* * NATASHA * *

Ruedo los ojos y me levanto del suelo, colocándome mis bragas. Isaac sigue desnudo y nuestro invitado especial se mantiene perturbadoramente tranquilo sentado en un sillón.

-¿Que haces aquí, como me encontraste?-Pregunta mi novio directamente al viejo decrépito.

Yo lo observo detenidamente, por sus palabras puedo deducir que se conocen.

-¿A ti?.- Suelta una tétrica carcajada y por una extraña razón me observa.- Vengo por esta pequeña puta asesina.

Asesina si, pero puta no.

-No lo conozco- ruedo los ojos y me cruzo de brazos.

Se levanta y su semblante  cambia por completo, puedo notar el odio con el que observa.

-A mi no, pero a mi hija claro que si.- Me lanza una sonora bofetada y puedo sentir las marcas de sus dedos en mi piel.

Isaac intenta irse encima del tipo,  los demás lo inmovilizan y comienzan a golpearlo salvajemente con puños y patadas.

Malditos

Me remuevo inutilmente tratando de zafarme de la silla.

-¡Que mierda te pasa viejo impotente, no se de que hablas!. -La parte sádica de mi ya está imaginando como asesinarlo a cada uno por tocar a Isaac.

-Ashley Brooks ¿Te suena?.- Me jala del cabello tan fuerte que siento como se desprenden algunas hebras.- Era mi hija y tú la mataste.

Oh vaya, ahora si que entiendo.

Ahora es mi turno de reír como una demente muy a pesar de la patética situación en la que me encuentro.

-Y no sabes como lloró muerta de miedo, disfrute cada segundo torturandola.- Termino con una sonrisa orgullosa y una ceja alzada lo que hace estallar la furia del infeliz.

Permiteme hacerme cargo.- La voz en mi cabeza me pide.

Pero no puedo perder el control, no delante de Isaac.

Tomo mi cabeza con ambas manos y cierrro los ojos fuertemente tratando de ignorar las voces que me perturban,  cuando los abro Isaac me mira como si estuviera loca y es lo último que vislumbro antes de sentir un fuerte golpe en mi cabeza.

**DANNA**

Camino de un lado a otro mientras marco por milésima vez el número de Natasha, el cual entra directamente al buzón.

-¿Que sudece princippesa?-Pregunta Stefano entrando a la cocina y tomando una taza de café.

-Nat, no contesta desde anoche y estoy comenzando a preocuparme.

-Quizás está con algún novio.- Dice subiendo y bajando las cejas.

-Ella no suele hacer esto solo cuan...

Me detengo analizando mis opciones, si James estuvo en el club existe la posibilidad que su primo también y seguro se haya encontrado con ella.

Esos conejos folladores, no pueden estar separados por mucho tiempo.

Suspiro y Stefano me toma por la barbilla.

-¿Cuando que..?

-Olvídalo, ya tengo una pequeña idea de que sucedió aqui.- Sonrio y a pesar de que es una posibilidad no regresa la calma.

-De igual forma si llega, te llamo.

-Te lo agradezco.- Le doy un beso en la mejilla y tomo mis cosas para ir al infierno que osan llamar universidad.

Las dos primeras clases se me hacen eternas y no logro enfocarme así que decido tomarme el resto del día.

Voy de camino al comedor con la intención de tomarme un café cargado, hasta que me interrumpen tomandome de un brazo.

-Hola.

Solo una frase y allí está ese ecalofrío involuntario en mi piel.

-Ya te dije que no tenemos nada que hablar, ahora si me disculpas...

-No vengo por eso, quería saber si Natasha llegó a domir anoche.- Eso capta mi atención y lo miro frunciendo en ceño.

-No me digas que Isaac no durmió en casa... mierda.- murmuro cerrando los ojos.

Esto no anuncia nada bueno.

-Ni siquiera contesta las llamadas.- Pasa sus manos por la cabeza.

-Bueno, quizás la reconciliación estuvo muy buena y están pasandola en grande mientras nosotros estamos pensando tonterías.

Me obligo a creer en mis palabras.

-Tú y yo pdriamos...

-Callate, si no tienes nada mas que decir me voy.- Resoplo dispuesta a irme.

-Hagamos algo.-Observa su reloj.- Si al medio día no han dado señales entonces vamos a buscarlos hasta debajo de las piedras.

-Ok, esta bien.- Falta una hora,puedo esperar un poco más.

Sigo camino a los baños y cuando entro me consigo con la cereza del pastel.

Esto es lo que me faltaba.

Olivia está retocando su maquillaje de travesti de esquina barata y al darse cuenta de mi presencia esboza una enorme sonrisa.

-¿Que tal la solteria?- Se rie.- Oh, pero mírate, no te sienta nada bien cariño.

La ignoro, no quiero armar un espectáculo en plena universidad y mi cabeza solo esta concentrada en Natasha.

-Si tu no estas dispuesta a luchar por James, ten por seguro que yo si lo haré.- Suelta de la nada observandome ahora seria.

Capta mi atención y solo puedo negar con la cabeza  antes de dar dos pasos en su dirección.

-Esa es la diferencia entre tu y yo.- Señalo el espacio entre ambas con mis dedos.-No seas ilusa, yo no peleo por algo que ya es mío.

Tensa la mandíbula y cierra los puños a sus costados.

Di en el blanco

-Tú no lo amas.- Gruñe

-Puede que tengas razón, quizás no lo ame, pero el a mi si.- Me encojo de hombros.

Termino de acortar el poco espacio entre ambas y con mi dedo índice le doy un toque en la frente.

-¿Podrás tu lidiar con eso?.- Sonrio como toda una perra y ella se aparta.

-Eres una egoísta y una completa estúpida

-¿Estupida? Mira quien habla, la que se arrastra por un hombre que solo la utiliza para olvidarse de mi, e incluso eso lo dudo.

》Te aseguro que cada vez que lo hacen  yo soy la dueña de cada pensamiento que pasa por su cabeza y de cada gemido de placer que sale de su boca. Porque antes de mi, pudieron existir muchas pero después de mi te aseguro que ninguna.

Su rostro se descompone ante mis palabras y la verdad es que aunque me mata el saber que estan juntos, es lo mejor.

Lo de nosotros se acabó por nucho que eso me duela.

-¿Qué me asegura que no irás a buscarlo?

¿Está mujer  acaso no conoce la palabra dignidad?

-¿De que hablas ? La lealtad es algo que me caracteriza, por mi parte puedes estar tranquila. Pero por su parte lo dudo.

-Yo me encargaré de eso. No recordara ni tu nombre.

Ay querida que equivocada estas.

Me rio y ahora si lo hago con ganas porque  a esta pequeña idiota al aprecer se le descompuso el cerebro de tanto peróxido.

-Pues haces muy mal tu trabajo cariño.- Digo y le guiño un ojo.

No estoy dispuesta a seguir malgastando mi saliva con esa, me ha puesto de los nervios y ha terminado de cagar mi día por lo que salgo de muy mal humor del baño.

Luego de una hora eterna, pongo al tanto a las chicas sobre lo sucedido y junto a los conocimientos técnologicos de Megan o mas bien gracias a los celos de Natasha logramos ubicarlos.

Dando con el gps que Nat colocó en el teléfono de isaac.

-No me jodas.- Jake se lleva las manos a la cabeza riendose.- Joder, no quisiera estar en los zapatos de quien este con Nat.

-A mi no me puso gps.- Murmura Aidan entrecerrando los ojos y mirandonos.- ¿Cierto?

A pesar del mal momento, nos reímos todos de su cara llena de absoluto terror, al parecer no conocía tan bien a su ex despues de todo.

* * NATASHA * *

Despertamos en una especie de galpón putrefacto, muy similar al que utilizamos para las torturas.

Le han dado la paliza de su vida a Isaac quien se encuentra inconsciente y probablemente con alguna costilla rota.

Haz que paguen.

Mátalos, córtales la garganta.

No he tomado mis medicamentos, la hora ha pasado y las voces en mi cabeza comienzan a torturarme.

Según la tía de Aidan que es Doctora, se tratan de alucinaciones auditivas, que se pueden controlar con su respectiva medicación.

-Ahora me voy a divertir contigo.-Ni siquiera me doy cuenta cuando el asqueroso tipo se ha acercado a mi.

Le escupo con todo el odio y desprecio del mundo y me voltea la cara de una bofetada más fuerte que la primera.

Siento la sangre saliendo por la comisura de mi labio y paso la lengua por ella limpiando la gota que amenaza con caer.

-Boca grande, pito chiquito.- Me burlo en su cara y eso parece enfurecerlo aún más.

De repente el brillo de algo plateado sobresaliendo de sus pantalones me llama la atención.

Necesito llegar a la navaja suiza que tiene en el bolsillo, por lo que decido cambiar mi táctica si quiero salir de aquí.

-Ya te la muestro y sacas tus propias conclusiones.

Dejo que el muy asqueroso me toquetee y ruedo los ojos, cuando lo tengo frente a frente y con el rostro a centimetros del mio le doy un cabezazo digno de la Champions y el cae al suelo casi inconsciente.

Me he dado un golpe tremendo, pero vape la pena.

Aprovecho que los otros no están y me volteo en mi silla cayendo al suelo y rodando hasta en donde está.

Con rápidez veo como Isaac abre los ojos viendo lo que estoy por hacer  frunce un poco el ceño, comienza a maniobrar con sus piernas y logra soltarlas de las cuerdas.

Gracias al demonio que son unos básicos y no se les ha ocurrido colocarle cuchillas a las cuerdas.

Creo que tu eres la única que hace eso.

Sonrio ante el pensamiento sádico y me concentro al ver como Isaac asfixia al inútil con sus piernas.

-Buen trabajo amor.- Le guiño un ojo y el intenta sonreir pero solo logra hacer una mueca por las heridas que lleva en el rostro.

-Apresurate nat.

Saco la navaja con la boca procedo a cortar las cuerdas de Isaac, luego el corta las mias y le quito la navaja.

Pierdo el control al verle la cara a mi novio destrozada y solo quiero lastimar al infeliz que tengo bajo mi cuerpo, comienzo a cortar la piel de su rostro una y otra vez, clavo el puñal en sus ojos, en sus mejillas y no paro hasta que tengo completamente las manos y el rostro cubierto de sangre por toda la que ha salpicado.

-Basta.... - Isaac me observa con asombro y supongo que lleva tiempo llamándome.

Me incorporo elegantemente y decido que es momento de salir de aquí.

Colóco la asquerosa camisa del cadáver  sobre mi torso y ayudo a Isaac a colocarse los jeans, es mejor que ir desnudos.

Cuando estoy a punto de salir de esa habitación comienzan a  sonar disparos  en todas las direcciones.
Lo ayudo a incorporarse colocando sus manos sobre mis hombros.

-Aqui están.- Escucho la voz de Aidan y aunque es la última persona que esperaba ver no puedo evitar la alegría.

-Ayudame enano.- Le pido viendo a Isaac, hace una mueca, sin embargo asiente y me ayuda a sacarlo de ese lugar.

-Ok vamos.

Salimos mientras los demás nos cubren, puedo pisar balas y vidrios ya que estoy descalza. Algunos se incrustan en las plantas de mis pies y maldigo por el dolor punzante.

Los disparos continuan cuando llegamos al vehículo, Isaac a través del intercomunicador les avisa que estamos a salvo.

-Gracias, lo siento tanto Aidan mi intención nunca fue lastimarte de esa forma.

El hace una mueca y me guiña un ojo.

-Desde que me fuiste infiel he querido tirarme por un barranco, lo admito,  pero  no lo voy a hacer ¿Sabes por que?.

-Porque no tienes alas sino cuernos.

La voz de Jake unido al mal chiste, hacen que este le empuje y lo observe furioso.

-Y tampoco te dio superpoderes, así que vamos montense en los putos autos, joder.

* * SKYLER * *

-Están fuera de peligro.- Me indica uno de mis hombres por el intercomunicador.

Disparo mi arma dos veces en el cráneo del último sujeto y me dispongo a salir del almacen para llevar a Isaac a casa.

He decidido no informar a Max sobre esto al igual que Danna con su jefe,  por primera vez nos hemos puesto de acuerdo en algo.

Es que yo, por proteger a mi familia soy capaz de todo.

Apenas salgo del puto almacen veo a Danna subiendo al jeep del niñito y me hierve la sangre.

-Ahora estoy con Stefano.

Sus palabras se repiten como un jodido disco interminable en mi cabeza.

Jake me ayuda a subir a Isaac a mi auto, muy a pesar del berriche que arma Natasha, a quien tienen que sedar cuando comienza a ponerse agresiva.

Salimos directo al apartamento y luego de que Jake lo revise, se queda conmigo un rato el cual aprovechamos para hablar sobre todo lo que ha pasado, le explico la situación y al parecer el me entiende, o eso me hace creer.

Luego de una botella de vodka se va y me dá las indicaciones para el cuidado de mi primo quien está dormido en su habitación.

Opto por ir a darme un baño, para sacar a cierta mujer de mi cabeza, me desprendo de mi ropa; giro la llave y regulo la temperatura, dejando que el agua haga contacto con mi blanca piel.

Me duele pensar en ella, me duele saber que está con Stefano.

Cierro los ojos y  tarde me doy cuenta que es un grave error,  cuando su piel desnuda se hace dueña de mi mente, imaginandola mía como siempre debió ser.

Imaginar sus curvas, mis mamos tocándola y sientiendola, me lleva a la locura, sacudo la cabeza frustrado. No puedo seguirme atormentando de esa manera.

Debo olvidarla de una vez por todas, la amo con locura, pero es algo imposible y ella lo ha dejado más que claro eligiendolo a él.

Salgo de la ducha atormentado por los recuerdos y  me sirvo un vaso de whiskey.

Quizás algo fuerte sea la mejor opción.

Los vasos de la bebida ámbarina se convierten en dos y luego tres.

Pierdo la cuenta y busco alguna pastilla o algún polvito mágico que me haga olvidar está mierda.

No encuentro nada, así que de mala gana comienzo a buscar entre los contactos de mi iphone, vislumbro el que necesito y pulso en "llamar".

Un repique, dos, tres.

-Hola.- Noto la sorpresa en su voz.

-Hola... necesito que vengas ya a mi apartamento.

Quizás me arrepienta de esto luego.

-Claro, ya salgo para allá.

Suspiro ignorando la sensación de advertencia que me manda mi corazón, gritandome que tal vez lo que estoy a punto de hacer sea peor que consumir cualquier droga del mundo.

-Rápido Olivia.- Digo y cuelgo.

* *  DANNA * *

Estoy conversando con Stefano sobre todo lo sucedido mientras vemos una película y tomamos vino.

Hasta que la notifcación de un whatsaap vibra a mi lado en el sillón.

De: número desconocido
Asunto:
Te dije que sería tarea fácil, creo que me subestimas.

*Imagen adjunta*

Dejo caer el celular de mis manos y por un momento tengo la necesidad de que alguien me explique como es  posible que un corazón se pueda romper varias veces por culpa de la misma persona y aún así seguirle perteneciendo.

-¿Oye que te pasa?-Pregunta Stefano.

-Na.. nada.- Me aclaro la garganta.- Creo que mejor me voy a dormir.

-Esta bien.- Suspira al saber que no le diré absolutamente nada.

Camino directo a la habitación y antes de girar escucho de nuevo su dulce voz.

-Siempre estaré para ti Princippesa, no lo olvides.

Asiento sin girarme y entro a mi habitación.

Observo el reloj por tercera vez 1:40am. Luego de recibir la imagen de James dormido y desnudo, me han pasado miles de ideas por la cabeza, pero ninguna de ellas buenas.

No paro de imaginarlo haciendole lo mismo que hacia conmigo.

Mierda, se que dije que lo mejor sería estar separados pero jamás imaginé que me dolería tanto.

Camino de puntitas por el pasillo y veo un haz de luz que se cuela por la puerta semi-abierta de la habitación de Stefano.

Esto quizás sea una mala idea, y lo más egoista que haré en mi vida, pero necesito salir de esta maraña de pensamientos perturbadores que me lastiman.

Está acostado boca arriba, sábanas oscuras cubriendo la mitad inferior de su cuerpo y sus labios ligeramente abiertos.

No puedo negar lo hermoso y sexy que es. Luego de observarlo por varios minutos reacciono, esto ha sido una mala idea, es culpa de los celos y no esta bien.

Me repito mentalmente.

Giro para salir y sin querer choco con una mancuerna que estaba en el suelo.

-Ahh.- Gimo y me tapo de inmediato la boca para que no me oiga.

Eso dolió, mierda como duele.

-¿A donde crees que vas?-  Escucho su voz y cuando volteo Stefano esta levantandose de su cama y acercándose a mi.

Se me corta la respiración sin saber que responder.

-Yo  solo... vi la puerta abierta y vine a cerrarla.

El rie y se que no cree ninguna de mis palabras.

-Estoy acostumbrado a mujeres que puedo descifrar en menos de diez segundos.- Recorre con sus fríos dedos mi mejilla.- Pero tú eres completamente diferente.

Pienso en James, me conoce tan bien sin siquiera intentarlo.

Son tan diferentes en todos los aspectos.

Me reprendo mentalmente, James está con Olivia, desnudos en su cama.

Siento de nuevo como el fuego de la ira llega como un remolino por todo mi cuerpo.

-¿Eso se supone que es bueno o malo?.- Decido seguirle el juego.

-Bueno.- Se rasca la nunca.- Cada dia me sorprendes y eso me encanta.

Se acerca lentamente y me besa, esta vez lo acepto. Debo hacerlo, necesito intentarlo, a pesar de que sus labios no saben a menta como los de James, son dulces, de hecho no estan nada mal.

Sus besos son suaves y cálidos, recordandome que aunque busque en ellos la pasión desenfrenada de Sky, jamás la voy a encontrar.

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