Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

5

Despertar con dolor de cabeza ya era la norma para Beomgyu, el tener recuerdos borrosos de la noche anterior que no podía terminar de unir también, pero ni un millón de botellas de vodka hubiesen sido suficientes para hacerlo olvidar que había confesado su amor por su mejor amigo.

Lo recordaba vívidamente, le había gritado que lo amaba y luego básicamente se había desmayado. Como si las cosas no pudieran ponerse peor, sabía que Yeonjun probablemente haya tenido que traerlo cargando hasta su cama en la que se encontraba ahora.

Dejando de lado su usual pereza, se levantó rápidamente, tomó una maleta vieja que tenía y empezó a cargar cosas esenciales que necesitaría, cepillo de dientes, varios cambios de ropa, incluso un cuaderno que tenía por allí ya que el día lunes empezaba oficialmente las clases en su último año.

Esperaba que Yeonjun siguiera durmiendo o hubiese salido, la primera era poco probable, más bien estaba rezando por la segunda. Hizo el menor ruido posible mientras intentaba que todo cupiera en la maleta.

Necesitaba unos días fuera, tal vez más de unos días, tal vez un mes, tal vez un año. Solo sabía que no podía vivir con Yeonjun después de lo que había hecho, se sentía liberado de cierta forma, no llegó a ver la reacción de su amigo a sus palabras, y realmente no quería quedarse allí para ser rechazado como cereza del pastel, así que se iría antes de que eso pudiera pasar.

Discretamente, miro por la ventana de su habitación, la cual casualmente daba al lugar donde Yeonjun solía dejar su coche estacionado.

Nada.

Casi lloro de la felicidad.

La acera vacía indicaba que Yeonjun habría salido a comprar café, o quizás algo para desayunar, sin perder tiempo valioso, tomó sus llaves y teléfono para salir a paso decidido de su habitación.

Le dió una ultima mirada al lugar que había compartido con su mejor amigo los últimos tres años y salió por la puerta.

Un sol radiante le dio la bienvenida, y por primera vez en meses sintió un poco de paz. Iba a dejarlo atrás finalmente, sentía, ahora que se había confesado, que estaba haciendo lo mejor para ambos. Una sonrisa triste inundó su rostro mientras entraba a la aplicación de Uber en su teléfono, no le había avisado a Soobin que iría hasta allí, pero sabía que la parejita no tendría problema en recibirlo por un corto tiempo en su sofá, no era la primera vez que lo hacían, a veces cuando Yeonjun traía chicas y él sentía la necesidad de escapar también iba allí, donde Huening Kai le haría una taza de chocolate caliente para en pleno verano y ambos verían películas con él hasta quedarse dormidos.

Se sentía un poco de molestarlos, pero no tenía otro opción de momento.

Su sonrisa se esfumó al ver el auto de Yeonjun aproximarse hacia su lugar.

Su Uber estaba a tres minutos, Yeonjun ya lo había visto y había acelerado para finalmente estacionar donde siempre lo hacía.

No tenía escapatoria.

Pensó en correr pero tendría que dejar sus cosas atrás si pensaba ser capaz de vencerlo en una carrera de velocidad y aún así, es poco probable que alguien que solo se sienta en el sofá a comer chatarras pudiera con el chico qué pasa la mitad del tiempo en el gimnasio y la otra mitad probando recetas saludables. Así se resignó a su destino, tendría que decirle adiós a un muy molesto -a juzgar por el portazo de su auto- Yeonjun cara a cara. Pensaba enviarle un mensaje, temía derrumbarse si lo miraba de frente.

No lo mire directamente.

Gracias a Dios se había visto lentes de sol.

—¿Que mierda es esto?—Preguntó molesto mirando la maleta a la que su amigo se estaba aferrando como si su vida dependiera de ello.

—Hola a ti también, lindo domingo, ¿no?—Su intento de comedia no le hacía ninguna gracia a Yeonjun.—Es una maleta, ¿nunca viste una?, la gente las usa para...

—¡Me refiero a que mierda haces saliendo de la casa con una maleta!—Estaba enojado, Beomgyu miro al piso.—¿Ibas a irte sin decirme?, ¿qué?, ¿hay una maldita nota adentro diciendo "me voy, que estes bien"?

—En realidad, no se me había ocurrido, pero habría sido un buen toque dramático.—La mirada gélida en el rostro de su amigo le dijo que no estaba funcionando.—S-solo me voy unos días a visitar a Soobin y a Kai.

—Si, claro, y para eso necesitas toda una maleta con tus cosas.—Dijo con rabia.—¿Tiene que ver con lo de anoche?—Beomgyu trago saliva.

—¿Qué pasó anoche?

Esperaba que la excusa del alcohol fuera suficiente para hacer creer que a Yeonjun que lo había olvidado.

—No te hagas, sé que lo recuerdas y esa es la razón por la que te estás yendo.

—No se de que hablas.

—¡Deja de mentir!—Grito.—Vas a quedarse aquí y vamos a hablar de eso como dos personas adultas.

—No quiero.—Dijo duramente Beomgyu.

—¿No quieres?

—No, no me voy a quedar aquí a que simplemente me rechaces y termines de aplastar nuestra amistad, no pensé que serías tan cruel de querer hacerme pasar por eso, sinceramente...

—¿Por qué demonios estás asumiendo que te voy a rechazar?, ¿de verdad no recuerdas nada de anoche?—Beomgyu parpadeó.

—Si, lo recuerdo, dije que te amaba, ¿contento?, ¿podemos hacer esto rápido?, mi Uber llega en dos minutos.

—¿Y...?

—Y qué, imbecil.

—Me dijiste que me amabas y...—Beomgyu lo miro confundido.

—Y me desmayé porque estaba borracho.

—Antes de eso.

—Te dije que te amaba.

—¡En medio de esos dos!—El castaño no entendía lo que estaba pasando.—¿No lo recuerdas?, tuvimos una charla antes de que te desmayes.—Beomgyu lo miraba boquiabierto.—Me gritaste que me amabas no solo una vez, varias veces y yo te respondí que...

El recuerdo golpeó su cerebro.

—¡Te amo!—Grito entre sus sollozos.—¡Te amo, te amo!

—¿Beomgyu...?.—Yeonjun lo miraba sorprendido y preocupado.—Y-yo también te amo...

—¡No así!—Pequeños hipos debidos al alcohol dificultaban su habla.—No te quiero como amigo, te amo tanto que siento que mi corazón va a explotar.—Las lagrimas no dejaban de salir.—Probablemente es lo peor que escuchaste en tu vida...

—No, Beomgyu, no digas eso.—Yeonjun estaba casi encima de él, estando casi fuera de su asiento.—Beomgyu y tú...siempre hemos sido el uno para el otro.—Los ojos del más bajo se iluminaron.

—¿E-en serio?

—Si, Beomie, creo que tú y yo...

Y terminaba allí.

En ese momento si, realmente se había quedado dormido.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro