Miraba su reflejo en aquel espejo mientras que de aquel preciado crucifijo que siempre portaba enredado en su mano izquierda, sacaba la pequeña tapa dosificadora para tomar un poco de aquel polvo blanco, el cual creía que cada que lo inhalaba le devolvía la vida y hacia sus días menos miserables causando el típico cosquilleo el cual le hacía querer frotar un poco su nariz.

La puerta de uno de los cubículos se abrió, del cual se dejaba ver un joven doncel de cabello castaño, alto y delgado, se acercó al lavamanos a quien la pelinegra le observo con atención.

-creí que estaba sola- musitó la joven quien lo miraba por el reflejo del espejo al mismo tiempo que acomodaba su cabello

-lo siento... por cierto, soy Kim Taehyung- el castaño se presentó de manera cortés simulando no saber nada sobre ella

-Jeon Jisoo-

-¿nos conocemos?- preguntó el castaño.

-no lo creo- respondió Jisoo fingiendo no saber absolutamente nada
-oh claro, eres el nuevo estudiante, hasta donde sé eres hijo del nuevo director ¿no es así? - tomó un juego de tarjetas que acostumbraba a usar cuando daba los discursos de apertura de ciclo escolar.

-así es, y lamento mucho lo de tu hermano, ¿estás bien?-

la peli negra le observo con desdén - lo estaré- respondió sin más y de nueva cuenta se centraba en revisar sus tarjetas

-¿conocías a Jungkook? - preguntó Jisoo

-podría decirse -

-que terrible tragedia ¿no?- respondió la peli negra mientras seguía arreglando su cabello

-lo es señorita Jisoo- respondió el castaño dejando salir un poco de tristeza en su tono de voz - me tengo que ir... si me disculpas- el castaño se dirigía a la salida y se detuvo antes de salir

-¿segura que estas bien?... si lo deseas, puedo brindarte mi amistad... yo te escucharé -

-gracias- Jisoo respondió con fingida amabilidad y una extraña mueca en su rostro se dibujaba.

-ya sé que suena trillado, pero cuando siento que estoy en una situación difícil y no puedo continuar... pienso en Jesús- aquellas palabras no pasaron desapercibidas por la peli negra, creyó que tal vez era solo una coincidencia, aunque de igual manera esperaba algo así ya que sabía que era el típico mocoso sensible y en ocasiones como ésta sacaba a flote su complejo de madre Teresa de Calcuta
"dios que chico tan estupido y cursi es" pensó Jisoo

Aunque no todo es lo que parece, Jisoo sin querer y sin siquiera conocerlo había hecho que aquel joven cambiara por completo su perspectiva del mundo en el que ahora vivía.

- Bien, hora del show, alguien tiene que hacer esto- se decía a si misma mientras se observaba al espejo, para después tomar sus tarjetas y salir en dirección a la capilla.

El frio de la mañana daba una amarga bienvenida a los estudiantes del Instituto Yonsei quienes iniciaban el nuevo ciclo escolar. Siendo un colegio religioso los alumnos se encontraban en completo silencio dentro de la capilla para escuchar la santa misa.

Aquella mañana el colegio estaba de luto ya que el dia anterior se había anunciado que el hijo del director Jeon JiCheol había fallecido durante la madrugada. Algunos recibieron la noticia con gran sorpresa, otros celebraban en silencio ya que pensaban que el karma ajustaría cuentas con Jungkook.
Los rumores sobre el dia de su accidente apuntaban a que el salía con la novia de un hombre peligroso, a quien no le importó en lo absoluto el poder que respaldaba a Jungkook y simplemente terminó por atentar contra su vida logrando con éxito su objetivo.

El director Jeon JiCheol y su esposa se encontraban sentados en la primer fila, la mujer portaba un costoso atuendo en color negro, poco le importaba el hijo de su esposo pero como buena actriz que era, esa mañana se hacía pasar por una mártir que sollozaba con un llanto falso y con un pañuelo limpiaba lágrimas inexistentes, el padre de Jungkook denotaba un rostro cansado pero inmutable, cualquiera pensaría que es una persona sin un solo rastro de emoción, pero los directivos por su parte pensaban en que cada uno experimentaba un inmenso dolor y lo soportaba a su manera, era tan lamentable que un joven que tenía toda una vida por delante tuviera un final tan trágico, todos antes de entrar a la capilla ya le habían dado el pésame a la pareja.

Jisoo subía al estrado para dar el mensaje de despedida a su hermanastro, cuyo féretro se encontraba frente al altar el cual estaba adornado de cientos de flores blancas, la joven tomó el micrófono y comenzó a dar lectura a su discurso.

-la vida siempre se encarga de darnos duras lecciones, las cuales nos llevan a un oscuro túnel sin fin, aun así siempre llega una fortaleza en forma de luz que brilla para guiarnos, todos necesitaremos un poco de luz para poder salir adelante, debemos ser fuertes y sabios para evitar llevar una vida llena de conflictos que no nos deja nada bueno, como estudiante y presidenta del comité estudiantil he tratado de poner el ejemplo para saber guiar a los alumnos que han estado bajo mi responsabilidad, esa es mi misión, desafortunadamente no pude ayudar a mi hermano, quien se dejó cegar por las personas incorrectas, el llevar una vida mundana y llena de excesos, causo esta irremediable desgracia, su recuerdo siempre vivirá en nuestros corazones. Sé que él está aquí con nosotros y puede escucharnos, y querria que dijera...—

Las palabras de la peli negra se vieron interrumpidas por un estudiante que entró de manera apresurada y comentaba algo en voz baja a los demás estudiantes de las filas de atrás, quienes a su vez pasaban la voz los estudiantes de las filas de adelante, y uno a uno comenzaban a levantarse para salir de la capilla.

-querria que dijera...- Jisoo intentaba continuar con su discurso pero los estudiantes seguían retirándose y algunos otros que escuchaban los murmullos la miraban con indignación.

-¡querria que dijera Jisoo lo siento!- exclamó con irritabilidad al ver que uno a uno los estudiantes seguían retirándose.

-¡¿Qué acaso nadie tiene siquiera un poco de respeto?!- gritó de manera colérica mientras bajaba del estrado y caminaba en dirección a la puerta por dónde todos salían para averiguar cual era la razón del actuar de los estudiantes. Al salir de la capilla vió a todos sosteniendo pequeños encuadernados de copias de alguna especie de libro y entre ellos resaltaba un joven de cabello rubio que se encontraba repartiéndolos.

Jimin al verla salir se acercó con una media sonrisa y una mirada llena de satisfacción y le entregó uno de aquellos pequeños encuadernados.

La portada tenía escrito el titulo "Crueles intenciones" que al comenzar a hojearlo notó que era aquel diario que tanto ansiaba tener en sus manos, el diario de Jeon Jungkook, el cuál contenía los nombres y fotografías de los rostros de todas y cada una de las personas que fueron víctimas de sus crueles actos perversos, porque sí, los principales protagonistas mencionados entre aquellas páginas habían sido las personas más infames, protervas, malignas y corruptas, que se encargarian de manipular el mundo en contra de personas que ellos tomaban como objetivo como si fuesen carnada que lanzarían a los tiburones para su propia diversión, no necesitaba leer cada historia, ella sabía muy bien que había ocurrido con aquellas personas, con el simple hecho de ver sus rostros, rodeados de palabras denigrantes, personas que tenian finales trágicos, patéticos, vidas hundidas en la miseria... Y ella había sido la culpable junto con Jungkook.

Entre aquella explanación de información entre las últimas páginas estaban los nombres de Park Jimin a quien describían el doncel colmado de belleza que logro eclipsar la grandeza de Jisoo, el chico por el cual su novio Lee Taemin terminó cambiándola, cautivo a más de uno con su gracia y encanto, cuyos dotes lo hacían ser el centro de atención incluso sin que él se diera cuenta... estaba el nombre de Kim Taehyung el doncel que sería el principal objetivo de una apuesta entre los hermanos Jeon y que aquella historia terminaría con un Jungkook con el corazón roto, pero detrás de ésto una historia llena de amor y amargura que dejarían marcado el corazón y alma de una manera autentica...

Y en la última página estaba escrita la verdad sobre Jeon Jisoo, la estudiante ejemplar que siempre suele decir que su refugio es "el amor de Jesus"...

Nadie se imaginaria que la intachable presidente del comité estudiantil tendría un problema de adicción con la cocaína, y la principal autora de los actos maquiavélicos narrados en ese diario, la verdad sobre Jisoo había sido revelada ante los ojos de todos, y entre ellos estaban sus padres, a quienes también se les había entregado una copia del diario.

JiCheol tomo la mano de Jisoo buscando el crucifijo que llevaba atado a ésta, quitando la tapa, corroborando lo que aquel libro decía cuando de éste vio que un fino polvo blanco salía y el simplemente le dio una mirada reprobatoria junto con el resto de los presentes, la peli negra sollozaba del rencor y la impotencia que la inundaban, ya no había marcha atrás estaba hundida hasta el cuello debido a su ambición sus más oscuros y sucios secretos habían salido a la luz.