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Últimos capítulos
N/A: (Cómo ya saben, esta historia está participando en los BlueberryAwards y hemos pasado a la segunda fase, en la cual debemos cumplir un reto y en este "el escritor de la historia, o sea YO, debo aparecer en una escena del libro".
Lo sé, yo también estoy alucinando, así que cuando vean estos tres puntitos ●●● es donde comienza mi reto)
Ahora si los dejo leer. ♥
**DANNA**
La tarde que se llevaron a Jared fue un caos total, de no ser por la intervención de Ancelotti y sus hombres posiblemente estaríamos muertos.
Al parecer había recibido una llamada anónima y estaba enterado de los planes en nuestra contra, pero no logro comunicarse a tiempo para advertirnos de lo que se acercaba.
El buscar a Megan resultó ser más complicado de lo que pensabamos, usamos todos nuestros contactos y nadie supo darnos respuestas sobre su paradero.
Stefano se estaba volviendo loco de la desesperación, entendía por su actitud, que la pelinegra se había convertido en alguien muy importante en su vida.
Y aunque nos traicionó, todos nos encontrábamos haciendo nuestro mejor esfuerzo para tener respuestas sobre su paradero.
Pero lastimosamente nuestros esfuerzos fueron en vano.
El cuerpo desnudo de Megan fue encontrado con múltiples heridas de armas blancas, signos evidentes de tortura y una violenta violación, rastro de diferentes tipos de ADN se encontraron en su vagina y su recto estaba completamente desgarrado.
No se merecía esto, ninguna mujer merece sufrir de ese modo, aunque sus actos no fueron los correctos y en algunas oportunidades desee su muerte, no lo quería en realidad.
Ella para mi fue siempre una hermana y me duele en el corazón no habérselo hecho saber en los últimos días.
—¿Stefano lo sabe? —Cuestionó Isaac.
—Es el jefe, lo sabe todo, lleva desde que se entero en su apartamento no le abre la puerta a nadie y no quiere abrir.
Me dolía que Stefano se alejara, poco a poco el chico dulce que conocí estaba quedando en el pasado, dando paso a un ser frío y despiadado.
—Yo puedo ir.—Esta vez la voz de Skyler se lleva mi atención.
—¿Qué? Simplemente creo que entre hombres nos podemos entender mejor, intentaré hablar con él. —Isaac le dio la razón.
—¿De verdad harías eso? Yo entiendo que no lo soportas no es necesario.—Tome sus manos entre las mías mientras observaba sus ojos grises.
—Para nada, no me cae bien pero ya no lo detesto como antes, creo que estamos aprendiendo a tolerarnos.—sonrió tiernamente y beso mi frente.
—Esta bien hazlo.
*2 Meses después*
—Estas hermosa—Skyler besa mi mano mientras me ayuda a bajar del auto.
Llevo un traje completamente rojo ajustado al cuerpo, en donde se marcan cada una de mis curvas, esto sumado a una máscara negra, soy sin duda un demonio sexy.
Natasha lleva un vestido corto blanco también ajustado al cuerpo, con alas un una máscara plateada que tapa la mitad de su rostro.
Skyler e Isaac van disfrazados de vampiros o eso es lo que intentan.
—Damon y Stefan—Dice Nat mientra sonríe pícaramente a su prometido.
—¿Quienes son esos? Yo hasta una crema escarchada me coloqué pensando que me iba a parecer al vampiro vegetariano.—Isaac habla con falsa indignación.
—Se llama Edward Cullen y creeme cuando te digo que Damon es más sexy.—Nat se acerca mientras le arregla un poco el cuello del traje.
—¿Tambien brilla?—acorta la distancia y le roba un beso corto en los labios.
—¡Parecen unos niñitos, callense de una puta vez!—ordena Sky a lo que comienzo a reír.
Definitivamente Nat e Isaac son tal para cual.
Llevamos dos meses tratando de localizar a Jared sin éxito, pero al parecer se lo ha tragado la tierra y escupió sus restos en otra galaxia.
Se nos anunció que se celebraría una importante fiesta en las afueras de la ciudad, en Redville un pueblo bastante alejado pero, en donde se mueven muchas de las organizaciones delictivas más grandes del país, motivos por los cuales abunda la sospecha de que el antes mencionado pueda aparecer por acá.
Toda esta información nos la brindó la gente de Stefano, quien se ha ido hace un mes de la ciudad, al parecer se ha convertido en un auténtico hijo de puta luego de lo sucedido y aunque parezca irreal, con el único que mantiene contacto es con Sky.
James ahora es su mano derecha en la cuidad y lo ayuda con todos los negocios de lavado de dinero y manteniendo en pie los locales que sirven como fachada para su dinero sucio.
No es que me agrade mucho la idea, menos ahora que pasa más tiempo ocupado y últimente casi no estamos juntos. Lo que me tiene con los nervios de punta.
Luego de media hora nos encontramos en la pista de baile, mientras Nat e Isaac están en el área vip, se dificulta reconocer a los invitados, ahora entiendo que la máscara es solo un arma de doble filo.
Bien pensado
—Baila conmigo—Pide sky llevándome al centro de la pista mientras suena Somebody else de The 1975.
Llevo mis manos a su cuello y nos movemos al compás siguiendo el ritmo lento.
—Te prometo que cuando todo esto pase, nos iremos muy lejos.
—¿Por qué irnos?—cuestione mirando sus ojos—Aquí están las chicas, cuando atrapemos a Jared, las cosas estarán bien. —Sonreí y el volteo a otra parte.
—Danna hay cosas que no siempre salen como planeamos, pero siempre se puede buscar una solución.—Note como desde la lejanía un sujeto nos observaba en su elegante traje gris. Destacaba porque todos iban disfrazados menos él, claro que llevaba unicamente la máscara.
—No entiendo nada —Me reí volviendo a mi conversación con Sky —No te va lo filósofo James, di un golpecito en su pecho.
—Olvídalo bonita.—Coloco su mano en el auricular que llevaba y paro el baile.
Su cara cambió cuando al parecer le dijeron algo.
—Están aquí —Hablo dirigiéndose a mi.
—Voy contigo. —Me apresuré a indicar.
—Busca a Natasha, Isaac la dejo sola cerca de la tarima y ambos sabemos que es capaz de cualquier tontería.
Salio apresurado sin darme chance a responder y yo comencé a caminar hasta donde se encontraba la tarima con los músicos que se presentarian mas tarde, alistando algunos instrumentos. Obviamente no quedaría fuera de la acción así que mi plan era encontrar a Natasha e ir a patear el trasero de Jared.
Siento que alguien me jala por el brazo antes de que pueda continuar con mi camino y de forma posesiva me toma por la cintura quiero alejarme hasta que lo escucho y puedo reconocerlo.
—Sí hay algo que siempre me ha gustado de ti, es que no le temes a nada. Eres muy valiente Danna, pero puedes terminar tres metros bajo tierra, o peor aún, como Megan si no aprendes a controlar tus impulsos.—Habló con un tono que si bien era lo bastante bajo, me causó un leve escalofrío por la cercanía de sus labios en mi piel.
Justo en ese momento escucho el ritmo de Fire on fire - Sam Smith en los altavoces.
—Ni siquiera la nombres, no tienes derecho. Son unas basuras no entiendo como fueron capaces de algo como eso—La furia que tenía contenida estaba a punto de salir e intente inútilmente alejarme de Max.
—Shh calla.—Me apretó más cerca de él.—Yo no tengo nada que ver con eso, sigue bailando.
—Pero tampoco lo evitaste.—Solté bajito con dolor al recordar todo lo que sufrió Meg.
—No pude hacer nada, lo siento.
Aunque su voz sonaba sincera, mi mente seguía negándose a creer en sus palabras, porque siempre cuando comienzo a confiar en alguien termina por joderme.
Seguimos bailando al ritmo de la canción muy cerca el uno del otro y por un instante olvidé que estábamos en medio de tantas personas.
I don't say a word
But still, you take my breath and steal the things I know
There you go, saving me from out of the cold
Fire on fire would normally kill us
With this much desire, together, we're winners
They say that we're out of control and some say we're sinners
But don't let them ruin our beautiful rhythms.
Sus dedos fríos siguieron un camino desde mi cuello hasta mi clavícula y allí me besó.
Estaba bailando con el demonio que tan sólo con un beso supo como elevarme directamente al cielo.
—Ya basta de querer confundirme, estoy cansada de que juegues con mi mente, un día eres el villano y al otro intentas ser el héroe ¿A que demonios juegas?—Esta conversación me estaba enfureciendo.
Lo dejé solo en la pista de baile y salí de ese lugar hacia el exterior, la noche estaba helada, pero necesitaba alejarme de él, por todo, por el beso, por lo extraño que me hacía sentir, porque era imposible.
Caminé por el puente de rocas que comunicaba el castillo con las caballerizas ya con mi respiración algo agitada hasta que una mano me detuvo jalando mi brazo.
Maximiliano se había quitado la máscara y se revolvió el cabello nervioso.
—Lo diré una sola vez, así que realmente necesito que lo entiendas.—Se acercó y soltando el aire que tenía acumulada en los pulmones dijo:—Aunque él diga que te ama con el corazón, yo sería capaz de quemar esta ciudad si tu me lo pides, solo por verte feliz.
¿Esto acaso era una especie de confesión?
No pude procesar la magnitud de tales palabras, era algo imposible, porque mi odio hacia él seguía allí.
—Deja de decir tonterías, ni en mil años cambiaría lo que tengo con Sky por ti, además es tu hermano.—Mis palabras al parecer le afectaron ya que note un deje de amargura en sus facciones.—¿Te das cuenta de lo enfermo y egoísta que suena eso?
—Admite que no te soy indiferente, no me odias tanto como crees, lo repites porque quieres engañarte a ti misma.—Me quedé en silencio asimilando su altivez, no se de donde saca semejante desfachatez—Si me odiaras tanto ya me hubieses asesinado o intentando algo en mi contra, has tenido todas las oportunidades del mundo para hacerlo y aquí sigo.
Tenía un punto, realmente tuve muchas oportunidades para lastimarlo, pero por algún motivo hasta el momento seguía respirando.
—Eres la única persona capaz de darme las respuestas que necesito.—Trate de sonar segura de mis palabras.—Por eso sigues respirando.
—Todo en esta vida tiene un precio y lo que quieres saber no es la excepción.—Frunció las cejas y saco las manos de sus bolsillos adoptando una pose autoritaria.
—No pienso acostarme contigo si eso insinuas.
—¿Tú crees que yo solo me quiero acostar contigo?—Soltó una risa y negó con la cabeza.—Vaya.
—¿No?
Las palabras salieron de mi boca sin pensar, definitivamente el alcohol me había jodido el cerebro.
—¿Acaso tu si lo deseas?—Podía notar el cinísmo de sus palabras.
—Estas mal de la cabeza, nunca podría desear a alguien como tu.—Lo mire de arriba abajo despectivamente y él se acercó peligrosamente a mí como si se tratara de caperucita y el lobo feroz.
Y esta vez yo era caperucita.
—Tu cuerpo me dice lo contrario Preciosa.—Trague saliva.
—No se de que hablas, si no te he asesinado es porque tienes información valiosa pero eso no significa que no pueda romperte los huesos hasta dejarte cuadripléjico.
—¿Me usas?—Llevo las manos al pecho a la altura del corazón. —Eso realmente dolió.
—¿Acaso en esta vida no hemos sido egoístas todos alguna vez—pregunté—Ya sabes para nuestro propio beneficio.
Lo pensó por un momento y me observó de nuevo esta vez un brillo de malicia en sus ojos claros mientras relamía su labio inferior.
Por supuesto, y como yo estoy acostumbrado a ser un jodido egoista— Sonrió abiertamente y me tomó de la barbilla alzando mi rostro, se acercó tanto que nuestras respiraciones se mezclaban, era un aroma a menta con chocolate.—Haré honor a mi reputación.
Y me besó, esta vez de verdad y con ganas, sentí toda las ganas acumuladas, como si esto era lo que deseaba hace mucho; sus labios se unieron a los míos y quede estática, ante su osadía, culpé al alcohol por no poder moverme.
Increíblemente su beso no estaba cargado de morbo, pero si de deseo y un deje de dolor, estaba consciente de que estaba haciendo mal, sin embargo eso no lo detuvo.
Los primeros segundos después de reaccionar, lo empuje con toda mi fuerza, o eso quería creer. Pero era como batallar contra una pared de concreto el infeliz poseía un abdomen tan tonificado que parecía una piedra.
Deje de luchar y perdí la razón, correspondi aquel beso cargado de traición y malicia, seguramente me arrepentiria de esto, pero por ahora sólo lo estaba disfrutando, Máx al notar como correspondía adentro su lengua en mi cavidad y acarició la mía.
Puedo decir que sentí como algo se encendía en mi justo en el momento que nuestras lenguas se tocaron.
Sus manos que apretaban mi cintura subieron hasta la piel desnuda de mi espalda y un escalofrío que nunca antes había sentido durante un beso, me hizo temblar las piernas.
Me aparte abruptamente pues, esto no era correcto, después de todo Max seguía siendo mi enemigo y aparte de eso el hermano de Skyler.
Vaya zorra que soy.
Salí corriendo y lo deje allí plantado, esperaba se fuera rápido antes de que notarán mi ausencia.
●●●
—Maldita seas, estúpida.—Reproché a la nada soltando mi frustración, arrojandole patadas al arbusto más cercano.
—Estúpida si soy la mayor parte del tiempo, pero creo que tu más por pelearte con un árbol.—Gire mi rostro hacia la chica de cabello largo y castaño que se encontraba sentada en el banco mirándome divertida.
—¿Tú quien eres?.—Me puse alerta, no llevaba máscara como todos los demás, y aunque estaba sonriendo, parecía afligida, como queriendo huir de algo.
—Me llamo… Roxana o bueno me puedes decir, Rox si quieres o Roxanne como la canción, la verdad es que me da igual.—Hablo tan rápido y con entusiasmo que casi no logré entenderla.
—Ok, Roxana...¿Qué hacés aquí sola con tanto frio?
La verdad es que el frío era increíble, no se como las personas que viven aquí lo soportan.
—Eres muy preguntona, pelee con el toxico de mi novio, ya sabes, por desgracia no estoy tan bien acompañada como tú.—Hizo un movimiento arriba y abajo con sus cejas.
—Eso que viste no es lo que piensas.—Me apresuré a explicar.
—Lo mismo decía mi ex. —Respondió y comenzamos a reír.
—Ok esta bien dime ¿Qué pienso?. solo vi un tipo jodidamente sexy comiendole la boca a una pelirroja que está aún más sexy.—Me observó descaradamente de arriba abajo y me sonrojé.—La verdad es que aún no decido si quiero ser tú para coger con semejante hombre o ser él para coger contigo.
Hablo con tanta naturalidad que solté un grito ahogado, la chica comenzó a reír, su sonrisa era contagiosa así que le seguí la corriente.
Me senté a su lado y me ofreció un poco del cigarrillo que estaba fumando, desvíe mi rostro para seguir su mirada elevada al cielo.
—Es maravilloso, me gusta observar la luna, digo; aunque esta rodeada de estrellas siempre está sola, pero nunca deja de brillar.
—¿Es posible que te gusten dos personas al mismo tiempo?—Pregunté de repente.
A veces es más fácil contarle tus secretos, dudas a personas desconocidas o ajenas a tu entorno, porque estas no te juzgan y no te responden lo que tú quieres oír simplemente para quedar bien contigo.
La castaña chasqueó la lengua.—Mal tema de conversación niña, soy mala para esto de los triángulos amorosos.—Movía las manos explicandome—Siempre elijo al tóxico.
Me reí fuerte, no me estaba ayudando para nada.
—Pero te diré algo, si es posible. Puedes sentir atraccion física por dos y más personas. No tengas miedo a sentir, eso significa que eres humana. La cuestión está en saber elegir y claramente evaluar las consecuencias de tus elecciones.—No le calculaba más de veinte años, pero hablaba como si fuese mayor.—Y si te sirve de consejo, nunca te quedes al lado de alguien que no te hace feliz, no cambies por nadie, quien te ama no te pedirá que lo hagas porque te amará con virtudes y defectos.
—Pero, yo sé lo que quiero, solo estoy confundida.
Sonrió y alzó una ceja.
—Si supieras lo que quieres no tendrías razones para estar confundida.
—Quiero a Skyler.—respondí sin dudar
—Pues regalame al otro.—Sonrió de nuevo y me palmeo el hombro.
—Me tengo que ir.—Avisé cuando mi teléfono comenzó a sonar, me levante rápido y me despedí de la chica con la mano.
—Oye...—Gritó cuando me alejaba.—Siempre puedes comparar sus tamaños…. Ya sabes, o también puedes cambiar de opinión y buscarme.
—Estas loca—Dije entre risas.
—Gracias, siempre me lo dicen —Levanto una copa y me recordó muchísimo a Natasha.
Y me alejé de allí con una sonrisa en mis labios y con la mente más clara.
●●●
**MAX**
Sentir sus labios, su cuerpo y sus reacciones ante mí, fue lo más glorioso y tortuoso del jodido universo.
En sus ojos pude ver el infierno que acababa de desatar con tan sólo un beso y puedo decir, que por ella sería capaz de arder con placer.
Danna estaba siendo para mí lo que la sangre para un vampiro, aún siendo consciente que besarla seria mi perdición, cedía ante mis deseos.
Porque así lo había deseado más de una vez, ya no tenía por que mentirle.
James venía directamente hacia mi y podía notar su furia, yo por mi parte no pensaba borrar mi sonrisa, esa que causó la pequeña demonia que nos tiene atrapados.
—¿A que juegas? Fuiste tu quien avisó que Jared estaba aquí, pero ambos sabemos que es mentira.—Se ubicó frente a mi con brazos cruzados.
—Que inteligente eres ¿Quieres que te ponga una estrellita en la frente? —Hable sin borrar mi sonrisa en ningún momento.
—No sé que quieres, pero aléjate de Danna, te lo advierto.
Se iba a alejar cuando lo tome por el brazo y lo gire para que su rostro quedará frente a mi.
—No, tú termina toda esta farsa de una vez y es mejor que le cuentes la verdad, ellas no tienen la culpa de tus malas decisiones
—Las cosas cambiaron, yo la amo y no pienso perderla.—Dijo mientras se alejaba de mi.
Mi respiración estaba acelerada y lleve las manos al nudo de la corbata deshaciendolo. Entonces un recuerdo de hace más de dos años llegó.
—¿Qué crees que haces ?—Dijo la rubia que venía tras de mi en el callejón.
—No tenía otra opción Sarita si no actuaba iban a sospechar —Hable con un hilo de voz, estaba agotado de tanto correr.
—¿Pero intentar abusar de ella?—Esta vez me golpeó con fuerza, había crecido tanto ya no era la pequeña niña tierna con la que crecí.
—Yo no sería capaz y lo sabes, estaba dando tiempo de que llegarás, por algo te avisé.—Sí que había dolido, sentía la mejilla arder.
—¿Quién te encargó esto? ¿En que momento dejaste de ser el chico que siempre me cuido para convertirte en esto?—Hablo con dolor mientras tomaba mi rostro entre sus manos.—Máx estas a tiempo, no te conviertas en un asesino, tus padres y mi padre no querrían verte así.
—Me ofrecieron trabajo pequeña fastidiosa, me iré del país y volveré para protegerlas, ahora te toca cuidar de tu hermana. No la dejes sola, ha sufrido mucho.
En ese momento se escuchó un disparo y supe que era momento de despedirme.
—Vete Maxi, te quiero.—Aquella niña con la que crecí ya no estaba, ahora era una hermosa mujer.
—Y yo a ti mocosa.
El recuerdo de aquel momento me hizo estremecer, decidí que era momento de decirle toda la verdad, haría lo que sea por mi hermano, y como muestra de ello, me rompí el corazón más de una vez, tratando de no romper el suyo.
Pero al mismo tiempo dañando a la única persona que ambos amamos con locura.
Danna.
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