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✿ ─── real life: we're too old for this





vida real: estamos muy viejos para esto.

alexa play traitor by olivia rodrigo.









































EL FUERTE RUIDO DE LA PUERTA CERRÁNDOSE RESONÓ en toda la inmensa casa y fue frenéticamente seguido por unos insistentes y fuertes golpes sobre la misma, los cuales no tenían intención de detenerse por algo que se podía clasificar como un asunto de vida o muerte.

—¡Daphne! ¡Daphne! ¡Ábreme por favor!

Una figura agotada, rendida, destruida y débil apoyó su espalda contra la madera sintiendo el mismo impacto de los golpes rebotar en su cuerpo en consecuencia de la vibración de la puerta al ser agredida.

—¡Por favor! Te lo pido, Daph, ábreme la puerta ¡Por favor!

La voz quebrada de quien estaba afuera, la desesperación que emanaba y la constancia de los golpes no hicieron que la rubia dentro de la casa reaccionara.

—Necesito que me escuches, te lo suplico, solamente escúchame cariño.

El apodo hizo que su corazón se retorciera aún más de dolor y con sus dedos limpió una nueva lágrima que se había dedicado a hacer su descenso por su pálida mejilla.

—Yo...Yo...Yo siento que todo está muy confuso y no sé como empezar, pero sólo te pido que me abras la puerta. Déjame entrar para poder hablar.

Sus puños se apretaron a cada lado de sus femeninas caderas. Sin embargo, no era por furia hacia quién le hablaba, sino era para tratar de controlar su ansiedad que en ese momento se la estaba comiendo vivia. Ella ya era una adulta, pero aquello le estaba doliendo como a una adolescente.

—Daphne escúchame por favor, tenme algo de piedad, las cosas no fueron así...No es lo que parece.

Pero en eso, y a raíz de aquella última frase, finalmente la puerta fue abierta de sopetón por la dueña de aquel hogar.

Chris Evans pudo ver en ese momento la fría expresión que adornaba el rostro de Daphne Edevane. Todo rayo de esperanza se esfumó cuando se dio cuenta que ella no había abierto la puerta para dejarle entrar, sino para mostrar su justificado y desmedido descontento.

¿No es lo que parece? —repitió ella con un hilo de voz—, esa es la peor frase que puedes decir en un momento como éste.

El bostoniano quedó completamente petrificado y no fue capaz de emitir palabra alguna.

—¿Qué? ¿Ahora vas a seguir mirándome con esa cara de perrito para tratar de explicar lo que sucedió? —suspiró—, nada necesita explicación, está mucho más que claro.

—No, no lo está y es por eso que necesito que me escuches...¡Espera! —la británica iba a cerrar la puerta otra vez pero él fue lo suficientemente hábil para escabullirse entre la abertura e ingresar a la residencia.

—¡Oye! —se quejó ella tratando se sacarle pero fue inútil, jamás iba a poder derribarlo y el actor se había quedado cuidando la puerta para asegurarse de que no se fuera abrir...Al menos por el momento.

—Daphne...

—Quiero que salgas de mi casa ahora —trató de empujarlo otra vez.

—No me iré hasta que me escuches.

—La verdad te estoy escuchando ¿Ves? —llevó su mano a su oído, notoriamente siendo sarcástica—. Te escucho mientras balbuceas la misma inútil frase para defenderte teniendo la audacia de venir aquí después de lo que pasó...Y para colmo aún hueles a cerveza.

—¿Qué rayos quieres que haga? ¿Cómo llamo tu atención? ¿Cómo hago que me dejes explicarte como sucedieron las cosas? —se notaba desesperado.

—Yo te diré como sucedieron las cosas —se le acercó peligrosamente—: tú me engañaste, fin de la explicación.

—Daphne... —rogó.

—Incluso que pronuncies mi nombre me duele —se señaló—. Ojalá nunca hubiera ido al bar del hotel...Me hubiera ahorrado muchas cosas.

Evans aprovechó la instancia en que Edevane tomó asiento en un sillón de la sala, con la mirada cabizbaja, para acercarse a ella despacio. Quedó en cuclillas frente a ella para mirarla de la posición más arrepentida que fuera posible. Una vez allí, tragó saliva y la miró a los ojos.

—No sé qué sucedió —ella iba a protestar pero el hombre pudo interceptarla a tiempo—-, en serio que no lo sé...Todo está muy borroso. Yo...Llegué a la fiesta; recuerdo que estaba demasiado estresado por todos los viajes que iba a tener que realizar y eso me hizo beber más de la cuenta ¿De acuerdo? Mi culpa.

Daphne no pronunció palabra alguna, sólo procesó la información en silencio.

-—Luego llegó más gente al lugar...La música estaba muy fuerte, todos se movían de un lado a otro...Y te puedo jurar que no recuerdo nada más hasta el momento en que llegaste.

-—Te faltó la parte en donde te acostaste con Martha Douglas.

La franqueza de sus palabras y la dureza de aquella realidad sacudió al bostoniano de pies a cabeza.

—Te juro que no sé cómo sucedieron las cosas —trató de seguir explicando—. Sí, la vi ahí, recuerdo que fue a hablar conmigo pero...De un momento momento otro...

—Estabas sobre ella —juntó las palmas de sus manos generando una especie de aplauso—, sé como funciona el sexo, ahórrate la explicación.

Daphne realmente no estaba sintiéndose cómoda con aquella situación así que se puso de pie para caminar a la isla de la cocina por algo de beber. Chris terminó siguiéndola aún con su arrepentimiento al máximo y una vergüenza que le deformada el rostro.

—Bien, dejaré de hablar —retomó el hombre—, no tiene sentido que siga explicando porque...No tiene justificación.

—Creo que es lo más sensato que has dicho en este momento —se oyó como abría una botella de vino para luego servirse una copa.

—Daphne, perdóname por favor —apoyó sus manos sobre la barra como si quisiera estar más cerca de su rostro—, tienes razón, fui un idiota y no tengo justificación. Solamente quiero apelar a tu perdón...Por todo lo que hemos pasado juntos.

—¿En serio estás apelando a eso? —su voz salió como en un susurro—, mucho te importó hace unas horas ¿Eh?

—Lo siento tanto, lo siento tanto —seguía repitiendo.

El rostro de Edevane se había mantenido neutro, pero por segundos le temblaba por el esfuerzo de retener las lágrimas o el temblor de su voz. Con copa en mano dio vuelta a la isla de la cocina para quedar en frente del arrepentido hombre que rogaba por su perdón.

—¿Sabías que mi ex esposo me engañó? Te lo mencioné ¿Verdad? —estaba siendo levemente sarcástica—. Sabías lo mucho que esto me afectaba...Y aún así me hiciste lo mismo.

—Daphne, no sé como sucedieron las cosas, te lo puedo jurar.

—Pero aún así lo hiciste, no entiendo cuál es el punto de seguir defendiéndolo —alzó las manos—. Te acostaste con Martha Douglas...Felicidades, eres un infiel.

Un entrecortado suspiro abandonó los labios del actor pero Daphne no se conmovió por los ojos llorosos que ahora él tenía.

Ya era tarde, la había roto.

—Tienes razón, lo soy.

—Sabías que ella estaba obsesionada contigo —hizo una pausa—. Jamás te hice una escena de celos o te prohibí acercarte a ella...Lo único que te pedí fue que tuvieras cuidado... —soltó una risa nasal—. Pero bueno, al aparecer lo que entendiste de esa frase fue: ¡Está bien! ¡No me importa que te acuestes con ella a pesar de estar conmigo!

—Lo sé, pero en serio no puedo seguir defendiéndome; es verdad, pero ya no sé que hacer —su desesperación se podía ver a kilómetros de distancia.

—Yo te diré que hacer —el sonido de su copa sobre la mesa resonó en la estancia—; vete de mi casa.

El rostro de Evans se desfiguró mucho más.

—Daphne...

—Esto se acabó —trató de sonar lo más tranquila posible—, lo siento pero no puedo vivir con otro infiel más dentro de mi casa.

—Pero...

—No, no hay peros —soltó un cansado suspiro—. Somos adultos Chris, ya estamos viejos para este tipo de jueguitos donde no estamos completamente seguros de lo que queremos. Ya no tenemos quince años...No deberíamos actuar como si los tuviéramos.

—Daph, por favor —volvió a rogar como si eso pudiera cambiar las cosas—, piénsalo un poco más o algo, pero no tomes decisiones apresuradas.

—¿Decisiones apresuradas? —sorbió su nariz—. Me voy a permitir citar tus propias del día en que te conté que Will me había estado engañando —tomó una bocanada de aire—: Tienes todo el derecho de dejarlo y de hecho es lo que deberías hacer. Te fue infiel y eso no tiene perdón o solución dentro de una relación ya que la confianza...Se rompe.

En efecto, la británica recordaba esa frase palabra por palabra.

—Y es cierto —habló él ya con un hilo de voz—, pero jamás imaginé que estaría a este lado de la situación.

Ella soltó una risa seca—No puedo creer que oí eso.

—Daphne —se puso frente a ella, pidiendo que lo mirara—, cometí el error más terrible de toda mi vida pero ni siquiera sé como sucedió, pero por favor no acabes con esto...No soy capaz de imaginar una vida sin ti.

—Ni yo —sonrió de lado y una temerosa lágrima resbaló por su pálida mejilla—, pero tengo que dejarte...Porque ya no confío en ti.

Chris ya no era capaz de decir cosa alguna, se sentía completamente rendido y sin más cartas que jugar.

Había perdido.

Había arruinado todo.

—Me traicionaste —siguió ella echándole más sal a la herida—, y me prometiste que no lo harías —tuvo que tomar aire—. Vete por favor.

—Daph...

—Vete.

Ya no había nada más que hacer.

Cuando se trata de una infidelidad...Las cosas se rompen para siempre.

El bostoniano soltó el suspiro más largo y pesado de su existencia para luego fijar sus cristalizados ojos sobre los de la mujer que amaba. Quiso alcanzar su mejilla con su mano pero ella fue lo suficientemente rápida para apartarse antes de que el roce se llevara a cabo. No podría tolerarlo; eso la destruiría aún más.

Al ver aquella reacción el corazón del actor se rompió una vez más; quedando mucho más despedazado de lo que ya estaba. Recogió su mano con dolor y temblor y no le quedó otra cosa que hacer mas que atenerse a las consecuencias de sus propias y estúpidas acciones. Comenzó a caminar hacia la puerta totalmente derrotado y con el alma en pedazos.

No obstante, antes de salir y con con mano ya en el pomo de la puerta, se volvió para decirle:

—Te amo Daphne...Esté contigo o no creo que eso no va a cambiar nunca.

La británica no se dignó a mirarle, aunque en realidad no podía. Volvió a tomar su copa de vino y de un trago terminó por acabarse lo que quedaba dentro mientras oía el duro sonido de la puerta cerrándose.

Chris se había ido.

Se acabó.

Sin embargo, cuando ya estaba comenzando a calmarse para poder tratar de dormir en paz y calmar su adolorido corazón, oyó unos silenciosos pasos tratando de pasar desapercibidos en la escalera.

—¿Mamá?

Vaya, lo que le faltaba.

El poco autocontrol y la poca serenidad que la rubia había logrado recobrar comenzó a disiparse cuando escuchó aquella voz.

—¿Mamá? —los pasos de June terminaron junto a su progenitora. La menor había bajado con su pijama puesta a raíz de un sueño que fue interrumpido—. ¿Está todo bien?

La mayor trató de poner su cara más normal posible y acercó a su hija hacia sí.

—Sí ¿Por qué? Deberías estar durmiendo, es tarde.

—Es que... —hizo una mueca—. Desperté porque oí una discusión.

Daphne suspiró con pesadez mientras acariciaba aquel rubio cabello que era idéntico al suyo—¿Qué te he dicho de espiar conversaciones de los demás?

—No tuve qué...Fue lo suficientemente fuerte para despertarme.

La mayor de las Edevane no supo que responder. Era doloroso y difícil ya que se sentía en la misma situación que hace seis años, en donde su ex esposo William la había engañado de una manera bastante similar. Tuvo que tener la charla con una pequeña y confundida June sobre como ella y su padre ya no estarían más juntos porque él había estado con otra mujer que no era su madre. Fue complejo y también angustiante tratar de hacerle entender a la menor lo que había sucedido, por eso ahora las cosas no eran para nada sencillas.

No obstante ahora June había crecido y no era para nada tonta, era astuta igual que su madre; una copia viva de ella, por eso había una cierta parte del ser de Daphne que sabía que podría tomarlo de mejor manera que la última.

¿Por qué tanto así? Porque la menor ya veía a Chris como la figura paterna que le había faltado.

—¿Es...? ¿Es cierto? —la suave voz de la joven actriz salió de sus labios con temor—. ¿Chris te engañó...? ¿Igual...Igual que papá?

Ella tuvo que morderse el interior de la mejilla con fuerza para retener el temblor de sus palabras; no quería que su hija la viera en ese estado...Otra vez.

Sin embargo, al final soltó:

—Sí —acarició su cabello—, sí, lo hizo. Pero estoy bien ¿De acuerdo? —trató de sonreír—, mamá está muy bien.

—Te engañó —pronunció ella sin poder creerlo y con dolor—, él te...

—Hey, ya no importa ¿Sí? —buscó calmarla llevando sus manos a sus blancas mejillas—. En serio estoy bien, es sólo un bache en mi camino...Estaré bien.

Don de madre: Siempre asegurarle a su hija que estaba bien aunque en realidad no lo estuviera.

June no quiso que su madre sufriera más hablando del tema así que la abrazó y buscó contener su propia angustia y la de la mayor entre los brazos de la otra.

Ya habían pasado por una situación similar juntas, y ahora estaban ahí nuevamente...Juntas.

Al final del día siempre serían ellas dos; los hombres las terminaban dejando.

—No te mereces esto mamá.

Y aquella frase de June terminó por acabar a Daphne y sollozó silenciosamente en el hombro de su hija.































































































chris yo te juro que te iré a agarrar de las patAS (es broma, pero si quieren no es broma)

HOLAAAA COMO ESTAN, LES TRAIGO PRIMER CAPITULO DE ESTA JOYA

qué les pareció? sé que estuvo full triste pero sabíamos que esto era así, así era el inicio:/ pero les prometo que se vienen varias cosiyas bacaneees. mucho pero mucho drama

estaré leyendo sus comentarios, cuenten sus teorías, cosas que les gustaron etc <3

btw, los siguientes 2 capítulos los tengo listos muajajaja

pero por ahora nos quedamos con esto jiji, espero les haya gustado <3 nos vemos!!!

nat

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