague saliva ante la tensión.—¿En donde están Sarah, Jake, tu hermano?—No hubo respuesta inmediata, solo una mueca de dolor.

—Oh, Santo Dios....

—Lo siento tanto mueca, creí que Mab te lo había dicho, Skyler está con su prometida, lo está cuidando, Jake fue el único ileso, pero Sarah, Aidan y el bebé no corrieron con suerte, se hizo todo lo posible, pero la explosión fue muy grande.

Y cuando crees que todo está mal y no puede salir peor, entonces la vida se ríe en tu cara y sucede, todo se va al demonio.

—No es justo, era mi hermana, dime por qué no la sacaste, ella estaba embarazada.—lloré y lo abofetee —¿Por qué a mí?— enormes lágrimas rodaban por mi piel.—Tenías que sacarla a ella, no a mí.—golpee su pecho y me apretó fuerte en sus brazos.—Te odio Maximiliano,

—¡Mab, trae un calmante por favor!—gritó

—Calmante mis huevos, acabo de perder a mi única familia, no me pidas que me calme.—me solté bruscamente cuando la puerta fue azotada por Skyler.

—¿Que diablos le hiciste?—Si las miradas mataran ya Max estaría tres metros bajo tierra. Intento acercarse a mi.

—Decirle la verdad—Hablo Max.—Tenía que saberlo de una vez por todas.—y en ese momento Skyler detuvo su paso.

No sentía, solo actuaba, era un simple robot, vacío, así se sentía justo ahora mi corazón.

—Pensaba decírtelo bonita, ven conmigo y hablemos — Extendió su mano y asentí. Caminé hacia él pero no tomé su mano, lo que hice fue darle un puñetazo en la mejilla con todas mis fuerzas, tanto que casi se cae al suelo.

Ahora tenía otra parte del cuerpo adolorida, aparte de mi corazón roto.

—¿Cuando? —inquirí.— ¿El día de tu boda o en el bautizo de tu primer hijo, quizás cuando me quedara en casa esperándote como "la otra"?—Reí amargamente.

—Tú eres el amor de mi vida, lo arruiné al no decirte todo desde el inicio, lo sé, pero puedo arreglarlo.

—¿Cómo?—cerré los ojos pensando en mi sobrino.—¿Los traerás de vuelta?.

Silencio

—Sabes, si tan solo hubieses dicho la verdad, probablemente mi hermana y sobrino estarían vivos, pero no lo hiciste, tenías muchas oportunidades para hacerlo y elegiste mantener una mentira.

—Perdóname bonita.—Sentí su desesperación, esa misma que sentí yo al pensar que lo perdía en la iglesia.

—Conmigo te jodiste, yo no soy la segunda opción de nadie.—Aseguré con firmeza.—Tú no eres el príncipe azul de mi historia y yo no soy la princesa tonta que perdonará todas tus cagadas.

Había perdido todo.

Mi familia.

El amor.

Todo lo que creí real, se derrumbó frente a mí cual castillo de naipes.

Siempre me cuestioné si ese dolor del que tanto hablaban al romperse tu corazón era real o simplemente una metáfora.

Cuando descubrí la traición de Alex me convencí que así era, pero estuve tan equivocada todo este tiempo.

Sentí como se rompía lenta y dolorosamente, por mi hermana, que aunque nunca supe sus motivos, quiero creer que todo lo hizo para protegerme.

Por Alec, porque así se llamaría mi sobrino, ese pequeño angelito que nos quedó tan grande, no merecíamos nada de esto, él no lo merecía.

Por Aidan, quien únicamente nos tenía a nosotros, por eso entró a la organización, para no sentirse solo. Cuando tenía un futuro tan prometedor fuera de este mundo de maldad.

Se rompió por James, por cada momento, besos, caricias, por cada mentira que de haber sido dicha a tiempo; podrían evitarse muchas tragedias.

Se rompió por mí, porque cada vez que quiero ser mejor persona, cuando intento ser buena, algo malo pasa y entonces saca lo peor de mí.

El dolor en mi cabeza de repente era más punzante, mi respiración se hizo agitada, pero no me detuve, salí corriendo, ignorando el dolor, mis pies descalzos chocaban contra la grava, heridos, ni siquiera eso me detuvo, solo quería correr, huír, quizás llegar a la autopista y que algún camión acabará con mi vida, o eso era lo que creía que quería hasta que a lo lejos vi las luces de un vehículo negro que venía en mi dirección y entonces tomé una decisión.

Lo último que escuché fueron los gritos de Max pidiendo que me detuviera en el pórtico de la mansión Miller, eso antes de reaccionar y extender mis brazos frente a mí intentando protegerme de un posible golpe inminente....

✓inserte aquí sus opiniones
✓¿se esperaban todo esto?
✓¿No creían lo que decía mi biografía? Pues creo que deberían leerla de nuevo jajajajaja
Los amo muchísimo, no tienen ni idea de cuánto, ya somos más de 40k y cada día son más. ♥️

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